55. Fuego Ardiente
Hogar y país, odio y resentimiento: en este camino que se separaba en dos, cualquiera que fuera el camino que eligiera, nunca podría mirar de nuevo hacia atrás.
Todos estaban aturdidos por la conmoción.
Después de un largo rato, el mensajero finalmente recordó su misión para este viaje, dijo secamente: –General Tan, el Marqués…
–¡Silencio! –gritó de pronto Tan Hong Fei, mirando a su par de ojos de toro largos como una campana, luego se volvió hacia el hombre que estaba arrodillado en la sala. Por un momento, su garganta estaba apretada, y cada vello sobre su cuerpo se erizó de golpe: –¿Qué dijiste? Sé más específico: ¿cuál súbdito leal?
El hombre de mediana edad se enderezó, su rostro estaba pálido y enfermizo, luciendo bastante patético, pero portaba con él una indescriptible determinación: –Veinte años atrás, las tribus norteñas fueron devastadas por un desastre natural. La ambición del Rey Lobo estaba desbordándose, y movilizó tropas para invadirnos. Con el poder del Campamento del Hierro Negro, el viejo Marqués estabilizó la Frontera Norte, haciendo que los lobos inclinaran sus cabezas derrotados, mandando sus tributos y a las diosas hermanas dentro de la corte de la Gran Liang. El Emperador anterior, Yuan He, tomó a la hermana mayor como consorte, otorgándole a la hermana menor el título una Jun Zhu[1]Es el mismo título que Jun Wang pero para una mujer., entrando al palacio para servir y esperar a ser desposada por un miembro de linaje real.
“–Inesperadamente, esas dos mujeres demoníacas albergaban intenciones maliciosas. Primero elaboraron cartas falsas del Viejo Marqués estando en contacto con el Rey Lobo de ida y vuelta, acusándolo de amenazar a las dieciocho tribus después de que la guerra terminó, tomando y almacenando silenciosamente ziliujin para sí mismo. Después usaron artes oscuras para hechizar al Emperador anterior, creando durante día y noche una grieta en la amistad entre el gobernante y el súbdito…
Habiendo escuchado esas pocas oraciones, el alcalde Zhu parecía querer explotar de rabia, gritó de inmediato: –¡Hombres! ¡Capturen de inmediato a este plebeyo ignorante que se atrevió a degradar al anterior Emperador!
Los ojos de Tan Hong Fei casi salen de sus órbitas: –¡Déjame ver quién se atreverá!
Tan pronto como rugió, las filas de soldados del Campamento del Norte a su lado desenvainaron sus armas al unísono, sus espadas brillando como la nieve, los patrones de bestias feroces en las empuñaduras parecían querer cobrar vida y devorarlo todo.
El rostro de Zhu Heng se volvió de un pálido verdoso, y reuniendo la última gota de coraje propia de un académico, su voz tembló: –Tan Hong Fei, ¿quieres revelarte?
Tan Hong Fei resopló, dando la vuelta y bajando los escalones de piedras con grandes zancadas, caminando directo frente al hombre de mediana edad. Insertó su larga espada en el suelo, permaneciendo tan alto como una torre de acero, y presionó: –Tu continúa, ¿qué pasó después?
El hombre dijo: –¿Aún recuerda el general? Ese año, cuando el pequeño Marqués todavía era joven, sin nadie en casa para atenderlo, después de lo que la frontera había sido estabilizada, el Viejo Marqués había discutido con la princesa sobre llevarlo a la guarnición.
Los ojos de Tan Hong Fei centellaron. En unas pocas palabras, antiguos recuerdos fueron evocados del descolorido paso del tiempo. Todavía lo recordaba con claridad, el actualmente famoso Mariscal Gu era un niño problemático sin más ni menos, no había estragos que no pudiera causar, sin temerle a nadie. El Viejo Marqués y la Primera Princesa no tenían a otros mayores para disciplinarlo en su lugar, y viendo que estaba a punto de convertirse en un rufián, no tuvieron más opción que llevarlo con ellos.
