43. El Mar del Sur

Chang Geng tragó, su voz estaba tensa, preguntando precavidamente: –Yifu, ¿puedes recostarte sobre mi regazo?

El líder de los bandidos, Jing Xu, estaba siguiendo al “soldado de la frontera sur” que había venido a informarle para que salvara a Fu Zhi Cheng y la situación, pero después de un rato, el viejo bandido experimentado descubrió un problema: aquel guiando el camino parecía estarlos llevando a un lugar que los bandidos solían usar para “tocar la campana”.

A menudo había esa clase de lugares en las montañas del suroeste. El terreno era extremadamente complejo, con laberintos nacidos de la naturaleza y, a excepción de las serpientes locales, nadie más sería capaz de orientarse. Había incontables madrigueras bajo tierra. Si la gente en su interior fuera a montar una emboscada, podría alcanzar un nivel incomparable.

Los bandidos de la montaña generalmente intentarían primero engañar a las personas conduciéndolas a dichos sitios, luego bloquearían la ruta de escape y las asaltarían. Esta clase de lugar era ideal para llevarlo a cabo. Estaba especialmente diseñado para lidiar con algunas famosas escoltas de carga o grupos del jianghu, refiriéndose a ello en su jerga como “tocar la campana”.

A pesar de que Jing Xu tenía prisa, su mente permaneció clara. Acercándose a su destino, quedó impactado al darse cuenta de que este lugar era una “campana superior”. Con una capa de sudor frío sobre su espalda, detuvo sus pasos de inmediato e interrogó al “soldado del ejército del sur”. Sin embargo, con sólo algunas palabras, ya se había encontrado numerosas lagunas. El “soldado” quiso atacar, pero después de ser restringido por los bandidos había bebido veneno para suicidarse.

Una chispa de sospecha destelló en el corazón de Jing Xu, inmediatamente ordenó a sus hombres darse la vuelta. Durante el camino, se encontró con dos hermanos de su campamento, sus cuerpos empapados de sangre: sólo entonces supo que su guarida había sido destruida. Cuando regresaron apresuradamente, sólo quedaban los restos de escombros despedazados y cadáveres calcinados por todos lados.

Diez años de acumulación, destruidos durante una noche.

–¡Hermano mayor! –un bandido se acercó corriendo y sujetó el brazo de Jing Xu. –El pasaje secreto, no hay que entrar en pánico, ¡todavía tenemos el pasaje secreto!

Había muchas montañas en el suroeste, la mayoría de los bandidos de la montaña aprendieron a construir varios escondites, junto con varios pasajes secretos dentro de las montañas, permitiéndoles huir bajo tierra.

Si el enemigo hacía presión sobre su montaña, podían pretender defenderse, luego escapar entre los miles de pasajes secretos. Incluso el Águila Negra en el cielo no podía atrapar una rata bajo tierra.

Cuando los otros oyeron esto, sus ojos se iluminaron

Pero Jing Xu estaba tambaleándose y temblando, su expresión aturdida, ni un trazo de felicidad podía encontrarse.

Observó a sus subordinados ir con alegría y esperanza a buscar en los pasajes secretos: él sabía que el pasaje secreto ahora era inútil.

Si el otro bando sólo pretendía asesinarlos, entonces la mayoría de aquellos que estaba en la montaña podrían haber escapado a través del pasaje secreto. En cualquier caso, no podrían sacudir los cimientos de su guarida, pero, en realidad, en lugar de eso habían incinerado la montaña.

Ni siquiera Kuai Lan Tu supo qué era lo que había quemado.

Jing Xu permaneció inmóvil durante un largo tiempo. No muy lejos de él, estalló repentinamente un grito agudo. Pudo escuchar a la persona que fue a buscar en el pasaje secreto gritando con desesperación: –¡El pasaje secreto ha colapsado!

Jing Xu cerró sus ojos: por supuesto.

En esta ordinaria cámara secreta bajo la montaña, lo que estaba guardado no eran oro y plata de verdad como en Xing Zi Lin, sino ziliujin.

La distribución de ziliujin de la corte imperial a la guarnición local era increíblemente limitada, incluso el Campamento del Hierro Negro no era diferente del resto, ni que decir de la Guarnición de la Frontera Sur, pero Fu Zhi Cheng ciertamente tenía sus propios métodos. Kuai Lan Tu recibió un reporte secreto y descubrió que Fu Zhi Cheng y Jing Xu tenían una relación muy cercana: pero no sabía que, en realidad, Jing Xu era el “asistente” que contrabandeaba ziliujin para Fu Zhi Cheng.

