36. Separación

¡Este niño en verdad aprendió cómo responder!

Gu Yun se quedó atónito, esto era completamente diferente a lo que había esperado: –¿Por qué?

Chang Geng le respondió razonablemente: –La Región Occidental ya se encuentra vigilada por el Campamento del Hierro Negro de yifu, el que yo esté ahí solo causaría más problemas; además, también estoy causándote molestias para forjarme un falso mérito militar, sin ningún significado.

A pesar de que esta también era la intención de Gu Yun, pero con Chang Geng descubriéndola directamente como tal, aun así, sintió como si lo hubieran rociado con agua fría. Apenas pudo mantener su expresión inamovible y dijo: –Entonces… también está bien, regresar a la capital para escuchar de política también es bueno. Mi viejo maestro tiene otros estudiantes, podrías ir y hacer amistades con anticipación…

Chang Geng: –¿No es eso justo lo mismo?

Mientras hablaban, miró hacia el final del estrecho pasillo, la brillante luz dorada del sol de Jiangnan brillaba sobre el jardín lleno de innumerables flores primaverales en flor. Sin embargo, escuchando a los sirvientes de la mansión de Yao: a pesar de que las flores lucían enérgicas en ese momento; de hecho, el periodo de floración solo duraba entre diez días y medio mes, no pasaría mucho tiempo antes de que se marchitaran.

Afortunadamente florecieron ahí en el jardín, si hubiera crecido en una montaña desolada, únicamente podrían mostrar su belleza de forma silenciosa para luego marchitarse silenciosamente sobre la tierra; la vida y la muerte separadas solo por un parpadeo, rodeadas solo por unos cuantos pájaros y animales salvajes: ¿quién estaría ahí para comprenderlo?

Las flores eran así, y también lo eran las muchas emociones innecesarias de amor y odio en el corazón.

Chang Geng: –Yifu, hay un montón de personas talentosas alrededor del Maestro Liao Ran. Desearía viajar con ellos, no retrasaré mi proceso de lectura ni mi entrenamiento…

“¿Qué es esta tontería?”

Antes de que ni siquiera pudiera terminar, Gu Yun ya lo había interrumpido, su expresión oscura: –No.

Chang Geng se dio la vuelta y lo miró en silencio.

Ocultas en los ojos del joven que permanecía con su espalda a contraluz había cosas inexplicables que Gu Yun nunca antes había notado. En esta ocasión, mientras les daba un vistazo, fue ligeramente tomado por sorpresa.

Inmediatamente se dio cuenta de que su tono de voz un momento atrás fue un poco duro, suavizó su expresión y dijo: –Si quieres salir afuera a jugar, espera hasta que hayas vuelto a la capital, pídele al tío Wang que arregle todo para que unos cuantos guardias de la mansión te acompañen por ahí. Solo una cosa: no tienes permitido ir a ningún lugar donde no haya una estación imperial. Cada vez que llegues a una estación, debes mandarme una carta para reportarme que estás a salvo.

Chang Geng dijo débilmente: –Comer y vestir bien durante todo el camino de esa manera, solo haría todo más embarazoso, ¿no? Si es así, entonces yo igual podría ir a ofrecer incienso al Templo Hu Guo junto con las señoras y señoritas, ahorraría más dinero y esfuerzo de esa manera.

Gu Yun: –…

¡Este niño en verdad aprendió cómo responder!

¡También lo coronó con un florecido y bien escondido sarcasmo!

El buen humor de Gu Yun por el hermoso paisaje primaveral de Jiangnan se había disipado. Pensó: “¿Cómo puede seguir sin escuchar? ¿Fue porque lo consentí demasiado?”

Su tono comenzó a sonar impaciente: –La tierra es vasta, la gente es maliciosa, ¿qué diversión hay ahí? Ese monje no puede defenderse a sí mismo, a excepción de huir, solo puede pedir por comida. Si algo fuera a ocurrirte en tu viaje con él, ¿cómo se supone que se lo explique al anterior Emperador?

