53. Aliviar
Gu Yun en verdad lo entendía bien: cuando se trataba de ciertas cosas, entre más evasivo se era, más parecía un tabú, sería más tóxico. Él, sencilla y generosamente, lo dejó ver todo lo que quisiera: de todas formas, en realidad no había nada bueno para ver.
Cuando Chang Geng arribó, sus pasos eran firmes, todo estaba en orden, el mundo entero parecía estar en sus manos. Cuando partió, se había convertido en una pasta con forma humana, sin saber con cuál pie pisar primero para salir por la puerta.
En la noche oscura donde la calidez se convertía en frialdad, el aliento que pasaba dentro y fuera de su pecho parecía una flama violenta.
Chang Geng huyó de vuelta a su patio con pánico, inhaló y recargó su frente contra la marioneta de entrenamiento con espada en el patio trasero.
Después de que hubieron pasado varios años, esta marioneta de hierro ya encontraba fuera de servicio y no podía usarse. Es solo que Chang Geng no estaba dispuesto a deshacerse de ella, por lo que la dejó quedarse en el patio como una decoración para colgar linternas.
Su fría superficie rápidamente enfrío el pecho ardiente de Chang Geng. Alzó la mirada a su gran compañero, rememorando los viejos recuerdos de su juventud.
Recordó que él solía dejarla cargar una canasta en la que empacaba el desayuno cada día, entonces un chico y una marioneta correrían deseosos hacia las habitaciones de Gu Yun, escuchando sus interminables discursos de norte a sur.
Y cuando se prepararon para el cumpleaños de Gu Yun, habían envuelto todo su cuerpo con ridículos listones y sedas, dejándola cargar un tazón de fideos que no lucía para nada apetitoso para desearle a esa persona un feliz cumpleaños…
Pensando en ello, Chang Geng no pudo evitar sonreír un poco, todos sus recuerdos alegres y cálidos estaban relacionados con Gu Yun.
Chang Geng colgó la lámpara en su mano sobre uno de los brazos de la marioneta, luego palmeó afectuosamente el engranaje expuesto en su espalda. Recordando las dos oraciones de Gu Yun de hacía un momento, suspiró, sus ojos se oscurecieron.
Había asumido que Gu Yun podría estar furioso, o quizás lo persuadiría repetidamente. No esperaba que Gu Yun mostrara tal actitud.
Gu Yun había presentado claramente su opinión de forma pacífica: “Sigo siendo tu yifu, aún te quiero muchísimo, no importa lo que pienses en tu interior, para mí, todo será lo mismo que antes. Perdonaré cualquier ofensa, todas tus palabras, no me lo tomaré a pecho. No puedo corresponder a tus deseos que van contra el orden normal, pero también creo que un día regresaras el camino correcto.”
Chang Geng escribió “sin deseos”[1]Tomado de la frase completa: solo sin deseos puede uno levantar su cabeza en alto. sobre su cuerpo, y Gu Yun le dio a él una respuesta “tan sólida como una roca, completamente inamovible.”
–Ha usado toda esta atención conmigo. –dijo Chang Geng con una sonrisa amarga, – Deberías haberte guardado algo de tus deseos personales enfrente de esa persona en el palacio.
Chang Geng sabía por qué de pronto Gu Yun no continuó sus palabras, no era para nada porque él estuviera siendo una molestia, he ahí porque Gu Yun quisiera que se fuera antes: sino porque había adivinado más o menos cuáles serían sus siguientes palabras, sugiriéndole eufemísticamente no mencionarlas.
En la actualidad, esquivar el filo era el plan inferior, el mejor paso a tomar enseguida era rebelarse: usar el poder militar para controlar y reemplazar el poder político, y de ahí en adelante, los asuntos políticos y militares serían capaces de unirse como uno solo.
Si hubiera un ramo de fuerza que pudiera mandar tropas al extranjero en cualquier momento, las leyes concernientes a las rutas marítimas y la Ruta de la Seda entonces sería libres para ser modificadas a su mejor interés. En ese momento, la Gran Liang sería capaz de avanzar y retroceder a voluntad, y el prestigio se extendería a lo largo y a lo ancho, entonces podrían ser lo suficientemente tolerantes para dejar ir la prohibición de ziliujin.
Pero era una lástima que debajo de la impropia piel de Gu Yun, bajo la resolución para matar, se escondían los siempre virtuosos y nobles huesos que podrían soportar cualquier viento y tormenta: nunca sería capaz de cometer tales actos para derrocar al trono y robarse el país.
