46. Ebrio

¿Quién sabe que estoy corriendo entre la nieve y el hielo?

 ¿quién se ahogará conmigo en este licor?

Al principio, ninguno de ellos reaccionó.

Chang Geng pensó: “¿Por qué está cargando esta flauta rota sobre su cuerpo?”

Gu Yun todavía estaba desconcertado: –¿Qué es lo que acaba de salir volando?

Entonces, los ojos de los dos hombres cayeron sobre la flauta de bambú que había sido carcomida por el clima, agrietándose en parte inferior.

Después de un segundo, Chang Geng súbitamente sintió que la flauta le parecía bastante familiar. Gu Yun lucía como si hubiera sido golpeado por un rayo, en ese momento lo recordó: ¡el origen de este objeto era inmoral!

Los dos actuaron casi al mismo tiempo: Gu Yun se movió para tomarla, Chang Geng instintivamente apretó su palma: ambas manos sujetando la flauta de bambú en el aire en un punto muerto.

Chang Geng preguntó inocentemente: –¿No puedo darle un vistazo?

Gu Yun: –¿Qué tiene de bueno para ver?

Gu Yun tiró con fuerza de la pequeña flauta de bambú de entre la mano de Chang Geng, regresándola apresuradamente a su manga.

Chang Geng rara vez era capaz de ver su consciencia culpable, no pudo evitar el recordar a la pequeña niña que sollozaba con todo su corazón en la familia Yao cuatro años atrás. Pudo comenzar a entenderlo vagamente, pero al mismo tiempo no se atrevía a creerlo, preguntando con un rodeo: –¿Es un regalo de alguien más?

Gu Yun mintió, su rostro no se ruborizó y su aliento no titubeó: –La hice yo mismo.

–Oh. –Chang Geng parpadeó. Después de un rato, deliberada e indeliberadamente dijo: –¿Lou Lan en la Región Occidental también tiene bambú?

Gu Yun: –…

Chang Geng parpadeó suavemente, haciendo que sus ojos parecieran brillar, luego sonrió: –La artesanía de yifu es muy burda, ¿me permitirías hacerte una mejor otro día?

Gu Yun se quedó sin palabras, muerto de vergüenza. Tenía la sensación de que ese niño ya había visto a través de eso y se estaba burlando intencionalmente de él. Pero robar la flauta era algo increíblemente embarazoso, así que no podía darse el lujo de enojarse. Tuvo que hacer a un lado la heroica cola de conejo y huyó.

Chang Geng no lo persiguió. Se quedó en el mismo lugar, cavilando acerca de este asunto. No pudo evitar el sentir que era bastante divertido; uniendo la cadena de eventos desde el principio hasta el final de Gu Yun escabulléndose en el patio de una niña temprano por la mañana para robar una flauta. En un instante, un enorme brocado de flores emergió en su corazón, floreciendo en todo su esplendor durante medio día, hasta el sol cayó por el oeste, entonces se detuvo lentamente.

La fragancia que no se desvanecía de su corazón empujó al Hueso de la Impureza a una pequeña esquina. Cuando la flor cayó dentro de un rio y tiñó el agua de rojo, dio a luz a un pensamiento, muy parecido a una semilla, del que crecieron miles de ramificaciones.

Chang Geng pensó: “¿Por qué se la quedó?”

“Manteniéndola con él todo el tiempo, ¿la sacaría ocasionalmente para darle un vistazo?”

“Cuando la miraba, ¿pensaba en mí?”

¿Significaría esto que los sentimientos de Gu Yun hacia él… eran más profundos de lo que siempre había imaginado?

¿Podría desear por más y acercarse más a yifu?

El aroma del tranquilizante de la señorita Chen se extendía desde su morral. Chang Geng contempló la espalda de Gu Yun, las palabras “dejarse llevar por la corriente” haciendo eco de aquí para allá en su mente estaban a punto de calcinarlo. No se atrevió a darle muchas vueltas al asunto, pero al albergar esta pequeña especulación con ansiedad, no pudo evitar la sensación punzante e incómoda en su interior, quemando su alma, carcomiéndolo hasta los huesos.

El viaje escoltando a los criminales debería haber sido largo e insípido, pero desafortunadamente, no había forma de saber si era el Campamento del Hierro Negro el que se movía rápido o si era el corazón de Chang Geng quien iba lento. Antes de que el frío invierno arribara, ya habían regresado a la capital.