Tan Hong Fei: –Si, eso es verdad.
El hombre de mediana edad dijo: –La malvada mujer aprovechó esta oportunidad para calumniar al Viejo Marqués, diciendo que, si esta vez llevaba consigo a su único hijo, entonces seguramente debería estar tramando algo grande, que quizás pretendía dividir el país en este y oeste y gobernar al lado del Emperador.
“–El Emperador Yuan He había sido atrapado por su hechizo, sintiendo una aversión increíble hacia el Viejo Marqués, pero al mismo tiempo temiendo al Campamento del Hierro Negro que podía llevar al norte bárbaro a la ruina con tan sólo treinta miembros de la caballería de hierro. No sabía qué hacer.
Tan Hong Fei: –¡Absurdo!
La expresión del hombre de mediana edad no cambio, continuó hablando: –En ese entonces, la mujer demoniaca y otro traidor trabajaron juntos para crear un plan malvado, ordenándole a mi fallecido padre adoptivo, el eunuco Wu, usar la excusa de recompensar al ejército para liderar a treinta soldados suicidas y dos hombres que estaban bien versados en las artes oscuras a la Frontera Norte, mezclándose dentro de la guarnición y llevando a cabo el asesinato.
“–Con el fin de prevenir que su plan fuera expuesto en el futuro, instruyeron deliberadamente a los soldados suicidas para tatuarse una cabeza de lobo en su pecho, pretendiendo ser bárbaros.
La respiración de Tan Hong Fei se estaba volviendo cada vez más y más pesada.
Ese año, treinta soldados suicidas se habían mezclado dentro de la guarnición sin ninguna advertencia, parecían haber caído del cielo. Primero usaron una táctica sucia, mezclando una droga en polvo que podía entumecer los miembros en su comida y bebida, luego se vistieron con Armaduras Ligeras y llevaron a cabo un ataque sorpresa. Puesto que sus soldados se habían acostumbrado a la imagen de la caballería en Armaduras Ligeras pasando cada día, por un momento no estuvieron preparados…
Tan Hong Fei murmuró: –Es correcto, todo lo que has dicho es correcto. En ese entonces, yo sólo era un pequeño general, esos soldados suicidas en Armaduras Ligeras, de hecho, eran sólo treinta personas.
El Viejo Marqués usó treinta Armaduras Pesadas para destruir a las dieciocho tribus, la mujer demoniaca le regresó treinta Armaduras Ligeras, provocando que el invencible Campamento del Hierro Negro flaqueara, incluso hiriendo al único descendiente del Marqués del Orden.
Tan Hong Fei repentinamente rio en voz baja: –Ese único hecho fue lo más vergonzoso para el Campamento del Hierro Negro. Todavía recuerdo que, en ese tiempo, el Viejo Marqués había dejado el campamento para patrullar, Su Alteza, la Princesa se estaba sintiendo incómoda así que no comió. Si no, quizá ese día, el pequeño Marqués no habría sido el único que fue herido, ¿es correcto?
El Comandante del Campamento del Norte golpeó ferozmente su larga espada contra el suelo, el grueso piso de piedra se resquebrajó con el impacto: –En un ataque de enojo, la Princesa había insistido que existían espías dentro de nuestro campamento, más de diez de nuestros hermanos a cargo de la defensa de la guarnición de la Frontera Norte no pudieron evadir este crimen, eran inocentes pero la lógica decía lo contrario, incapaces de explicarse, sólo pudieron descargar sus armaduras, uno por uno, regresando a la capital para recibir su castigo…
“–Después de tantos años, yo todavía la detestaba en silencio, por haber pensado que se había vuelto insensata debido al amor que sentía por su hijo… Resultaba que realmente era verdad…
Cuando Tan Hong Fei llegó a este punto, sus lágrimas cayeron sin ninguna advertencia. Él no las limpió, tampoco se puso sentimental. Permaneció quieto, de pie tan alto como una torre de acero, sollozando como si estuviera bajo un dolor inmenso.
