63. La Ruptura de la Ciudad

El corazón de la tierra estaba ardiendo, la capital entera estaba temblando.

NTE. La palabra usada para ciudad aquí 城 chéng, también puede referirse a la muralla que bordea la ciudad.

A causa de los enviados occidentales, los argumentos de temprano por la mañana habían hecho que todos se tensaran. Después de que la corte fuera despedida, ignorando a un gran grupo de personas que querían probar su intención, Chang Geng ayudó a apoyarse al anciano Maestro Feng Han para salir del palacio.

Las personas en la capital estaban en pánico, había escasez de carruajes. Gu Yun normalmente le pediría a Huo Dan que llevara un caballo fuera del palacio para esperar por él. Pero este día, no había forma de saber qué había retrasado a Huo Dan, no estaba en ninguna parte.

Chang Geng no le prestó atención al inicio, caminando lado a lado con el anciano maestro del Instituto Ling Shu, regresando lentamente.

El Maestro Feng Han había pasado todo el día dentro del Instituto Ling Shu, las cuencas de sus ojos se habían hundido. Todo su cuerpo era como un rábano al que le habían drenado el agua, sólo quedaban un par de ojos brillantes.

–Su Alteza tiene la paciencia para acompañarnos a nosotros, los vejestorios con piernas malas y pies lentos. –suspiró el Maestro Feng Han. –¿Tiene alguna noticia sobre los refuerzos? ¿Cuándo en el mundo pueden venir?

Chang Geng: –La inestabilidad en las cuatro fronteras tiene a los cinco distritos militares fijados. En cuanto a cómo se encuentra la guarnición local, usted ya lo sabe. En años recientes, el gasto militar y la cuota de ziliujin de cada distrito han sido reducidos repetidamente. Difícilmente pueden permitirse varias unidades de Armadura Pesada, la mayoría de ellas emplea Armaduras Ligeras.

“–A pesar de que la Amargura Ligera es rápida para la marcha y fácil de movilizar, también se daña con facilidad. Una vez que las fuerzas enemigas establezcan Armaduras Pesadas a lo largo del camino o sean interceptados por carros de combate, si el comandante es un poco inexperto, sería fácil llevar a las tropas dentro del círculo enemigo: los extranjeros ni siquiera tendrán que montar a demasiadas personas.

–Su Alteza en verdad hace que este anciano se sienta avergonzado, el Instituto Ling Shu no ha tenido ningún éxito en crear algo útil durante varios años. –Zhang Feng Han sacudió su cabeza en forma de burla.  –Este inútil hombre inmortal sólo pudo sentarse y comerse el salario, había tenido intenciones de solicitarle al Emperador mi retiro el año siguiente. Inesperadamente, nos encontramos con un desastre nacional, quizás no sea capaz de morir de viejo.

Chang Geng dijo gentilmente: –Las contribuciones del Maestro Feng Han durarán por mil años, no debería menospreciarse.

–Mil años… ¿todavía existirá la Gran Liang después de mil años? –Zhang Feng Han apretó sus labios. –Había pensado que al ingresar al Instituto Ling Shu, ya no tendría que poner atención al mundo exterior, lidiando con motores de fuego y armaduras de hierro por el resto de mi vida, concentrándome en hacer mi trabajo.

“–Pero el mundo bullicioso resultó estar demasiado abarrotado. Incluso si los justos y los villanos fueran por sus propios caminos, siempre se cruzarán los unos con los otros. Entre menos desees envolverte con nada, entre más quieras hacer algo sobresaliente, más terminaras sin hacer nada… incluso si uno solo deseaba ser de la clase más baja con sus manos manchadas de aceite.

Chang Geng sonrió y permaneció en silencio, sabía que el Maestro Feng Han solo estaba expresando sus sentimientos y no quería escuchar su respuesta.

En esta etapa, la contradicción entre el poder imperial y el poder militar de dos generaciones era incuestionablemente la mecha, pero no era la razón más fundamental: la prolongada enfermedad por vaciar gradualmente el tesoro los había condenado a este oscuro final.

Zhang Feng Han dijo: –Todos los días, los Muelles de la Red Antiaérea están siendo ajustados. Actualmente los extranjeros solo se atreven a conducir, un gran número de sus Armaduras Águila no se atreve a ir arriba, pero la fuerza en los Muelles Ocultos sigue siendo límite. He escuchado que los extranjeros usan cuerdas para “volar cometas” fuera de la ciudad cada día. Me temo que, en un par de días, las flechas de hierro almacenadas en los Muelles Ocultos se volverán insostenibles. ¿Qué deberíamos hacer entonces? ¿Tiene el Mariscal Gu algún plan?

