Extra:
Un Pequeño Incidente Desconocido en la Frontera Norte

Publicado por primera vez en Lofter, 10 de Mayo del 2018.

La última vez se habló sobre cómo el General Shen finalmente alteró su destino y tomó ventaja de cuando el Mariscal había sido envenenado por el vinagre para arrojar la pelota floreada sobre él de manera que pudiera tomar una nota.

Si se discuten únicamente las “comodidades”, entonces Gu Yun tenía muchas. Por supuesto, la belleza de Chang Geng ranqueaba en primer lugar, pero además de él, la comida deliciosa, entretenimientos, los hermanos con los que él había pasado a través de la vida y la muerte, hacerle bromas a Shen Yi, el tío Wang cultivando flores, el viejo Huo alimentando los caballos… todo en el mundo que pudiera hacerlo detenerse para apreciarlo y sonreir contenía una parte de sus sentimientos, y naturalmente ellos eran su comodidad.

Pero, ¿qué significaba “el punto más bajo”?

Cuando Gu Yun vio por primera vez esta línea de palabras, no pensó en los días cuando era joven que perdió a sus padres y se volvió sordo y ciego.

Primero, esas cosas habían ocurrido hacía mucho tiempo. En segundo, ya había estado de esa forma durante décadas: de cualquier manera, ya se había acostumbrado hacía mucho. Actualmente, cuando recordaba los años en que era niño y heredó el título en la mansión del Marqués, todo estaba borroso en sus recuerdos. A veces, cuando recordaba algunos fragmentos, o cuando escuchaba al tio Wang mencionar un par de palabras, sentía como si eso nunca le hubiera ocurrido a él.

Tampoco pensó en el tiempo que los occidentales rodearon la capital. En ese entonces, ya era un hombre fuerte y experimentado. Sabía qué debía y no comprender. Nadie se atrevió más a añadir la palabra “pequeño” frente a “Marqués”. Cuando se trataba de las tres facciones del Campamento del Hierro Negro, las personas pensarían en el mismo Gu Yun en lugar del viejo Marqués Gu Shen. Él era el último muro antes de la caída del país; no tenía mucho tiempo para tenerse lastima.

Lo que las palabras “el punto más bajo” y “desesperanza” le recordaban era, en realidad, el tiempo cuando el Emperador Long An ascendió por primera vez al trono y lo designó para escoltar al príncipe bárbaro norteño Jia Lai Jing Huo fuera del paso…

La primavera arribó muy tarde ese año. Era marzo, sin embargo, no había vitalidad en la Frontera Norte. El cielo y la tierra ahí parecían haberse congelado y podrían nunca revivir de nuevo. Carcasas de ganado y ovejas eran ocultadas por los lobos en profundas fosas de nieve. Cuando las personas caminaban con la espalda contra el viento, sus labios y nariz se cuartearían, un fuerte aroma a pescado inundando su garganta.

Antes de que el caballo pudiera detenerse, Shen Yi en Armadura Ligera había bajado primero y caminó con pasos rapidos frente a la tienda del Mariscal. Antes de que pudiera levantar la cortina, se escuchó una tos amortiguada proveniente del interior, haciendo que las manos de Shen Yi temblaran de miedo.

En frente de la tienda del Mariscal estaba el Comandante de la Guarnición de la Frontera Norte, quien dijo apresuradamente, –No es el Mariscal, es el Maestro Chen.

–¿El doctor Chen?

–Si, se dice que el Maestro Chen no está muy bien de salud y nunca sale en invierno. Este año, hizo una excepción y viajó todo el camino hasta aquí, fue alcanzado por la tormenta de nieve justo después de que salió de la puerta. Ni siquiera el cuerpo y los huesos de las personas saludables pueden soportarlo, qué decir de él. Tan pronto como arribó, el mismo doctor colapsó antes de poder revisar al paciente.

Shen Yi había cabalgado en la nieve; su cuerpo estaba cubierto por la fría niebla. Temiendo empeorar las cosas por precipitarse a entrar, retiró la mano que estaba a punto de abrir la cortina de la tienda.

