62. Ciudad Bajo Asedio

Chang Geng miró a Gu Yun y dijo, –Quería ahorrar una dote, para desposar al Gran General.

Había un silencio horripilante en la ciudad desierta, sumiendo el corazón en pánico. Tan pronto como el Maestro Ja agitó su mano, sus hombres se dispersaron de inmediato para buscar en el interior de las casas circundantes.

Los patios residenciales fueron construidos a lo largo de la orilla del rio, tortuoso y serpenteante, y era muy fácil para los extranjeros perderse en su interior al deambular. Algunas veces, encontrarían grandes piedras bloqueando el camino, haciendo que el terreno ya difícil se volviera mucho más complicado y confuso.

El Maestro Ja tenía un sentimiento ominoso en su corazón, comenzando a arrepentirse de pronto de su osado avance.

En ese momento, un soldado occidental gritó. Todas las personas a su alrededor se convirtieron de inmediato en pájaros asustados, desenvainando instantáneamente sus espadas. Pronto, varias armaduras de acero formaron un círculo, las bocas negras de sus cañones apuntando al inusual algarrobo.

Vieron a un soldado occidental colgando del árbol, le habían volado la mitad de su cabeza, no había forma de decir en qué batalla había muerto. Había una máscara de un rostro blanco atada a su sangrienta cabeza: ¡esta vez había cambiado a una cara llorando!

Sonó un ruido explosivo. Resultó ser un soldado en armadura quien había disparado el cañón debido al nerviosismo. El cuerpo en el árbol fue explotado súbitamente en un montón de carne y cayó. Entonces, se oyó una risa espeluznante, todos los soldados debajo del árbol retrocedieron apresuradamente como si estuvieran en presencia de un gran enemigo.

Un momento después, un búho de cabeza redonda emergió de la copa del árbol, observando a los animales bípedos debajo de este. Luego, el búho batió sus alas y voló directo hacia el cielo, propagando su extraña risa por todas partes.

Aterrorizando a las personas a romper en un sudor frío a plena luz del día.

–Sir Jacobson, ¿continuaremos la búsqueda?

El Maestro Ja tragó con dificultad: –No… ¡retirada, fuera de aquí, rápido!

Todavía no terminaba de hablar, cuando de pronto se escuchó el sonido agudo de una explosión en la distancia, seguido por varios gritos que helaban la sangre. Enormes fuegos artificiales se elevaron hacia el cielo, explotando brillantemente

Alguien gritó con temor, –¡Fuimos emboscados!

–¡Retirada!

–¡Márchense ya!

La cacofonía de los cañones y las flechas resonó al unísono. Varias explosiones provocadas por alguien desconocido derrumbaron las ya inestables casas de piedra. El desorden de los escombros combinado con las enormes piedras que habían bloqueado el camino provocaron que la ciudad vacía rápidamente se convirtiera en un enorme laberinto.

El mapa en las manos de los occidentales se convirtió en un trozo de papel desechable. Las desventajas del no estar familiarizados con el terreno se volvieron claras de inmediato. Un grupo de Armaduras Pesadas y soldados a pie fueron atrapados profundamente en el interior, como si fueran moscas sin cabeza. Por un momento, no fueron capaces de encontrar una salida.

El Maestro Ja no tuvo opción más que silbar a las Armaduras Águila, para que despegaran y los orientaran desde el cielo. Para bien o para mal, habría alguien guiándolos hacia afuera.

El Ejército Occidental golpeado por el pánico retrocedió en la puerta de la ciudad. No se sabía quién tocó algún tipo de mecanismo. Un ruido de engranes que hacía doler los dientes resonó desde la puerta de la ciudad. Por un momento, todos los soldados occidentales sacaron sus arcos, todas las flechas apuntaban al edificio, listos para disparar, pero algo cayó un lentamente desde el edificio.

El Maestro Ja empujó a un lado a los aterrorizados guardias para dar un vistazo y se enfureció al encontrar que era otra máscara de cara blanca. ¡Esta vez era la cara de un demonio!

Maestro Ja: –…

–Sir, nosotros… ¿Deberíamos tomar un desvío?