 “Ah,” pensó Chang Geng con indiferencia. “en realidad es por tener que explicárselo al Emperador anterior. Si él supiera que solo era un pequeño niño bastardo que Xiu Niang sacó de quién sabe de dónde y al que usó para confundir al linaje real, se enfurecería al punto de volver a la vida para matarme.”

Cada vez que miraba a Gu Yun, sentía que su corazón era cortado por un cuchillo, su pecado crecía más grande y pesado, no deseaba nada más que huir de inmediato. Pero el otro hombre lo había retenido firmemente y se rehusaba a dejarlo ir.

Sin que Gu Yun lo supiera, durante un breve periodo de tiempo, el corazón de Chang Geng incluso dio a luz a un irracional y persistente odio hacia él, pero afortunadamente, regresó rápidamente a sus sentidos.

Chang Geng retiró sus ojos de Gu Yun y dijo con calma: –Yifu me dijo unos días atrás que, cualquier camino que yo eligiera estaría bien mientras fuera el camino que quiero para mí mismo. Solo han pasado unos días, pero ¿ya te has retractado de tus palabras?

El corazón de Gu Yun estalló en llamas: –Dije que quería que lo pensaras cuidadosamente por tu cuenta, ¿llamas a esto “pensar cuidadosamente”?

Chang Geng: –En verdad lo creo así.

–¡No, piensa de nuevo! Ven a verme después de que lo hayas pensado cuidadosamente. –Gu Yun no quería regañarlo afuera, solo dándose la vuelta enfurecido para retirarse.

Chang Geng contempló su figura marchándose, sacudiendo los pétalos sobre su hombro. Escuchó el sonido de pasos viniendo por detrás de él, podía decir quién era sin siquiera darse la vuelta: –Que el Maestro sea testigo de tal escena, qué embarazoso.

Al inicio, el monje no se atrevió a aparecer. Después de asomar su cabeza dentro y fuera durante un largo tiempo, al ver que Gu Yun se había ido, finalmente mostró su rostro con alivio. Señaló: «El Marqués tiene buenas intenciones.»

Chang Geng bajó la mirada hacia sus manos, ya se encontraban cubiertas por una delgada capa de callos, pero aún no habían sido pulidas con cicatrices.

Dijo con indiferencia: –No me quiero convertir en un ser incompetente quien solo puede depender de su amabilidad.

«Este monje sintió que Su Alteza fue un poco extremo.» expresó. «Incluso si se tratara del mismo Dios, a temprana edad, la mayoría de las personas deben crecer bajo la guía y protección de sus padres. Con el estándar de Su Alteza, ¿no querría decir que todos en este mundo son incompetentes? Los grandes talentos florecen tarde y necesitan evitar el volverse arrogantes.

Chang Geng no respondió, por supuesto, no lo tuvo en cuenta.

El monje dijo: «Vi la expresión en el rostro de Su Alteza, el veneno ya debió haber devorado todo el camino hasta sus huesos.»

Chang Geng estaba impactado: lo primero que asumió fue que el hombre se había dado cuenta del Hueso de la Impureza dentro de él.

Sin embargo, el monje continuó señalando: «Hay veneno en los corazones de todas las personas, algunos pesados, otros ligeros, y a la edad de Su Alteza, no debería haber actuado así, usted ha estado pensándolo demasiado.»

Chang Geng sonrió con tristeza: –¿Qué es lo que sabe?

Siempre sintió que todo alrededor de él: el estatus real, la identidad falsa… fueron robados para él por Xiu Niang. Un día, alguien se percataría que no los merecía, revelaría la verdad y él perdería todo.

Inquietud y ansiedad se habían convertido en un hábito, por lo que Chang Geng siempre sintió que en esa capital solo era un extraño.

