80. Preocupación Secreta

«Nunca he tenido un sueño tan bueno, sería agradable si no tuviera que despertar.»

Quizás éste era el dolor más inolvidable en su vida. Cuando Gu Yun llegó a este punto, no continuó hablando. Sin embargo, podría ser que esas palabras habían estado apilándose en su mente durante muchos años y, por un momento, no pudo contenerse.

–La Frontera Norte es muy pobre, justo después de la guerra, había soldados heridos por todas partes. Cada día, cuando se ponía el sol en las arenas doradas, ni siquiera el subordinado de la princesa podía beber una taza de té caliente. ¿Cómo podría eso ser tan bueno como el ser un joven maestro en la capital? Al inicio, hice un berrinche, queriendo regresar a toda costa. El Viejo Marqués no estuvo de acuerdo. Exasperado conmigo, me llevó al ejército. Todos los días, los soldados del Campamento del Hierro Negro entrenaban, y yo tenía que acompañarlos a un lado para practicar artes marciales. Si holgazaneaba, aunque fuera un poco, él me golpearía frente a esos gigantes de hierro.

El Viejo Marqués reconocía la personalidad de su hijo, incluso si él se ocultaba, si era débil, pero, enfrente de todos, esta cosita cuya altura no llegaba a las caderas de una persona, nunca lloraría ni se humillaría a sí misma.

Chang Geng se pegó a él, colocando su barbilla sobre el hombro de Gu Yun, inclinándose en dirección a su oído y dijo, –Si hubiera nacido veinte años antes, te hubiera recogido, secuestrado y te hubiera criado en hermosa seda y brocado.

Gu Yun imaginó la escena por un momento y quiso vomitar en el acto, sin saber si reír o llorar.

De hecho, cuando lo pensaba, una familia con un estilo de vida extravagante declinando desde la tercera generación era muy inusual. Gu Yun, un niño de este origen, quien era también hijo único, si realmente se le permitiera crecer sin ley en la ciudad capital, quién sabe qué tan terrible hubiera sido. Sólo un padre cruel como el Viejo Marqués podría tener el corazón para doblegarlo de manera que el Campamento del Hierro Negro tuviera un sucesor.

Pero nadie esperaba que el precio del éxito fuera tan alto.

–El Tío Wang dijo que, cuando regresaste de la Frontera Norte, tu temperamento cambió. No querías ver a nadie y tampoco te preocupabas por nadie. –Chang Geng hizo una pausa, tomó su mano y escribió, “¿Odias al anterior Emperador?”

Gu Yun inconscientemente intentó alcanzar la petaca de vino en su cintura, pero al extender la mano recordó que había decidido dejar de beber. La licorera no había estado sobre su cuerpo por un largo tiempo.

Gu Yun apretó sus labios: –No lo hago… sírveme una copa de té.

Chang Geng casi pensó que había escuchado mal.

Justo después de que el asedio a la capital terminó, Gu Yun estaba herido al punto de ser incapaz de levantarse, pero tan pronto como abrió su boca, no obstante, pidió una bebida de inmediato. ¿Cómo es que después de una batalla en la Frontera Norte, él ahora sabía cómo cuidar de su salud?

A pesar de que Chang Geng siempre se había se quejado en secreto sobre este borracho, no sólo no estaba feliz de ver este repentino cambio de actitud, en lugar de eso se sintió aterrorizado. Se incorporó y le preparó a Gu Yun una taza de té primaveral. Una vez más, con sospecha y preocupación, sujetó silenciosamente la muñeca de Gu Yun, odiando no haber aprendido adecuadamente y el ser incapaz de llegar a una conclusión con esta revisión.

A pesar de que sus ojos y oídos eran inconvenientes, Gu Yun todavía pudo sentir su nerviosismo e inmediatamente se dio cuenta de que había dejado una apertura. Chang Geng era muy perceptivo. Si alguien se había comportado mal todo el tiempo, bien podría seguir siendo peor. Las personas que lo seguían ya estaban acostumbradas a ello. Por el contrario, este repentino cambio de comportamiento sin ninguna advertencia haría que las personas se sintieran desconcertadas.

