97. Polvo Asentado

«Si ese fuera el caso, las últimas palabras que me habrías dicho serían ‘fuera’, no estoy dispuesto a cerrar mis ojos ni siquiera en la muerte.»

Después de que Chang Geng dijo esta sentencia, como si escupiera todo su dolor, su cuerpo entero estaba vacío, casi desmayándose directamente. En el momento en el que vio a Gu Yun, su rígida columna vertebral se suavizó y fue extraída, no quedaba ni un rastro de fuerza.

Sin embargo, continuaba sin poder encontrar el corazón para cerrar sus ojos, descansando sobre el hombro de Gu Yun e intentando recuperarse por un momento. Apoderándose de las prendas de Gu Yun consciente o inconscientemente.

Habiendo perdido mucha sangre, todo el cuerpo de Chang Geng se sentía frío. Solo la temperatura de Gu Yun y el amargo aroma familiar de la medicina le recordaron en un trance cómo Gu Yun lo envolvió en su capa en el hielo y la nieve y lo llevó adentro cuando era un niño. Por un momento, él perdió su sentido del tiempo y murmuró, –… ¿tienes algo de vino?

Xu Ling se acercó con ansiedad e intentó ayudarlos: –Mariscal, permítame ayudar…

…desafortunadamente, el Maestro Liao Ran, quien escuchó todo el suceso desde el principio hasta el final, lo retuvo.

El monje, que estaba más allá del mundo mortal, escuchó un par de los murmullos delirantes de Chang Geng, impactado instantáneamente por el significado oculto en el interior.

Gu Yun no pronunció ni una sola palabra. Levantó con cuidado a Chang Geng y lo cargó hasta el carruaje. Frunció el ceño profundamente y ordenó, –¡Llamen a un doctor militar!

Después de eso, sacó una cantimplora: cuando caminaba o estaba en una expedición, la cantimplora no llevaba agua pura en el interior, sino que tendría mezclada un poco de sal. Este truco lo aprendió en un inicio de los comerciantes, viajando en el desierto.

Gu Yun dejó que Chang Geng se recostara sobre él, diciendo una descarada mentira, –Aquí viene el vino, abre tu boca.

Chang Geng solo estaba un poco aturdido, no completamente confundido. Si no hubiera sido Gu Yun el que vino, él podría haber matado a otro grupo de feroces rebeldes. Bebió un par de tragos cooperativamente, luego se rio y dijo, –Me engañaste.

Gu Yun no solo lo engañó, sino que también quería colgarlo y darle una paliza, de manera que pudiera entender el significado de la oración “aquellos que tienen riqueza no deben sentarse debajo de los aleros[1]. Pero cuando vio a la verdadera persona en carne y hueso, su corazón le dolió tanto que se le entumeció el pecho. ¿Cómo podía estar enojado?

Sin importar cuántas tormentas desatara Yan Wang en los ríos y mares allá afuera, él nunca había sido herido de esta forma justo bajo sus ojos. Gu Yun se sentó muy tieso por un momento inexpresivamente, luego empujó la parte frontal de sus ropas cuidadosamente y le dio un vistazo. Un fuerte olor a sangre se elevó inmediatamente a su rostro. El pecho de Gu Yun fluctuó violentamente. Por primera vez en su vida, supo lo que era tener manos temblorosas.

Chang Geng parecía ser capaz de sentir su inestabilidad emocional. Por un momento, saboreó la dulzura de ser mimado y se negó a detenerse. Vertió aceite en el fuego y murmuró al oído de Gu Yun, –Tenía miedo de no poder volver a verte una vez más…

Gu Yun cerró sus ojos ligeramente, su rostro se tensó, sus manos fueron muy suaves, toda su ira estaba concentrada en la punta de su lengua. Dijo fríamente, –Perdone mi pobre visión, no puedo ver qué hay para estar asustado, considerado la meticulosa calculación de Su Alteza.

Chang Geng no pareció escucharlo. Usando la cortina como cubierta, restregó suavemente su rostro entre el hombro y el cuello de Gu Yun. Su voz era algo vaga mientras susurraba, –Si ese fuera el caso, las últimas palabras que me habrías dicho serían “fuera”, no estoy dispuesto a cerrar mis ojos ni siquiera en la muerte.

Gu Yun: –…

Sintió que el hombre en sus brazos era como una abominable enredadera, estirando montones de ramas mortíferas, clavándose incesantemente dentro de su corazón.

Desde afuera llegaba el sonido de los cascos de los caballos a lo lejos y en las cercanías. Un hombre gritó con la fuerte voz de un mensajero, –¡Mariscal, el doctor militar ha arribado!