Chang Geng entró caminando lentamente a su habitación. En este momento, el sonido familiar del batir de las alas de un ave flotó en el aire. Chang Geng extendió su mano y atrapó al desgastado pájaro de madera. Lo abrió para encontrar una carta de Chen Qing Xu.
Era raro de su caligrafía el ser así de desordenada y sucia, Chang Geng se las arregló para descifrar lo que estaba escrito con mucha dificultad: “He descubierto la fuente del veneno en el cuerpo del Mariscal. Si puedo encontrar la receta secreta, un antídoto puede ser creado.”
Los pasos de Chang Geng se detuvieron.
Sin embargo, su éxtasis todavía no había tenido la oportunidad de elevarse cuando vio la siguiente oración de Chen Qing Xu: “Pero sus ojos y oídos han estado dañados durante muchos años, incluso ataca al veneno con veneno, el efecto se ha estado acumulando durante un largo tiempo. El veneno puede ser curado, pero la depresión es difícil de tratar, Su Alteza, prepárese por favor».
Otra línea le seguía, su escritura era incluso más desordenada: “Sospecho que éste es el secreto desconocido por las personas ajenas a la diosa bárbara. Puesto que la última diosa entró al palacio como un acto de paz, ha sido difícil encontrar más pistas desde fuera del país. Si es conveniente, puede intentar buscar una o dos en el palacio prohibido.”
Chang Geng leyó de principio a fin, luego enrolló la carta y la quemó por completo, su corazón se hundía.
El Marqués del Orden había estado en el campo de batalla por varias generaciones, sus contribuciones eran increíblemente grandes, la mansión del Marqués también era un regalo especial del monarca. Cuando uno miraba hacia arriba desde el pequeño patio donde vivía Chang Geng, uno podría distinguir el magnífico techo curvo y dorado del palacio bajo la luz de la luna. Chang Geng observó premeditada y, a la vez, impremeditadamente en dirección al palacio. Parecía haber una oleada de viento y un trueno en sus ojos.
Sólo destelló por un breve momento, al instante retrocedió de vuelta su interior, indetectable.
Temprano a la mañana siguiente, Gu Yun en verdad siguió el consejo de Chang Geng, mandando su disculpa escrita al palacio.
Primero expresó su propio progreso reflexionando sobre sus acciones y reconoció sinceramente su error con el Emperador, entonces declaró que su vieja lesión había reaparecido, temiendo que fuera difícil manejar la responsabilidad, solicitó al Emperador tomar de vuelta su Insignia de Mariscal.
La enfermedad era una excusa comúnmente vista, pero sorpresivamente, esta solicitud del -Marqués del Orden no parecía para nada como una excusa: para que empleara su propio estilo de caligrafía Kai que se había hecho algo de renombre por sí sola entre la gente común para enlistar todos los detalles relacionados con la transferencia de asuntos militares; y finalmente, estipulando una absurda solicitud para mover la ubicación de su arresto domiciliario hacia los suburbios de la capital.
Las palabras elegantes no podían ocultar el significado oculto entre líneas: “Ya he reflexionado sobre mis acciones, déjame salir a divertirme.”
Esta solicitud llevaba el estilo del Marqués del Orden, teñida con un toque de arrogancia y honestidad, uno podría decir con solo darle un vistazo que sin duda no era el trabajo de un consejero escribiendo en su lugar.
El Emperador Long An retuvo esta solicitud durante un día, no la abrió a discusión, pero tampoco la aprobó. Al día siguiente, mandó como presente muchas hierbas valiosas para mostrar su gracia, levantando la orden de arresto domiciliario: esto podría ser considerado como una aquiescencia a la renuncia de Gu Yun. Para expresar respeto, no buscó a alguien para reemplazarlo, únicamente dejando la Insignia de Mariscal suspendida en el aire. Luego usó palabras cálidas para tranquilizar, declarando que después de que el Marqués regresara a la corte tras su recuperación, la Insignia de Mariscal le sería devuelta.
En la tarde del mismo día, Li Feng de alguna forma había sacado un libro que había leído en su juventud, una nota de caligrafía cayó desde el interior. Comparada con la solicitud escrita sobre su escritorio, la escritura era ligeramente más juvenil, en ciertas partes de la transición entre caracteres, la falta de fuerza en la muñeca parecía mostrarse, pero el potencial de lo que estaba por venir ya podía ser visto.
Li Feng recogió la nota y la miró con detenimiento, luego le preguntó repentinamente a Zhu Pie Pequeño en un tono de voz ligeramente asombrado: –¿Sabes quién escribió esto?
Zhu Pie Pequeño fingió estar confundido: –Eso es… Este viejo sirviente no entiende si esta escritura es buena o mala, pero como es conservado por Su Majestad, ¿debe provenir de la mano de un artista famoso?