Gu Yun entonces bebió el té y se lamió los labios como si nada hubiera ocurrido. –No sé dónde se cayó mi petaca de vino. ¿Queda algo del vino que hizo el Viejo Shen de la última vez?

Esta oración sonaba más como el estilo de Gu Yun. Resultó que estaba sediento después de hablar por un largo rato, Chang Geng estaba aliviado y lo negó rotundamente, –Se han terminado todas, bebe té en su lugar.

Gu Yun, medio en serio y medio fingiendo, hizo un sonido “tch”, luego algo fue empujado dentro de su boca: el pegajoso, dulce y grasiento sabor del arroz glutinoso inundó su nariz, Gu Yun se inclinó hacia atrás: –¿Qué es? No quiero comer… Uh…

Chang Geng lo alimentó con su boca.

Las cejas de Gu Yun se arrugaron. Él nació por naturaleza sin ser muy aficionado a la dulzura. El dulzor del té, el pastel y Chang Geng provocaron que se atragantara, pero no lo escupió. Justo como con los fideos de huevo de varios años atrás con la cáscara de huevo, se lo comió todo y pudo sentir el sabor amargo de la pasta de frijoles extremadamente dulce llenándolo.

Súbitamente, estaba un poco intranquilo, sintió que el agobiante apego de Chang Geng era bastante inusual. La desconfianza cuando escuchó que él no bebería vino también estaba fuera de lo común.

Debido al agotamiento mental que representa, a menudo, la alegría y el sufrimiento no duraban demasiado, normalmente sólo suscitándose por un tiempo breve, después ya sea convirtiéndose en un entumecimiento, o con las mismas partes desviando su atención, diluyendo instintivamente esas emociones con el fin de protegerse a sí mismos.

Gu Yun dijo: –Chang Geng, dame el cristal liuli.

–No, –Chang Geng lo rodeó como si estuviera enjaulándolo, preguntando implacablemente, –¿Por qué no lo odias?

Su última pregunta fue tanto impaciente como indiferente. Estaba ansioso por conseguir una respuesta de “odiar” y “no odiar”. Era como si, mientras Gu Yun admitiera “odiar”, entonces él decidiría que acciones tomaría a continuación.

La indiferencia era porque él pareció olvidar que el “anterior Emperador” del que habló era su padre, mencionándolo casualmente, de forma tan descuidada como cuando se nombra a un gato o un perro al lado del camino.

Gu Yun permaneció en silencio por un momento y preguntó, –¿Qué hay de ti? ¿Todavía odias a Hu Ge Er?

Chang Geng no se esperaba que él fuera a lanzarle de vuelta su propia pregunta. Inesperadamente parpadeó un poco. Si Gu Yun pudiera ver claramente en ese momento, encontraría que, a pesar de que sus ojos no estaban rojos, todavía tenían ligeramente pupilas dobles.

Chang Geng replicó de forma honrada: –Si ella todavía estuviera frente a mí, definitivamente la desollaría. Pero ha muerto sin lugar donde ser sepultada. Incluso si fuera a exhumar su cadáver y lo azotara, continuaría siendo en vano. No importa qué tanto la odie, no hay forma de eliminarlo. Sino que, en lugar de eso, aceleraría el envenenamiento como ella deseaba, ¿verdad?

Ésas no fueron, de ninguna forma, sus palabras sinceras. Incluso si Gu Yun fuera más sordo, todavía podría darse cuenta de esto.

Gu Yun estaba a punto de hablar, cuando repentinamente sintió que la persona aferrándose a él se sobresaltó: la clase de miedo y sorpresa de cuando se es interrumpido de improvisto y uno está absorto en algo.

Por detrás de él llegó una ráfaga de viento, como si alguien hubiera llamado a la puerta del estudio.

Gu Yun se volvió y preguntó, –¿Es el Tío Wang o el Viejo Huo?

El viejo sirviente en la puerta elevó su voz y gritó, –¡Marqués, soy yo! ¡Hay personas del Instituto Ling Shu buscando a Su Alteza Yang Wang!

Las pupilas dobles de Chang Geng se encogieron. A primera vista, parecían estar estimuladas por la fuerte luz. Dejó ir inconscientemente de Gu Yun y mostró su mesura habitual. Como si acabara de pensar en algo, una pizca de desconcierto destelló en su rostro.