Esta vez, el engañoso caso de la rebelión en la Frontera Sur había explotado violentamente en las profundidades de la Capital Imperial.

Sun Jiao regresó a la capital medio muerto. Debido al susto, había caído enfermo y quedó postrado en cama en un parpadeo. Incluso el mismísimo Emperador Long An no lo esperaba. Solo había usado este pequeño plan para implementar la Orden de Percusión, no obstante, ese comandante del suroeste en verdad se había atrevido a rebelarse. Estaba temeroso y furioso, ordenando una investigación exhaustiva.

Debido a la amplia implicación del caso, en el Ministerio de Guerra, el Templo Da Li[1], e incluso el Inspectorado, desde grandes hasta pequeños, estaban en un mismo estado de terror. Incluso Gu Yun, quien rara vez tenía la oportunidad de regresar a la capital para descansar, no pudo tener un momento de paz, siendo convocado constantemente a la corte para ser interrogado.

El Comandante del Suroeste, Fu Zhi Cheng, coludió con los bandidos de las montañas, asesinó a oficiales de la corte, contrabandeó ziliujin, y atentó para rebelarse contra el caso. Los líderes bandidos y la cabeza de la facción rebelde fueron sentenciados a muerte, involucrando a sus familias junto con ellos.

Pero el Emperador de sangre de hierro, Long An, todavía se rehusaba a darse por vencido, y la situación rápidamente se volvió irreversible: como un rábano que es extraído del suelo, trayéndose con él tierra y mugre. Este asunto había implicado los seis poderes centrales. Aquellos que habían tenido una relación personal con Fu Zhi Cheng, aquellos que habían recibido los sobornos y le abrieron la puerta trasera, incluso el viejo ministro que había recomendado a Fu Zhi Cheng en el pasado, ninguno fue capaz de huir, todos estaban envueltos en esto.

Algunos fueron encarcelados, otros fueron despedidos de sus posiciones y, por un momento, aquellos en la corte imperial estaban en un estado de ansiedad, la capital entera estaba envuelta en una desconfianza silenciosa.

El cielo había permanecido nublado hasta que, el final del año, finalmente cayó una pesada nevada.

Este año, cuando se despidieron de lo viejo y dieron la bienvenida a lo nuevo, el Marqués del Orden devolvió el Emblema del Tigre Negro, la implementación de la Orden de Percusión era un hecho. El Ministerio de Guerra mandó inmediatamente personal especializado a todas las facciones para ser inspectores.

En este punto, el Emperador Long An había reunido poder militar al extremo, ni siquiera el Emperador Wu en sus tiempos podía comparársele.

A lo largo del año, lo único que pudo hacer que Li Feng se sintiera tranquilo era, quizás, el entendimiento de Gu Yun de la situación.

Como Chang Geng había predicho, el deseo del Emperador fue respetado y, por supuesto, honraría a Gu Yun a cambio, ascendiendo el estatus de Shen Yi dos rangos, designándolo como el Comandante del Suroeste; y, al mismo tiempo, otorgó al Cuarto Príncipe Li Min el título de Yan Bei Wang.

En el décimo sexto día del primer mes, bajo la excusa de honrar el cumpleaños del Marqués del Orden, el Viejo Maestro Shen había mandado dos carros llenos con regalos, bloqueando la entrada.

El Viejo Maestro Shen ya se había retirado hacía mucho tiempo, ellos solo tenían un Shen Yi: el niño que no buscaba avanzar. Shen Yi había mostrado señales de ser un bicho raro desde temprana edad. Tanto artes literarias como artes marciales, era excelente en ambas, pero al mismo tiempo, no estaba obsesionado con ninguna. En lugar de eso, se escondería en el patio todo el día, jugando con máquinas.

En la familia Shen, desde las marionetas de hierro que resguardaban la casa hasta la lámpara de vapor colgando en la habitación, no había un solo objeto que no hubiera sido desmantelado por él.

A pesar de que el Maestro Shen creía en Lao Zhuang[2], poniendo atención a que “todo tenía su propia voluntad”, debería ser que esta práctica no fue lo suficientemente profunda. Todavía albergaba algunas expectativas sobre este hijo.

Gu Yun fue convocado en el palacio temprano por la mañana y ya se había ido. A pesar de que no estaba en la capital durante todo el año, al ser de alto estatus, todavía recibió muchos regalos. La mansión no tenía una señora, de los regalos anuales por los días de celebración se hacía cargo el viejo mayordomo solo. Escuchando que esos eran regalos del padre de Shen Yi, Chang Geng había seguido especialmente al viejo mayordomo, dando un vistazo con curiosidad.

