76. Centrífugo
–Nuestro lado ha arrastrado a la corte a dar vueltas. –murmuró Gu Yun. –Es tiempo de descansar y recuperarnos.
Unos días después, las noticias de los países de la Región Occidental buscando una tregua llegaron a la capital. Después, el Gran Consejo lo reportó al Emperador Long An, discutiéndolo de manera urgente durante un día, respondieron al Marqués del Orden. Había dos cosas que necesitaban garantizarse: primero, no permitir que los traidores tuvieran poder para volverse en su contra en los siguientes de tres a cinco años, para evitar conflictos internos cuando se tratara con los extranjeros; en segundo, demandar ziliujin, entre más, mejor. El peligro del tesoro sería aliviado temporalmente, pero el problema de ziliujin de la Gran Liang aún no había sido liberado. Todos los cuatro frentes estaban rodeados, la razón por la que decidieron atacar primero desde el oeste era porque el Campamento del Hierro Negro estaba estacionado ahí y, por otro lado, porque esperaban resolver el problema del ziliujin a máxima velocidad.
Otros asuntos mayores y menores estaban por ser decididos por el Marqués como considerara conveniente.
Yan Wang entró entonces al Palacio para hacer un breve reporte de la guerra y los logros del billete Feng Huo.
Li Feng calculó con sus dedos y casi estaba impactado por cuán efectivos eran los billetes. No pudo evitar preguntar: –¿Cómo es que hay tanto?
–Tampoco es sorprendente. Hay innumerables personas en la corte que están deseosas de dar toda su riqueza. No hay razón para la autopreservación en un momento crítico. Para bien o para mal, ellos han aportado algo de su fuerza. –Chang Geng lo aduló primero de forma casual, sin prisa y dijo, –En cuanto a las personas, hay un proverbio que dice “los comerciantes compran piel en verano, seda en invierno, botes en la sequía y carruajes cuando hay inundaciones; esperando el día que puedan venderlo para obtener ganancias”. Las personas que se pueden convertir en un gigante no son los pequeños hombres de negocios quienes sólo persiguen pequeñas ganancias frente a sus ojos.
Li Feng meditó silenciosamente por un momento y preguntó, –De acuerdo a lo que dices, ¿qué es lo que ellos están buscando de mí?
Chang Geng dijo sin vacilación: –Los comerciantes tienen riqueza en abundancia, pero también necesitan ir y venir como el viento y la lluvia. Hasta cierto punto, no son mejores que los campesinos quienes necesitan evaluar la cara de Dios para ganarse la vida. A veces, un decreto de la corte puede hacer que sus propiedades colapsen, o cuando se encuentran con los bandidos en sus viajes de negocios, sus vidas y las de sus familias no pueden garantizarse. Ahora que el país se encuentra en problemas, los gigantes del grupo comercial se presentaron junto con Du Wan Quan, el hombre más rico de Jiangnan como su líder. Por un lado, es para servir al país, por el otro, ¿no es para buscar un lugar de apoyo de parte de mi Hermano Real?
Li Feng había escuchado muchas adulaciones y no era conmovido fácilmente. Contempló al significado oculto de Yan Wang con una mirada débil.
Chang Geng tampoco se fue por las ramas por mucho tiempo, tomó ventaja de la oportunidad para continuar presionando: –De momento, se necesita dinero, la corte también planea implementar una segunda tanda de billetes Feng Huo. Hermano mío, ve… ¿deberíamos darle al líder de esos comerciantes una pequeña ganancia adecuada con el fin de alentar a más personas para que donen su dinero?
Li Feng permaneció en silencio y observó a Chang Geng con una expresión inusual.
A veces, cosas tales como la “sinceridad” sólo eran efectivas un cierto periodo tiempo y expirarían sin esperar. Por ejemplo, cuando la ciudad capital fue asediada, el Emperador Long An estaba lleno de amargura, ira y culpa. Deseó poder estrellarse contra el mausoleo de su predecesor, y su decisión de pasar el trono a Chang Geng fue sincera.