Gu Yun pretendió no notarlo: –Si estás ocupado, entonces ve a hacerte cargo, no he tenido una comida decente por varios días, iré a buscar algo de comer, no sé qué demonios acabas de meter en mi boca… haciendo que suba el ácido en mi estómago.

Chang Geng estaba conmocionado al inicio. Entonces palmeó su frente varias veces y se frotó todas las cejas con arrepentimiento: –Yo… Eso… Yo en verdad…

Se incorporó y dijo, –Primero, le pediré a la cocina que prepare algo fácil de digerir para ti.

El Tío Wang dijo rápidamente, –Sí, su sirviente irá ahora mismo.

Cuando Chang Geng llegó a la puerta de su estudio, pareció recordar algo y buscó sobre sí mismo. Encontró el cristal de Gu Yun y se lo regresó. La cadena de metal y el marco exterior habían sido calentados por él. Chang Geng limpió el lente cuidadosamente y lo colocó sobre la nariz de Gu Yun. Sus ojos se detuvieron sobre su rostro por un largo tiempo. De pronto, él susurró, –Zi Xi, justo… justo un momento atrás, sentí como si estuviera soñando.

Éste era por qué él había actuado de esa forma.

Gu Yun fue zarandeado por él y su plática durante todo el mediodía. Estaba muy enojado al escuchar esto, queriendo morder de vuelta: “Déjame darte una bofetada para ver si te duele o no.”

Inesperadamente, antes de que pudiera decirlo, Chang Geng hizo una pausa y se levantó muy erguido, dejó salir una risa amarga ridiculizándose a sí mismo: –Incluso después de crecer tanto, nunca he tenido un sueño tan bueno, sería agradable si no tuviera que despertar.

Gu Yun: –…

Él había regresado a la normalidad, Gu Yun no podía tolerar reprenderlo duramente. Sintió que, si esto se repetía muchas veces más, se volvería justo como el otro. Tuvo que poner una expresión indistinguible y agitó su mano, corriéndolo.  

A principios del verano del octavo año de Long An, a pesar de que el General Gu fue repetidamente contra la estrella Tai Sui[1], la situación nacional de la Gran Liang comenzó a recuperarse lentamente después de caer al fondo del valle, como si un largo invierno hubiera transcurrido y fragmentos de capullos de flores comenzaran a emerger por debajo de la nieve incesante.

En el verano, lo primero fue solucionar el caos de los países occidentales y firmar el Nuevo Tratado de la Ruta de la Seda. El Campamento del Hierro Negro escoltó el tributo de ziliujin desde la Región Occidental hasta la capital.

En este punto, la Gran Liang, que estabas rodeada por todas direcciones, finalmente creó una apertura.

Shen Yi y los demás acababan de arribar a los pies de la puerta, el Instituto Ling Shu había entregado buenas noticias

El arco largo de Gu Yun, que nunca había sido fomentado en el ejército, finalmente hizo un nuevo avance. Ge Chen, la estrella emergente proveniente de una familia de carniceros, en verdad era un genio. Diseñó una nueva caja dorada, extremadamente portable y conveniente. Podría ser montada en el arco, perfectamente controlable por fuerza humana.

El arco del que las personas ordinarias no podía tirar, tenía el peso de su cuerda reducido a más de la mitad. El arco de hierro podía ser disparado sin esfuerzo por manos humanas. La precisión era muy alta, la flecha de hierro era gruesa y no era fácilmente afectaba por el viento. Una vez que esos arcos se fabricaran a gran escala, el baihong desaparecería del ejército de la Gran Liang. La flecha de hierro podía ser añadida junto con el sistema del arma de fuego, después de disparar, podía acelerarse una segunda vez, incluso podría explotar en la línea enemiga con gran poder.

A finales de junio, cuando la contradicción entre la codicia de los tigres del Campamento del Hierro Negro y los países de occidente se volvió más y más prominente, la situación de la guerra en ambos lados, norte y el sur, fue estabilizada temporalmente, y se le dio una oportunidad de respirar a la Gran Liang. Como toda la corte sabía, la tarea más urgente esta vez era hacer sentir seguras a las personas, especialmente asentar a los refugiados en varias partes debido a la guerra.