Chang Geng parecía experimentar un dolor extremo, pero no se atrevió a permitir que se mostrara. Mantuvo su postura original y tomó aire con suavidad lentamente, revelando su pálido cuello. Gu Yun estaba enojado y angustiado, bajó su cabeza y lo besó furiosamente bajo la cubierta de la cortina. Sus labios eran tan suaves como libélulas sobre la superficie del agua, pero su expresión parecía buscar venganza.

Chang Geng abrió sus ojos de repente, su mirada dispersa recuperó su enfoque súbitamente, observando a Gu Yun con expectación.

Gu Yun dijo en su oído, –Saldaré este asunto contigo más tarde, después de que estemos en casa.

Después de eso, alzó la cortina y gritó hacia el doctor militar que se acercaba corriendo, –¡Deprisa!

El doctor militar originalmente quería despejar a todas las personas que no estaban involucradas, pero ya se había asustado al encontrarse con los ojos de Gu Yun. No se atrevía a despachar al Mariscal incluso si tuviera más agallas, tuvo que soportar la mirada de Gu Yun, que podía hacer a uno sudar, y tratar las dos espantosas heridas en el cuerpo de Yan Wang con temor.

Cuando había otras personas, Chang Geng se negaba a decir nada. Solo cuando el torpe doctor militar tiró de su herida mientras desprendía la venda lo resistió con un ligero espasmo. La expresión de Gu Yun empeoraba conforme pasaba el tiempo, de repente, Chang Geng colocó su mano fría sobre la de él usando su amplia manga como cubierta. Chang Geng parecía saber que estaba enojado y no se atrevió a agarrarla, solo haciendo un ligero contacto, lanzándole miradas a hurtadillas varias veces.

Gu Yun bajó la mirada hacia él y vio una gota de sudor frío rodando por su frente hasta sus ojos, pegándose en sus pestañas y dando vueltas hacia abajo con un parpadeo. La mirada a la que el sudor frío dio resultado lucía nublada.

Gu Yun: –…

Cuando Chang Geng era un niño, ya era muy bueno para actuar como un niño consentido, pero ya no estaba más en un nivel ordinario, casi alcanzaba un nivel divino. Gu Yun no pudo evitarlo, siendo observado por esos ojos durante el tiempo de un incienso, en verdad tenía que darle todo lo que quería. Aceptando su destino, tomó la mano de Chang Geng y lo jaló contra su pecho, susurrando, –Cierra tus ojos.

Chang Geng cerró sus ojos sin más palabras. Durante este viaje, él había limpiado a fondo el caos en Jiangbei, esta gran piedra había caído sobre el suelo. En este momento, su corazón estaba casi libre de preocupación. Escuchando los latidos del corazón de Gu Yun, sintió que incluso si moría en esta ocasión, no tendría arrepentimientos, y cayó dormido pacíficamente.

El grupo Sha Hai ya no podía desatar una tormenta con sus conflictos internos. El General Zhong respetó honorablemente la promesa que le hizo a Yan Wang, sin mover ni un solo soldado. Escribió sinceramente una carta de paz y se las mandó. Los remanentes de las personas del Rey del Cielo fueron eliminados por Chang Geng. Se encargaron de los demás con el esfuerzo conjunto de los otros tres líderes bandidos, la rebelión que debería haber derramado un rio sangre desapareció en el delgado aire.

Tres días después, Yao Zhen llegó desde el Campamento de Jiangbei para fungir como Gobernador de Liangjiang provisionalmente. Yao Zhen capturó primero a la facción de Yang Rong Gui, después encabezó a la gente para buscar dónde había detenido Yang Rong Gui a los refugiados, liberándolos a todos uno a uno, reconfortándolos y recopilando sus documentos oficiales. Luego les pidió a los responsables de registrar a los parientes y amigos perdidos mandar personas para buscarlos, yendo personalmente a consolar y compensar a las familias desconsoladas de aquellos que habían sido desafortunadas víctimas.

Unos días más tarde, la medicina enviada por la corte llegó en grandes cantidades. Li Feng ordenó que parte del dinero de los robos y sobornos regresaría a la capital, el resto sería distribuido a las víctimas para su asistencia inmediata, después se reportaría de vuelta al Ministerio de Hacienda.

Se le restauró su rango imperial a Xu Ling e investigó a fondo la facción Yang-Lu. Él puso en pleno juego su recta e impersonal actitud, confiscando sus posesiones ordenadamente.

Pero como Yang Rong Gui dijo, difícilmente había algo de oro o plata en su casa. Todo fue intercambiado por billetes Feng Huo. Xu Ling no tuvo opción más que consultar al postrado en cama Yan Wang.