En total, había menos de cien Águilas Negras en el Campamento del Norte, incluyendo aquellas a las que les faltaba un brazo o una pierna. Si la Red Antiaérea fallase, quizás ese sería el momento en el que la ciudad se derrumbaría.

Chang Geng: –Mm, él lo sabe, está tratando de buscar una salida.

Zhang Feng Han, quien estaba lleno de preocupación, al escuchar esto, no sabía si reír o llorar. Se preguntó si debería si decir que Yan Bei Wang era un “héroe criado desde su juventud”; o que era de carácter tranquilo. Parecía que incluso si el cielo colapsara frente a él, el pequeño príncipe solo respondería con un “lo sé”, como si eso no tuviera nada que ver con él.

Zhang Feng Han bajó deliberadamente el volumen de su voz y dijo, –Hoy, no vimos al Comandante Han del Ejército Imperial. ¿Notó eso Su Alteza? Ahora, ya hay rumores en la corte de que a pesar de que el Emperador condenó aparentemente a los enviados occidentales, había planeado reubicar la capital.

Chang Geng sonrió, pero no estaba para nada sorprendido: –Su Majestad no haría algo así, todavía no estamos a nuestro último recurso. Veo el carruaje del Instituto Ling Shu, permítame ayudarlo a subir… Ah, aquí viene el Tío Huo.

Huo Dan se acercaba apresuradamente, su expresión intranquila, caminó hacia Chang Geng y dijo, –Este viejo sirviente llega tarde hoy, Su Alteza por favor perdóneme.

–Está bien, –Chang Geng agitó su mano. –¿qué ha retrasado al Tío Huo?

–… –Huo Dan dio un cuidadoso vistazo a su rostro. –El Marqués fue herido anoche por las flechas de los occidentales. Recién escuché esto temprano por la mañana. Acabo de ir… ¡Oh, Su Alteza!

Ante el desconcierto de Huo Dan y Zhang Feng Han, Chang Geng, quien todavía estaba paseando casualmente, de pronto tuvo un cambio en su expresión, dándose la vuelta y saltando a lomos de su caballo, desapareciendo como un soplo de viento.

Frente a las Nueve Puertas, el humo de la pólvora todavía no se dispersaba, el Ejército Occidental solo se había retirado al amanecer, Gu Yun fue capaz de tener un momento para descansar.

Su armadura se había mellado, la fleche había sido extraída. Dos doctores militares estaban rodeando a Gu Yun, sosteniendo tijeras y pinzas, haciendo palanca cuidadosamente hacia abajo sobre su deformado protector de hombro, sus ropas se habían pegado a su cuerpo.

Chang Geng ingresó deprisa, sus ojos cayeron sobre Gu Yun por un momento, luego no pudo contenerse y desvió la mirada. Su expresión era incluso peor que la del hombre herido.

–Ah… –Gu Yun tomó aliento temblorosamente. –Digo, ¿pueden ustedes dos ser más decisivos? ¿Están bordando…? ¿Cómo estuvo?

Chang Geng no respondió, inhaló profundamente, despachó a los dos doctores militares, luego se detuvo y observó cuidadosamente la armadura de Gu Yun que era imposible de remover.

Tomó unas pinzas del largo de un dedo, sosteniendo el hombro de Gu Yun cerca de él, y cortando desde el otro lado. Sus movimientos fueron muy rápidos, las afiladas pinzas cortaron con facilidad a través de la deformada armadura de hierro, la sangre empapó su mano inmediatamente.

El rostro de Chang Geng se endureció por un momento, le faltaba un poco de aliento. Susurró, –Herido de esta manera, ¿por qué no me dejaste saberlo?

Gu Yun, quien todavía tenía su cara contorsionada mientras soportaba el dolor, rechinó sus dientes y dijo, –No es nada… ¿qué dijeron los enviados occidentales en la reunión?

–¿Qué más pueden decir? Escupiendo toneladas de tonterías en el Palacio Dorado. –Chang Geng flexionó sus dedos inestables, removiendo los fragmentos de armadura pegados con sangre al cuerpo de Gu Yun: –Dijeron que querían que cesáramos la “persecución y el saqueo” hacia los países de la Región Occidental, dejar el territorio a las afueras de la puerta Jiayu convertirse en una zona comercial para todas las naciones, el sistema legal dentro de la zona actuaría de acuerdo a las leyes de su país, y…

La deformada armadura sobre su hombre fue completamente descubierta. Chang Geng miró la herida de Gu Yun e inhaló ásperamente. Permaneció muy derecho y disminuyó su velocidad por un momento.