Gu Yun estaba planeando su futuro desde la perspectiva de “el Cuarto Príncipe”, sin embargo, Chang Geng descubrió que no era capaz de poner su corazón en ello.

Cada día, mirando al espejo, sabía que era un dragón de tierra[1] revolcándose en el lodo. No obstante, los demás debían colocar sobre él cuernos y escamas, haciendo su mayor esfuerzo para vestirlo como un verdadero dragón. Pero incluso con más ornatos, al final seguía siendo un gusano, que nunca podría alcanzar el rango de nobleza.

En este caso, era mejor distanciarse ahora, para prevenir cualquier vergüenza futura.

Solo Gu Yun, todas las alegrías y penas que el hombre le había dado eran inmensamente inolvidables, grabadas dentro de sus huesos, sin ningún indicio de insinceridad. No podía engañarse a sí mismo y decir que sería capaz de dejarlo ir fácilmente, es solo que con frecuencia sentía que él no era digno.

Chang Geng no se reprendió a si mismo por mucho tiempo, pronto se recompuso nuevamente y preguntó: –Ah sí, Maestro, siempre he querido preguntarle, al final, la enfermedad que tiene mi yifu, ¿qué es exactamente? Su comportamiento en el viaje al Mar del Este fue muy extraño, pero se ha negado a decirme.

El monje se apresuró a sacudir su cabeza: «Amitabha, este monje no se atreve a discutirlo.»

Chang Geng frunció el ceño. –Él exhibiendo su poder es una cosa, ¿incluso usted lo ayudará?

«El Marqués no es del tipo que exhibe su poder sin razón.» Él sonrió. «Si él no quiere mencionar este asunto, no es porque tema que otros conozcan su debilidad, sino quizás porque ésta es la espina encarnada en su cuerpo y el veneno en su corazón: ¿quién se atrevería a tocar el asunto sensible del Marqués del Orden? Su Alteza, por favor perdone la vida de este monje.»

Chang Geng frunció su cejo, pensativo.

 

No había sido fácil para Gu Yun escapar de las arenas doradas del desierto, durante esos pocos días, había tenido la intención de ir a darle un buen vistazo a los paisajes de Jiangnan, ir a montar a caballo, dar un paseo en bote en el lago, admirar a unas cuantas damas hermosas. En resumen, había deseado divertirse a sus anchas antes de irse.

Pero al final, las dos oraciones de Chang Geng habían matado su ánimo, terminó quedándose encerrado en su habitación, sin voluntad para dar siquiera un paso fuera. Porque ver a Chang Geng era suficiente para hacerlo enojar, lo mismo para Yao Zhen, él estaba incluso más furioso mirando a Liao Ran.

Las dos bribonas de la familia Yao aún se negaban a detenerse, soplando ensordecedoramente la flauta una tras la otra, como un par de pericos ruidosos.

Mientras Gu Yun escuchaba esas notas fuera de tono, recordó cómo Chang Geng tomó la flauta justo de su mano y se enojó aún más. ¿No solía él antes guardar todo para su yifu? ¿Cómo es que cambió tan rápido?

Qué lamentables eran los destinos de los padres y sus hijos: parecían estar conectados por sangre, pero al final no duraban mucho.

Incluso en las verdaderas familias eran así, qué decir de los extraños como ellos, donde ni siquiera había una relación sanguínea.

En la noche, un soldado Águila Negra aterrizó en el patio: –Gran Mariscal, el General Shen mandó una carta.

Gu Yun suprimió su ira, recibió la carta y le dio un vistazo, solo para descubrir que era completamente diferente de las usualmente largas platicas de Shen Yi, la carta solo tenía unas pocas palabras escritas en ella: “Urgente, apresúrate a volver.”

Shen Yi, desde el Instituto Ling Shu hasta enfrentarse a situaciones de vida o muerte con él en los campos de batalla, no había nada que no hubiera visto antes. Si no fueran asuntos urgentes, no hubiera escrito una carta expedida para apurarlo.