Pero, ¿cómo deberían ellos descansar e instalarse?

Era imposible distribuir la propiedad de las granjas a esos refugiados. Ningún hombre sería tan generoso y virtuoso como para darle su propia tierra a los otros.

El Gran Consejo organizó varias reuniones para convocar a los Ministros para discutir, pero nunca llegaron a una conclusión, sólo reuniendo un montón de malas ideas, tales como mandar a los refugiados a abrirse paso en la tierra yerma y similares. El Emperador Long An estaba furioso, reprendiendo a los grupos de Ministros que solo estaban ahí sentados: –¿Por qué no reúnen a los refugiados y los exilian en el Mar del Este para imitar a Jingwei[2]?

Repentinamente, Yan Wang del Gran Consejo tomó el liderazgo en silencio y no hizo ninguna declaración. Seis ministros y los oficiales locales se culparon unos a los otros e hicieron una pelea en la corte. En este momento, Du Wan Quan y sus trece gigantes comerciales de todo el país mandaron su solicitud, declarando que ellos estaban dispuestos a seguir el ejemplo de los occidentales, estableciendo fábricas privadas en todas partes y reuniendo a los refugiados de todas direcciones para trabajar.

Esto no requería mucho terreno. Para ese entonces, el dinero que Chang Geng confiscó de los oficiales corruptos a lo largo del canal, quienes no hicieron arreglos para los refugiados, sería suficiente. También planearon usar las marionetas de cultivo en Jiangnan como un modelo y armar un grupo de mecánicos no-gubernamentales para crear una serie de máquinas para uso civil.

Con la distribución de la segunda tanda de billetes Feng Huo, una fuerza que semejaba una corriente subterránea se reunió poco a poco en la corte. Mientras ellos continuaban durmiendo, a primera vista, no había ninguna facción en lo absoluto. A estas alturas, ellos comenzaron a promover este asunto en secreto: primero, dándole algunas concesiones al primer grupo de comerciantes quienes se ofrecieron voluntarios para venir a llevar los billetes Feng Huo; por ejemplo, ellos podían mandar su solicitud directamente al Gran Consejo, con la aprobación especial otorgada por el Emperador, permitiéndoles comprar cierta cantidad de ziliujin cada año bajo la condición de garantizar el uso militar.

Ésta oferta fue presentada primero por el Ministro de Industria: Meng Juan, un humilde académico de origen Han Lin, declaró en su oferta que este plan era como matar tres pájaros con una flecha: no sólo resolvería las revueltas de los refugiados en todas partes sino que también demostraría que la corte no maltrataría a quienes hacían méritos y que el dinero obtenido de la venta de ziliujin a alto precio a esos gigantes comerciales también podría ser puesto para los suministros militares y bélicos adicionales.

Esta piedra agitó mil olas. Esta vez, algunas personas en las familias nobles con un agudo olfato finalmente volvieron a sus sentidos.

Gu Yun, quien no había estado en la corte por un largo tiempo, fue lo suficientemente afortunado para conseguir escuchar la gran escena de cómo en la corte iban unos contra otros con espadas y flechas. Estaba sorprendido, sintiendo que este lugar era más peligroso que el frente de batalla.

Los trece gigantes comerciales escribieron un documento, provocando que la contradicción entre el clan de los académicos y los jóvenes talentosos quienes comenzaron desde Han Lin, se intensificarse agudamente. Para este momento, las personas inteligentes habían descubierto el intercambio secreto entre los oficiales y los hombres de negocios. Algunos fueron incluso más perceptivos. Se dieron cuenta de que el irresistible futuro de esta nueva fuerza sacudiría la esencia del clan de académicos, y una sensación de crisis se elevó silenciosamente.

En la corte, los partidarios de los grupos comerciales mandaron acusaciones a las familias nobles: “formando facciones para propósitos egoístas, dañando al país y a su gente”, “más fácil decir que hacer”. Lo que es más, ellos incluso apuntaron a las narices de los otros y los reprendieron, –Si ustedes, caballeros, tienen una idea, entonces permitan a los refugiados ir a sus casas a sentarse.