El Viejo Shen también era excéntrico a su manera. Le encantaba jugar en su juventud, continuó jugando en adultez, y ahora que se había cansado de jugar en sus últimos años, comenzó a buscar la iluminación e inmortalidad; y no le prestaba atención al mundo común. Naturalmente prefería inventar píldoras para la inmortalidad y elaborar vino.

Entre los presentes que mandó a Gu Yun: joyas de oro y plata, satén de seda, tesoros antiguos… no había nada de eso; sino que, en su lugar, le obsequió directamente dos carromatos de vino, todo elaborado por él mismo.

Chang Geng no sabía si reír o llorar. Tan pronto como alzó la mirada, pudo ver al recién horneado Comandante del Suroeste acercándose a toda prisa en su caballo.

El Viejo Maestro Shen había hecho esos arreglos por su cuenta, para cuando Shen Yi lo descubrió y persiguió al carro, ya era demasiado tarde. Shen Yi miró al carro de vino a la entrada de la mansión, enterrando su rostro en el cuello de su caballo: –¡Qué vergonzoso!

Cuando Gu Yun regresó más tarde durante la noche, pudo ver a los sirvientes descargando el vino del carro, un pálido Shen Yi parado al lado.

Nadie sabía qué le había dicho el Emperador. La expresión de Gu Yun parecía indiferente: siempre se pondría feliz tan pronto como volvía a la mansión. No rio cuando entró por la puerta, ni contó chistes a los guardias en la puerta, esta vez debería estar verdaderamente frustrado.

Gu Yun: –¿Cómo es que estás aquí?

Shen Yi señaló con su mentón al lamentable carro de vino: –Nuestro viejo te mandó un soborno, como agradecimiento por darme un ascenso.

Gu Yun dio un paso adelante para recoger una jarra, rompiendo el sello de barro directamente, olfateándola, y luego dándole un trago en el acto.

–Lo que anhelas es lo que obtienes, ¿tu viejo lo preparó él mismo?  Puedo decirlo instantáneamente con tan solo darle un trago. –exclamó Gu Yun. –Es cierto, ya has venido, no te vayas. Incluso antes de que este primer mes termine, los dos ya habremos tomado caminos separados, en ese momento, uno de nosotros en el norte y uno en el sur; quién sabe cuántos meses y años pasaran antes de que nos encontremos de nuevo. Tómate un par de tragos conmigo hoy.

Shen Yi también tenía esta intención, aceptando con entusiasmo.

Gu Yun también preguntó: –¿Dónde está Chang Geng?

–En la cocina.

Los pasos de Gu Yun se detuvieron: –¿Qué?

–Ha insistido en preparar personalmente un tazón de fideos para ti. –Shen Yi rio. –El tío Wang intentó detenerlo durante un largo rato, pero no pudo.

–Nuestro Jun Wang es en verdad muy talentoso. Puede estabilizar la situación de frente a los enemigos, puede llevar a cabo acupuntura después de una batalla, coser bolsos en su tiempo libre, incluso caminar en el traicionero campo de batalla de la cocina como si tan solo fuera una superficie plana…

–Si fuera una mujer, ni siquiera todo el Campamento del Hierro Negro apostado aquí podría impedir que la gente viniera a bloquear tu puerta pidiendo su mano en matrimonio.

Gu Yun frunció el ceño: –Un caballero se mantiene lejos de la cocina, esto es absurdo.

Shen Yi vio que su expresión estaba apagada, preguntando: –¿Qué es lo que ocurre? ¿Para qué te llamó Su Majestad al palacio?

Gu Yun se quedó en silencio por un momento, luego bajó su voz: –El Emperador quiere deshacerse del Maestro Feng Han.

Shen Yi fue tomado por sorpresa: –¿Qué?

El Maestro Feng Han, con apellido Zhang, llamado Feng Han, había sido la cabeza del Instituto Ling Shu durante dieciocho años. Cuando Shen Yi todavía estaba en el Instituto, solía trabajar a cargo del Maestro Feng Han. El hombre ya había alcanzado los sesenta de edad, dedicando su vida entera al Instituto Ling Shu, nunca se había casado: esposa, hijos, nietos, no tenía ninguno ni estaba interesado en relaciones con personas del mismo sexo.