Pero quizás justo ahora, mientras la situación se estaba estabilizando, su punto de vista acerca de Chang Geng que estaba desviándose lentamente cada día también era muy sincero.
Yan Wang, Li Min, estaba solo a comienzos de sus veintes. Si fuera a ser colocado en una familia ordinaria, todavía sería un joven que recién había comenzado a aprender cómo manejar los asuntos del hogar. Pero, en el corto periodo de sólo seis meses, él había mitigado el peligro de la Gran Liang por sí solo. En este momento, mientras estaba de pie en silencio en el pabellón, con talentos extraordinarios, madurez y estabilidad, él en verdad hacía que uno sintiera… una envidia indescriptible.
Imagina a un gobernante supremo, quien, justo unos años después de su ascensión al trono, se enfrentó a dos rebeliones, provocando que la irritación se acumulara, creando una extraña historia de “La Rebelión del Campamento del Norte”, volviéndose el hazmerreír del mundo. Finalmente, las montañas y ríos fueron afectados por los cascos de hierro de los países extranjeros, los ciudadanos siendo desplazados a todas partes… y todo esto, después de pasar por el punto más bajo, había comenzado a mejorar lentamente después de que Yan Wang entrara al palacio y tomara el control del Gran Consejo: ¿cómo se sentiría Li Feng por dentro?
¿Cómo deberían evaluar los historiadores este periodo de la historia después de cien años?
Li Feng en verdad no quería saberlo para nada.
Más importante, Li Min: su cuarto hermano, todavía era tan joven.
El corazón de Li Feng estaba lleno de penumbra, su actitud también se había vuelto fría junto con él. Dijo ligeramente, –No hay lugar que no sea parte del reino, ellos son los hijos de la Gran Liang, sirviendo al país y a su gente. Incluso si eso fuera a llevar a la ruina a su propiedad, ¿no es parte de su deber? ¿qué otro beneficio esperan obtener de mí? ¿no sería eso lo mismo que comprar y vender posiciones? ¡Dónde quedaría la dignidad!
Chang Geng era muy bueno observando las palabras y expresiones, encontrándose con los ojos de Li Feng ligeramente. Entendió inmediatamente de dónde provenía la injustificada indiferencia del Emperador. A pesar de que se estaba burlando en su corazón, su rostro estaba impactado y confundido, sin ninguna señal de estar fingiendo: –Hermano Re…
Li Feng lo interrumpió con impaciencia: –¡Ya basta! El cómo reconocer a los comprensivos y virtuosos comerciantes del pueblo, regresa al Ministerio de Vivienda y el Ministerio de Ritos para trabajar en una medida adecuada, sólo dentro del límite, nosotros no podemos premiarlos y consentirlos demasiado.
Chang Geng puso una cara “deprimida” por un rato antes de decir reticentemente: –Sí.
Li Feng lo miró y súbitamente, pareció haber dicho intencional o no, –El Ministro de Administración, Wei Shu, ya está entrado en años. Resulta ser que llovió anoche, cuando se levantó temprano y corrió hacia la corte, sin prestar atención, tuvo una caída y se rompió la pierna en su casa. Ya está siendo revisado por el médico, no parece estar muy bien. Su familia me ha traído la solicitud para su retiro… de esta forma, el Ministerio de Administración tendrá una vacante. Estas a cargo del Gran Consejo, A Min, ¿tienes a alguien para recomendar?
Esta oración no era una prueba tan astuta, pero que no fuera astuta no significaba que fuera inefectiva.
Para una persona dudosa como Li Feng, ya fuera si Chang Geng empujaba su bote con el flujo del rio, para recomendar a alguien de su bando para la posición; o si respondía muy cuidadosamente; ninguna de las dos era lo que Li Feng esperaba ver. Lo primero demostraría que era demasiado ambicioso, y lo último que estaba muy preocupado con maquinaciones.