Zhu Heng se quedó pasmado en su lugar por las lágrimas del rey demonio de cara oscura. Por un tiempo, incluso su corazón que estaba lleno de ira parecía haber sido tocado por algo, su irritación filtrándose lentamente.
El alcalde Zhu no pudo evitar relajar su tono de voz y dijo: –Este asunto es de gran importancia, involucrando muchas facciones. Sería injusto escuchar sólo a un lado de la historia de este hombre, el General Tan debería ser precavido.
Tan Hong Fei volvió a sus sentidos. La verdad era que él ya le había creído en un setenta u ochenta por ciento, nadie entendía más acerca de la defensa impenetrable del Campamento del Hierro Negro que Tan Hong Fei, a quien le había sido encomendada la protección de la guarnición de la Frontera Norte ese año.
A pesar de que Gu Yun no los había maltratado ni una sola vez: a los viejos miembros del Campamento del Hierro Negro; él incluso lo recomendó como Comandante para el Campamento del Norte, pero Tan Hong Fei nunca pudo olvidar los agravios de su incompetencia que tenía que cargar, sin nadie a quien expresárselos.
Tan Hong Fei miró a Zhu Heng y apretó sus dientes. Agachó su cabeza y le preguntó al hombre de mediana edad: –Cierto, ¿qué evidencia tienes?
El hombre sacó la carta, inclinando su cabeza: –Esta carta ha sido escrita por mi padre, su cuerpo está colocado fuera de la entrada, después de que el General la lea, sabrá si era o no Wu He, también sabrá si mis palabras fueron verdad o mentira.
Zhu Heng frunció el ceño, pero Tan Hong Fei ya le había ordenado a su gente que levantara el cuerpo.
Un momento después, un cuerpo masculino que parecía un árbol seco fue cargado al interior. Morir ahorcado ciertamente no era pacífico, sus mejillas estaban hundidas, su lengua expuesta y la garganta estaba teñida con azul y purpura. Tan Hong Fei sólo le dio un vistazo e inmediatamente retiró la vista, como si no pudiera soportar la carga: –Recuerdo que hay una cicatriz con forma de triángulo bajó la esquina del ojo del viejo eunuco…
El hombre de mediana edad arrodillándose en el suelo se arrastró lentamente hacia el cuerpo, haciendo a un lado el seco cabello blancuzco. En la esquina de sus ojos cubiertos con arrugas y marcas estaba, en verdad, una vieja cicatriz con la forma de un triángulo.
Los alrededores cayeron en un silencio mortal, el rostro de Zhu Heng estaba completamente lívido. De súbito, respiro hondo y alzó su mano para ajustarse el sombrero oficial que se había inclinado a un lado debido a un manotazo del General Tan. Las manos del académico todavía estaban temblando, preguntó: –¿Qué pasó después?
El hombre de rodillas en la entrada dijo: –Afortunadamente, el pequeño Marqués fue bendecido por los cielos y no pereció frente a la desgracia. Más tarde, cuando el Emperador anterior despertó del hechizo de la mujer demoniaca, se había arrepentido profundamente, deshaciéndose en secreto de las hermanas bárbaras y otorgándole al pequeño Marqués gracia infinita, incluso llevándolo al palacio para cuidar de él personalmente
–A pesar de que la mujer demoniaca había pagado por su crimen, pero el villano quien le dio en algún momento esta idea al Emperador anterior seguía ahí. Temiendo inmensamente que la familia Gu continuara recibiendo la gracia del monarca justo como antes, se había unido con el eunuco Wu para tomar medidas contra el pequeño Marqués nuevamente.
Zhu Heng: –El secreto del palacio, tienes que pensar con claridad antes de hablar.
El hombre de mediana edad rio en voz alta: –Gracias. Cuando era joven, era un granjero que creció en la Frontera Norte. Mi familia había sido tiranizada por los bárbaros durante generaciones. Mis padres y todos mis hermanos fueron asesinados por ellos, fue el viejo Marqués quien nos había salvado, vengándonos. Este plebeyo es de bajo estatus y ha estado soportando esta carga durante muchos años, sirviendo a este viejo eunuco no por la riqueza ni por los beneficios de su familia, ¡si no esperando por este día!
