29. El Desastre de los Jiaos

«El demonio del Mar del Este se está transformando en un dragón, este monje vino con el propósito de traer castigo divino sobre él.»

En ese momento, todo el enojo y la irritación en el interior de Gu Yun se desvanecieron en el viento.

Alargó sus brazos para atrapar a Chang Geng y palmeó su espalda suavemente un par de veces, su barbilla rozaba contra el hombro del chico. Sintió que sus brazos ya no eran solo una estructura ósea vacía.

Gu Yun también tenía muchas ganas de decir en voz alta las palabras “yo también te extrañé”, pero incluso a su edad, nunca antes había pronunciado tales palabras, la sentencia dio vueltas arriba y abajo tres veces en su interior, pero al final, huyeron temerosas de regreso a su estómago.

Él solo sonrió ligeramente: –¿Así de grande y todavía actuando como un niño mimado?

Chang Geng cerró sus ojos, sabía que no podía continuar sobrepasando el límite. El afecto no podía ser controlado, pero sus extremidades y su cuerpo si podían.

Soltó obedientemente a Gu Yun y permaneció de pie a un lado con calma, soportando el invisible fuego incontrolable en su pecho. Sabía que quería demasiado, al punto de la irracionalidad, incluso causando que muchos tipos de agravios y odio nacieran de ello, y todos eran estos tan horribles y despreciables, por lo que no se atrevía a permitir que fueran vistos de ninguna forma.

Chang Geng respiró hondo y preguntó: –¿Cómo es que yifu ha viajado a Jiangnan?

Gu Yun lo contempló y luego replicó infelizmente: –Aun tienes cara para preguntar, ¿no fue por ti?

Chang Geng no se atrevió a mirarlo durante largo tiempo, inclinó su cabeza ligeramente.

Gu Yun solo asumió que acababa de decir palabras pesadas. Las reprimendas que ya habían alcanzado la punta de su lengua fueron tragadas de regreso de manera presurosa por él mismo. Curvó su pulgar dentro de la palma de su mano, flexionando las coyunturas arriba y abajo dos o tres veces. El agotamiento después de viajar por miles de kilómetros le vino de golpe. Soportó ese cansancio repentino y después de meditarlo varias veces, intentó permanecer tan calmo como fuera posible y dijo a Chang Geng: –Siéntate, dime porqué estabas con ese burr… ahem

Gu Yun se dio cuenta de que no era apropiado llamar a Liao Ran “burro calvo” enfrente de Chang Geng. Pero jamás podría decir también la palabra “Maestro” tampoco, por lo que se quedó atorado en el medio.

Chang Geng: –Cuando el Maestro Liao Ran quiso viajar al sur, fui yo quien insistió en ir con él. Si yifu le causara problemas por esta razón, yo también me sentiría intranquilo.

Gu Yun: –…

Chang Geng era muy bueno hablando. Con sólo una oración, había pedido que el burro calvo fuera perdonado sin hacer enfadar a Gu Yun al mismo tiempo. Interior y exterior estaban claramente diferenciados, provocando que Gu Yun casi se sintiera “intranquilo” él mismo. Fue secretamente sorprendido por segunda vez en ese día, solo había transcurrido un año, ¿cómo es que el niño que solía ser tan directo como un poste de madera aprendió esta forma de hablar?

–Cuando yifu tenía mi edad, ya se había aventurado al sur para apaciguar la rebelión, pero yo aún soy inexperto e incompetente, por lo tanto, quise dejar la mansión para ver el mundo exterior.

Chang Geng echó un vistazo a Gu Yun y, cuando encontró que sus ojos estaban inyectados de sangre, fue incapaz de seguir hablando, la culpa se elevó desde su pecho hasta su garganta. Susurró: –… es solo que mi manera de hacer las cosas fue impulsiva, incluso molestando a yifu para viajar desde tan lejana distancia. Yo estaba mal, yifu, por favor castígame.