Chang Geng estaba atónito al principio, luego espetó instintivamente, –¿Qué? ¿Le ha ocurrido algo al Maestro Wei?
Lucía como si realmente no estuviera al tanto de este asunto.
Después que se le escapara esta oración, Chang Gen pareció recién haber “vuelto en sí” y se encontró a sí mismo contestando las preguntas equivocadas. Frunció el ceño, meditó por un largo rato y suspiró ansiosamente al Emperador Long An: –Esto… Hermano Real, discúlpeme, su súbdito ha estado corriendo de aquí para allá por restos de oro y plata estos días, en verdad no he tenido tiempo para prestar atención a nada más. Podría no haber leído aun la solicitud del Ministro. Esto… la posición de un Ministro es muy importante, su súbdito no puede pensar momentáneamente en ningún candidato…
Li Feng sospechó que él pretendía usar una evasiva: –Esta bien, continua.
Chang Geng extendió su mano y presionó sus cejas fruncidas. Hizo una pausa y respondió, –En este sentido, ¿no es mejor para mi Hermano Real evaluar públicamente en la corte, buscando por un individuo talentoso?
Li Feng: –…
La respuesta fue realmente inesperada. Li Feng fue asustado por los métodos inusuales de Yan Wang para hacer las cosas y casi fue guiado por él. Dijo sin pensar, –¿Cómo debería ser la evaluación?
–Por ejemplo, el currículum del oficial, sus logros, sus méritos a lo largo de los años y similares, todo está registrado. –Chang Geng pausó, cambiando su voz. –También podría añadirse si esta persona tiene el criterio de responsabilidad y rectitud, tal como si ellos han apoyado al billete Feng Huo o no. Hablando de esto, su súbdito acaba de recordar repentinamente una cosa: en el futuro, con el fin de que los billetes funcionen sin problemas, ¿incluiría mi Hermano Real cuántos billetes posee cada uno entre los criterios de evaluación? Esto no cuenta como comprar y vender posiciones, ¿o sí?
Li Feng: –…
Hablando durante medio día, fue guiado de vuelta aquí por este niño. Li Feng sintió que, si abría la hermosa cabeza de Yan Wang en este momento, el cerebro en su interior debería haber tomado forma de un lingote de oro.
El Emperador Long An no sabía si reír o llorar: –¡Tú… que palabras tan atroces!
Chang Geng no podía darse el lujo de presionar esta vez, bajó su voz para disculparse, su rostro teñido con una pizca de dolor incapaz de ser oculta.
Después de unas cuantas oraciones de conversación que no acaban de convencerlo, las sombrías dudas en el corazón de Li Feng ya se habían dispersado en su mayoría, y parecía que el objetivo de Yan Wang en verdad no estaba en el Ministerio de Administración.
“De cualquier manera,” pensó Li Feng, “podría decirse que ha hecho su mejor esfuerzo.”
Justo cuando este pensamiento salió, su actitud también se relajó, agitando su mano hacia Chang Geng y dijo: –Bien, retírate a descansar primero, déjame pensarlo de nuevo.
Chang Geng respondió, presentó su cortesía y retrocedió, sabiendo en su corazón que había superado esta prueba.
No obstante, justo cuando estaba a punto de salir del pabellón, Li Feng lo detuvo de pronto.
–Espera un minuto, A Min, hay una cosa más. –dijo Li Feng con una expresión gentil, hablando con el tono para discutir asuntos de familia: –Ahora ya no eres más un pequeño, no es bueno estar solo todo el tiempo. Después de todo, es momento para comenzar una familia.
El corazón de Chang Geng saltó.
Li Feng dijo tranquilamente, –La nieta mayor del Gran Académico Fang tiene diecisiete años de edad. Está esperando ser desposada. Escuché que esta dama ha tenido un buen nombre durante mucho tiempo. Es una joven de una familia de académicos, debe estar bien educada. Su origen tampoco sería una desgracia para ti, se puede decir que ustedes dos harán una buena pareja. Tu cuñada mayor escuchó sobre esto, ella le encantaría ayudarte más o menos a hacerte cargo de este asunto. Me encargué de hacerte esta pregunta. Si te gusta, tu Hermano Real lo iniciará por ti, ¿qué te parece?