El negocio de los bandidos de las montañas era robar, haciendo lo que sea que les pueda beneficiar. Jing Xu entró en contacto con el mercado negro en lugar de Fu Zhi Cheng y contrabandeó el ziliujin, era imposible para él no beneficiarse de esto, pero creía que no era un hombre ambicioso, sólo guardando una parte para sí mismo en cada ocasión. Fu Zhi Cheng estaba al tanto de esto y siempre lo había aceptado silenciosamente.

Justo antes de esto, Jing Xu acababa de mandar la última tanda de ziliujin al Ejército de la Frontera Sur. En la habitación secreta bajo la montaña, sólo quedaba un excedente del diez por ciento del ziliujin, ¿quién iba saber que se convertiría en un talismán que reclamaba vidas? Porque después de hacer ignición, había explotado en el pasaje secreto de la montaña, aniquilando y borrando por completo la guarida.

¿Era esto una coincidencia? ¿Podría ser una coincidencia?

Jing Xu recordó que mucho tiempo atrás alguien le había dicho: “la justicia está bien versada en la moral, la maldad está bien versada en obtener un beneficio: aquellos que se reúnen para obtener una ganancia, serán divididos por esta.”

Él y Fu Zhi Cheng se reunieron para para conseguir un beneficio, ahora que este asunto había sido descubierto, Fu Zhi Cheng, por supuesto, también podría abandonarlo fácilmente. Los bandidos eran abundantes en estas montañas, al deshacerse de un Jing Xu, aún podría criar a innumerables más para reemplazarlo.

Alguien corrió hacia él y le dijo con la voz entrecortada: –Hermano mayor, vamos a desenterrar el pasaje secreto, quizás todavía quedan algunos sobrevivientes.

Jing Xu se quedó ahí con indiferencia, sacudiendo su cabeza.

–¡Hermano mayor!

Los sonidos de los sollozos irrumpieron desde todas direcciones, Jing Xu gritó repentinamente: –¡Suficiente!

Todos los bandidos sobrevivientes se quedaron de pie sobre la superficie chamuscada del suelo y lo miraron.

–Síganme. –los ojos de Jing Xu enrojecieron paulatinamente, como una bestia que estaba lista para morder a alguien. Presionó el volumen de su voz, bajándolo a través de sus dientes. –Si Fu Zhi Cheng no es benevolente, no me culpen por ser injusto: después de todos estos años, ¿en verdad cree que no tengo ninguna forma de lidiar con él?  

–La Frontera Sur tiene muchas montañas y escondrijos. Estos bandidos de montaña habían creado un sistema, no actúan independientemente. Hasta donde sabemos, hay tres grandes líderes bandidos.

En Xing Zi Lin, Chang Geng sacó un mapa de piel. Se había vuelto jirones por haber sido consultado en muchas ocasiones, él apuntó para Gu Yun. Las marcas en el mapa eran extremadamente complicadas: desde el terreno, el clima, el tipo de camino, qué tipo de caballos podrían ser usados para viajar por él y similares.

Gu Yun había visto antes esta clase de dibujo en Jiangnan. Éste era indudablemente el pincel del Pabellón Lin Yuan. Observó con detenimiento a Chang Geng bajo la lámpara de aceite, no respondió, indicándole que continuara.

Gu Yun dejó que tres mil soldados del Campamento del Hierro Negro se mezclaran con las caravanas que regresaban a casa desde el norte. Usando humo como señal, se habían abierto paso en secreto durante la noche y se abalanzaron desde el cielo cuando los guardias de Kuai Lan Tu rodearon a Fu Zhi Cheng, más de veinte asesinos del cielo controlaron la situación de los perros mordiéndose entre ellos. Fueron divididos en dos formas, las diez mil tropas del Ejército del Sur estacionadas a los pies de la montaña fueron separadas en varias secciones.

Su comandante había sido capturado, el Campamento del Hierro Negro también había llegado en persona. La Guarnición de la Frontera Sur, a pesar de tener muchos soldados, parecía un grupo de ovejas que no se podían resistir, sometiéndose a Gu Yun como resultado.