La ansiedad bañaba el interior de sus ojos y facciones tranquilas. Solo habían pasado unos días, pero sus mejillas ya se habían hundido. El caballo que le tendió al guardia parecía estar conectado con la mente de su amo y caminaba intranquilo.

–El Emperador nos ordenó enviar de regreso al Príncipe Bárbaro, luego volver al noroeste. –Shen Yi bajó su voz y dijo al comandante. –Ya deberíamos encontrarnos en camino. La oficina de protección de caminos del noroeste ha enviado personas para preguntar varias veces. A pesar de que con las tres facciones del Campamento del Hierro Negro aquí, no se atreverán a decir nada incluso si estamos un par de días tarde, ¡pero es casi un mes!

El comandante bajó su voz casi a un murmullo, –El Mariscal todavía está…

Shen Yi sacudió su cabeza.

–¿Cuál es la razón? –el comandante estaba desconcertado y dijo. –El Mariscal creció en el noroeste cuando era joven. Incluso si él no se siente bien con el clima en la capital, no debería ser al punto en el que no pueda soportar el viento del norte. ¿No estaba aún saludable cuando arribó? ¿O fue el bárbaro quien lo provocó?

–No, –Shen Yi no quería decir demasiado, una pizca de resentimiento destelló por sus ojos. Agitó su mano y dijo, –no pregunte más.

Justo en ese momento, un joven salió de la tienda. Sacudido por el viento, casi no era capaz de mantenerse firme, solo después de un momento habló con dificultad, –General Shen, mi señor lo invita a entrar. Él estará aplicando acupuntura en un momento.

–Ah… –Shen Yi vaciló. Al final, no dijo nada.

Chen Fei Yun, el segundo hijo de la familia Chen en la Mansión de Taiyuan, era un doctor habilidoso, no obstante, no podía curarse a sí mismo. Nació frágil y enfermizo. Durante muchos años, fue incapaz de salir. Cada vez que lo hacia, quedaría gravemente enfermo y postrado en cama. Esta vez, el que él viniera en el amargo frío y desde miles de kilómetros de distancia, era el equivalente a “arriesgar su propia vida para salvar otra”.

Lógicamente, escuchando esta tos, Shen Yi debería decirle que descansara por unos días. No obstante, las palabras “Maestro Chen, por favor ciudese” dieron la vuelta sobre la lengua de Shen Yi varias veces y finalmente no las pronunció.

En verdad no tenía otra opción.

El fuego en la tienda del Mariscal calentaba con intensidad, parecía que había un pequeño aroma a sangre mezclado con el calor que irradiaba sobre el rostro.

–Saquen los braseros. –la voz del Maestro Chen llegó desde la tienda. Su rostro estaba cubierto por una capa de gasa para prevenir que su tos molestara al paciente, haciendo que su voz sonara más amortiguada. –¿No tienen miedo de que el calor le cause daño? ¿Cuándo ha temido su Masical al frio?

Cuando tosía, sus manos temblaban, no se atrevió a insertar las agujas por sí mismo y solo pudo instruir al discípulo de medicina que estaba a su lado cuidadosamente. Estaba incluso más nervioso que si lo aplicara él mismo, no se atrevía a retirar su atención ni siquiera un poco, solo había sido un momento, pero un espejo de sudor se había acumulado en su frente.

Shen Yi no se atrevió a acercarse y solo esperó en la entrada.

Media hora después, el Maestro Chen se enderezó: –Listo.

Gu Yun parecía había recuperado un poco de consciencia y fue auxiliado por el disipulo de medicina. Shen Yi estaba a punto de caminar hacia él cuando vio a Gu Yun empujar las manos del chico, apartándolas, y doblegarse para vomitar una bocanada de sangre al lado de la cama.

Shen Yi recibió un susto de muerte: –¡Zi Xi!

Gu Yun no podía sentarse sin asistencia, todo su cuerpo se inclinó hacia un lado.

Chen Fei Yun dijo mientras escribía la prescripción con un golpecito de su pincel: –Está bien, acabo de refrescarlo.