Se decía que los criados que servían té en su casa estaban todos hechos de hierro. En cuanto a seres vivos, además de él mismo, solo había un viejo perro que estaba a punto de morir: por supuesto, esto solo era un rumor, sin mencionar a nadie más, ni siquiera Shen Yi había estado nunca ahí.

El Viejo Maestro era un personaje inusual y no le gustaban las visitas en su casa. Le había dedicado su vida entera a las armaduras y máquinas, aparte de esa ocasión cuando Gu Yun estaba reconstruyendo el Campamento del Hierro Negro, en la que se había puesto de pie para expresar claramente su opinión.

En otros momentos, sin mencionar los asuntos políticos en la corte, era demasiado perezoso para siquiera prestar atención a los humanos. Alguien quien era así de indiferente hacia el mundo, ¿por qué razón podría haber enfurecido al Emperador?

Shen Yi: –¿Por qué?

Gu Yun: –El anciano llevó su solicitud ayer, oponiéndose a la Ley Zhang Ling, provocando que Su Majestad se enfureciera.

Shen Yi: –¿Alguna vez no se ha opuesto? Desde el día que la ley fue implementada, nunca se ha quedado callado. Escuché a un viejo colega decir que había estado llevando una nueva solicitud cada tres días, no se detuvo ni siquiera frente al viento y la lluvia. El Emperador nunca le ha prestado atención, ¿cómo es que repentinamente…?

La Ley Zhang Ling era el decreto que restringía a los mecánicos de la gente común. Cuando se emitió al inicio, había causado muchas controversias, pero más tarde, se hundió bajo las enormes olas elevándose debido a la Orden de Percusión.

–Con la personalidad del Maestro Feng Han… tú no viste lo que ha escrito en su solicitud, diciendo que lo que la Ley Zhang Ling restringía no eran los mecánicos, sino a la sabiduría de la gente. A la larga, si esta ley continua vigente, este país no sería el mismo, permitiéndonos sentarnos aquí y esperar por el día cuando los extranjeros cabalgando sobre las nubes vinieran a tocar las puertas de las fronteras de la Gran Liang. La única cosa que le faltó fue apuntar directamente a la nariz del Emperador y llamarlo un peligro para el país.

“–De hecho, Su Majestad normalmente no le prestaría atención. Pero debido al caso del Mar del Sur, el corazón de Su Majestad está hecho un nudo, incapaz de desenredarse en tan solo un invierno, y las acciones del anciano fueron el equivalente a saltar directamente dentro de la boca del cañón.

Cuando Gu Yun llegó a esta parte, hizo una pausa y sacudió su cabeza: –Hoy, Su Majestad incluso me detuvo y me dijo ‘me he preguntado a mí mismo, desde mi ascensión, siempre he sido diligente y precavido, ¿por qué es que la nación nunca ha tenido un día de paz?’… ¿Qué más podía decir?

El Emperador Long An solo había estado en el trono por unos pocos años. Primero, fue la conspiración de su hermano de sangre con la gente de Dong Ying para rebelarse. Luego el oficial de alto rango en la frontera, coludiendo con los bandidos para rebelarse. Cada evento parecía llevar consigo una burla inmensa. El mercado negro de ziliujin que había sido censurado repetidamente pero no podía detenerse se había convertido en una enfermedad en su corazón.

Shen Yi no dijo nada, los dos caminaron lado a lado hacia el patio interior. Ambos sabían que, a pesar de que las acciones del Maestro Feng Han estaban buscando la muerte, lo que él había dicho no era irrazonable.

Más adelante, como los mecánicos de la gente común fueron restringidos, a partir de ahí, todo recaería sobre el Instituto Ling Shu. ¿Cuantas nuevas tecnologías podrían ser producidas en un año? Lo que es más, el Instituto Ling Shu siempre pondría las armaduras militares como su máxima prioridad, ¿quedaría algo de tiempo libre para el desarrollo de tecnologías para los civiles en el futuro?

Shen Yi: –¿Hay alguna forma de salvarlo?

Gu Yun levantó la mirada hacia el otro lado de la capital, envuelto en la luz de la puesta del sol, exhalando un vaho blanco: –No lo sé, haré mi mejor esfuerzo.

Shen Yi asintió. Después de un rato, dijo de repente: –Mariscal, crecí aquí en la capital, pero a veces siento que no puedo respirar.