Cuando un comandante no guía a sus tropas con la intención de matar sino para sentirse más valiente, entonces no importaba qué clase de tigre o lobo estuviera detrás de ellos, se convertirían en nada más que ovejas.

No obstante, este caos en Xing Zi Li ni siquiera terminaba cuando Chang Geng ya había traído otras noticias.

Chang Geng: –Las fuerzas de estos tres líderes dividieron la Frontera Sur en tres territorios. Normalmente están en paz, cada uno de ellos controla a sus propios subordinados, todos estaban más o menos relacionados con las tropas estacionadas en el sur. El más especial es el sacerdote Jing Xu del norte.

Shen Yi preguntó: –¿Por qué es especial esta persona? ¿Es el más poderoso? ¿O es el más cercano a Fu Zhi Cheng?

Chang Geng: –Porque él contrabandeaba ziliujin para el General Fu.

Gu Yun entrecerró los ojos y alzó la vista: –¿Cómo te enteraste de esto? Al final, ¿qué estás haciendo en el suroeste esta vez?

Cuatro años atrás, cuando Liao Ran lo guió a Jiangnan, Gu Yun ya tenía una sospecha. El Pabellón Lin Yuan se encontraba en el vasto jianghu, era imposible monitorear por completo los intercambios de los oficiales de la corte. La razón por la que pudieron encontrar los rastros del desastre en el Mar del Este fue por medio del seguimiento del mercado negro de ziliujin.

Chang Geng sonrió un poco, parecía reacio a decir algo más y sólo contestó: –La gente del jianghu tiene sus propios métodos, yifu no tiene que preocuparse.

Gu Yun levantó su mano para detenerlo, su expresión oscureció: –Deberías saber qué clase de crimen es contrabandear ziliujin: ser capturado significaría la muerte. Los mercados negros de ziliujin están llenos de aquellos que arriesgan sus vidas, las personas justas no se paran bajo un muro que está a punto de colapsar, ¿entiendes?

Shen Yi, quien estaba parado a su lado, se sintió inmensamente avergonzado al escuchar esto, casi queriendo sonrojarse en el lugar del Mariscal Gu. Usando palabras tan justas cuando educaba otros, ¡como si el contrabando de ziliujin no tuviera nada que ver con él!

Chang Geng no discutió con él, tampoco se enojó. Sólo lo observó con una sonrisa, su rostro claramente expresando: “ya sé de este pequeño asunto tuyo, hay otras personas aquí, no sería conveniente decirlo en voz alta”.

Gu Yun se sorprendió al principio, luego advirtió de inmediato: “¿Qué? ¿Este pequeño bastardo me investigó incluso a mí?”

Chang Geng sujetó la mano de Gu Yun: –Yifu, no te enojes, escúchame primero.

Chang Geng puso su palma sobre el dorso de la mano de Gu Yun. Su mano era cálida, las articulaciones estaban bien definidas, agarrándola con la fuerza gentil de quien sujeta a una cría, soltándola tan pronto como la tomó. Nadie supo por qué, pero se sintió bastante extraño.

Gu Yun se sintió un poco incómodo de repente. Entre amigos y hermanos, si se tenía una relación lo suficientemente cercana, se abrazarían, se tomarían de las manos en broma e incluso un beso no era un problema. Los comandantes militares no prestaban mucha atención a la cortesía trivial, esto era especialmente cierto para los soldados en el ejército, pero este gesto de Chang Geng… fue un tanto demasiado “íntimo”, Gu Yun retractó sus dedos inconscientemente, olvidando momentáneamente lo que quería decir.

El rostro de Chang Geng permaneció inamovible: –Ge Chen usó un pájaro de madera para mandarme una carta hace un momento, diciendo que la montaña Jing Xu ha sido quemada.

Gu Yun: –…¿Ge Chen?

Chang Geng: –Es Ge Pang Xiao.

Gu Yun miró a Sun Jiao. Desde que Kuai Lan Tu perdió su vida y Fu Zhi Cheng fue arrestado, el Maestro Sun se había convertido en un avecilla frágil y lamentable. Además de temblar, no había nada más que él pudiera hacer. Gu Yun tuvo que poner a alguien a vigilarlo.

Una vez se pensaba sobre ello, este asunto era fácil de entender.