Soldado: –Mariscal, usted ve…

Gu Yun: –Lo sé, no hay necesidad de contestar, partiremos mañana.

Él aún no había resuelto las cosas con Chang Geng, Gu Yun inicialmente pretendía ignóralo por dos días y luego hablarlo de nuevo, pero en ese momento, con Shen Yi urgiéndole que volviera de esa manera, no había otra opción. Caminó de aquí para allá en su habitación dos veces y luego se puso en movimiento para encontrar al chico.

Chang Geng estaba practicando con su espada en el patio. Gu Yun se quedó parado, viéndolo durante un momento, luego se volvió repentinamente para sacar la espada del soldado Águila Negra. El soldado aun traía encima su equipamiento, el ancho de la hoja de la pesada espada era del tamaño de una mano adulta, Gu Yun la tomó como si solo fuera un plumero: –¡Atento!

Su voz todavía no había terminado, pero su espada había cortado a través del aire. Chang Geng lo confrontó firmemente, sin retroceder ni un solo paso.

“Él ha mejorado,” pensó Gu Yun, “su mano tiene más fuerza ahora.”

Tomó prestada la fuerza del arma en su mano para saltar por encima, su espada creó un circulo semejando a una luna llena.

Chang Geng no se atrevió a enfrentarlo directamente, retrocediendo de inmediato un par de pasos. No era capaz de dispersar la fuerza en este movimiento, la espada pesada de Gu Yun parecía una serpiente fantasma, lanzando tres tajos en un parpadeo. Chang Geng cruzó su espada frente a su pecho para bloquear el ataque, sus pasos habían sido obligados a retroceder hacia una esquina.  Se dio la vuelta para saltar sobre una columna, girando en el aire y pisando sobre la espada de Gu Yun con una pierna.

Gu Yun lo elogió, luego aflojó su agarre sobre la empuñadura de improvisto. El pie de Chang Geng de pronto perdió su apoyo, desbalanceándose. Gu Yun entonces alargó su mano, tomando de nuevo la empuñadura y presionó gentilmente sobre el hombro del chico quien aún no recuperaba el equilibrio, el matiz oscuro de la cuchilla provocó que le dieran escalofríos en el acto.

Gu Yun sonrió, palmeó el hombro de Chang Geng con la espada, luego la arrojó de vuelta al soldado detrás de él: –Nada mal, no has descuidado tu entrenamiento.

Chang Geng frotó su muñeca ligeramente entumecida: –Todavía es mucho peor comparado con yifu.

Gu Yun dijo: –Mn, en verdad mucho peor.

Chang Geng: –…

Bajo circunstancias normales, ¿no deberías primero decir algunas palabras de elogio y luego dar un par de consejos? ¡En su lugar incluso lo usó para presumir! ¿Podría haber un yifu así de modesto?

Gu Yun: –Si vienes al Campamento del Noroeste, puedo enseñarte personalmente.

Como era de esperarse, era sobre ese tema de nuevo, Chang Geng no pudo evitar reír.

Era extraño que, en ocasiones, cuando una persona en verdad quiere algo, esta persona lo intentaría por todos los métodos, arriesgando todo lo que tiene con el fin de conseguirlo, pero, al contrario, al sentir que ya no lo quiere más, vendría a encontrarla directamente a su puerta.

Chang Geng se negó amablemente: –Tiempo atrás, en la mansión del Marqués, he preguntado a mi instructor, ‘cuando yifu era joven, también ha practicado el arte de la espada y artes marciales en esta mansión, ¿cómo fue capaz de volverse tan poderoso?’

“–El instructor me dijo que las habilidades sólidas dependen principalmente de cuánto esfuerzo está uno dispuesto a poner en su entrenamiento. Pero el volverse poderoso era principalmente porque uno había pasado a través de muchos encuentros de vida o muerte en el campo de batalla, quién enseñó no era de importancia.