Shen Yi: –…

Gu Yun dijo con una voz ronca: –¿Chen-er[1]?

Chen Fei Yun estaba sorprendido y preguntó a Shen Yi: –No le dio nada de drogas para sus oidos y ojos estos dos días, ¿correcto?

Shen Yi rápidamente sacudió su cabeza y extendió su mano hacia la frente de Gu Yun. Sintió el sudor frio en su mano, pero la temperatura había bajado.

Chen Fei Yun lo meditó por un momento, bajó su cabeza y olió su manga, luego rio, –Olfato de perro.

Los ojos de Gu Yun estaban borrosos; apenas reonoció a Shen Yi con gran dificultad, hablando con voz débil: –¿Porqué lo invititaste aquí? Demasiado problemático… ¿cómo podría existir la posibilidad de que yo muriera?

–Mariscal, –dijo Shen Yi con una sonrisa sardónica. –la enorme olla de gachas de esta mañana podría ponerse encima de ti para cocinar. Su tu fiebre continúa elevándose de nuevo, te convertiras en la primera mina de ziliujin con forma humana de la Gran Liang.

Gu Yun de por sí ya no podía escuchar, y en ese momento, con sus oidos zumbando, no fue capaz de escuchar mucho de las palabras de Shen Yi; tampoco parecía importarle lo que Shen Yi dijo. Su cabeza se inclinó hacia un lado, y sus ojos estaban cerrados, no había forma de saber si había caído inconsciente de nuevo o si se había dormido.

–General Shen, ¿porqué siempre luce como si estuviera de luto cada vez que lo veo? –el Maestro Chen tosió de nuevo luego de terminar de escribir la prescripción. Sus ojos enrojecieron por la tos, pero continuaba sonriendo mientras hablaba. Este hombre siempre estaba feliz. En palabras del Maestro Chen: las personas como él que no serían capaces de vivir mucho tiempo, eso en si ya era algo miserable; si no eran de mente más abierta que los demás, ¿no los volvería más miserables?

Shen Yi pensó: “¿No son tonterías? Ocho de diez personas que buscan doctores están enfermos. ¿Deberían encender petardos para celebrar en su lugar?”

Pero no era muy cercano al Maestro Chen, no era conveniente que actuara de forma demasiado familiar, así que inclinó su cabeza y dijo: –Hemos causado molestias al hermano Chen para que viajara todo el camino hasta aquí.

–No se preocupe, el Mariscal Gu ha salvado a mi hermana menor, y se lleva bien conmigo. Espere hasta que mejore y pídale que escriba algo de caligrafía en mi abanico de mi parte.

Shen Yi preguntó apresuradamente, –¿Entonces su condición es…?

–El General Shen debe saber cuál es la causa. –Chen Fei Yun le sonrió. –Él es joven, su cuerpo tiene la fundación de un general. Tan pronto como pueda comer en estos tres días, no será un gran problema. No se preocupe.

¿Cuál era la causa de la enfermedad de Gu Yun?

Un año atrás, se apresuró de vuelta a la cama del Emperador Yuan He con Su Cuarta Alteza, su corazón ardiendo con ansiedad, para encontrarse con el viejo Emperador en su ultimo día.

Le dijo al viejo Emperador: –Si Su Majestad se va, Zi Xi ya no tendrá ningún pariente.

Solo ahora se enteró de desde hacía mucho tiempo no tuvo parientes.

Gu Yun no era un paciente obstinado, como el comandante de tres ejércitos, no estaba en posición para comportarse caprichosamente; bebió la medicina que le fue dada; se comió la comida con la que se le alimentó. Después de recuperar la consciencia, los guardias privados siguieron las recomendaciones del doctor y le cocinaron un tazón de avena. Gu Yun se lo comió todo sin dejar ni un bocado.

Escuchando esto, Shen Yi estaba enormemente aliviado. Las palabras de la familia Chen de la mansión de Taiyuan siempre eran dignas de confianza.