Fu Zhi Cheng estuvo rápidamente al tanto del paradero de Gu Yun. Si él en verdad quería eliminar su relación con los bandidos, ¿por qué decidiría actuar en este momento crítico? ¿No era lo mismo que declararse culpable a sí mismo incluso antes de ser acusado?

Recordando la estúpida exhibición de Sun Jiao sobre “he estado conspirando con el Inspector Kuai” de principio a fin, quedaba todo claro a la vista: con el fin de que el Ministerio de Guerra promoviera forzosamente la Orden de Percusión, y para que Kuai Lan Tu eliminara a Fu Zhi Cheng, habían unido fuerzas, crearon un conflicto entre Fu Zhi Cheng y los bandidos; dejándolos pelear entre ellos en frente del Marqués. Cuando llegara ese momento, incluso si Gu Yun deseaba proteger a Fu Zhi Cheng, ya no habría otra forma para que él pudiera invertir la marea.

La acción inhumana de prender fuego a las montañas era indudablemente el trabajo de Kuai Lan Tu.

No obstante, era imposible que Kuai Lan Tu hubiera sabido la verdadera relación entre Jing Xu y Fu Zhi Cheng. De otra forma, no habría incendiado la montaña, porque, incluso si había piezas de evidencias claras de la confabulación de Fu Zhi Cheng con los bandidos, este crimen podría no ser suficiente para llevar al Comandante y Gobernador de la Frontera Sur a su muerte.

Si Kuai Lan Tu hubiera sabido que Fu Zhi Cheng contrabandeaba ziliujin por medio de Jing Xu, definitivamente no habría destruido la evidencia por ellos: el contrabando de ziliujin era considerado igual que rebelarse, incluso matar a diez Fu Zhi Cheng no era suficiente.

–El mercado negro de ziliujin tiene tres fuentes, –dijo Chang Geng. –la primera es del almacenamiento de los oficiales. A pesar de que la regulación es estricta, siempre hay ratas que están dispuestas a tomar el riesgo para su beneficio. Roban del inventario de los oficiales, lo mezclan con varias impurezas y luego lo dispersan. La segunda es por medio de “los comerciantes de oro negro”, son aquellos que están lo suficientemente desesperados para viajar fuera del país buscando una mina de ziliujin, arriesgando sus vidas para extraerlo. La tercera es del extranjero, la razón por la que nosotros venimos a revisar esta línea en especial es porque la fuente primordial de ziliujin proviene del Mar del Sur.

Gu Yun se sentó derecho: –¿Estás seguro?

Chang Geng asintió silenciosamente.

La expresión de Shen Yi también se tornó seria.

Todos ellos sabían que el Mar del Sur no producía ziliujin.

El ziliujin del extranjero fluyendo dentro del gran mercado negro era directamente traficado con los extranjeros. Era una línea fija, con un grupo fijo de personas. No sería transportado desde la ubicación de alguien más porque el riesgo era demasiado alto.

Si alguien realmente estaba usando el Mar del Sur como una cubierta, para controlar el mercado negro de ziliujin del sudoeste desde la distancia… aquellos detrás de ello, quienes tomaban un riesgo tan grande, ocultándose tan profundamente, su objetivo ciertamente no era solo vender y comprar ziliujin.

Chang Geng: –El Mar del Sur no se encuentra en nuestro país, nosotros también tenemos una habilidad limitada. Hemos enviado personas al Mar del Sur varias veces, todos han vuelto en vano. Esto es una cosa, también está el sacerdote Jing Xu quien está por hacer su aparición. Yifu, creo que cuando un bandido salvaje ha sido expuesto al ziliujin, él nunca pensará en buscar las marionetas de cultivo para hacer sembradíos en la montaña.

Después de escucharlo, Gu Yun se quedó en silencio por un momento, luego se levantó y emitió un largo silbido. Un Águila Negra descendió silenciosamente desde el cielo y aterrizó frente a él.

Las cejas de Gu Yun estaba ligeramente aplastadas, entonces dio tres órdenes en un parpadeo.

–Dos equipos de exploradores Águila Negra tomen este mapa, investiguen los territorios de los tres principales líderes bandidos de la Frontera Sur, ¡primero debemos capturar a sus líderes!

“–Arresten a las tropas defensivas del Inspector, averigüen a fondo quién ha diseñado este plan para Kuai Lan Tu y lo llevó a usar este método para provocar a Fu Zhi Cheng y a los bandidos.

