42. Caos
Quería ser fuerte lo más pronto posible, para que pronto llegara el día en el que pudiera tener una conversación casual con el Hueso de la Impureza… para ser lo suficientemente fuerte para proteger a una persona.
A pesar de que a los guardias de Kuai Lan Tu se les ordenó abrir paso, tampoco retiraron sus armas, dejándole a Fu Zhi Cheng sólo un estrecho camino repleto de espadas y cuchillas. El bandido Fu tampoco cedió, liderando doscientos soldados de élite montaña arriba, todos completamente armados, formándose en dos filas, cada uno portando su arma.
Cada bando apuntaba sus espadas hacia el otro. Con el sonido del metal, Fu Zhi Cheng guio a sus hombres, haciendo rechinar sus dientes y cargando hacia delante.
Él no parecía haber venido a disculparse, sino a interrogar a Gu Yun en lugar de eso.
La Guarnición del Sur había rodeado Xing Zi Lin, como un tigre acechando a su presa, sus fuerzas haciendo presión sobre la montaña.
Kuai Lan Tu no esperaba que él tuviera tanto coraje, ni siquiera se molestó en pretender, tampoco tomó en cuenta al Marqués del Orden. Su mandíbula no pudo evitar tensarse.
Fu Zhi Cheng se precipitó montaña arriba como un viento tormentoso, y mientras emergía, una poderosa aura asesina golpeaba instantáneamente el rostro de uno.
El perro bloqueando el camino, Sun Jiao, fue el primero en recibir el calor. Cuando se retiró apresuradamente hacia atrás, pisó accidentalmente a uno de los bandidos que se encontraban atados sobre el piso en ese momento. El bandido dejó salir un chillido agudo, provocando que las piernas del Oficial Sun se suavizaran.
Fu Zhi Cheng todavía no abría su boca, pero un hombre del otro lado ya había sido derrotado.
Chang Geng miraba hacia abajo desde el ático con gran interés, diciendo al actualmente aturdido Shen Yi a su lado: –Acabo de recordar algo.
Shen Yi escuchó cuidadosamente.
Chang Geng: –La hermana menor del Maestro Sun fue desposada por el Tío Imperial Wang como una concubina… Su Majestad en verdad es… ¿Por qué permitiría al cuñado de un cuñado entrar al Ministerio de Guerra? Lidiando con un grupo de generales insatisfechos durante todo el día, ¿no se siente agotado?
–… –Shen Yi preguntó cuidadosamente. –Su Alteza Real, ha dicho recién que el Mariscal no deseaba proteger de todo corazón a Fu Zhi Cheng, por favor explíqueme esto.
Chang Geng: –Si no fuera así, ¿por qué nos quedaríamos en esta guarida? Si él en verdad quería proteger a Fu Zhi Cheng, ya debería haber ido a toda prisa a la guarnición de la Frontera Sur para interrogarlo.
Shen Yi no pudo increpar, de hecho, también se había preguntado acerca de esto. Fue solo su confianza incondicional en Gu Yun a lo largo de los años lo que lo llevó a asumir que Gu Yun tenía otros planes.
–Había imaginado que cuando esos bandidos sin ley se nos rodearon en el camino, yifu ya había comenzado a pensarlo. Si Fu Zhi Cheng viniera a declararse culpable, quizás yifu hubiera considerado su duro trabajo a través de los años y le hubiera dado una salida. Pero ahora… –Chang Geng sonrió. –La codicia no está mal, ser astuto no está mal, inclusive la estupidez no está mal, pero Fu Zhi Cheng no debió haber desafiado abiertamente al Campamento del Hierro Negro.
Tres generaciones habían trabajado duro para construir al Campamento del Hierro Negro. Ya fuera que el poder militar estuviera en las manos del Emperador o en las manos de Gu Yun, mientras el Campamento del Hierro Negro continuara en pie, la paz y la estabilidad de la Gran Liang sería preservada. Desafiar directamente al Campamento del Hierro Negro era algo que podía sacudir los cimientos de la nación, solo por ésta única razón, Gu Yun no podría perdonarlo.
Fu Zhi Cheng observó atentamente a Gu Yun por un momento, luego, al final, aún se las arregló para permanecer de alguna forma racional. Regresó su espada a su vaina, luego se inclinó para presentar respeto: –Mucho tiempo sin verle, el Mariscal Gu lo está haciendo bien.