Este matrimonio no era solo bueno, sino muy bueno: a pesar de que Fang Hong era un académico quien había estado en el cargo durante muchos años, la mayoría de los miembros importantes de la corte todavía deseaban venerarlo como a un maestro. Tenía tres hijos en total, cada uno de ellos tenía buenos cimientos, uno de ellos había acabado de tomar la posición de Ministro de Vivienda. Desde los tiempos de Yuan He, las familias nobles habían considerado hasta cierto punto a la familia Fang para ser su líder.
Aun así, la expresión de Chang Geng se tornó desagradable en un instante.
Li Feng alzó sus cejas, preguntando: –¿Qué ocurre?
Chang Geng levantó sus túnicas y se arrodilló. Su rostro estaba tenso, pero no dijo nada.
Li Feng preguntó sorprendido: –¿Qué estás haciendo?
Chang Geng continuó arrodillado en silencio.
Sin importar que tan amigable y atento pudiera ser Li Feng, también era el Emperador. Cuando lo vio de esta forma, su rostro también cambió para peor. –Si hay algo que no te guste acerca de su dama, puedes decirlo, eres Yan Wang, ¿quién sería capaz de obligarte a casarte? ¿para quién estás exhibiendo tal expresión?
–Su súbdito no quiere. –Chang Geng actuó con gran cortesía, su voz también se volvió diferente: –Mi cuñada mayor es como una madre, el cuidado de Su Alteza la Emperatriz ha sido desperdiciado conmigo. Mi Hermano debe castigarme.
Li Feng frunció el ceño y dijo, –¿Cuál es la razón? ¿Escuchaste que hay algo malo sobre esa dama, o tienes a otra persona en tu corazón? No hay personas ajenas aquí, no rehúyas de nadie, puedes decirlo.
Los ojos de Chang Geng barrieron alrededor del pabellón, rehusándose obstinadamente a hablar, sus ojos estaban ligeramente rojos.
Por supuesto, Li Feng no estaba tratando de encontrar un buen matrimonio para Chang Geng, él nunca querría ver a la familia Fang y a Yan Wang convertirse en una familia. Mencionar este asunto con ingenuidad, de hecho, era porque él no había terminado con su prueba, pero en verdad tampoco esperaba despertar una emoción tan feroz de Yan Wang. De momento, también se había vuelto bastante curioso. Señaló a los sirvientes en el interior para que se retirase afuera y esperaran por nuevas órdenes.
Solo quedaron los dos hermanos en el pabellón. Li Feng dijo, –¿Puedes hablar ahora?
Chang Geng le ofreció una profunda reverencia, pero sin decir una sola palabra, él abrió lentamente el cuello de su atuendo de la corte.
Li Feng estaba sorprendido, poniéndose de pie abruptamente: –Esto…
El pecho del joven Yan Wang estaba cubierto con viejas cicatrices. La más llamativa y terrible era la de una quemadura, ubicada muy cerca de su garganta, era muy delgada, parecía haber sido creada por haber sido azotado por una barra al rojo vivo.
–Hermano Real, por favor perdone mi descortesía. –murmuró Chang Geng, su voz portaba un temblor que era difícil de detectar.
Cuando se le pasó la conmoción, Li Feng de inmediato llegó a una conclusión. Después de un momento de estar confundido, suavizó su voz y preguntó: –¿Fue… fue la mujer bárbara de ese entonces?
La complexión de Chang Geng era pálida, lentamente acomodó su ropa de nuevo.