–¿Y qué…? –Gu Yun se estremeció, le goteaba el sudor. –Te estoy hablando, doctor, ¿cómo es que todavía le tienes miedo a la sangre?

El cuerpo de Chang Geng estaba tan rígido como un bastón de hierro: –Estoy asustado de tu sangre.

Agarró la petaca de vino de Gu Yun y se bebió dos tragos, sintiéndose mareado y con nauseas. Se obligó a sí mismo a respirar por un momento. Entonces, Chang Geng tomó una de las tijeras y cortó las prendas cuyo color original ya no podía distinguirse.

–Treinta y seis distritos en la Frontera Norte, desde Xiling hasta Youzhou en Zhili, serán asignados a las dieciocho tribus, y la capital de la Gran Liang será movida a Luoyang en los Planos Centrales. La Princesa He Ning también será enviada a las dieciocho tribus como una garantía. A partir ese momento, estaremos sometidos por las dieciocho tribus y les pagaremos tributo cada año.

He Ning era la única hija de Li Feng, solo tenía siete años de edad.

Gu Yun dijo enfurecido, –¡Qué mierda!

Tan pronto como se movió, la sangre comenzó a brotar. Incapaz de soportarlo más, Chang Geng rugió: –¡No te muevas!

Los dos hombres se quedaron relativamente en silencio por un momento. El rostro de Gu Yun era insondable, después de un largo tiempo, dijo, –…continua.

–Además, obligarán a Li Feng a ordenarle a Shen Yi retirar las guarniciones de las fronteras del sur que ocupaban las islas del Mar del Sur, dividir el Canal del Mar del Este en ríos, hacer retroceder a la Marina del Sur al interior, los territorios exteriores y la línea del Mar del Este pertenecerán a la lejana Región Oriental de los occidentales. –Los ojos de Chang Geng eran pesados, pero sus manos continuaban siendo gentiles, limpiando la herida por él. Hizo una pausa y dijo, –Aún hay compensación…

Gu Yun permaneció en silencio, pero todos sus músculos se habían tensado.

–Hoy en la corte, Li Feng quería decapitar a los enviados, los ministros lo han detenido. –Chang Geng sujetó el hombro que no estaba herido de Gu Yun y dijo, –Limpiaré la herida ahora, yifu, ¿debería sellar tu consciencia temporalmente?

Gu Yun negó con la cabeza.

Chang Geng le advirtió suavemente: –Solo usaré un poco de medicina, tienes una fuerte resistencia a las drogas, no estarás durmiendo durante mucho tiempo. Si hay cambios a las afueras de la ciudad, defenderé en tu lugar…

–Si quieres limpiarla entonces hazlo. –lo interrumpió Gu Yun. –No digas tonterías.

Chang Geng lo observó y se dio cuenta de que era inútil razonar con esta persona.

Justo en ese momento, Tan Hong Fei entró corriendo: –Mariscal…

Gu Yun se volvió, y de pronto, sucedió que captó una extraña fragancia. Con su guardia baja, inhaló una bocanada, todo su cuerpo se tornó suave al instante.

El Marqués del Orden, sabio y adepto en las artes marciales, nunca pensó que Su Alteza conociera esta clase de métodos sucios del mundo pugilista y que inclusive los usara con él.

Gu Yun: –Tú…

Sin parpadear, Chang Geng insertó rápidamente una fina aguja dentro de su punto de acupuntura y luego sujetó el cuerpo inconsciente de Gu Yun.

Tan Hong Fei observó desde la puerta con desconcierto a su comandante siendo noqueado por alguien, mirando a Su Alteza Real con los ojos muy abiertos: –…

Chang Geng le hizo un gesto para que permaneciera en silencio, abrazó a Gu Yun y lo recostó, luego comenzó a limpiar su herida cuidadosamente.

La lengua de Tan Hong Fei se quedó tiesa: –Esto… entonces…

Chang Geng: –Está bien. Déjelo dormir por un rato para mitigar su dolor.

Tan Hong Fei parpadeó un par de veces: mucho tiempo atrás, pensó que Su Alteza Yan Bei Wang era una especie de académico gentil. Más tarde, descubrió que podía pelear bien y era un asombroso estratega. Estaba repleto de respeto hacia él y quería volverse más cercano. Solo fue hasta este momento que el Comandante Tan realmente sintió admiración por este hombre.