Tan pronto como Fu Zhi Cheng inclinó su cabeza, los soldados detrás de él retiraron sus armas instantáneamente, parados tan quietos como una pared. La atmósfera se relajó de inmediato.
Tanto Kuai Lan Tu como Sun Jiao se sintieron secretamente aliviados, parecía que pedir que Gu Yun viniera fue el movimiento correcto.
–No tan bien. –Gu Yun miró a Fu Zhi Cheng por un rato, luego abrió su boca de improvisto. –General Fu, justo ahora el Inspector Kuai me ha dicho que, a pesar de que usted es el Comandante de Suroeste, ha coludido con los bandidos, comunicándose con el Mar del Sur, su intención de rebelarse es tan clara como el día… ¿qué piensa acerca de todo esto?
Fu Zhi Cheng: –…
Nadie esperó que Gu Yun fuera incluso más directo que Fu Zhi Cheng. Incluso con el ejército principal del sur rodeando las montañas en ese momento, ni siquiera se molestó en dar rodeos, sino que lo había cuestionado directamente.
La situación abajo se revirtió a su atmósfera tensa, pero Chang Geng, en el ático, permaneció tranquilo. Parecía estar muy encariñado con el arco que Gu Yun le dio, siempre llevando el largo y pesado objeto que pesaba unos cuantos kilos con él, sin estar dispuesto a soltarlo ni por un momento. Esta vez, lo había bajado, sosteniéndolo en su mano, limpiando cuidadosamente el arco repetidamente con un pañuelo que nadie sabía de dónde había sacado.
Shen Yi dijo después de un momento: –Pero si él se da por vencido con Fu Zhi Cheng, ¿no significaría quedarse quieto y ver cómo Su Alteza implementa a la fuerza la Orden de Percusión?
Chang Geng dijo sin titubear: –¿Pensó alguna vez el General Shen que desde que la Orden de Percusión apareció, incluso los viejos campesinos en las aldeas saben que esta Orden dividirá el poder militar en manos de yifu? Los comandantes de todos lados objetaron contra ella, ¿por qué es que él se rehusó a hablar?
Shen Yi soltó su pregunta: –¿Por qué?
Chang Geng: –Debido a que él creció junto con el Emperador, entiende la terquedad de esa persona mejor que nadie en este mundo. Mientras la Orden de Percusión aún no se haya llevado a cabo, y el Emperador aún tenga que controlar el poder militar en sus manos, no será capaz de dormir ni comer bien. Oponérsele sólo incrementará la fricción interna, causando conflicto entre el gobernante y sus súbditos, y entonces el villano ganaría la delantera. Este compromiso tendría que hacerse tarde o temprano, la única pregunta es cómo.
Sus últimas palabras casi quedaron cubiertas por un rugido.
Kuai Lan Tu no era del tipo tímido como Sun Jiao. Cuando escuchó la pregunta de Gu Yun, supo de inmediato que este asunto no se resolvería sin problemas. Ese día, en Xing Zi Lin, él o Fu Zhi Cheng, uno de los dos perecería ahí. También estaba el enorme ejército de la guarnición de la Frontera Sur a los pies de la montaña. Entre más desatinos, más rápido encontrarían la muerte. ¿No era mejor capturar a ese Fu de un solo golpe mientras aún no estaba alerta? En ese momento, independientemente de qué tan grande era el ejército de la Frontera Sur, ellos se convertirían en nada más que una serpiente sin cabeza a la merced de los demás.
El Inspector Kuai tomó a esta decisión en un instante, pasando a Gu Yun, apuntó a Fu Zhi Cheng y gritó: –¡Capturen a ese convicto sin ley!
Chang Geng en el ático tomó una pesada flecha de hierro de su cargador y tiró lentamente de la cuerda del arco. De la punta del arco emergía una pequeña niebla blanca, rociando su rostro. Su cara estaba cubierta con vapor de agua revelando incluso más de su belleza gentil.
Shen Yi se sintió secretamente sorprendido mientras lo veía. Ese arco había sido elaborado especialmente para Gu Yun, aún con la adición de la caja dorada, una persona ordinaria todavía no sería capaz de conseguir el efecto de una flecha de Arcoíris Blanco. Chang Geng tensó la cuerda hasta su límite mientras apuntaba, ambos brazos increíblemente firmes, sin temblar en lo más mínimo: estas habilidades del pequeño príncipe probablemente eran más que simplemente ser “diligente”.