Chang Geng explicó, –Sé cuántos billetes Feng Huo fueron expedidos y quién los tomó. El tesoro no era soportado por ese Yang. Usted puede encontrar con cuál comerciante del pueblo común se asociaba con regularidad, él estaba principalmente en connivencia con oficiales y comerciantes. Si no puede leer claramente el libro de cuentas o distinguir entre lo verdadero y lo falso, no tiene que preocuparse de eso. He buscado a una persona para que venga a ayudarlo. Él llegará en estos días, es el hijo de Du Wan Quan. Creció con un ábaco cuando era joven, tiene una buena y creíble relación personal conmigo, es de fiar.

Xu Ling asintió con entusiasmo.

–También, –Chang Geng se recargó sobre la cama y levantó su mirada ligeramente. Los párpados que parecían haber sido tallados por cuchillos no podían borrarse, incluso con la frialdad de sus graves heridas. –El decreto de la corte estipula que el billete Feng Huo es el equivalente a oro y plata, el cual puede circular entre las personas, y el precio fue acordado. Puede ser usado como dinero para asistir a los refugiados. ¿Cuál es el problema?

Xu Ling murmuró, –Su Alteza, la segunda tanda de billetes Feng Huo acaba de salir. No hay muchas personas que los compren. A excepción de sus hombres, la mayoría de las personas que compró billetes son grandes familias con algo de trasfondo familiar. No les falta dinero para usar. Normalmente dejan el billete en casa como reserva. Pocos de ellos circulan en el mercado. En verdad no saben si los comerciantes los aceptarán o no. Esto es…

Chang Geng extendió su mano y sujetó el borde de la cama para levantarse. –No puedo controlar si el dueño quiere guardarlos en casa o sacarlos para usarlos. Pero es un delito que un comerciante se rehúse a aceptar el billete Feng Huo. Mañana, contabilice todos los billetes Feng Huo en la casa de Yang Rong Gui, luego úselos para comprar comida de auxilia a un gran comerciante de raciones. Déjeme ver quién se atreve a tratar a los decretos imperiales como un desperdicio de papel… pídale a unas cuantas personas del Campamento de Jiangbei que lo acompañen, ¿entiende?

Él comprendió: usando a la fuerza este truco de matones, comenzando desde Jiangbei, para disuadir a todo el territorio, obligando a las personas a reconocer que el “billete Feng Huo” era equivalente a oro y plata.

Comenzando con los grandes comerciantes, que eran conocidos como “aquellos que usan zapatos temen a los que van descalzos”, nadie quería ofender a la corte. Ellos o podían pellizcarse la nariz y aceptarlo, aferrándose a ello después de que estuviera hecho el negocio; o deberían hacer su mejor esfuerzo para convertir al billete Feng Huo en oro y plata de verdad, sin escatimar esfuerzos para impulsarlo.

–Deles algo más con que avivar su fuego, –murmuró Chang Geng con voz débil. –permitamos que el Hermano Chong Ze escriba un decreto en nombre del Gobernador de Liangjiang. Si un negocio, pequeño o grande, se niega irrazonablemente a aceptar el billete Feng Huo, todos podrán reportarlo al gobierno de Yangzhou, si resulta ser cierto, serán castigados a palos y varas, aquellos que cometan la ofensa repetidamente serán directamente enviados a prisión.

Xu Ling entendió el método de Su Alteza para “persuadir cuando se debe, castigar cuando se debe”. Respondió apresuradamente y corrió de vuelta a trabajar. Antes de que alcanzara la puerta, Chang Geng lo detuvo repentinamente y dijo, –Ming Yu.

Xu Ling se volvió.

La expresión severa de Chang Geng se desvaneció, y en un abrir y cerrar de ojos, era el gentil y elegante Yan Wang: –Todo depende de usted.

Xu Ling preguntó confundido, –¿A qué se refiere, Su Alteza?

Chang Geng dijo, –Me temo que tendré que demorarme algo de tiempo en el camino, no seré capaz de acompañarlo de vuelta a la capital. En ese momento, espero que pueda llevar una solicitud al Emperador por mí.

Un tiempo atrás, el ritmo era imperioso, él también debería estar retrocediendo temporalmente. Necesitaba emparejar sus pasos, justo a tiempo para que tomara ventaja de sus heridas para desprenderse del poder.