Tan Hong Fei ya no tenía corazón para ser sorprendido, sus emociones parecían casi haberse entumecido: –Pero recuerdo que el que murió ese año fue Su Alteza, el Tercer Príncipe.
–Sí, –dijo el hombre. –Wu He aplicó un tipo de veneno que podía dispersarse en el aire en la lámpara de vapor usada diariamente por el pequeño Marqués. Wu He había dicho que el pequeño Marqués amaba encender la lámpara en el nivel más alto cuando era joven y a menudo la dejaba encendida durante toda la noche, sin apagarla incluso a la hora de dormir. Después de un periodo de tiempo tan largo, el reverso de la lámpara siempre se pondría lo suficientemente caliente como para cocer un huevo. Naturalmente el veneno se derretiría y se mezclaría en el aire, y sería inhalado dentro de los pulmones.
“–El afectado comenzaría teniendo fiebre continuamente y tosería sin parar al inicio. Puesto que esos síntomas eran comúnmente vistos en los niños, no serían notables, pero el cuerpo se debilitaría con el paso del tiempo, después de que el veneno entrara en los órganos internos, todos los medicamentos serían ineficaces.
Parecía que los ojos de Tan Hong Fei querían escurrir sangre.
–En ese entonces, la lámpara de vapor usada por el pequeño Marqués en el palacio era de la clase que tenía una pantalla hecha de un colorido cristal entintado, mandadas especialmente por los occidentales. Eran extremadamente caras, sólo el joven Príncipe y el pequeño Marqués las usaban, ni siquiera la Emperatriz tenía una.
“–Inesperadamente, el Tercer Príncipe rompió accidentalmente su lámpara de vapor occidental. Estaba preocupado acerca de ser reprendido, por lo que tampoco se atrevió a pedirle ayuda a nadie. El pequeño Marqués entonces cambió su propia lámpara por la del Tercer Príncipe, pegando en secreto las piezas rotas, colocando un libro sobre ella y pretendiendo usarla normalmente como antes.
“–Lo que pasó después, todos ustedes ya lo saben, el Tercer Príncipe murió muy joven. El anterior Emperador estaba furioso, ordenando una exhaustiva investigación en el interior del palacio. Wu He fue encarcelado por su crimen de asesinato del príncipe, convirtiéndose en el chivo expiatorio para el traidor.
Justo cuando el hombre terminó esto, el volteó sus mangas y se inclinó sobre el suelo, elevando su voz: –Este plebeyo ha terminado de decir todo de principio a fin, gracias a todos ustedes, generales y oficiales. El hombre malvado de ese año quien todavía camina fuera de las garras de la ley es el Tío Imperial: ¡Wang Guo!
Zhu Heng fue tomado por sorpresa: –¡Qué osado… qué osado de tu parte!
El hombre de mediana edad respondió: –¡La osadía es tan grande como los cielos, dispuesta a dejar este insignificante cuerpo mortal!
Zhu Heng presionó: –¿Cuál es tu evidencia?
El hombre de mediana edad sacó una carta lo suficientemente vieja como para deshacerse: –Respondiendo al Maestro, aquí está una carta que el Tío Imperial Wang y el eunuco Wu intercambiaron en secreto ese año, todos ustedes entenderán si es verdad después de que le hayan dado un vistazo.
Después de eso, el hombre colocó la carta sobre el suelo y luego se inclinó ligeramente hacia atrás, pareció dejar salir un ligero suspiro.
–Todas las maldiciones y resentimiento del pasado, terminarán hoy aquí.
Cuando Tan Hong Fei notó había algo extraño respecto a él, era demasiado tarde. El hombre se levantó. Antes de que nadie pudiera responder, se dio la vuelta y embistió directo contra la columna enseguida de él.
Sangre y materia gris se dispersaron por todo alrededor. Murió en el acto.
Este también podría ser considerado un tipo de soldado suicida.