El Maestro Ja levantó su mano para interrumpirlo y permaneció de pie en su lugar por un momento, su expresión oscureciéndose; –Su Majestad tiene razón. Gu Yun no tiene una carta de triunfo en su mano, sólo puede valerse de estos trucos sucios. ¿Ya están todos ustedes asustados con las máscaras? Emboscada… ¡hmp!

Dejó salir una risa rabiosa y luego dijo fríamente, –¡Demuelan esta ciudad para mí, déjenme ver donde pueden ocultarse!

Sin embargo, más de una hora después, el Maestro Ja, quién arrasó la ciudad desierta hasta el suelo, buscando tres veces entre las ruinas, finalmente tuvo que admitir que este sitio olvidado por Dios había desperdiciado su valioso e incontable tiempo, dinero y ziliujin. En verdad era una ciudad vacía. La tan mencionada “emboscada” consistió sólo en dos máscaras y un búho que había echado a volar rápidamente.

El Maestro Ja apretó sus dientes casi al punto de sangrar: –¿Dónde están los exploradores Águilas? ¡Vayan a toda velocidad!

En este momento, en el camino desde Dong’An a la capital, Gu Yun, quien se estaba ocultando debajo de un árbol, recibió el Qian Li Yan que le dio Tan Hong Fei y observó a las múltiples Águilas exploradoras silbando en lo alto sobre sus cabezas y acelerándose hacia la capital.

Escupió la pajilla que estaba masticando en su boca en ese momento y palmeó el Cortavientos detrás de él: –Viejo Lian, has hecho una gran contribución.

Tan Hong Fei preguntó en voz baja, –¿Cómo?

–¿Puedes ver eso? ––Gu Yun dijo lentamente, – el extranjero a cargo ya debería estar muerto o herido a estas alturas. El líder actual obviamente no está familiarizado con el área alrededor de la capital, de otra manera no habría sido tan impulsivo como para mandar a las Águilas a volar alrededor.

En la ciudad imperial, la capital siempre había sido estricta, nadie tiene permitido dar un vistazo voluntad. las Águilas Negras no se atreven a volar alrededor, incluso en ocasiones excepcionales, y solo pueden aterrizar en la base del Campamento del Norte para luego cabalgar hacia la capital después de remover su armadura de Águila.

Pero la mayoría de las personas no sabía que la razón por la que las Águilas Negras no se atrevían a volar no era porque el Campamento del Hierro Negro fuera particularmente estricto al seguir las regulaciones. Gu Yun sabía que una vez las Águilas cruzaran volando la orilla, sería muy fácil entrar en contacto y caer en la “Red Antiaérea”.

Fuera de las Nueve Puertas de la capital, hay una Red Antiaérea invisible, construida durante el reinado del Emperador Wu y a la cual tomó treinta años terminar. Era una obra maestra del Instituto Ling Shu. Había numerosos Muelles Ocultos [1]bajo la red, y el mando principal estaba en lo alto de la Torre Qi Yuan.

La razón por la que el edificio era tan alto era porque, además de proveer comida, bebida y entretenimiento para los visitantes de todas partes del mundo; también jugaba un papel muy importante: era el Muelle principal de la Red Antiaérea.

Había un Pabellón Tian Yuan Di Fang[2] en la Torre Zhai Xing[3], encerrado fuertemente detrás de capas de puertas en tiempos de paz. Por el bien de este Pabellón Tian Yuan Di Fang, muchos maestros del Instituto Ling Shu se habían quedado calvos. Crearía una red óptica especial fuera de las Nueve Puertas y estaba tejida muy fuertemente. Incluso durante la noche, podría ser fácilmente cubierta por la luz de las estrellas, la luna, y las llamas. Al menos que uno tuviera habilidades inusuales, difícilmente sería visible a simple vista.

Esta capa de red óptica estabas a noventa y un metros sobre la tierra y no afectaría a la gente y los animales en el suelo. Si alguien volaba usando una Armadura Águila, a baja altitud, serían descubiertos por los guardias de la puerta, entonces habría flechas baihong esperando por ellos. Si el Águila volaba arriba de los noventa metros, tocaría la Red Antiaérea.