Tan Hong Fei levantó su mano inconscientemente y se tocó el rostro. La cicatriz que le dejó Gu Yun aún no había desaparecido. Pensó para sí mismo, “Su Alteza es demasiado valiente.”

Chang Geng: –Ah, sí, ¿qué ocurre?

Tan Hong Fei volvió a la realidad y dijo rápidamente: –Su Alteza, el Emperador ha llegado, el carruaje está atrás, usted ve…

Durante la conversación, Li Feng ya había entrado con una apariencia demacrada, vistiendo ropajes comunes, trayendo consigo solo a Zhu Pie Pequeño.

Li Feng miró hacia abajo, al inconsciente Gu Yun y se llevó la mano a la frente: –¿Se encuentra bien el tío?

–Solo fue una herida superficial. –Chang Geng envolvió el vendaje alrededor de la herida, cubrió a Gu Yun con una delgada túnica de seda, y organizó sus agujas plateadas: –Es solo que le di algo de anestésico, no despertará por un rato. Hermano Real, por favor perdónalo.

Cuando Chang Geng terminó, se levantó y recogió el Cortavientos de Gu Yun. Sin vestir una armadura, se dio la vuelta para salir.

Li Feng preguntó, –¿Qué pasa?

–Vigilaré la ciudad en lugar de yifu por un rato, –dijo Chang Geng. –a pesar de que los enviados están en la capital, me temo que será una treta de los occidentales. Tal vez, aprovecharán esta oportunidad mientras nosotros dejamos nuestra guardia baja para atacar, es mejor ser precavidos.

Li Feng se quedó en su lugar por un momento, luego tomó una espada de pronto y lo siguió fuera. Zhu Pie Pequeño fue tomado por sorpresa: –¡Su Majestad!

Li Feng lo ignoró y fue hacia arriba del muro.

Con el Qian Li Yan en sus manos, el Emperador Long An pudo ver que las barracas del Ejército Occidental estaban no muy lejos, y la tierra fértil en los suburbios de la capital ahora se encontraba devastada. En el pasado, los carruajes circulaban dentro y fuera como el agua a las afueras de las Nueve Puertas de la capital que ahora se habían tornado negras, una esquina de la muralla de la ciudad que había colapsado era sostenida por las armaduras desechadas, tambaleante.

Los soldados ordinarios en el Campamento del Norte conocían a Chang Geng, varios de ellos rápidamente vinieron a saludarlo, pero no conocían a Li Feng. Solo podían ver que él era un hombre bien vestido con un comportamiento extraordinario, por lo que lo consideraron como si fuera un oficial académico y lo llamaron “Maestro”.

Los hermanos de la familia Li quienes observaban ojo con ojo, pero no corazón con corazón, permanecieron lado a lado sobre la muralla, ninguna similitud en su apariencia desde la cabeza hasta los pies. Su relación era tan delgada como una ventana de papel, podía atravesarse fácilmente con un solo dedo.

Li Feng dijo de pronto a Chang Geng, –Han Qi debería estar de regreso por la tarde. Puedes transmitir estas noticias al tío, deja que busque a alguien que sea de confianza para hacerse cargo.

Chang Geng no cuestionó más. No parecía para nada curioso y simplemente respondió, –Sí.

Li Feng: –¿No preguntarás a dónde he mandado a Han Qi?

Chang Geng miró hacia debajo de la muralla y a las losetas de piedra. Después de un momento de silencio, dijo, –He estado despachando ziliujin y suministros militares con el Ministerio de Vivienda por un tiempo, me percaté de que había algunas sospechas acerca del acceso de ziliujin en la corte imperial en los últimos años… pero quizás ese fue un preparativo por parte de mi Hermano Real.

Tan pronto como el Emperador Long An lo escuchó, supo que el almacén de ziliujin que mantenía oculto había sido detectado por Chang Geng.

Li Feng dijo con algo de vergüenza, –Bueno, hay un pasaje hacia el Jardín Jinghua en la Puerta Desheng. He permitido que Han Qi lidere sus tropas fuera de la ciudad para abrir la bodega privada del Jardín Jinghua. Hay… ejem, hay ochenta mil kilogramos de ziliujin que no he tenido tiempo de distribuir… no hagas un alboroto sobre eso. Los corazones de las personas no se encuentran estables en este momento. Si se enteraran del pasaje secreto, podrían estar incluso más confundidos.