Desafortunadamente, el honesto Maestro Xu obviamente falló para entender a qué se refería. Juntó sus manos solemnemente y dijo, –Es precisamente por esta razón, Su Alteza está gravemente herido, debería cuidar más de sí mismo. Usted debe tomar un buen descanso y dejarme los encargos a mí. Si no entiendo algo, le preguntaré de nuevo.

Chang Geng se rio, viendo que él no lo comprendió, simplemente tampoco lo explicó, agitando su mano para dejarlo ir.

Xu Ling salía caminando cuando se encontró con el Marqués del Orden quien venía entrando. Rápidamente se detuvo para saludarlo.

Gu Yun asintió cortésmente hacia él y pasó junto a él. De pronto, Xu Ling estaba perplejo, Gu Yun estaba sosteniendo un manojo de frescas flores de osmanto en la mano que escondía detrás de su espalda, florecidas en color dorado con una dulce fragancia.

Xu Ling lo observó llevar las flores y caminar hacia Yan Wang. Se frotó la nariz llena del aroma de las flores, pensando con extrañeza, –El Mariscal Gu es muy atento con Su Alteza.

Gu Yun entró en la habitación y colgó la rama de flores sobre la cortina de Chang Geng, –El osmanto ha florecido, temía que te sintieras sofocado después de estar acostado tanto tiempo… no te molesta esta esencia, ¿o sí?

Los ojos de Chang Geng se pegaron a él y se negaban a apartarse.

Gu Yun lo miró directamente: –¿Qué estás viendo?

Chang Geng alargó su mano para tirar de él.

Gu Yun tenía miedo de que esto fuera a afectar sus heridas. Se inclinó y retuvo su mano. –¿No te dije que no te pusieras a juguetear?

Chang Geng agarró su ropa implacablemente y tiró de él para acercarlo. –Zi Xi, me duelen mis heridas.

–… –Gu Yun se sentó sin emoción. –Ríndete, no caeré con este truco.

Esta vez que fue herido, Yan Wang no pareció quererse reservar nada de dignidad. Mientras no hubiera otras personas alrededor de ellos, siempre sería “me duelen mis heridas, bésame”.

Entre más le siguiera la corriente con un mal hábito, más grande se hacía, no había absolutamente ningún error.

Gu Yun le dio un golpecito en la frente a Chang Geng y luego se dio la vuelta para cambiarse de ropa.

Chang Geng lo contempló moviéndose por detrás de la pantalla plegable, agarró una pequeña flor de osmanto de dulce olor y la masticó cuidadosamente en su boca, luego se incorporó con un bastón de madera a un lado. No podía enderezar su cintura por ahora, alcanzando el escritorio paso a paso, sumergiendo la punta de su pincel con los exiguos restos de tinta, extendió un papel y comenzó a escribir reportes.

Este trabajo en verdad requería energía. Después de mucho tiempo, en su frente estalló una capa de sudor. De pronto, alguien tiró del pincel por detrás de él. Tan pronto como Chang Geng se dio la vuelta, fue levantado y cargado a la cama entre sus dos brazos.

Gu Yun frunció el ceño y lo reprendió, –¿Qué es tan importante que tienes que escribirlo ya? ¡Acuéstate y no hagas alboroto!

Chang Geng explicó sin prisa: –Esta vez, toda la familia Lu está involucrada, y la familia Fang tampoco ha sido capaz de sacar beneficio de esto. Es un buen momento para llevar a cabo una nueva política. A pesar de que no estoy en el escenario, debo tener las cosas preparadas con anticipación.

Gu Yun se sentó al lado de la cama: –¿Todavía piensas en la autorización del ziliujin? El Emperador no accederá.

–No es sobre eso, –dijo Chang Geng. –aún no es el momento… la tierra confiscada a lo largo del canal puede ser usada para establecer a los refugiados. La mejor tierra para la pesca y el arroz se mantendrá para los cultivos, las fabricas se construirán en cualquier otra parte. El Maestro Du, su grupo comercial y la corte se distribuirán cada quien la mitad de los fondos. Las fabricas no serán propiedad de comerciantes privados. Serán administradas por la corte y el Gran Consejo. Además de los seis ministros, se establecerá un departamento especial para suministrar ziliujin, controlando estrictamente su fuente. En días normales, los asuntos de negocios en las fábricas serán manejados por los grupos comerciales. El sesenta por ciento de las ganancias obtenidas serán enviadas directamente al tesoro nacional, el cuarenta por ciento será para que los comerciantes construyan más fábricas, ¿está bien? Esto no solo asentará a los refugiados, sino que tampoco permitirá que el Emperador se preocupe por que el ziliujin fluya al exterior. También enriquecerá el tesoro nacional y contará como un beneficio para los comerciantes.