Entonces, la luz se reflejaría de vuelta al Pabellón Tian Yuan Di Fang, luego iría de vuelta a los Muelles Ocultos en el área de la Red Antiaérea a través de espejos especiales. En seguida, los Muelles se moverían de acuerdo a la señal de luz y fijarían la posición del transgresor, disparando flechas desde todas direcciones. Si el Águila intentaba esquivar, pronto la encontraría dentro del alcance de la Red Antiaérea, donde hubiera Muelles Ocultos, las flechas continuarían siguiéndole inseparablemente como sombras.

Solo en la víspera de Año Nuevo, el Pabellón Tian Yuan Di Fang cerraría temporalmente la Red Antiaérea para su mantenimiento anual, y la tarea de montar guardia sería cedida a la estación de guardias en los Cometas Rojos.

–Las Águila exploradoras no regresarán, el comandante de los extranjeros pronto recordará a la legendaria Red Antiaérea de las historias. Bajo el mando de la Orden Feng Huo, todos los Cometas Rojos se elevarán en el cielo, y la posición de la Red Antiaérea cambiará en consecuencia. Por un momento, no sabrán a dónde ha corrido ese mecanismo. Entre más cerca se aproximen a la capital, más asustados estarán para dejar que las Armaduras Águila vuelen demasiado alto…

Gu Yun susurró a Tan Hong Fei, –Da las órdenes, dile a nuestros hermanos que descansen bien, comenzaremos al anochecer. Las Águilas Negras van primero, suprimiéndolos desde las alturas. La Caballería Ligera los emboscará por ambos flancos, rompiendo la línea enemiga. No sean muy entusiastas para pelear, ataquen y luego váyanse, no se queden atrapados en el interior. Los carros de guerra pretenderán bloquear su camino, estallando dos o tres rondas y luego dejándolos retroceder. No obliguen al otro lado a emplear sus últimos recursos. Nuestras tropas no son lo suficientemente fuertes.

Tan Hong Fei preguntó en voz baja: –Mariscal, ¿por qué no tendimos una emboscada dentro de la ciudad?

–¿Quién va a emboscar a plena luz del día? –los ojos de Gu Yun se abrieron mucho. –¿hay un problema con tu cerebro?

… El Maestro Ja debió haber estornudado dos veces.

Tan Hong Fei lo consideró cuidadosamente por un momento, sintiendo que era bastante razonable. Entonces preguntó: –Mariscal, ¿cómo sabe que vendrán aquí durante la noche?

Gu Yun: –Eso fue calculado por tu Yan Bei Wang, pídele una indemnización económica si resulta estar equivocado. En realidad, no importa, incluso una pequeña cantidad de su “dinero de la suerte” es ya más de la mitad de un año de mi salario.

Chang Geng estaba sentado en un lado reparando en el agarre de cuero del arco de hierro. Después de pelear una larga batalla, algunas partes se habían rasgado. Nadie sabía de dónde había sacado el pequeño cuchillo que estaba usando, limando actualmente un pequeño trozo de piel. Sus dedos serán increíblemente adeptos, provocando que uno se mareara. Al ser nombrado súbitamente, Chang Geng tampoco alzó su cabeza, rio en dirección a Tan Hong Fei y replicó: –De cualquier manera, todo desde arriba abajo pertenece a los libros de cuentas de la mansión del Marqués.

Tan Hong Fei era un hombre rudimentario, su forma de pensar era “todos mis camaradas son mis propios brazos y piernas”. Después de combatir lado a lado en la primera batalla con Yan Bei Wang, pronto había considerado al otro como si fuera su familia, sin importarle quién fuera su madre. Después de escuchar esto, bromeó sin reparos: –Su Alteza y el Mariscal son tan cercanos como si fueran uno. Si tan sólo usted fuera una princesa, podríamos tener otra “tienda de la princesa” en el Campamento del Hierro Negro como solíamos hacer en esos días.

Gu Yun: –…

No pudo evitar lamerse la raíz que le daba picazón de sus dientes.