En ese momento, en las aguas termales, los párpados de Gu Yun no dejaba de contraerse.
El Comandante de los guardias de la mansión, Huo Dan, de repente irrumpió en el interior, completamente sin aliento debido al pánico: –Mar… Marqués…
Gu Yun se dio la vuelta: –¿Qué ocurre?
Después de enterarse sobre el cambio en la capital, el corazón de Huo Dan había estado saltando salvajemente en su pecho, pero todavía no había tenido tiempo para abrir su boca, cuando súbitamente, la puerta se abrió de golpe.
Chang Geng sostenía fuertemente a un pájaro de madera en su mano. La pequeña cosa tenía su pico abierto, sus alas estaban agitándose, y su cabeza había sido separada de su cuerpo. La dura madera había sido aplastada por él, los irregulares engranajes en su interior estaban expuestos, enterrándose en su palma, creando un revoltijo de carne y huesos.
Pero en este momento, él no parecía conocer el dolor. Como un pez que ha salido del agua, jadeó con dificultad en busca de aliento, pero su pecho no podía contener ni siquiera un poco de aire.
Tenía un trozo de papel de grano de mar cubierto de sangre en su mano. Después de todo, el pájaro de madera continuaba siendo mucho más rápido que un caballo. Alguien ya le había transmitido el hilarante evento de la capital.
El pecho de Chang Geng se sentía como si tuviera clavado un cuchillo afilado, podía sentir la sangre escurriéndose cada vez que inhalaba. Caminó frente a Gu Yun con pasos vacilantes y lo abrazó.
Huo Dan quien estaba a un lado estaba desconcertado: –Mar…
Gu Yun hizo un gesto hacia él: –Viejo Huo, sal primero.
La garganta de Huo Dan se contrajo. Quería decir algo, pero al final, se retiró silenciosamente.
La fuerza de este desafortunado niño no era para nada escasa. Gu Yun sintió que su vieja cintura estaba a punto de romperse bajo su agarre. Cuando Huo Dan ya se hubo retirado, extendió su brazo y palmeó su espalda: –¿Qué ocurre?
Chang Geng bajó su cabeza y enterró su rostro en su hombro, a su alrededor estaba el aroma medicinal de Gu Yun. En el pasado, solo esta esencia podía hacer que se sintiera aliviado. Incluso si tenía pesadillas, todavía podía romper a través de la neblina, pero justo ahora, él deseaba nunca volver a sentir este fuerte aroma medicinal de nuevo.
Chang Geng cerró sus ojos, había explosiones dentro de sus oídos. Su corazón estaba vacío, quedándose solo con un pensamiento: “Debo matar a toda la familia Li”.
Gu Yun tomó la arrugada pieza de papel de su mano y pasó sus ojos sobre ella. Sintió un escalofrío al instante. Empujando con fuerza a Chang Geng a un lado, gritó: –¡Huo Dan!
En la puerta, Huo Dan pudo escucharlo y empujó la puerta de inmediato.
Gu Yun estaba a punto de enloquecer. Se incorporó abruptamente, provocando que la escena frente a él se volviera negra por un momento. Sujetó el borde de la mesa, su brazo no dejaba de temblar.
–Prepara el caballo, debo volver a la capital, –Gu Yun inhaló profundamente. –tu lidera… cof…
Su voz se rompió cuando llegó a esta parte, ningún sonido salió. Aclaró su garganta: –Toma unas cuantas Armaduras Ligeras y adelántate, debemos detener a Tan Hong Fei.
Huo Dan lo miró profundamente: –¡Sí!
Gu Yun se volvió para sacar su propio atuendo y Armadura Ligera, pero Chang Geng sujetó su muñeca.
Chang Geng: –¿Es verdad?
Gu Yun bajó la mirada hacia él. Dentro de sus ojos había nubes crecientes y vientos furiosos, luciendo muy complicados.