Shen Yi: –Incluso si el Mariscal en verdad deseaba comprometerse, ¿quién puede reemplazar al General Fu para limpiar esta situación desastrosa en la Frontera Sur?
Chang Geng: –Me gustaría escuchar los detalles.
Shen Yi rápidamente contó a todos los generales militares grandes y pequeños en la corte imperial: –Además del nuevo Comandante de la Marina de Jiangnan, Zhao You Fang, quien posee cierta cantidad de habilidades; los demás no pueden ser puestos a cargo. Tal vez no estemos cortos de oficiales fieros, pero para ser el comandante de un territorio, solo saber cómo pelear no sería suficiente, aptitudes y experiencia tampoco deben faltar. Tiene que ser capaz de discutir con las fuerzas locales e incluso con el Ministerio de Guerra. El Emperador no mandaría al Comandante de la Marina a las montañas del sur, ¿o sí?
Fu Zhi Cheng debajo del ático ciertamente se rehusaba a dejarse capturar sin dar pelea. El General de la Frontera Sur no era llamado fiero y sin igual por nada: un tajo de su espada cortó una cabeza, luego se dio la vuelta para saludar a la Armadura Pesada que venía por detrás de él, no se intimidó ni se ocultó, blandiendo su espada y pisando sobre el hombro de la Armadura Pesada, usándola como palanca. Todo su cuerpo giró en el aire y tres de los soldados del Ejército del Sur acompañándolo reaccionaron al instante, los látigos en sus manos volaron hacia adelante, enroscándose sobre la Armadura Pesada.
La máquina y Fu Zhi Cheng rugieron simultáneamente. Fu Zhi Cheng sostuvo la espada de acero con ambas manos, arremetiendo cruelmente hacia abajo, lanzando una estocada con precisión dentro del hueco detrás de la Armadura Pesada, penetrando directamente el cuello de la persona en el interior. La Armadura Pesada dio un paso rígidamente hacia adelante y luego se quedó quieta en su lugar…
Luego, un torrente de sangre salió derramándose.
Fu Zhi Cheng montó sobre el hombro de la Armadura Pesada, extendiendo su brazo para limpiarse la sangre del rostro, su mirada de águila golpeando directamente a Kuai Lan Tu.
Kuai Lan Tu finalmente retrocedió un paso de forma subconsciente.
En ese momento, una flecha, como un arcoíris penetrando a través del sol, descendió desde arriba, su sonido agudo haciendo eco en toda la guardia. Las pupilas de Fu Zhi Cheng se encogieron, pero ya era muy tarde para esquivar, la flecha pasó rozando con precisión la corona del cabello de Kuai Lan Tu, cortándola por la mitad. El cabello del Inspector Kuai se desparramó, haciéndolo lucir como un demonio. Inmediatamente después, fue directamente a través del pecho de la Armadura Pesada penetrando la doble placa de acero. Fu Zhi Cheng fue golpeado por la fuerza implacable de la flecha, balanceándose para luego caer. La trayectoria de la flecha no se detuvo, clavándose en el suelo.
La tierra explotó creando un pequeño agujero, los tres soldados del Ejército del Sur se retiraron al mismo tiempo. La punta de la flecha se clavó directamente en la intersección entre sus tres látigos.
La cola de la flecha temblaba sin cesar, como el zumbido del viento.
–Demasiado arrogante. –murmuró Chang Geng para sí mismo. Luego, bajo la mirada atemorizada de todos, tensó otra flecha de hierro sobre cuerda y continuó su oración: –General Shen, no lo olvide, hay otra persona.
Shen Yi continuaba inmerso en el disparo de hace un momento, sólo arreglándoselas para encontrar su voz después de un largo tiempo: –… discúlpeme, no puedo pensar en nadie.
Chang Geng: –Lejos en la distancia, pero al alcance la mano.
Shen Yi estaba sorprendido: –¿Qué?
Chang Geng: –Así es, es usted.
Bajo el ático, la expresión de Gu Yun estaba desprovista de su regular aura relajada, parecía extremadamente frío por la tensión: –Hey, siempre he querido preguntar, ¿quién le dio el coraje para entrenar tantos soldados privados?