Varias grandes familias nobles estaban rojas de ira y debatieron ferozmente: “¿Cómo pueden los comerciantes y hombres de negocios ascender al salón de la elegancia?”, “¿cómo puede lo más importante de la nación, como el ziliujin, fluir a las manos privadas?”. Finalmente, ellos simplemente dijeron, “no sabemos cuántos sobornos han aceptado ustedes, caballeros, para actuar como si fueran familia de esos hombres de negocios.”

Después, el Marqués del Orden, quien no había dicho ni una palabra causando que los generales alineados se miraran unos a otros en silencio, permaneció a un lado observando la pelea. Al final, el Gran Consejo tuvo que dar un paso al frente para tranquilizarlos.

Gu Yun miró hacia arriba, hacia el Emperador Long An y se dio cuenta de que Li Feng en verdad había envejecido. Solo estaba en sus treintas, pero ya estaba lleno de cabellos grises, su expresión sombría y feroz. Por un momento, Gu Yun pensó repentinamente: “Tal vez, en esa ocasión cuando la capital estaba a punto de perderse, si el Cometa Rojo de Li Feng hubiera sido derribado por una flecha perdida, ¿hubiera sido un mejor destino para él?”

Li Feng pareció sentir algo. Sucedió que levantó la mirada y se encontró con la línea de visión de Gu Yun.

Después de que la corte fuera despedida ese día, Gu Yun se quedó en el palacio. Antes de la guerra, los dos habían caído al punto de alejarse uno del otro. Después de eso, Gu Yun había estado corriendo a todas partes para combatir, su caballo nunca se había detenido. Difícilmente hubo alguna oportunidad de encontrarse en privado.

Actualmente, ellos permanecieron en el lugar en el que crecieron juntos para tener una charla sobre los viejos tiempos, sintiendo como si hubieran estado separados por toda una vida.

Li Feng dejando a Gu Yun atrás fue debido a un impulso momentáneo. Solo hasta que ellos caminaron lado a lado por el jardín de flores descubrió que no había palabras que pudiera decir, era indudablemente embarazoso.

Justo entonces, el Príncipe Heredero vino a saludarlos después de que la escuela hubiera terminado.

Li Feng no era de los que sumergían en el palacio interior, no tenía muchos hijos. El Príncipe acababa de alcanzar los ocho años de edad. El todavía no había comenzado a estirarse y aun lucía muy infantil. Se contuvo un poco cuando se encontró con Li Feng, obediente y formalmente diciendo, “Padre Real”.

Entonces él miró a Gu Yun cuidadosa y dubitativamente, estaba un poco ansioso por hablar, pero no sabía quién era el hombre.

Gu Yun le sonrió: –Su súbdito, Gu Yun, saluda a Su Alteza Real el Príncipe Heredero.

El Príncipe estaba boquiabierto. No había ningún niño pequeño que no amara escuchar las historias de los grandes héroes. Justo ahora, al encontrarse con uno en carne y hueso, por un lado, estaba muy emocionado, por el otro, él tenía que mantener la dignidad de un príncipe frente a su padre. Su rostro se ruborizó, dando tumbos con sus palabras: –¡General… General Gu!… No… eso… el tío abuelo no tiene que ser formal. Yo… yo también he practicado mi caligrafía utilizando las muestras del tío abuelo.

La expresión de Gu Yun era un poco extraña: –… Su Alteza es muy amable.

Las palabras “tío abuelo” había propinado un golpe invisible sobre él, haciéndolo

Li Feng despachó a todos los sirvientes con un gesto de la mano, dejando solo al Príncipe para acompañarlo. Nadie supo de qué había hablado con Gu Yun. La gente del palacio sólo supo que el pequeño Príncipe pareció tener gran afinidad con el Marqués el Orden, aferrándose a él sin retirarse. Finalmente, incluso cayó dormido sobre el hombro de Gu Yun y fue mandado de vuelta al Palacio Este por el mismísimo Marqués.

Antes de retirarse, el Emperador Long An le pidió específicamente a Gu Yun venir al palacio, para darle algunos consejos al Príncipe si tenía tiempo.

El monarca y su súbdito tuvieron una agradable conversación, el asunto del Emperador y el Marqués volviéndose el uno contra el otro, la separación entre los asuntos políticos y militares parecía ser tan sólo una pequeña grieta olvidada deliberadamente.