¿Quién hubiera esperado que, hasta medianoche, la alta fiebre que había sido suprimida por las agujas volvió de nuevo y toda la comida que fue ingerida fue vomitada por completo?

Shen Yi irrumpió dentro de la tienda del Maestro Chen, solo para encontrarse por accidente que el maestro en blanco ya se encontraba apropiadamente vestido, luciendo como si estuviera esperando a que Shen Yi llegara.

Viéndolo, Chen Fei Yun no estaba sorprendido: –No estoy hablando sólo sobre comer, dije que él debe digerirlo. Vamos. Aplicaré otra acupuntura. Tch, todo es tartar los síntomas, pero no la raíz de la causa.

Shen Yi tomó la iniciativa para salir de la tienda que resguardaba al Maestro Chen del frio y la nieve. Súbitamente, se volvió y preguntó en voz baja, –Si… en tres días más…

Chen Fei Yun hizo una pausa y dejó salir un suspiro de aire helado: –Entonces, General, me temo que deberá perdonar mi falta de habilidad y conocimiento.

El corazón de Shen Yi se hundió.

Tres días después, Gu Yun, un paciente aparentemente cooperativo, no estaba mejor. Su cuerpo se había vuelto notablemente delgado, como si le hubieran drenado el espíritu. Incluso más aterrorizante, era inútil sin importar lo que los demás dijeran. Estaba sordo en su propio mundo y nadie era capaz de alcanzarlo.

En la noche del tercer día, cuando el guardia de ojos llorosos llevó la comida de nuevo, Gu Yun finalmente inclinó su cabeza para evitarla.

El guardia privado estaba a punto de llorar; miró a Shen Yi sin saber qué hacer.

Gu Yun levantó su cuello un poco, le sonrió al joven guardia y sacudió su cabeza: “Tú sopa de fideos es muy deliciosa, pero por vomitar repetidamente, mi garganta está demasiado adolorida, no puedo tragar más.”

–Está bien, sal primero. –Shen Yi tomó de vuelta el cuenco de sopa, lo cubrió y lo puso sobre la pequeña estufa a un lado, hizo un ademán al guardia y luego sacó el cristal liuli de su pecho y lo colocó sobre el puente de la nariz de Gu Yun.

Con la irritación del frío marco de metal, Gu Yun despertó un poco. Después de un momento, reunió suficiente fuerza para hacerle señas: «¿Qué ocurre?»

Shen Yi permaneció en su lugar por un momento con una expresión complicada y finalmente pareció como si se hubiera decidido respecto a algo muy grande. Sacó una carta de entre sus brazos: –Una respuesta de la capital, tu…

Ellos medio persuadieron, medio mintieron a Chang Geng, escabulléndose lejos de la mansión del Marqués. En el camino, Gu Yun se tiró del cabello, pero no pudo pensar en una forma de convencer al chico. Simplemente obligó a Shen Yi a escribir por él, entonces él hizo una copia y la mandó de vuelta.

Chang Geng había respondido.

El hijo del anterior Emperador Yuan He y la mujer bárbara.

La razón por la que Chang Geng vivió en el exilió y creció en el pueblo de Yanhui era que su madre se había convertido en un chivo expiatorio para el ataque de su padre al Campamento del Hierro Negro.

A través del cristal liuli, Gu Yun y Shen Yi se miraron el uno al otro inexpresivamente. Después de un momento, él habló: –… fuera.

Shen Yi levantó la esquina de su labio, puso el cilindro con la carta en la cabecera de su cama y se dispuso a marcharse, pero después de un par de pasos, no pudo evitar darse la vuelta: –Zi Xi, tú…

Un sonido le respondió: Gu Yun lanzó el cilindro con la carta al suelo.

Shen Yi sospechó que había hecho un movimiento estúpido, pretendía ir con el doctor Chen para ver si había alguna otra forma. En la tienda del Mariscal había un silencio mortal, ni siquiera un soplo de viento podía entrar.