Gu Yun le tendió la jarra de vino sin decir una palabra.

Shen Yi bebió con largos tragos el vino elaborado por su propia familia, el fuerte licor se le subió a la cabeza. Extendió su brazo y palmeó la espalda de Gu Yun: –Todos están preparando la celebración de tu cumpleaños, no lleves esa cara inexpresiva ahí afuera más tarde.

Las dos personas permanecieron en el pasillo curvo, turnándose cada uno, trago a trago, terminándose toda la jarra de vino.

El vino podía resolver las preocupaciones, calentar la sangre, embellecer, podía hacer que la gente hiciera a un lado cualquier terrible experiencia, dejarla atrás, y relajarse temporalmente.

Sin embargo, tan pronto como entró en la habitación, Gu Yun continuaba sorprendido.

Todas las marionetas rotas en la mansión habían sido sacadas por Ge Chen. Nadie sabía cuánto tiempo le tomó repararlas todas, un grupo de enormes caras de hierro se movían con normalidad y ligereza de aquí para allá.

A otro grupo de marionetas se le habían descargado sus armas y armaduras, alineadas en una fila, cada mano sosteniendo un abanico de satén, bailando en el patio: Cao Niang Zi era el único humano de carne y hueso, vestido con ropa de colores brillantes, liderando la danza.

Gu Yun: –…

Shen Yi sacudió su cabeza y lo elogió: –En verdad un genio.

Gu Yun: –… ¿Huh?

Shen Yi puso su mano alrededor del hombro de Gu Yun: –Ge Chen, ese niño, es en verdad un genio. Siempre que recuerdo que fui yo quien le dio las primeras armaduras pesadas y ligeras que este genio manejó, yo simplemente… Sólo desearía secuestrarlo y llevarlo conmigo a la Frontera Sur.

Gu Yun: –…

Siempre sintió que esas palabras del General Shen eran algo extrañas.

Chang Geng en verdad le preparó un tazón de fideos a Gu Yun. La última vez, él sólo dejó caer un huevo, incluso mezclando las cáscaras dentro. Esta vez que Chang Geng volvió, regresando una vez más a la cocina, su habilidad realmente no podía ser comparada con antes.

Estaba increíblemente bien preparado, Gu Yun ya no mencionó cosas tales como “un caballero se mantiene lejos de la cocina” frente a él, casi comiéndose también el tazón.

Con tres cuencos de vino en su estómago, la gente en el patio comenzó a encenderse.

Shen Yi suspiró: –Tantos años desde la capital a la Región Occidental, al territorio del norte, luego a Lou Lan, tú siempre has estado ahí, de pronto ya no estarás más alrededor en el futuro, no puedo evitar sentirme bastante triste.

Gu Yun: –Menos tonterías, bebe más.

Ge Chen se acercó corriendo y dijo sinceramente: –General, tengo algunos amigos del jianghu en el suroeste, si tiene alguna complicación en el futuro, ¡puede dejar que ellos se encarguen de eso por usted!

Shen Yi lo miró con ojos llorosos: –Los amigos del jianghu no son necesarios. ¿Podrías darme uno de tus pájaros de madera?

Los dos se sujetaron de las manos fuertemente, mirándose el uno al otro con ojos llenos de lágrimas, lamentando haberse encontrado demasiado tarde, y corriendo a un lado, comenzaron a hablar acerca de “cómo extender la vida de las máquinas”. Gu Yun tuvo que darle a cada uno de ellos tres cuencos de vino.

Ge Chen casi estaba cayéndose debajo de la mesa después de tres cuencos, Cao Chun Hua actuaba como loco, rodando como una pelota con las marionetas en el patio. Chang Geng tuvo que cuidar esto continuamente, poniendo atención aquello.

Más tarde, todos realmente habían bebido demasiado.

Shen Yi sujetó el brazo de Gu Yun, su lengua retorcida, repitiendo una y otra vez: –Zi Xi… Zi Xi, ah, tu familia se encuentra en el ojo de la tormenta… siempre en el ojo de la tormenta, tú tienes que ser… ser cuidadoso…

Gu Yun estaba apoyado sobre las jarras de vino, sin molestarse en hablar o moverse.

Él solo rio, su risa incapaz de detenerse hasta que le salieron lágrimas. Sonrió y pensó: “soy el único que queda en la familia Gu”.

Shen Yi se tambaleó y se incorporó, caminó dos pasos y luego cayó sobre el suelo, su boca no paró: –El Emperador… El Emperador tiene miedo.