La expresión de Kuai Lan Tu se oscureció, sus oídos aún estaban colmados con el zumbido de la flecha de hierro, no podía imaginarse de qué lado estaba Gu Yun, entró ligeramente en pánico: –Ma-Mariscal, usted no lo sabe, debido a que el Inspector Central del Sur se ubica en la frontera, con el fin de prevenir que la multitud se rebele, la corte imperial había permitido especialmente una rama de ejército defensivo…
Gu Yun: –En el ejército defensivo en este país, a excepción del Ejército Imperial del Emperador, el resto no debería usar ninguna maquinaria por encima de la Armadura Ligera o la caballería. Incluso la Armadura Pesada del Ejército Imperial no puede exceder los seis sellos: Kuai Lan Tu, ¿fui yo quien lo recordó mal? ¿o fue usted?
Kuai Lan Tu se estremeció.
Por supuesto, sabía que había cruzado la línea, pero esto no era un asunto grave. Mientras pudieran derrotar a Fu Zhi Cheng y permitir que la Orden de Percusión fuera implementada, esto no sería más que una pequeña ofensa bajo un mérito mucho mayor. La situación ya había llegado a este punto, ya no había forma de dar vuelta atrás: –El traidor está justo aquí, ¿el Marqués en verdad quiere hablar sobre los soldados privados rompiendo el reglamento en este momento?
Gu Yun frunció el ceño, casi parecía que no era muy bueno discutiendo cara a cara. Kuai Lan Tu asumió de inmediato que se las había ingeniado para vislumbrar esta expresión destellando sobre su rostro, sintiendo de pronto que el Marqués del Orden no era tan terrorífico como decían las leyendas.
Kuai Lan Tu no tenía nada que temer, pensando para sus adentros: “Al final, él es simplemente un joven de la nobleza. Sin la facción del Viejo Marqués, ¿qué demonios es un Gu Yun?”
Fu Zhi Cheng gritó con furia: –Este Kuai, ¿a quién ha llamado un traidor?
Kuai Lan Tu elevó su voz: –Caballeros, hemos sido sitiados por las fuerzas rebeldes, la mejor solución en este momento es capturar a su rey, ¡no permitiéndoles ni un espacio para reaccionar! Yo también les pido a todos por favor controlar a sus hombres, ¡no dejen que los rebeldes se dispersen!
Fu Zhi Cheng estaba furioso al punto de estallar en risa, causando que su ya de por sí feo rostro semejara a un demonio: –¿Capturarme? ¡Adelante, inténtenlo!
Mientras terminaba de decir esto, los soldados de élite de Fu Zhi Cheng tomaron la iniciativa para lanzar una tormenta, precipitándose dentro del salón de la guarida desde los pies de la colina. Los guardias del Ejército de la Frontera Sur y los soldados privados del inspector se enfrentaron.
El pequeño nido en Xi Zi Lin se abarrotó al instante.
Shen Yi no podía entender por qué Gu Yun continuaba pretendiendo ser inútil, sentándose y contemplando la escena. Inquietado por los fuertes gritos y chillidos, casi había corrido escaleras abajo. Pero al darse la vuelta, vio que el rostro de Chang Geng no cambió, su flecha nunca dejó los alrededores de Gu Yun, cualquiera que se atreviera a acercársele se convertiría en una brocheta de carne.
–General Shen, por favor permanezca tranquilo, yifu ya había planeado esto; y yo también estoy montando guardia en este momento. –cuando Chang Geng habló había una extraña clase de certeza y seguridad en sus palabras.
Por un momento, Shen Yi súbitamente tuvo una idea: Gu Yun había intensificado deliberadamente la contradicción entre Fu Zhi Cheng y Kuai Lan Tu, ¿estaba planeando conseguir que otros hicieran su trabajo sucio?
Chang Geng: –Si hoy, Fu Zhi Cheng es capturado, la posición del Comandante del Ejército de la Frontera Sur quedará abierta. A pesar de que el Emperador es persistente, también entiende lo que es importante. La frontera es un territorio crítico, solo los grandes generales pueden ser puestos en esta posición.
“–Buscando entre toda la corte imperial, nadie es más apropiado que usted, General Shen, cuando se trata de experiencia y aptitudes.
“–Por no mencionar, que el Emperador suprimiendo el derecho a controlar de mi yifu fue solo debido a su naturaleza altamente desconfiada. El afecto de haber crecido juntos desde la infancia aún permanece, la seguridad de la Gran Liang continuará siendo colocada sobre los hombros de mi yifu.