La sonrisa de Gu Yun desapareció.

Chang Geng: –Yifu, lo he pensado cuidadosamente, aun deseo ir y ver el mundo.

Gu Yun frunció el ceño: –¿No es el mismo cielo y la tierra en la capital que en las fronteras? ¿Qué más quieres ver? ¿La Gran Liang ya no es suficiente para ti? ¿Quieres nadar también en los países de occidente?

Esos dos, padre e hijo, estaban a punto de pelear de nuevo: el soldado Águila Negra permaneció quieto al fondo, sin atreverse a hacer ningún sonido; el asesino que dominaba el cielo sostuvo su larga espada, pretendiendo ser una pila de carbón que alguien olvidó limpiar.

Chang Geng no dijo nada, solo miró profundamente en los ojos de Gu Yun. Por un momento, deseó vomitar todo lo que había suprimido en su corazón durante todo ese tiempo, pero decidió no hacerlo: intentó imaginar todas las formas posibles en las que Gu Yun podría reaccionar a ello, sintiendo que no sería capaz de manejarlo.

Gu Yun: –No tienes que decir nada. No quiero saber de dónde vienen esos pensamientos tuyos. Mañana, dile a ese monje que se largue, tú estarás yendo de regreso a la capital. Si no quieres ir al noroeste, entonces quédate en casa, ¡no necesitas ir a ningún lado nunca más!

Chang Geng quería gritar con fuerza: “¡La mansión no es mi casa!”

Pero en cuanto esas palabras alcanzaron sus labios, ya las había mordido a la mitad y tragado de vuelta, estaba instintivamente asustado de que sus palabras fueran a herir el corazón de Gu Yun: a pesar de que ni siquiera sabía si Gu Yun tenía un corazón para sentirse herido.

–Yifu, –dijo Chang Geng con calma. –esta vez te he causado problemas, haciéndote viajar hasta aquí desde el lejano noroeste, en verdad me siento muy entristecido, pero si no quieres hablar razonablemente, yo solamente puedo actuar a voluntad. He huido una vez, puedo huir una segunda vez. No puedes estarme vigilando por siempre, los guardias de la mansión no serán capaces de retenerme.

Gu Yun estaba furioso, su corazón siempre había ido hacia la mansión. Sin importar cuánto detestaba la idea de volver a la capital, pero mientras pensaba acerca de cómo finalmente era capaz de volver a casa, siempre lo había esperado con muchas ansias.

Ahora sabía que en los ojos de Chang Geng, ese lugar no era diferente de una prisión.

Gu Yun: –Déjame verte intentarlo.

Los dos rompieron infelizmente de nuevo.

El soldado Águila Negra lo alcanzó con prontitud, Gu Yun no había ido muy lejos ni estaba preocupado sobre si Chang Geng podía oírlo o no. Dijo fríamente: –No tienes que seguirme mañana, escolta a Su Alteza a la capital, ¡no lo dejes dar ni un solo paso afuera!

Soldado: –…entendido.

Un incendio en la puerta de la ciudad también es una calamidad para los peces en el estanque[2], incluso el Águila Negra volando fuera de la puerta terminó achicharrándose para terminar convertida en una gallina desplumada, en verdad involucrando a los inocentes.

Temprano a la mañana siguiente, Gu Yun partió enfurecido.

No habló de nuevo con Chang Geng. Puesto que estaba a punto de partir, el inmoral Marqués del Orden incluso se escabulló en el patio de la hija de cinco años de edad del Maestro Yao sin que nadie se enterara y robó la flauta de bambú que había sido dejada en el columpio. Después de que la niña despertó y descubrió que la flauta había desaparecido de la nada, lloró con pena durante todo el día.

 

La velocidad de regreso de Gu Yun fue incluso más rápida a comparación de cuando partió, y la primera oración que dijo después de aterrizar fue: –Prepara mi medicina.