No había forma de saber a quién temía el Emperador, pero a Chang Geng ya estaba bastante asustado con ellos llamando rápidamente a los guardias de la familia para que ayudaran a Shen Yi a levantarse: –De prisa, llévense al General Shen.

Gu Yun se apoyó sobre la mesa, revelando una sonrisa insondable. Si no fuera por su mirada dispersa, luciría muy similar a una persona sobria.

Shen Yi fue levantado por los guardias, pero aún se rehusaba a comportarse, forcejeó mientras decía: –Tú… Gu Zi Xi, en tu corazón… lo has dejado ir… pero el Emperador… el Emperador fue incapaz de dejarlo ir, siempre te temerá, tan asustado como lo estaba el anterior Emperador.

“–¿Cómo podrían no estarlo? Te han destruido de esta manera, sin embargo, no pereciste, el Campamento del Hierro Negro prevalece… incluso continúa siendo así de poderoso.

“–Esas personas piensas que, si sus posiciones fueran a invertirse ¿cómo tomarían su venganza? Usándose a sí mismos para medir a los demás, Zi Xi… todos en este mundo se usan a sí mismos para medir a los demás…

Chang Geng tenía una tolerancia promedio al alcohol, Gu Yun lo había hecho beber mucho, apenas si podía permanecer racional. Inesperadamente, al escuchar esas palabras de Shen Yi, se puso sobrio de inmediato.

“¿A qué se refiere por ‘te han destruido de esta manera’?”

No estaba seguro si solo se trataba de las sandeces de un borracho, pero no pudo evitar dar un paso al frente, queriendo escucharlo con más claridad.

Quien iba a imaginar que después de vociferar por un momento, Shen Yi se dio la vuelta, sosteniéndose de una de las columnas de la casa dando arcadas, vomitando sobre si una masa lodosa, luego se cayó y se desmayó directamente.

Chang Geng no tuvo más opción que permitir que aquellos que aún estaban despiertos cargaran a un patio lleno de borrachos.

Al final, solo unas cuantas marionetas permanecieron bailando lealmente, vapor blanco brotando de sus cabezas.

La alegría y las risas en la capital desaparecieron poco a poco.

Gu Yun recargó la mitad de su cuerpo sobre la mesa, por supuesto, ya ni siquiera podía dar instrucciones, mascullando: –¡Que grandioso! A todos los cargaron.

“Aún tienes cara para burlarte de otras personas”, Chang Geng dejó salir un largo suspiro, bajando su voz y persuadiéndolo: –Eres el mejor, regresemos, yo te cargaré, ¿está bien?

Gu Yun lo miró, sus ojos eran muy oscuros y profundos, el alcohol que Chang Geng había reprimido se le subió una vez más debido a su mirada.

–A Yan… –murmuró súbitamente Gu Yun.

Chang Geng frunció el ceño.

–A Yan, –rio Gu Yun, aparentemente irremediable, mezclado con un toque de amargura, falto de su habitual voluntad de vivir: –te diré un secreto, no le digas a los demás… tu padre… él es un bastardo en verdad.

Chang Geng: –…

“¡Tan solo una sarta de tonterías!”

Gu Yun río en voz baja, murmurando: –¿Quién sabe que estoy corriendo entre la nieve y el hielo? ¿quién se ahogará conmigo en este licor?…

Chang Geng no pretendía jugar a un concurso de miradas con este gato ebrio. Extendió su brazo y ayudó a Gu Yun, arrastrando al hombre dentro del dormitorio. Inesperadamente, un Gu Yun borracho era muy empalagoso, manoseándolo como un depravado. Chang Geng estaba increíblemente al borde, a punto de ser agarrado, queriendo arrojarlo directamente sobre la cama, pero mientras miraba hacia abajo, a la dura base de la cama del Mariscal Gu cubierta únicamente por una delgada capa de colchón, no tuvo el corazón para hacerlo.

Inesperadamente, Gu Yun tocó la vena en sus codos, y con esta acción, el brazo de Chang Geng perdió su fuerza, casi dejando caer a Gu Yun. Estaba a punto de alargar el brazo para atraparlo, pero olvidó que él mismo también se encontrada desequilibrado, siendo arrastrado por Gu Yun en una fracción de segundo.