Los dedos que habían sacado el arco y disparado una flecha a través de la cabeza de un espía Dong Ying temblaron violentamente. Bajó sus ojos y murmuró, –A pesar de que es el comportamiento de un cobarde el despreciar al mundo por culpa de una persona, pero…
Él apretó sus dientes, su voz se rompió involuntariamente, inclinándose hasta el suelo: –La dama de la familia Fang es graciosa y prestigiosa, merecedora de alguien que pueda ser un apoyo para toda la vida. Tu hermano tiene un temperamento extraño, en verdad no quiero estar cerca de alguien más. El asunto del matrimonio… Hermano Real, por favor nunca no lo mencione de nuevo.
Li Feng dijo estupefacto, –¿Qué estás diciendo? Eres un príncipe, ¿cómo puede existir tal como como nunca casarte en toda tu vida?
Chang Geng dijo inexpresivamente, –¿Entonces bien puede Su Majestad remover mi estatus real y dejarme deambular por el mundo pugilista con los monjes?
Li Feng: –…
A pesar de que Yan Wang aparentaba ser brillante, de gran corazón, sabio y razonable, pero en realidad, podía tener un temperamento bastante quisquilloso. Además, al lanzar un ataque, tampoco preparó una tormenta, solo tenía una sentencia: –Estoy abandonando mi deber, encuentre a cualquier otro como le plazca.
Li Feng se sentía impotente con él, enfureciéndose al instante y ordenándole a Yan Wang que se fuera. Yan Wang tampoco dijo más, retirándose obedientemente de inmediato.
Un sirviente perspicaz corrió lentamente hacia él y preguntó, –Su Alteza, ¿quiere volver al Gran Consejo?
Yan Wang no había ido necesariamente a casa durante diez días o medio mes. Casi vivía en el Gran Consejo.
Chang Geng se detuvo por un momento, su concentración se dispersó, aparentemente permaneciendo de pie aturdido en su lugar. El sirviente no se atrevió a molestarlo, quedándose silenciosamente a un lado.
–…No, –susurró Chang Geng. –iré a casa.
Las viejas cicatrices en el cuerpo de Chang Geng, ni siquiera Gu Yun las había visto nunca, pensó que sería periodo de tiempo que no podía ser tocado. Pero, inesperadamente, hoy, había resultado ser una herramienta para detener a Li Feng.
El carruaje retumbó a través del amplio camino repleto de piedras azuladas de la capital. Chang Geng, quien cerró sus ojos para descansar, los abrió súbitamente.
Un día, esas cosas llegarían al punto de ser irremediables.
Algún día, él usaría cualquier medio, incluso más de lo que hizo hoy.
Pero siempre sintió que su corazón no estaba incómodo, porque cada paso que daba era su propia decisión, ya lo había pensado cuidadosamente desde hacía mucho tiempo, no hubo arrepentimiento.
Todo el camino de vuelta hacia la fría y silenciosa mansión del Marqués, no molestó a nadie, ni comió nada, yendo directamente hacia el incomparablemente limpio y sencillo dormitorio de Gu Yun para recostarse, cerró sus ojos, como si la ligera fragancia medicinal todavía permaneciera sobre la cobija.
Más de medio mes después, luego de numerosas disputas y argumentos en la corte, el Emperador Long An finalmente rechazó la absurda propuesta de Yan Wang de que las primeras personas que compraron el billete Feng Huo deberían tener posiciones oficiales y rangos acorde a la cantidad de dinero que gastaron.
Solo prometió al grupo comercial que, una vez que la situación fuera estable en el futuro, abrirían caminos comerciales escoltados por los militares, para protegerlos de los ladrones y bandidos. En ese momento, las personas que compraron los billetes Feng Huo podrían obtener el derecho a unirse. No se requería cuota para calificar por la membresía.
Y más de un mes después, una ley que impactó al gobierno y al campo tomó efecto desde arriba hasta abajo: el billete Feng Huo fue declarado un indicador importante para la examinación de los oficiales.
La hoja del cuchillo, la cual nadie podía ver en este momento, fue tomando forma lentamente.