Las manos de Chang Geng pausaron por un momento, luego continuó con las palabras del General Tan: –Desafortunadamente, no soy tan hermoso como una flor o como el jade, su Mariscal con un carro lleno de frutas[4] no me querría.

Tan Hong Fei dijo descuidadamente: –¡Oh, no está bien, el Emperador suele llamar al Mariscal “tío”, hay una brecha entre generaciones!

Gu Yun: –… ¡Largo!

El General Tan quien sólo dijo unas cuantas palabras bromeando, junto con Yan Bei Wang, quien albergaba intenciones diferentes en su corazón, se miraron el uno al otro y rieron a carcajadas.

Durante la noche, el llamado de un cuco llegó desde la distancia. Era la señal de que el enemigo había entrado en la trampa. Tan Hong Fei fue empujado hacia abajo por Gu Yun mientras este se movía para ponerse de pie.

–Espera un poco más. –murmuró Gu Yun, –Hasta el cuarto periodo.

Sus ojos brillaron en la oscuridad, como un par de armas divinas que habían sido afiladas con sangre.

Tan Hong Fei no pudo evitar lamerse los labios secos y partidos: –¿Qué tipo de cálculo hizo Yan Bei Wang? Realmente…

Gu Yun estaba a punto de decir “Su maestro es el Viejo General Zhong”. Inesperadamente, no supo cuándo se había acercado Chang Geng, que respondió de pronto desde atrás, –He pasado todo el día calculando cuidadosamente, me acostumbré a ello gradualmente.

Tan Hong Fei: –¿Huh?

Chang Geng miró a Gu Yun y dijo, –Quería ahorrarme la dote, para desposar al Gran General.

Gu Yun: –Ustedes dos son bastante persistentes, ¿no?

Ese idiota de Tan Hong Fei rio. Gu Yun no podía hacer nada con este condenado tipo que siempre “mencionaba cosas que no deberían ser dichas” y “no se esforzaba demasiado para hacer que el corazón del Mariscal se sintiera más incómodo”. Sin saber cuándo, Chang Geng, ese niño, se había vuelto más y más despreocupado en frente de él. Ese día en las aguas termales, Gu Yun le aconsejó “deshacerse de su carga”. Por como resultó, en verdad se lo tomó en serio y “empacó ligero” para que él lo viera.

Chang Geng era muy comprensivo de avanzar y retirarse adecuadamente. Después de molestar a Gu Yun, inmediatamente enmendó las cosas: –Yifu, solo estoy bromeando, no te enojes.

Tang Hong Fei: –Nuestro Mariscal no es muy temperamental. Este Viejo Tan ha vivido todos estos años, solo lo he visto enojarse una vez en el palacio…

Tan pronto como esas palabras salieron, incluso Tan Hong Fei sabía que había cometido un error, cerrando su boca avergonzado.

La expresión de Gu Yun se desvaneció.

Tang Hong Fei no era bueno para contenerse. Después de un rato, todavía no pudo evitar decir: –Mariscal, eso es…

Gu Yun lo interrumpió: –¡Dile a las Águilas que se preparen!

Tan Hong Fei apretó los dientes, finalmente imposibilitado, suspiró.

Chang Geng lo palmeó en el hombro. –Yo iré.

Era la hora más oscura antes del amanecer, cuando la noche se volvía más profunda, la luna se desvanecía y la luz comenzaba a elevarse.

El Maestro Ja estuvo aterrorizado en su marcha durante el día, muchas veces temeroso de ser emboscado por Gu Yun. Estaba ambos, asustado y, sin atreverse a relajarse incluso después de establecer el campamento durante la noche. Por temor a que una de las falsas emboscadas de Gu Yun se volviera de pronto realidad, no se atrevió a cerrar sus ojos para descansar durante la noche.

Observando transcurrir a la larga noche, aún no había movimiento alrededor. El Maestro Ja finalmente no pudo soportarlo más y tomó una breve siesta.

Inesperadamente, justo cuando estaba a cayendo en un sueño profundo, hubo una fuerte explosión, como si todo el campamente hubiera sido bombardeado. El cuerpo entero del Maestro Ja rompió en un sudor frío, levantándose de inmediato y apresurándose a salir. Todo el cielo nocturno estaba encendido en llamas.