“–Cuando la Orden de Percusión sea implementada, el Emblema del Tigre Negro será inefectivo. Quien sea que se convierta en el Comandante del Ejército de la Frontera Sur tendrá la autoridad para controlar y administrar, pero no poder militar real. Puesto que yifu ya expresó su actitud, ¿no debería el Emperador apaciguarlo después de su castigo?
Al llegar a esta parte Chang Geng hizo una pausa y sonrió: –General Shen, solo espere y observe, a pesar de que al Emperador no le gusta mucho este hermano menor perdido desde hace mucho, a la recompensa por la temporada de descanso ciertamente no le falta nada. Cuando se sume, quizás valga más que el salario de mi yifu.
Shen Yi ignoró el complicado asunto de “¿Quién es el que está criando a esta familia?”. Miró a Chang Geng conmocionado, su expresión cambió varias veces, y al final, lo elogió: –Su Alteza Real ha cambiado mucho.
En ese entonces, el adolescente que salió del pueblo de Yanhui era simple y obstinado, todas sus emociones desde la felicidad hasta el sufrimiento eran claras a la vista. Shen Yi había admirado en secreto su determinación muchas veces: si se hubiese tratado de cualquier otro niño ordinario, transformándose de un chico del campo a un príncipe en solo una noche, hubiera sido cegado por la vanidad de la capital.
Chang Geng ese año era solo un niño que nunca había probado el lujo y la riqueza, aun así, él había insistido en dejar la mansión. Prefirió vagar bajo este interminable cielo que regresar a ser un príncipe de la realeza: una rana sentada en el fondo del pozo.
Pero en ese momento, el hombre joven que actualmente estaba discutiendo los asuntos de estado de la nación con él en medio de las espadas y cuchillas estaba desprovisto de cualquier trazo de la puerilidad de ese año. Su transformación había asombrado a Shen Yi.
Chang Geng no respondió. En los últimos cuatro años, nunca se había atrevido a ser indulgente con su cuerpo ni con su alma por ni siquiera un solo día, pero no por el deseo de hacer alguna gran contribución. Quería ser fuerte lo más pronto posible, para que pronto llegara el día en el que pudiera tener una conversación casual con el Hueso de la Impureza… para ser lo suficientemente fuerte para proteger a una persona.
–A pesar de que las rutas marítimas están abiertas, la gente de los Planos Centrales rara vez va al mar. La defensa marítima también es ineficiente. Si sólo dependemos de los extranjeros para viajar hasta aquí y traer negocios, al final, los que obtendrían grandes beneficios de ello continuarán siendo esos comerciantes que viajan por el mar, la mísera cantidad de plata ingresando no es suficiente para que el Emperador compre secretamente ziliujin de las manos de los occidentales.
Shen Yi: –Esto es solo temporal, no es imposible encontrar una salida.
Chang Geng pareció sonreír: –Sí, he viajado a ver la Ruta de la Seda esta primavera, la entrada a Lou Lan estaba floreciendo al punto de la incredulidad. Cuando pienso en cómo todo esto fue posible gracias al esfuerzo de mi yifu, no puedo evitar el sentirme honrado.
“–Hasta dentro de tres años, la Ruta de la Seda podrá abrirse por completo, conectando todo el territorio de la Gran Liang. Espere hasta que la gente pueda beneficiarse verdaderamente de ello, entonces habrá suficiente oro y plata fluyendo hacia el tesoro nacional. Para ese momento, el Instituto Ling Shu ya no tendrá que preocuparse por el dinero. Las defensas en todos lados tendrán tropas más que suficientes, ¿quién continuaría atreviéndose a invadir las fronteras?
“–Si es así, ya sea el Ministerio de Guerra o mi yifu quien tenga la última palabra, a sus ojos, no habrá ninguna diferencia.
Shen Yi permaneció en silencio, no supo por qué después de estar separados durante cinco años, Chang Geng llegó a entender a Gu Yun incluso más.
Pero lo que dijo era cierto.
En los últimos años, Gu Yun todavía portaba consigo una feroz aura asesina. Muy a menudo, cuando no había nadie alrededor, hablaría de combatir esto, batallar con aquello. Pero desde que se le ordenó hacerse cargo de la Ruta de la Seda, había mencionado esos asuntos cada vez menos y menos.
Por un lado, al volverse mayor, había comenzado a pensar más y más, su ira había comenzado a desvanecerse. Por el otro, era porque lo que Gu Yun, quién ni una sola vez pensó en acaparar el poder militar en sus manos de principio a fin, deseó durante toda su vida para su país natal fue que estuviera en paz.