En ese momento, en la elegante habitación privada en la Torre Wangnan, Jiang Chong se apresuró al interior, sacó una carta privada y secreta de su manga y se la tendió a Chang Geng: –Dele un vistazo a esto, Su Alteza, nuestros cimientos en la corte aún no son estables. Esta vez, parece que fuimos un poco apresurados.

Era la copia de un reporte. Jiang Chong dijo en voz baja: –Esto vino del interior del palacio. Después de que la corte fue despedida, varias grandes familias han ido por medio del Tío Imperial, uniendo fuerzas para mandar este reporte directamente al Emperador. Me temo han estado planeando esto durante un largo tiempo.

Chang Geng tomó el documento con una expresión inmutable: –¿El Tío Imperial Wang? ¿Ya estaba limpio su propio trasero? Durante este periodo de guerra y confusión, el General Tan murió en la capital. ¿Siente que no queda nadie para investigarlo?

Jiang Chong bajó su voz incluso más: –Su Alteza, el Tío Imperial Wang viene del lado materno de la Viuda Emperatriz, mientras no planee una rebelión, el Emperador no lo tocará… ¿Y quién se atrevería a mencionar el incidente de ese año? Si se usa esto como una razón para destituir al Tío Imperial, ¿no se caería la reputación el anterior Emperador en la de un gobernante incompetente que fue engañado por brujas y villanos, asesinando súbditos leales? El Emperador no trataría con él debido a esto.

Chang Geng rápidamente barrió con la mirada la copia del documento de forma inexpresiva. De pronto, dejó salir un “oh”.

Jiang Chong: –¿Qué sucede?

Chang Geng: –Esto no parece algo que vendría de Wang Guo, ¿de quién es obra?

Jiang Chong: –Oh, este hombre tiene una relación muy cercana con Su Alteza. ¿No solía pretender la familia Fang entablar matrimonio con Su Alteza[3]? El hombre que esconde el cuchillo detrás de su espalda es el tío de la señorita Fang, el actual Ministro de Hacienda, fue originalmente el primer Zhangyuan[4] que fue seleccionado por el anterior Emperador en el décimo octavo año de Yuan He. El único que quedó primero en todas las tres examinaciones: en la capital provincial, la capital nacional y el palacio de la dinastía anterior, en verdad fue sobresaliente desde su infancia.

Desde que Fang Qin tomó la posición de Ministro de Hacienda, todo estaba bien organizado, bien coordinado con el Gran Consejo, nunca había ningún obstáculo. Podría decirse que él era un Ministro competente. Desafortunadamente, el trasero decide la cabeza. Había nacido en la familia Fang y era un representante para la familia Fang. Estaba condenado a ser un impedimento para un talento tan destacado.

–El examinador de más de la mitad de la corte, de reputación sin rival. –Chang Geng dio unos toques sobre la mesa suavemente. –Debajo de los aleros de las familias nobles, las solían anidar las golondrinas. Parece que es tiempo de que vuelen a los hogares de las personas comunes[5].

El corazón de Jiang Chong saltó cuando fue capaz comprender la intención asesina en lo que acababa de decir.

Referencias

Referencias
1 Se cree que múltiples desastres caerán sobre alguien si van contra la estrella Tai Sui, una estrella imaginaría que es lo contrario a Júpiter.
2 Jingwei es un ave de la mitología china que reúne piedras o ramitas desde la tierra y los arroja al Mar del Este.
3 NTE: Pequeño recordatorio, la propuesta de matrimonio que Li Feng le comentó a Chang Geng en capítulos anteriores provenía por parte de la familia Fang.
4 El puntaje más alto en el examen imperial.
5 Chang Geng está citando el poema de Liu Yuxi, “El Sendero de Mansiones Vestidas de Negro”. El poeta describe la caída de las generaciones prosperas.

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3 comentarios

  1. no se que esta haciendo chang geng, pero no le va a agradar a gu yun, cuando se entere habra fuego

  2. nooo amigooo, el niño ese del emperador era tremenda gata rompehogares, atrás mocoso ? AHRE LE DECÍA ASÍ A UN PIBITO DE 8 AÑOS JAJDJQ.

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