Chang Geng asintió, no estaba sorprendido: este era Li Feng dando ya todo lo que tenía.

El obstinado Emperador Long An, quien preferiría ser enterrado bajo las Nueve Puertas que perder su país y soportar la humillación de convertirse en el súbdito de otro.

Tan pronto como se quedó en silencio, no había nada más para decir entre ellos: de hecho, siempre había sido de esta manera; a excepción de las palabras corteses sin significado cuando se prestaban saludos y durante los asuntos de la corte, en verdad no había nada de que hablar entre los hermanos Li.

Li Feng: –¿Qué edad tenías cuando conociste al tío?

Chang Geng: –… tenía doce años.

Li Feng hizo un sonido de “mm” en respuesta: –No está casado, y también ha comandado tropas en el noroeste durante un largo tiempo, ¿tal vez no fue capaz de cuidar muy bien de ti?

Los ojos de Chang Geng se movieron ligeramente. –No del todo, él en verdad sabe cómo amar a alguien.

Li Feng entrecerró sus ojos hacia el cielo oscuro, recordó que él también había crecido compartiendo afecto con Gu Yun. Cuando era un niño, ocasionalmente envidiaría que su Padre Real tratara mejor al otro, de forma más gentil.  Pero la mayor parte del tiempo, todavía sentía que, a pesar de que su tío no jugaba mucho con ellos, él era una persona muy agradable.

Había pensado que este amor juvenil podía durar por toda una vida.

Pero tan solo en poco más de una década, ya se había tornado de esta manera.

–A Min, –dijo Li Feng, –si la ciudad cae, te pasaré el trono. Puedes tomar el palacio interior y a los ministros, moviendo la capital a Luoyang desde el pasaje secreto primero, luego trazar estrategias lentamente. Llegará el día en el que todos puedan volver.

Chang Geng finalmente lo miró.

–Si ese día realmente llega, –continuó Li Feng, con sus ojos fijos en la distancia. –tampoco tienes que devolverle el trono al Príncipe Heredero, solo permite que tus sobrinos tengan un lugar donde quedarse.

Chang Geng no respondió y, después de un momento, dijo con indiferencia: –Su Majestad ha hablado demasiado pronto, todavía no hemos llegado a ese punto.

Li Feng miró a su hermano menor y recordó vagamente lo que había escuchado de su madre cuando era un niño.

Ella dijo que todas las mujeres de las tribus de Man eran monstruos. Eran las más hábiles usando venenos y embrujando a las personas. En el futuro, también darían luz a monstruos que ensuciarían la Sangre Real de la Gran Liang.

Más tarde, el Cuarto Príncipe, quien había estado perdido durante muchos años, había sido traído de vuelta al palacio. Por respeto a la voluntad del Emperador y en el nombre de su propia benevolencia, Li Feng lo dejó quedarse. El Ministerio de Vivienda solo tendría otra distribución. En momentos cotidianos, para él, todo esto era “fuera de la vista, fuera de la mente”.

Solo en este momento se dio cuenta el Emperador Long An de que no podía ver a través de este hombre joven.

De cara a una calamidad nacional y grandes enemigos, permanecía inalterable, incluso la posición de gobernante supremo no podía tocar su corazón. Las ropas sobre su cuerpo parecían ser las mismas del año pasado, las mangas se habían desgastado, pero aún no habían sido cambiadas.

Era incluso más difícil de leer que el Maestro Liao Chi del Templo Hu Guo; sin interesarse en nada, como si nada en el mundo pudiera moverlo.

Mientras Li Feng abría su boca, Zhu Pie Pequeño le murmuró, –Su Majestad, es tiempo de volver al palacio.

Li Feng regresó a sus sentidos, le dio su espada a los oficiales a un lado, palmeó silenciosamente a Chang Geng en el hombro, dio un vistazo a la silueta erguida del hombre joven y luego se dio la vuelta.

Después de que Li Feng se fue, un monje de rostro ceniciento subió a una de las torres de la muralla de la ciudad: era Liao Ran.

Todos los monjes del Templo Hu Guo se habían retirado al interior de la ciudad. Acompañó al monje principal, rezando por la nación cada día. Durante la noche, usaría informantes secretos para investigar a las personas alrededor de Li Feng.

Chang Geng lo miró.

Sacudiendo su cabeza, Liao Ran señaló, «He revisado a todas las personas alrededor del Emperador, todos tienen un registro limpio, nadie había tenido un contacto cercano con las brujas de las dieciocho tribus y sus subordinados.»