Gu Yun dejó salir un aliento sofocado al impactar con su cuerpo, jadeando durante un largo tiempo, luego palmeó la espalda de Chang Geng mientras escupía tonterías: –Oh, cariño, me estas aplastando a muerte.

Chang Geng yacía sobre él, la semilla enterrada en su corazón comenzó a florecer silenciosamente en la profunda oscuridad.

Contempló de cerca el pálido mentón de Gu Yun y susurró repentinamente: –¿A quién estás llamando?

Gu Yun se quedó en silencio.

Chang Geng sintió que quizás él también estaba ebrio, de otra manera, ¿cómo podría tener todo este coraje?

De pronto lo presionó, sosteniendo el mentón de Gu Yun entre sus dedos: –Yifu, ¿a quién estas llamando?

La palabra “yifu” pareció recordarle algo a Gu Yun, llamó aturdidamente: –Chang Geng.

Esas dos palabras fueron como una pieza roma de hierro, arañando a través de la oreja de Chang Geng. El interior de su cabeza explotó, las palabras “dejarse llevar con la corriente” se convirtieron en una mano, empujándolo por la espalda.

Como si estuviera siendo poseído, se inclinó y besó a Gu Yun.

Gu Yun estaba sorprendido al inicio, luego comenzó a responder lentamente. Sujetó el cuello de la ropa de Chang Geng y lo empujó bajo su cuerpo.

Chang Geng: –…

Su espalda golpeó contra la base de la cama de Gu Yun dura como piedra, poniéndose sobrio repentinamente de nuevo, la sangre en su rostro se desvaneció por completo. Estaba totalmente en pánico, pensando para sí mismo: “¿Qué estoy haciendo?”

Gu Yun lo miró desde arriba. Chang Geng quería abrir su boca y llamarlo “yifu”, pero se encontró incapaz de hablar.

Inesperadamente, Gu Yun sonrió de pronto, este borracho ya no podía reconocer a nadie. Extendió su brazo y acarició su rostro, hablando vagamente con una voz nasal: –Sé bueno.

Chang Geng: –…

Al momento siguiente, Gu Yun abrazó el cuerpo tenso de Chang Geng, besando cuidadosamente desde su frente hasta su boca, lamiendo muy suavemente sus labios entreabiertos, brindándole una persistente y prolongada tortura. Mientras tanto, sus manos tampoco se quedaron quietas, tratando de quitarle la ropa a Chang Geng.

Chang Geng sentía como si estuviera a punto de estallar. Una mano estaba sujetando la cintura de Gu Yun, temblando incontrolablemente, pero no se atrevió a usar la fuerza.

Gu Yun pareció ser capaz de notar sus temblores. En la cama, esta persona en verdad tenía los modales propios del hijo de una familia prestigiosa. Tocó el cinturón de Chang Geng, al tiempo que revelaba una sonrisa ebria y dijo gentilmente: –No tengas miedo, sígueme, de aquí en adelante te trataré bien.

Chang Geng bajó su voz lo más que pudo, preguntando silenciosamente: –¿Quién soy?

Gu Yun se desconcertó al escuchar su voz, comenzando a meditar en su aturdimiento.  Desafortunadamente, su cerebro había dejado de funcionar.  No solo fue incapaz de llegar a una conclusión, sino que también se había enredado con la ropa de Chang Geng, revolviéndose por un rato, y entre más intentaba desatarla, más fuerte se apretaba. Al final, se esforzó hasta quedar exhausto, cayendo a un lado y quedándose dormido al instante.

Chang Geng apretó sus dientes en el silencio de la noche y empleó todas sus fuerzas para contar su larga y temblorosa respiración. Hasta que alcanzó las cincuenta o sesenta veces, finalmente reunió suficiente fuerza para levantarse y empujar a un lado a Gu Yun.

Rápidamente tiró de sus ropas, sacándolas de entre las manos de Gu Yun, acomodándolo en una posición apropiada y tirando apresuradamente de la cobija para arroparlo. Entonces, no pudo esperar ni un momento más y se dio la vuelta instantáneamente para huir.

Referencias

Referencias
1 NTE. 大理寺 Es el equivalente de la Antigua China a la Suprema Corte de Justicia.
2 Se refiere a los fundadores del Taoísmo, Laozi y Zhuangzi.

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5 comentarios

  1. A ver awanteeeeen apenas voy agarrando vuelo, AHHHHH! //////

    No me lo esperaba de Gu Yun ahsjsASGHBJ, solo espero que no haya pensado en nadie más x100 ?

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