“–Interroguen a Fu Zhi Cheng, Ji Ping, tú vas.

Todos se retiraron tan pronto como recibieron sus órdenes. Después de que Gu Yun terminó, no pudo evitar entrecerrar sus ojos. Incluso Shen Yi no había notado que algo estaba mal, pero Chang Geng ya había tirado de él: –Yifu, ¿no es…? ¿trajiste tu medicina? Pronto se hará de día, ¿por qué no vamos primero a tomar un descanso?

Shen Yi solo fue capaz de volver a la realidad cuando escuchó la palabra “medicina”. Al mismo tiempo, tuvo una extraña sensación por dentro. Los ojos de Chang Geng parecían estar pegados a Gu Yun, detectando su más ligero movimiento.

Gu Yun quería negarlo por hábito.

Chang Geng habló primero: –Aun no he probado el método de acupuntura que la señorita Chen me enseñó la última vez. Puede que éste asunto todavía no haya terminado. Me temo que pueden surgir más novedades, yifu por favor déjame intentarlo.

Gu Yun ahora recordó que Chang Geng ya lo sabía, intentar ocultarlo más solo sería inútil. Dejó atrás la sentencia: –Iré a descansar atrás por un rato. –luego lo siguió en silencio.

El bolso de Chang Geng cargaba con un juego de agujas plateadas, algunos medicamentos comunes, piezas rotas de plata y unos cuantos libros. Gu Yun pronto descubrió que este niño podía lucir agudo y bien vestido, pero en realidad, solo tenía consigo dos juegos de artículos elegantes de indumentaria para vestir.

Gu Yun no podía comprenderlo, cuando Chang Geng era un niño, incluso sacarlo para ir al mercado requería cada truco que tenía. Al final, ¿por qué razón debió insistir en dejar la capital, viviendo los días deambulando y probando dificultades?

Podría ser una experiencia refrescante durante uno o dos meses, ¿continuaría siendo refrescante incluso después de cuatro años?

Chang Geng había ejecutado acupuntura para varias personas antes, pero en esta ocasión, encarando solo a Gu Yun, no podía evitar tensarse irracionalmente. No se había sentido de esta manera ni siquiera cuando siguió a la señorita Chen para aprender acupuntura por primera vez y la llevó a cabo en sí mismo. Lavó sus manos repetidamente de forma inconsciente una y otra vez, casi deshaciéndose la piel, hasta que Gu Yun ya no pudo esperar más, apurándolo: –La señorita Chen te ha estado enseñado durante este tiempo, ¿solo te enseñó cómo lavarte las manos?

Chang Geng tragó, su voz estaba tensa, preguntando precavidamente: –Yifu, ¿puedes recostarte sobre mi regazo?

Gu Yun no pensó que hubiera nada malo con ello, después de todo, estas no eran las piernas de una mujer, no había nada que temer. Sino que realmente quería preguntar: “¿En verdad puedes hacer esto?”, pero temía que sus palabras fueran a incrementar la presión para el poco entusiasta doctor Chang Geng. Al final, tragándose su pregunta de regreso, solo pensó generosamente: “¿qué hay para estar asustado? No podría morir de todas formas.”

Se había preparado para sentir las agujas sobre su piel, pero Chang Geng no era para nada tan inepto como en su imaginación. Las muy finas agujas clavándose en sus puntos de acupuntura básicamente no se sentían. Después de un rato, los familiares dolores de cabeza llegaron nuevamente, no había forma de decir si se trataba de un efecto psicológico, pero Gu Yun en verdad se sintió mucho mejor.

Gu Yun relajó su cuerpo, no pudo evitar preguntar: –Seguiste al Pabellón Lin Yuan a través de muchas dificultades, ¿qué es lo que esperas conseguir?

Si él en verdad quería servir al país, debería estar regresando a la corte imperial para actuar como un Jun Wang. Siendo un príncipe, ¿por qué razón debería seguir a esas personas del jianghu que arriesgaban sus vidas para investigar sobre el ziliujin?

Chang Geng hizo una pausa, los movimientos de su muñeca no se detuvieron. Evadió hábilmente la pregunta: –Aun no le he preguntado a yifu de dónde provienen las heridas que envenenan sus ojos y oídos.