–Tu boca es tan dulce: pero en verdad puede ser considerado como el trabajo de una persona famosa. Esto fue escrito por el tío Shiliu. –Li Feng puso la nota suavemente sobre la mesa, aplanándola con un pisapapeles. Pareció rememorar el pasado, sus ojos mirando a la lejanía:
–Cuando era joven, no practiqué caligrafía diligentemente y fui reprendido por mi Padre Real. Cuando el tío supo sobre esto, se quedó despierto durante toda la noche, al día siguiente, me trajo una pila de notas de caligrafía de muestra…
En esa ocasión, los ojos de Gu Yun ya no estaban bien, incluso se ponían peor durante la noche, incapaces de ver nada. Sólo podía usar el monóculo. Después de una noche de trabajo duro, sus ojos se habían vuelto rojos, mostrando un par de ojos de conejo al día siguiente, incluso intentando mostrar una expresión de total seriedad en frente de ellos.
Li Feng continuó, recordando los viejos días, su tono teñido con nostalgia, murmurando para sí mismo: –Y decir que el tío fue tan introvertido en su infancia, no le gustaba para nada estar cerca de la gente. En verdad está lejos del presente…Ah, sí, ¿dónde se encuentra ahora?
Zhu Pie Pequeño replicó: –Escuché que había ido a las aguas termales en el norte para recuperarse.
Li Feng no pudo sino reír: –¿En verdad salió a divertirse? Olvídalo… Acaban de mandarnos té primaveral de Jiangnan, ve a pedirle a alguien que le dé un poco. Cuando regrese, dile que me escriba un rótulo para mi palacio en el norte.
Zhu Pie Pequeño respondió con prontitud, no necesitaba mencionar nada más: sintió que esto ya era suficiente.
En la tarde del mismo día, la estación de guardia del noroeste mandó una carta expedita de mil trescientos kilómetros, declarando que había cambios inusuales en la frontera, el Campamento del Hierro Negro se rehusó a escuchar la Orden de Percusión, y detuvo al gobernador Meng, y así consecutivamente.
El Emperador Long An estaba recordando los viejos días. Recogió el asunto y luego lo dejó suavemente. Sólo mandó personas a regañar a He Rong Hui por ignorar las leyes, recortándole poco de su salario como castigo sólo por hacer algo, dando instrucciones al Campamento del Hierro Negro para continuar resguardando estrictamente la frontera.
No fue fácil para Chang Geng encontrar el momento correcto para ir a las aguas termales en los suburbios del norte para poner al tanto a Gu Yun con lo que le seguía, sólo para ver que Gu Yun estaba envuelto en una bata de baño, con sus dos pies remojándose en las aguas termales, una copa en mano y dos hermosas camareras a su lado masajeando sus hombros, tan dichoso como si viviera en el paraíso.
Gu Yun uso la excusa de retirarse para recuperarse, y permaneció fiel a sus palabras, se estaba “recuperando” de todo corazón.
Éste medio sordo no fue capaz de escuchar a nadie entrar, alzando su cabeza para murmurar algo a la joven señorita enseguida de él. No había forma de saber lo qué dijo, la camarera no habló, sólo rio, su rostro sonrojándose de un color rojo brillante.
Chang Geng: –…
Gu Yun vio que el rostro ruborizado de la camarera resultaba muy adorable, casi quería alzar su mano para tocarlo. La mano sólo se había levantado a medio camino. Entonces vio a las dos chicas presentar cortesía rápidamente hacia alguien, y la retiró automáticamente.
Gu Yun no fue capaz de ver quién había llegado cuando se volvió, buscando alrededor su monóculo y colocándolo sobre el puente de su nariz.
Al ver a Chang Geng, este viejo pero impropio personaje no se sintió para nada avergonzado, incluso le invitó felizmente a que se acercara, levantándose perezosamente: –No he sido capaz de descansar durante un largo tiempo, todos mis huesos crujieron por estar acostado.
Chang Geng: –… ¿Quizás no crujieron sólo por acostarse?
En cuanto estas palabras dejaron su boca, se arrepintió instantáneamente
–¿Huh? – Gu Yun no pareció escucharlo, preguntando con un rostro perplejo, –¿qué?
De alguna forma, Chang Geng recordó que esta persona nunca podía escuchar lo que no quería oír cuando él y Shen Yi estuvieron viviendo encubiertos como ermitaños en el pueblo de Yanhui.
Originalmente, él ya era un experto en hacerse el tonto[2]Original, dicho: “pretendiendo ser un ajo” 装蒜; con el mismo significado. . Algunas veces pretendiendo no escuchar, era incluso más poderoso, como un tigre con alas.