–¡Mi señor, aléjese!

Un grupo de flechas resplandeciendo con fuego cayó desde el cielo. El Maestro Ja fue empujado a un lado por un guardia. La brisa nocturna se tornó lo suficientemente caliente como para cocinar, dos equipos de Caballería Negra que parecían un remolino cargaron hacia adelante.

–¡Armaduras Pesadas! –rugió el Maestro Ja. –No entren en pánico, no hay muchos soldados en los Planos Centrales…

Antes de que terminara, hubo un fuerte ruido detrás de él. Una línea de carros de guerra apareció misteriosamente. Por un momento, arena y piedras estaban volando. Era increíblemente caótico.

El Maestro Ja era un experto en crear abismos, volviendo unos países contra otros y estaba bien versado en la estrategia, pero no era un comandante efectivo en el frente de batalla. Estaba demasiado acostumbrado a planear cuidadosa y profundamente. Una vez que el enemigo excedía sus expectativas, se volvería fácilmente incapaz de reaccionar a tiempo y perdería el control de sus tropas.

De pronto, una indescriptible sensación de escalofríos trepó por su espalda. El Maestro Ja se sintió como si fuera una rana atrapada por el instinto asesino de una serpiente. Se dio la vuelta con temor y se encontró con una flecha de hierro disparándose a través del cielo nocturno como un meteoro persiguiendo a la luna, dirigiéndose directo a su rostro.

El Maestro Ja no tuvo tiempo para ocultarse. En el momento crítico, un soldado occidental en Armadura Pesada rugió y lo cubrió. La flecha de hierro penetró a través de la gruesa placa de acero de la Armadura Pesada, y la siniestra punta de la flecha se asomó por la espalda del soldado.

El Maestro Ja contempló la fuerza que se aproximaba con alarma y vio a un hombre joven ubicado sobre la espalda del Águila Negra, un arco largo en su mano.

Él estaba usando el cristal empleado para apuntar del Qian Li Yan sobre su nariz, mirando a… no, contemplándolo a él desde arriba, su mirada parecía contener veneno.

Los guardias personales del Maestro Ja inmediatamente apuntaron los cañones hacia el Águila Negra en el aire. El joven pareció haber sonreído, agitó su cabeza con una expresión indiferente que transmitía “este blanco no puede ser golpeado fácilmente”. Entonces, saltó desde cerca de veinte metros arriba en el aire sin prisa, separándose del Águila Negra, justo a tiempo para evadir el olor explosivo de la esencia de la pólvora.

Gu Yun cargó de inmediato hacia delante y atrapó a Chang Geng quien había saltado directamente desde la espalda del Águila. El Cortavientos en su mano, impulsado por el vapor, se transformó en un remolino invisible. Los cascos de su caballo se elevaron alto, el borde cortante barrió en un círculo, seguido por numerosos gritos y chillidos. La sangre de alguien salpicó en la marca de belleza color cinabrio en la esquina de su ojo. Entonces espoleó su caballo para marcar el paso, en un parpadeo, el corcel de guerra había saltado fuera del círculo de la batalla…

Gu Yun le dio un golpe con fuerza a Chang Geng. –Bastardo, ¿quieres buscar la muerte?

Chang Geng pretendía bajar directamente de un salto. Antes de aterrizar sobre el suelo, usaría el protector de piernas de la Armadura Ligera en sus pies para acelerar y amortiguar la caída. Inesperadamente, Gu Yun había interferido. Momentáneamente conmocionado, observó al rostro de Gu Yun tan sólo a unos centímetros del suyo. Su pecho se sacudió violentamente y casi no podía quedarse quieto, sujetando el frío protector de hierro de Gu Yun en su muñeca.

Su mirada rompió a través de la calma de la superficie, feroz como un ente vivo, Gu Yun se enojó: –¿Qué estás mirando?

Chang Geng se tranquilizó con dificultad, retrayendo sus ojos llameantes bajo sus párpados y tosió secamente: –Es hora de lanzar la red.