Shen Yi lucía muy serio: –¿Todavía puedes oír?

–Sí, –dijo Gu Yun. –pero no será por mucho tiempo, si hay algún asunto de importancia, dilo rápido.

Shen Yi sacó unas cuantas hojas de papel: –Estas son las confesiones de Sha Xie Zi. Nadie más las ha visto, lo he interrogado personalmente y esperé a que el Mariscal regresara para tomar una decisión.

Gu Yun los leyó rápidamente mientras caminaba, pero de pronto, sus pasos detuvieron su marcha. Enrolló los papeles en su mano.

Por un momento, su expresión parecía aterradora.

Sha Xie Zi invadiendo la Ruta de la Seda se debía, en realidad, únicamente a las conveniencias de la ruta, su verdadero objetivo era el país de Lou Lan. Parecía que poseía en sus manos un mapa del tesoro de Lou Lan: esta cosa llamada “tesoro” resultó ser una mina de ziliujin que corría a través de mil kilómetros.

Shen Yi bajó su voz para preguntar: –Mariscal, este asunto es muy grave, ¿deberíamos reportarlo a la corte imperial?

Gu Yun soltó rápidamente: –No.

Entonces lo pensó con rapidez y le preguntó a Shen Yi: –¿Dónde está el mapa?

Shen Yi murmuró lo suficientemente alto para que solo ellos dos pudieran oír: –Sha Xie Zi lo tatuó en su estómago.

Gu Yun: –¿No dijo de dónde lo obtuvo?

–Fue robado. –dijo Shen Yi. –Esos bandidos del desierto arrasan en todas direcciones, sin temer nunca a nadie. Las personas de la Gran Liang, los países más pequeños de la Región Occidental, los extranjeros occidentales, ellos le roban a quién sea que se encuentren; incluso los mismos bandidos no saben de qué lado viene el mapa que se combinó con su botín.

Gu Yun le respondió con un “mn”, estrechando sus ojos que comenzaban a ver borroso de nuevo, dirigiendo su vista hacia el floreciente Lou Lan con miles de luces a la distancia. Un jovencito de Lou Lan estaba tocando un instrumento de una sola cuerda en el muro de la ciudad como un loco, riendo y sonriendo mientras miraba en dirección a Gu Yun.

Gu Yun ya no tenía el corazón para divertirse con esas personas de Lou Lan que solo sabían comer y beber. Regresó los pedazos de papel a Shen Yi: –Siléncialo.

Las pupilas de Shen Yi se contrajeron.

–Elimínalo y deshazte de todos los rastros. –los labios de Gu Yun lucían casi como si estuviera callado, todas sus palabras parecían estar contenidas dentro: –Esos bandidos también, solo di que querían escapar, nuestras fuerzas no tuvieron más opción que asesinarlos… este asunto quedará entre nosotros dos, si fuera a filtrarse, solo podría ser de tu parte. Investiga de inmediato el origen de ese mapa del tesoro.

Shen Yi: –Entendido.

Él preguntó de nuevo unos momentos después: –Mariscal, he escuchado un rumor desde la capital de que Wei Wang ha sido arrestado.

Gu Yun lo miró: –Incluso tú mismo dices que es solo un rumor, el decreto imperial aún no ha sido enviado, no hagas ninguna especulación, ponte a trabajar.

Shen Yi respondió con un “si”. El agotamiento en la cara de Gu Yun aún no se desvanecía, permaneció de pie en su lugar, presionando la esquina de sus ojos, solo podía esperar que él hubiera exagerado su reacción acerca de este mapa del tesoro de origen desconocido.

El desastre de los Jiaos en el Mar de Este aún no se había estabilizado, el noroeste ya tenía este extraño acontecimiento, continuaba teniendo el presentimiento de que estos eventos no eran una coincidencia.

 

Medio mes después, dos reportes de la situación en Jiangnan yacían frente al Emperador Long An, Li Feng.