Gu Yun lo escuchó y no dijo nada por un largo rato.

Él lo entendió, Chang Geng lo había pensado muchas veces, quizás todo había sido completado antes de que viajara a Jiangbei, pero si lo hubiera propuesto en ese momento, habría creado un gran beneficio, todas las familias nobles habrían intentado con todo su poder conseguir un pedazo. La gente de Yang Rong Gui incluso se atrevió a robar del fondo para asistencia de desastres para añadirlo a su propio bolsillo, ni qué decir de esto.

Al final, esta medida que planeaba matar varios pájaros con una piedra resultaría inevitablemente en “el tesoro sin tener ninguna ganancia real, los comerciantes siendo restringidos por las muchas y muy complicadas capas de oficiales en la corte, los refugiados siendo tratados como ganado, solo los gusanos grandes y pequeños en el medio serían capaces de rellenar sus propios bolsillos”.

Además, él intensificó intencionalmente la contradicción entre las familias nobles y los nuevos oficiales de la corte, causando disturbios en un charco de agua en Jiangbei y dividió a las familias nobles de sus ramificaciones. Planeó sentarse y ver qué tan desenfrenados podían ser, luego retroceder tras bambalinas para evitar el frente.

En medio de todo, hubo varios accidentes más allá del control de los humanos, quién iba a saber que, después de tener varios tropiezos, en realidad esto también le permitió conseguir todas las metas que se propuso.

Chang Geng parpadeó. –¿Qué te parece?

Gu Yun volvió en sí y dijo sin un propio comienzo ni final, –Aquellos que no lo sepan bien, asumirán que eres un desastre enviado por el cielo.

Su sentencia era muy inusual, pero Chang Geng la entendió. Se arrastró al lado de Gu Yun, tocó su hombro y dijo, –El destino de la Gran Liang está detrás de mí, ¿lo crees?

Cuando Gu Yun se giró, Chang Geng aprovechó el momento exacto para arrojarse a él y dejar que los labios de Gu Yun rozaran sus mejillas.

Chang Geng: –Me besaste.

Gu Yun: –…

¿No estábamos hablando de asuntos importantes hace un momento?

Chang Geng abrazó su cuello y envolvió sus brazos alrededor de él, empujando la fuerte fragancia dulce del osmanto entre los labios de Gu Yun. Gu Yun no tuvo objeción al “suave, fragante y cálido jade” arrojándose a sus brazos, ofreciendo afecto. Desafortunadamente, en momentos como este, Su Alteza no continuaría pretendiendo ser el “suave, fragante y cálido jade” por mucho tiempo.

En asuntos privados, los labios y la lengua de una belleza eran de vital importancia, parecían estar cargados de miel, el sabor del ser amado era la delicia más suprema en el mundo. El “degustar la fragancia” debería ir desde lo superficial a lo profundo, saboreándolo y apreciándolo cuidadosamente.

Pero Chang Geng no cooperaba muy bien. A pesar de que él era obediente al comienzo, terminaba mostrando su ferocidad después de un rato. No era persistente, sino un poco como si quisiera comérselo, haciendo a Gu Yun sentir que esta “exquisitez” tenía un sabor un poco “desagradable”. Los dos difícilmente podían separarse. La punta de sus lenguas estaba entumecida, pero Chang Geng aún no estaba satisfecho, mordiendo suavemente su cuello y mentón apasionadamente, como si estuviera buscando un lugar para morder, más como si quisiera devorarlo.

El punto clave de la garganta fue tratado como una vara para rechinar los dientes. Gu Yun se tensó instintivamente, pero estaba reluctante a empujarlo a un lado, comenzando a sentir un cosquilleo increíble, sin saber si reír o llorar, –¿Fuiste mordido por un perro cuando eras niño?

Chang Geng lo miró con una mirada ardiente. –La prohibición que me impuso la señorita Chen ya casi expira, ¿no?

Referencias

Referencias
1 NTE. La continuación de la frase sería algo así como “…a menos que quieran que una teja les caiga del techo y les rompa la cabeza”. Aquí “riqueza” puede referirse tanto a algo económico como un estatus valioso y la frase en general se refiere a que deben cuidar de su cuerpo seriamente.

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6 comentarios

  1. POR QUÉ NO PONEN LAS ESCENAAAAAASSS, aún así me encanta cuando están juntos, son sp lindos

    1. Nuestro Luo /Chang ,me recuerda mucho a el , apasionado ,manipulador y hambriento de afecto. Queriendo siempre estar al lado de su yifu

  2. Justo cuando empezaron a besarse comenzó a sonar love me harder de Ariana y the weeknd ?

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