Chang Geng: –El Emperador es desconfiado por naturaleza. Nuestro bando ha filtrado información repetidamente, el espía debe ser su compañero de confianza, ¿ha revisado al eunuco Zhu?

Liao Ran agitó su cabeza con una expresión solemne: “Si, lo he hecho, no hay problema con él.”

Chang Geng frunció el ceño ligeramente.  

En este momento, Gu Yun, quien fue noqueado por Chang Geng con agujas y medicina, finalmente despertó. Ya casi ni supo qué noche era hasta que le sobrevino el dolor sordo de la herida de su hombro, y entonces se dio cuenta de lo que había ocurrido.

Gu Yun se levantó y se vistió, listo para ir a buscar a Chang Geng para saldar esta deuda.

Quién iba a saber que, tan pronto como salió, un fuerte ruido sonó desde la distancia. Toda la capital fue sacudida. Gu Yun se sujetó de la pared y pensó para sí mismo: “¿Un terremoto?”

Chang Geng se dio la vuelta repentinamente desde la torre de la ciudad, sombras centellearon cruzando sus cejas. Siempre pensó que el traidor en la ciudad imperial era el sirviente del palacio al lado de Li Feng. Pero con su naturaleza precavida y desconfiada, ¿cómo podía revelar el asunto relacionado al Jardín Jinghua a un sirviente?

Gu Yun: –¿Qué está pasando?

–No lo sé. –Chang Geng bajó rápidamente. –Li Feng vino hace un momento, diciendo que había permitido a Han Qi partir desde el pasaje secreto para ir al Jardín Jinghua para transportar ziliujin… ¿esa es la dirección a los suburbios del oeste?

Gu Yun despertó por completo.

En el día 9 de Mayo, se filtró el secreto del Jardín Jinghua. Los occidentales viniendo a hacer la paz en verdad eran una cubierta. Pero en lugar de aprovechar la oportunidad para atacar la ciudad, habían mandado tropas al oeste de la capital para robar a Han Qi a medio camino.

Después de combatir a muerte, Han Qi finalmente perdió la batalla. Tomando decisivamente esta oportunidad, encendió un fuego, quemando cincuenta toneladas de ziliujin, explotando directamente el pasaje secreto, todo fue arrasado hasta el suelo.

La enorme llamarada devoró todos los suburbios del oeste como un incendio. El interminable ziliujin era como el fuego del karma traído desde el subsuelo. Chamuscó a la totalidad del Ejército Imperial que escoltaba el ziliujin, junto con los sorprendidos occidentales e incluso a los hermosos paisajes y pabellones en el Jardín Jinghua.

El particular humo purpúreo se reflejaba la mitad del cielo como una señal auspiciosa, como la gloriosa luz del sol fluyendo hacia abajo desde el horizonte…

El corazón de la tierra estaba ardiendo, la capital entera estaba temblando.

El calor se extendió por decenas de kilómetros, fluyendo lentamente desde los suburbios occidentales hasta las Nueve Puertas de roca sólida, y la capital que aun debería estar fría a principios del verano fue momentáneamente comparable a la estufa que era la Frontera Sur.

El originalmente ligero e indistinguible olor del ziliujin fluyó con el viento del este, finalmente todos pudieron degustar ese sabor especial: era una especie de fragancia indescriptible.

Parecía ser resina mezclada con el aroma del pasto.

Todas las Armaduras Pesadas restantes fueron movilizadas por Gu Yun, las cuerdas de los arcos baihong estaban tensadas.

Y, como él había esperado, efectivamente, el Ejército Occidental también había comenzado a moverse en ese momento.

Gu Yun no sabía cuántos pelotones occidentales habían sido quemados con ese fuego, o durante cuánto tiempo podría durar el Papa con una perdida tan grave. Después de varios días de asedio, ambos lados habían alcanzado su límite.

Justo después de eso, la primera ola de ofensiva desesperada arribó. Las Armaduras Pesadas y los carros de guerra se movían alternadamente. La artillería y las flechas baihong caían una tras otra. Difícilmente había una brecha entre el feroz poder de fuego de ambos bandos.

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3 comentarios

  1. Dianxia mio, rezo por Gu Yun, Chang Geng, Shen Yi, Ge PangXiao y Cao NiangZi, para que no les pase nada en esta eminente guerra, amén. ??

  2. ¡Gracias por la traducción! Este capitulo sin duda ha sido de los más tensionantes y atrapantes, la guerra puede ser algo muy cruel…

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