Si necesitaban que peleara, él estaba dispuesto a vestir sus armaduras y montar su corcel. Si necesitaban que defendiera, estaba dispuesto a ser un humilde guardia en la Ruta de la Seda.
Chang Geng vio que Shen Yi parecía estar perdido en sus pensamientos, repentinamente recordó algo que había escuchado antes: se dice que el entendimiento y la confianza entre un general y su mecánico era algo en lo que nadie más podía interferir. El corazón de Chang Geng sintió envidia de forma involuntaria. Pero antes de que sus celos se pudieran concentrar, repentinamente escuchó el sonido de un aleteo.
Un pájaro se detuvo en el alféizar de la ventana. Chang Geng se sorprendió momentáneamente, luego hizo a un lado su arco y flecha. El ave se acercó volando y aterrizó en su palma. Era un pájaro de madera muy bien elaborado, su cuello podía hacer movimientos flexibles. Era adorable, parecía ser un pájaro viviente.
Shen Yi provenía del Instituto Ling Shu, el mal hábito de sentir que sus manos le picaban cuando fuera que veía a un artilugio que le gustaba lo acompañaría durante toda su vida. Tan pronto como lo vio, sus ojos nunca lo dejaron, pero tampoco era conveniente para él preguntarle sobre eso a Chang Geng, conduciéndose a sí mismo a un estado de angustia entre lo que quería y lo que necesitaba.
Chang Geng dio unos toquecitos suaves sobre el vientre del ave. El abdomen el pájaro de madera se abrió, revelando un rollo de papel en su interior.
Chang Geng dio un vistazo, el rostro que permaneció estable incluso cuando la montaña explotó y cambió repentinamente.
Shen Yi: –¿Qué ocurre?
En este momento, Gu Yun debajo del ático atisbó un destello de luz en su visión periférica. Alzó su mano, pero sólo para poner esa hermosa mano típica de esos jóvenes maestros de la prestigiosa nobleza sobre la espada que colgaba de su cintura
Un soldado del Ejército del Sur de baja estatura y complexión pequeña emergió repentinamente y se abalanzó directo hacia Kuai Lan Tu: un guardia del Campamento del Hierro Negro de Gu Yun de inmediato avanzó para salvarlo.
Kuai Lan Tu no tuvo tiempo para sentirse aliviado, el soldado del Ejército del Sur había abierto su boca para escupir algo. Pudo sentir instintivamente que esto no estaba bien, pero ya era muy tarde para girar su cabeza y esquivar.
Un dardo tan grande como un pulgar penetró directo en su cuello, al mismo tiempo, los guardias del Campamento del Hierro Negro aplastaron la cabeza del soldado del Ejército del Sur, parecía que no vieron en lo absoluto el dardo que voló hacia el Maestro Kuai.
La garganta de Kuai Lan Tu se contrajo violentamente, extendió su brazo, como si quisiera sujetarse de algo…
En una fracción de segundo, el asesino y el asesinado perecieron al mismo tiempo.
Sun Jiao no pudo haber predicho esto incluso en sus sueños, retrocedió dando tumbos, estrellándose contra la pared detrás de él del susto, y súbitamente, Gu Yun le mostró una sonrisa.
Al momento siguiente, un chillido agudo irrumpió a través del cielo, el techo de la imponente guarida de los bandidos fue destrozado por la mitad, incontables Águilas Negras llegaron silbando…
Kuai Lan Tu y Sun Jiao querían utilizar a Gu Yun para obligar a Fu Zhi Cheng a rebelarse. Pero, inesperadamente, Gu Yun no había seguido su plan. Antes de que pudieran hacer su movimiento, él había tomado el mando para intensificar la hostilidad entre ambos bandos, pidiéndole una mano a Fu Zhi Cheng para asesinar al problemático Kuai Lan Tu.
Entonces, de alguna forma, había infiltrado al Campamento del Hierro Negro dentro de la Frontera Sur para lidiar más tarde con Fu Zhi Cheng, matando dos pájaros de un tiro…
Pero esto no estaba bien.
Chang Geng se dio la vuelta y se apresuró a bajar del ático, ¡este juego no terminaba aquí!
El que lo comenzó no era Kuai Lan Tu, ni el Ministerio de Guerra, ni Sun Jiao, ni siquiera Gu Yun…
Se me pusieron los pelos de puntas, que nervios.
Amooo