Gu Yun: –…

Chang Geng sonrió, asumiendo que había sido capaz de bloquearlo. Inesperadamente, después de un momento, Gu Yun dijo con calma: –Cuando era un niño, el Viejo Marqués me llevó al campo de batalla en la Frontera Norte, una flecha venenosa de los bárbaros había rozado mi piel.

Chang Geng: –…

Gu Yun: –He terminado, tu turno.

Gu Yun, esta persona, no importaba si estaba jugando el papel de un lobo o de un ser justo, era un experto en todos por igual. Diciendo unas pocas palabras inexpresivamente, la verdad y la mentira enredadas, sin dejar rastros para descubrir. Chang Geng solo pudo depender de su intuición, sintiendo que debería haber mentiras en sus palabras.

–Yo… yo quería verlo por mí mismo. –dijo Chang Geng. –El Maestro Liao Ran me dijo antes que, si el corazón de uno es tan vasto como el cielo y la tierra, cualquier problema se convertirá tan solo en una pequeña esquina. Las montañas y los ríos, todas las cosas vivientes, si uno mira continuamente a los demás, entonces, al inclinar la cabeza, también podrá verse a sí mismo. Si uno no ha cuidado de un paciente agonizante, pensaría que un rasguño sobre la piel es una herida grave. Si uno no ha probado una bocanada de piedras y arena, seguiría pensando que las tropas de hierro y las lanzas doradas fueron una sombra majestuosa. Si uno no ha probado la pobreza, entonces quejarse sobre “las dificultades de miles de hogares” no es nada más que lamentarse sin estar enfermo.

Gu Yun lo observó.

La mirada de Gu Yun recuperó poco a poco su punto de enfoque bajo el efecto de la acupuntura. Chang Geng se había ocultado ligeramente al inicio, entonces, regresó en sí y encontró su mirada con calma, pero no pudo ver dentro de los ojos de Gu Yun por demasiado tiempo: su pecho parecía tener una caja dorada dentro, su calor podría no disiparse nunca, abrasador. Su espalda le dolió, cerró inconscientemente sus piernas, casi incapaz de sentarse derecho.

Gu Yun dijo de repente: –El apellido de tu Maestro es Zhong, Zhong Chan, ¿correcto?

Chang Geng estaba sorprendido.

–Un gran general, sus habilidades de arquería a caballo y artes marciales eran incomparables. Hace diez años, cometió un pecado debido a que se opuso al anterior Emperador, todos los magistrados de la corte imperial habían suplicado por él. Al final, solo fue despedido como oficial y no fue llevado a prisión.

“–Cuando la Región Occidental se rebeló, en un momento de pánico, el Emperador había pensado en darle la bienvenida de vuelta a su posición al viejo veterano, pero ya no pudo encontrarlo…

Gu Yun suspiró: –Tan pronto como vi esa flecha que disparaste, supe que era obra de su enseñanza: no cabe duda de porqué todas las personas que mandé tras de ti terminaron siendo sacudidas. ¿Todavía continúa siendo fuerte el cuerpo del anciano?

Chang Geng hizo un sonido en respuesta.

Gu Yun no dijo una palabra por un largo rato.

No le dijo a Chang Geng que, de hecho, mucho tiempo atrás, Zhong Chan fue también su maestro una vez. El Pabellón Lin Yuan le había presentado a Chang Geng, ¿era una coincidencia? ¿O era intencional?

No pudo evitar esperarlo con ansias: el pequeño príncipe que había criado desde los diez años de edad, ¿podría haber finalmente crecido para convertirse en un pilar?

Gu Yun cayó dormido durante su tren de pensamientos, teniendo la vaga sensación de que alguien le había acariciado el rostro.

Cuando despertó de nuevo, el cielo ya estaba brillante. Hizo a un lado la delgada cobija sobre su cuerpo sin saber quién la había puesto ahí para él, preguntando en voz baja: –¿Qué ocurre?

El Águila Negra en la puerta: –Mariscal, los tres líderes bandidos se han reunido durante la noche, formando un movimiento rebelde cerca del rio rumbo al sur…

Gu Yun frunció el ceño.

–Ellos tienen diez flechas de Arcoíris Blanco, docenas de Armaduras Pesadas. Si su subordinado no se equivoca, esos rebeldes incluso tienen “Águilas” en sus manos.

Anterior

índice de Contenidos

Siguiente

error: Content is protected !!