Li Feng dio unos toques sobre su escritorio, un hombre de arriba de los cuarenta con una larga barba se acercó rápidamente, encendiendo la lámpara de vapor por él. Este hombre era el tío sanguíneo de Su Majestad: llamado Wang Guo, actualmente el individuo más favorecido en la corte imperial.

Li Feng abrió el primero: estaba escrito acorde lo que Gu Yun y Yao Zhen habían discutido ese día, adulando a todos los oficiales de Jiangnan, desde el más pequeño hasta el más grande, aplaudiéndoles después sus méritos y buena voluntad al final. El Emperador no dijo nada después de que terminó de leer, procedió a tomar el segundo.

Este era un reporte confidencial, la forma en la que estaba escrito era completamente diferente al anterior, decía:

“Ese día, el Marqués del Orden, Águilas Negras y Armaduras Negras junto con docenas de personas aparecieron en el Mar del Este y capturaron a su líder rebelde… acorde a la confesión del líder, había una mujer en el barco de la fuerza rebelde, su paradero y acciones eran misteriosas, se sospecha que ella es un miembro del Pabellón Lin Yuan y una vieja conocida de Gu Yun…”

Después de que Li Feng terminó de leer, no dijo nada y le pasó los dos reportes a Wang Guo.

Wang Guo los leyó rápidamente, evaluó cuidadosamente la expresión insondable de Li Feng, intentando adivinar cuáles podrían ser sus pensamientos, luego procedió a hablar: –Esto… Su Majestad, el Marqués del Orden envuelto en este asunto, a pesar de que ha conseguido un mérito, pero abandonar su deber a voluntad sigue siendo bastante…

Li Feng: –Él tiene un Águila Negra que le permite viajar durante miles de kilómetros, volar a través de todos los Planos Centrales es un asunto de solo unos pocos días. A pesar de que dejó su deber, no actuó particularmente fuera de la línea. Es solo que tengo mucha incertidumbre, ¿cómo puede haber una coincidencia como esta? ¿Qué papel juega el Marqués del Orden en todo esto?

Wang Guo estrechó sus ojos, pareció haberse percatado de algo.

Los delgados dedos de Li Feng tamborilearon sobre el escritorio: –También está el Pabellón Lin Yuan: el Pabellón Lin Yuan se ha escondido en eljianghu[3] durante muchos años, ¿por qué aparecieron de repente? ¿cuándo contactó Gu Yun con estas personas?

El Pabellón Lin Yuan: oculto durante la paz y prosperidad, alzándose de frente al caos.

Wang Guo respiró hondo: –Su Majestad quiere decir… que Gu Yun alberga motivos ocultos…

Li Feng lo miró, sus labios se curvaron en una sonrisa: –¿Qué está diciendo el tío? Tío Shiliu creció conmigo desde la infancia, apaciguar la rebelión fue una gran contribución. Si usted tiene tales pensamientos, ¿no haría que un súbdito leal se sienta desalentado?

Wang Guo no entendió lo que quería decir, por un momento solo pudo seguirle el juego y no se atrevió a responder.

Li Feng: –Es solo que nuestra tierra natal, la Gran Liang, se extiende por miles de kilómetros, de norte a sur, todo ha tenido que depender de él, ¿No agotaría esto a mi Tío Real? Me pregunto si es momento de encontrar a otros que puedan compartir esta carga con él.

 

Fin del Tomo I

Referencias

Referencias
1 Una lombriz; recuerden que el símbolo del Emperador es el Dragón para entender la metáfora.
2 NTE. Proverbio: el observador también sufrirá; los espectadores inocentes serán atrapados en el fuego cruzado.
3 NTE. 江湖 Literalmente “ríos y lagos”. Es un término muy utilizado en la literatura china para referirse a las comunidades de artistas marciales en las historias wuxia y/o las sociedades fuera de la ley. Una forma de actuar fuera del gobierno.

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