Después de una pausa, Gu Yun murmuró: –Por supuesto que no, la magia solo son tonterías sin evidencia, y el Tío Imperial solamente es…
“Solamente es un sirviente por debajo del trono, actuando como se le ordena. Las hermanas bárbaras del norte solo eran dos personas miserables que habían perdido su hogar y su país, extraviándose muy lejos en una tierra distante.”
Todo el mundo sabía la verdad, pero nadie se atrevía a decirla en voz alta.
Gu Yun retiró su mano: –Está a punto de volverse un caos muy pronto, no deberías volver a la capital, quédate aquí por un par de días…
Chang Geng se rehusaba a dejarlo ir: –Entonces eso significa que, a excepción de las partes correspondientes a la magia y Wang Guo, ¿todo lo demás es verdad? Lo sabías, ¿siempre lo has sabido?
A Gu Yun se le estaba acabando la paciencia: –¿Qué hora es ya? ¡Aún estás parado allí causando problemas, hazte a un lado!
Chang Geng casi abrió su boca al mismo tiempo que él, su voz baja: –¿Por qué todavía estás dispuesto a poner todo tu corazón y tu fuerza en cuidar de este país roto por él? ¿Por qué continúas soportando innumerables compromisos, siendo condescendiente con sus demandas una y otra vez? ¿Por qué me acogiste? ¿Criándome y cuidando de mí durante tantos años?
A comparación del grito de enojo de Gu Yun, su susurro era tan ligero como cuando cae la nieve, pero no había forma de saber cómo, en el momento en el que las sentencias dejaron su boca, la persona que se suponía debía escucharlas fue capaz de entender cada palabra sin fallo.
El corazón de Gu Yun se contrajo.
Los labios de Chang Geng estaban completamente pálidos, su mirada penetrando a través de él: –Yifu, ¿por qué?
La garganta de Gu Yun saltó, estaba perdido sobre por dónde comenzar… y cómo comenzar.
La verdad sea dicha, él tampoco estaba al tanto de lo que estaba pasando en su interior, siempre había asumido que su herida fue solo un accidente. Siempre pensó que no fue capaz de proteger a A Yan con suficiente cuidado y solo pudo ver al chico morir por la batalla en el palacio interior.
Hasta que… cuando se le ordenó escoltar a Jia Lai Ying Huo fue que descubrió de la boca de este hombre que no albergaba buenas intenciones, que los venenos de las diosas de las sabanas no son transmitidos a desconocidos. A través de varias generaciones, solo ella los conocía, ni siquiera los miembros de la tribu estaban informados.
El incidente de las treinta Armaduras Ligeras provocando una gran pérdida al Campamento del Hierro Negro veinte años atrás no tenía relación alguna con las tribus de Man.
Hogar y país, odio y resentimiento: en este camino que se separaba en dos, cualquiera que fuera el camino que eligiera, nunca podría mirar de nuevo hacia atrás.
Los incontables detalles ocultos en el interior eran imposibles de decir en voz alta a las personas ajenas. Al final, Gu Yun no respondió, retirando forzosamente la mano de Chang Geng, atando su cabello y vistiendo su armadura.
El General tenía un corazón, pero desafortunadamente, estaba hecho de hierro.
No podía decirse que la reacción de Gu a Yun fue lenta. No podía decirse que los cientos de tropas de la mansión fueran inefectivas y, aun así, era demasiado tarde.
Fin del Tomo II
Que triste como el amor y el temor del emperador anterior al final terminaron hiriendo a Gu Yun , que en este tipo de ambiente el amor solo es fugaz , una ilusión que el pobre Gu no pudo dejar de lado.
¡No puedo creer lo que estoy leyendo! Tanto daño le han hecho a Gu Yun y él aún así es capaz de dar todo por su país.
Este capítulo me destrozó el alma, saber el sufrimiento que ha tenido que soportar desde pequeño, el intento de asesinato y aquella maldición que se mencionó en los primeros capítulos, añadiendo su parcial ceguera y sordera. Y aún así, es temido por los Emperadores.
No quiero que sufra, pero siento que de aquí en adelante será sufrimiento para mi querido Gu Yun. ☹❤
¡Muchas gracias por traducir! ❤❤❤