El Marqués del Orden: el ajo[3]ver ref. 2 número uno de la Gran Liang, le preguntó alegremente: –Cierto, ¿trajiste mi medicina? En la noche, te llevaré a Xue Mei Zhai en la parte de atrás. Hay unas cuantas cantantes nuevas que acaban de llegar. Se dice que estarán compitiendo por el lugar número uno en la torre Qi Yuan al final del año, vayamos a sondearlas por adelantado.
Chang Geng pensó que cómo Gu Yun le había dicho que llevara su medicina con él, debería ser un asunto urgente. Resultó ser porque los oídos sordos no eran lo suficientemente buenos para disfrutar del vino de flores[4]Beber vino en la compañía de una prostituta., dejó salir instantáneamente una sonrisa para nada divertida: –La medicina contiene tres partes de veneno, cuando no sea nada urgente, yifu debería beberla menos.
Gu Yun le dio le dio una respuesta es completamente irrelevante: –Mnm, bien, qué bueno que la trajiste, el agua es muy agradable aquí, ven a tomar un baño para relajarte.
Chang Geng: –…
Ya no quería razonar con él. –El Emperador ya recibió el reporte de la Línea del Noroeste. Todo está seguro, puedes descansar tranquilo.
Gu Yun asintió lentamente: –Mm… ya has venido aquí, ¿no vas a darte un baño un rato conmigo?
–… No, –dijo Chang Geng, su expresión fría como el hielo. –Yifu disfrútalo por tu cuenta.
Gu Yun chasqueó su lengua decepcionado, entonces, sin sentirse avergonzado frente a Chang Geng, sintiendo que no había nada de qué sentirse avergonzado, se desvistió tranquilamente y se metió directo en el agua.
Chang Geng fue atrapado con la guardia baja y retiró su mirada rápidamente. No había ningún lugar sobre el cual colocar sus ojos, tomó una copa de vino, dándole un trago como para ocultar algo. Sólo después de que sus labios la tocaron fue que recordó: ¡esta era la copa de Gu Yun!
Se incorporó torpemente y casi tira la pequeña mesa. Dijo secamente: –Sólo vine a informar a yifu, es bueno que sepas, yo… yo tengo que hacerme cargo de algunas cosas, me retiro primero.
–Xiao Chang Geng. –lo llamó Gu Yun, haciendo a un lado el monóculo que ya había sido empañado por el vapor caliente, su línea de visión estaba ligeramente desenfocada, pero todavía lucía como un rey dragón comandando el agua, recargándose en la orilla, dijo descuidadamente, –Ambos somos hombres, tengo lo que tú tienes; lo que tú no tienes, yo tampoco lo tengo, no hay nada nuevo.
Chang Geng contuvo su aliento y finalmente alzó su mirada. La figura de Gu Yun era un poco indistinta, pero las cicatrices eran terriblemente impresionantes. Una de ellas cruzaba su pecho bajo su cuello, haciendo pareciera que la parte superior de su cuerpo casi estaba dividida en dos y luego lo hubieran cosido junto de nuevo.
Gu Yun en verdad lo entendía bien: cuando se trataba de ciertas cosas, entre más evasivo se era, más parecía un tabú, sería más tóxico. Él, sencilla y generosamente, lo dejó ver todo lo que quisiera: de todas formas, en realidad no había nada bueno para ver.
–Todo el mundo tiene sentimientos profundos por su familia, no sólo tú, también yo. – dijo Gu Yun.
“–Mi padre era un animal viviente. Sólo sabía cómo reunir a un grupo de marionetas de hierro para que me persiguieran. La primera persona que sostuvo mi mano, enseñándome a escribir fue el anterior Emperador. La primera persona que me convenció de tomar la medicina y me dio fruta confitada después también fue el anterior Emperador.
“–Cuando era joven, también sentía que él era el único que alguna vez me había amado. A veces, cuando esta clase de sentimiento se vuelve muy profundo, podría dar a luz a alguna ilusión. Pero después de que pase este periodo de tiempo, estará bien, entre más lo dejes pesar en tu corazón, más sobrecogido te sentirás, más te enredará.
Chang Geng abrió su boca, pero Gu Yun usó el ser medio sordo como cubierta de para ignorar lo que fuera que pudiera decir y continúo: –Yifu sabe que eres un buen niño, pero que agobias con demasiada facilidad. Déjalo todo ir, quédate aquí conmigo por dos días. Vivir como un viejo monje durante todo el día, ¿qué bien te hará? Hay tantos paisajes hermosos, innumerables cosas interesantes que experimentar, no seas terco.