Gu Yun se inclinó sobre la cabecera de la cama, su cuerpo casi vacío por la seria enfermedad. Parecía haber caído súbitamente de un acantilado. Había estado al otro lado del abismo durante los últimos veinte años, sentía como si ya hubiera cruzado. ¿Quién habría pensado que, mirado a atrás en ese momento, continuaría lejos de su alcance?

Observó al tubo rodando sobre el suelo: medio mes atrás, todavía estaba muy ansioso por recibir esta respuesta. Su pequeño Chang Geng acababa de desearle alegremente un feliz cumpleaños el día anterior, él se fue sin decir adiós al siguiente.

Ese niño pensaba excesivamente, debería estar muy dolido.

La mano de Gu Yun era tan delgada que solo quedaba una capa de piel, las venas verdosas visibles en la superficie.

“¡Shiliu, toma tu medicina!”

“…no te muevas. ¡Ten cuidado de no quemarte con las gachas calientes!”

“Yifu, para mi tú eres la mejor persona en el mundo.”

“¡No iré, tengo que practicar con mis habilidades con la espada! ¿Quién cuidará de ti en el futuro si no aprendo bien?”

“Yifu no entres hasta que te hayas terminado tus fideos.”

Había cascaras de huevo en el tazón de fideos en el que fue hervida la pasta, similar al tazón que Shen Yi acababa de dejar en la estufa.

La estufa lentamente tostó la parte inferior del cuenco, y el sutil aroma se desparramó desde la rendija, como en el día dieciséis del primer mes, en el silencioso y helado frio de la capital, el tazón que lo saludó en la puerta.

El pecho de Gu Yun subió y bajó violentamente varias veces. Repentinamente luchó para incorporarse, pero sus rodillas suaves tiraron hacia abajo de todo su cuerpo para arrodillarlo sobre el suelo. Arrastró a un Cortavientos en la tienda para usarlo como soporte y levantarse, sujetando el cilindro que rodó muy lejos. Sus manos deprovistas de fuerza temblaron violentamente, solo después de un rato se las ingenió para abrirlo.

Querido yifu,
Desde que te fuiste, no hay familiares en la enorme ciudad capital, solo hay una pieza de tu armadura que me hace compañía y con la que puedo hablar por consuelo…
No tengo nada a mi lado, solo una pieza de la hombrera de tu armadura.
Las flores de ciruelo en la mansión están a punto de marchitarse. Espero que hayas visto las flores antes de marcharte. De lo contrario, su corazón será en vano por un año más. Incluso si va a florecer cada año, no será igual que este.
Los asuntos militares en el noroeste son demasiados, no debería escribir para molestarte a menudo, ¿o si?
Debes estar muy ocupado, quizás tu no me extrañes… pero yo soy diferente.
La capital es tan solitaria, no tengo a nadie a quien extrañar excepto a ti.

Las manos de Gu Yun no podían sostener el ligero papel de la carta, el Cortavientos cayó en el suelo con un “clang”. La vibración del metal se extendió a lo lejos, los asustados guardias se apresuraron al interior uno tras otro.

Esa noche, Gu Yun soportó el dolor y bebió el tazón de sopa de fideos con el aroma de la sangre. No volvió a vomitar.

La predicción del maestro Chen era muy acertada. Después de tres a cinco días, pudo levantarse de la cama y caminar. Medio mes después, se había recuperado por completo. Gu Yun enterró el secreto de la Frontera Norte en ese lugar, junto con el estado de sus frágiles huesos.

De ahí en adelante, su frívola juventud fue dejada atrás; creció, volviéndose invulnerable.

El extenso ejercito se dirigió hacia la guarda oeste con miles de kilómetros de polvo.

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4 comentarios

  1. ✨✨✨💕✨💕😔😔✨💕💕💕💕💕✨💕✨💕💕💕💕✨💕✨💕✨

  2. Chang geng era el motivo para decir parado y luchar …….
    ( ꈨຶ ˙̫̮ ꈨຶ )༎ຶ‿༎ຶ

  3. Saber que en sus posibles últimos momentos, su motivación de continuar y vivir fue Chang Geng ?❤ mi cora no puede con tanto <'3

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