Gu Yun tiró de él hacia su pecho, entonces dio la vuelta y silbó. Toda la Caballería Ligera se reunió de inmediato y se precipitó hacia la línea enemiga como una manta. El Ejército Occidental que había sido fuertemente golpeado por las Águilas Negras en el cielo finalmente comenzó a reagruparse con dificultad, el Maestro Ja rugió, –¡Abran un camino con Armaduras Pesadas, perforen un hueco en la retaguardia!

No había necesidad de hacerlo. El frente de batalla de carros de guerra del Campamento del Norte estaba distribuido en una formación deficiente, retrocediendo tan pronto como hicieron contacto y dejando que las tropas de los occidentales retrocedieran.

Gu Yun le hizo un gesto a Tan Hong Fei no muy lejos. La Caballería Ligera se retiró silenciosamente, semejando a una manada de lobos salvajes que no sabían lo que era estrategia, echando a correr tan pronto como se las arreglaron para dar un mordisco, deteniéndose justo a tiempo.

De otra manera, esperando hasta que las tropas occidentales vinieran y reaccionaran, su mísera Caballería Ligera no sería nada más que comida para el enemigo. Por supuesto, cuando lo hicieron, el remolino negro había volado lejos, desaparecido en la oscuridad sin dejar rastro y ya no podía ser encontrado.

En el día 15 de abril del séptimo año de Long An, el Campamento del Hierro Negro atacó a las tropas occidentales durante la noche en el oeste de la ciudad de Dong’An.

En el día 17 de abril, las fuerzas de la vanguardia occidental fueron llevadas por la nariz en círculos por el Campamento de Hierro Negro durante unos días. Finalmente, incapaces de continuar con este altercado, habían solicitado refuerzos de la reserva de su nave, y luego permanecieron en un solo lugar.

En el día 23 de abril, los refuerzos del Ejército Occidental arribaron. La Caballería Ligera del Campamento de Hierro Negro fue obligada a retroceder. El Ejército Occidental continuó su persecución después de ganar una victoria, precipitándose hacia Wuqing. Terminaron siendo guiados por Gu Yun dentro de la trampa para activar la Red Antiaérea, más de la mitad de las Armaduras Águila de los occidentales resultaron dañadas, fueron obligados a retroceder una vez más.

En el día 26 de abril, la condición del Papa mostró señales de mejora, él regresó de inmediato para comandar las batallas personalmente.

En el día 29 de abril, Wuqing cayó. El día 3 de mayo, la Mansión Daxing fue fuertemente bombardeada por el Ejército Occidental.

Con decenas de miles de tropas occidentales presionando hacia adelante, Gu Yun llevó a un grupo de Caballería Ligera y Armaduras Águila desde el Campamento del Norte para ponerlos a prueba durante casi un mes, al final, no pudo continuar más.

En el día 7, Gu Yun retrocedió para defender la capital, todas las Nueve Puertas fueron cerradas fuertemente, los refuerzos todavía no habían llegado.

En este momento, todos los resentimientos y enemistades habían sido empujados fuera del muro de la ciudad, la capital de la Gran Liang comenzó el verano bajo la sombra de los árboles verdes, pero no había señales de botes con flores cantando sobre los lagos artificiales en la ciudad. Al final, los occidentales mandaron sus respetables enviados.    

Referencias

Referencias
1 NTE. 暗桩 Estaca Oculta. Un palo de madera o una columna de piedra que se inserta dentro del suelo o el agua en un extremo y que no puede ser vista directamente. En este caso son estructuras parecidas a columnas.
2 天圆地方, Literalmente. Cielo Redondo, Tierra cuadrada: una filosofía tradicional de la antigua china en la que la gente creía que el cielo era como un domo redondo y la tierra era plana. Esto también era incorporado en su arquitectura.
3 Torre “Recolector de Estrellas”.
4 Una referencia a Pan An, un escritor durante la Dinastía Jin. A donde fuera que él salía, cualquier dama, vieja o joven, le arrojaría frutas para expresar su adoración.

Anterior

índice de Contenidos

Siguiente

error: Content is protected !!