Tan pronto como este decreto salió, todo el mundo estaba impactado. La corte de la Gran Liang no trataba de forma injusta a los oficiales, los salarios no eran bajos. Sin embargo, las relaciones humanas y los gastos en los círculos de oficiales también eran altos. Especialmente bajo la regencia de Yuan He, el poder nacional había sido fuerte de forma sin precedentes bajo la sangre de hierro del Emperador Wu, y la exhibición de una ostentosa extravagancia de alguna forma se convirtió en una tendencia. En este momento, los oficiales fueron alentados por el billete Feng Huo para consolidar su futuro.
¿No sería esto lo mismo que fomentar el fraude y la corrupción?
Solo habían pasado unos días, la frontera ya había atrapado el viento de esto.
–¡Zi Xi! –Shen Yi lanzó las riendas a las manos de un guardia personal y cargó dentro de la hermosa tienda. Estaba a punto de hablar, pero al ver que Gu Yun tenía su cristal liuli sobre su nariz, supo que él no había tomado nada de medicina. Se tragó de vuelta sus siguientes palabras.
En cuanto a Gu Yun recientemente, él no sabía qué había pasado. Mientras no hubiera necesidad de ver a extraños, él tomaría la medicina cada vez menos, como si pretendiera ser un hombre sordo y ciego con un estado mental pacífico.
Shen Yi alzó su mano.
Gu Yun dijo al instante, –No hay necesidad, puedes decirlo, también necesito practicar lectura de labios.
Shen Yi suspiró: –… ¿has escuchado de la reforma de la administración oficial?
Gu Yun sabía leer labios, pero esos años, se había estado apoyando en drogas, las personas a su alrededor también eran consideradas con él y usaban el lenguaje de señas en su lugar, por lo que no estaba tan familiarizado y tenía que acostumbrarse lentamente a ello. Le tomó un tiempo entender lo que Shen Yi quería decir, las cejas de Gu Yun se arrugaron lentamente, asintió con lentitud.
–¿Qué le ocurre a Su Alteza Yan Wang? ¿No teme que las personas digan que es un oficial corrupto? Incluso si podemos resolver el problema urgente por un tiempo, ¿qué haremos en el futuro? Familias acomodadas con dinero para gastar es una cosa, ¿no querrán los discípulos y estudiantes en el país querer perforar su columna vertebral? Mira, él estaba a cargo del Gran Consejo por sí solo, ya siendo un gran árbol atrapando el viento de los celos fácilmente, yo realmente…
Las palabras de Shen Yi estaban llenas de preocupaciones, tan pronto como se angustiaba, su boca era tan rápida como una gallina picoteando arroz, provocando que Gu Yun se mareara de solo verlo. No fue capaz de “escuchar” más de la mitad de las palabras, pero entendió la última oración.
Shen Yi: –¿Cómo terminará esto en el futuro?
Gu Yun permaneció en silencio.
Shen Yi: –Zi Xi, di algo.
–No más peleas. –Gu Yun hizo una respuesta completamente fuera de lugar.
Shen Yi: –…
Él suspiró pesadamente y sospechó que Gu Yun no había “escuchado” lo que había dicho para nada. Pensó para sí mismo: “Practicar lenguaje de labios, mi trasero, más como entrenar los músculos de mis labios.”
Mientras Shen Yi estaba planeando cambiar los métodos de comunicación, Gu Yun habló: –Yo estaba un tanto demasiado impaciente y me apresuré antes, que me sirva de lección el que ellos me hayan hecho explotar. Afortunadamente, no hay un verdadero peligro aquí, he estado pensando mucho estos días… Jia Lai no es un montón de basura como esos en el lado oeste. Me temo que habrá varias batallas feroces de aquel lado. Pero como nos encontramos en este momento, no tenemos suficiente dinero para servir como inspiración: necesitamos hacer una discusión más a fondo.
Shen Yi estaba atónito: –Estás planeando…
–Nuestro lado ha arrastrado a la corte a dar vueltas. –murmuró Gu Yun. –Es tiempo de descansar y recuperarnos.