Gu Yun quedó en silencio por un rato y luego dijo de pronto: –La verdad es que la primera vez que fui de expedición fue gracias al viejo General Du y a otros de la facción del Marqués anterior, quienes trabajaron duro para presentar su solicitud al Emperador anterior.

Chang Geng levantó la vista.

Gu Yun no era una persona muy modesta. Cuando bebía demasiado, a menudo solía dejar correr su boca. Incluso falacias tales como “puedo acabar con veinte marionetas de hierro en el tiempo que tarda en quemarse medio incienso como mis oídos y ojos cubiertos” habían salido de él antes.

Sin embargo, cuando uno lo pensaba, él se volvió famoso en su juventud. Esta cadena de historia gloriosa, desde sostener en su mano el emblema de mando para marchar hacia el oeste hasta la restauración del Campamento del Hierro Negro, incluso con una sola de las anteriores era suficiente para hablar por media vida, pero Gu Yun nunca lo mencionaba.

Gu Yun llenó una copa de un tipo de vino amargo para Chang Geng: –Este es el vino de la gente de Luo Lan. Tú también eres un adulto, puedes darle un par de tragos.

Chang Geng tomó un sorbo, pero no fue capaz de encontrarle ningún gusto. Lo puso a un lado. Él y Gu Yun no se habían visto durante un largo tiempo, solo el mirarlo aquí y ahora era suficiente para agitar su sangre en frenesí, en realidad no necesitaba añadirle alcohol.

Gu Yun: –No entendía nada en ese entonces, ir con ellos solo causaría más caos, combinado con la arrogancia de mi juventud, me había negado a admitir mis limitaciones.

“–En el camino para eliminar a los bandidos, estaba muy ansioso por tomar la iniciativa y actué solo. Solo una pequeña contienda terminó perdiendo más de treinta armaduras pesadas en las que se había invertido dinero real; no solo eso, incluso causó graves heridas al viejo General Du… ¿has escuchado del General Du Chang De?

Chang Geng había oído antes de él por Liao Ran, el monje quizás estaba más familiarizado con los magistrados y el personal militar de la dinastía pasada de lo que estaba con las escrituras de Buda.

Diez años atrás, tanto el viejo Marqués como su esposa fallecieron debido a una enfermedad. Gu Yun todavía era joven. Fue el General Du quien, diligentemente, cuidó de ambos lados: desde la frontera hasta la corte imperial y tuvo que hacerse cargo por su cuenta de los asuntos de estado en ese momento. Desafortunadamente, sus viejas heridas actuaron. Más tarde, falleció mientras estaba en la campaña del noroeste. Por lo que tuvo que dejar a Gu Yun, quien tan solo tenía diecisiete años en ese momento, tomar la posición de comandante en esa expedición.

Gu Yun: –En ese entonces, de no ser por mí culpa, el anciano todavía permanecería fuerte y saludable, sus viejas heridas no habrían actuado solo por un simple resfriado.

“–Después de eliminar a los enemigos en el sur y regresar a la capital, cuando reportó a la corte imperial, ni una sola vez mencionó ninguno de mis errores, desde el comienzo hasta el fin, solo habló de mis méritos y continuó manteniéndome en el ejército.

Gu Yun pausó por un momento mientras llegaba a ese punto.

De pronto, sintió que todo esto era muy increíble. Durante todo el camino has aquí, solo pensó en cómo reprender a Chang Geng una vez que atrapara el chico; ambos, desde sermones hasta verdaderas acciones. Nadie esperaba que esto se desarrollara al punto en el que él se sentaba a confesar sus propios viejos asuntos humillantes.

Había pensado que ocultaría estos temas por siempre, pero cuando los miraba en ese momento, se dio cuenta de que en realidad podía encararlos con facilidad.

Esto estaba más allá de su entendimiento.

Quizás Shen Yi tenía razón. Tanto los jóvenes como el viejo padre eran en efecto cargas pesadas, haciendo a las personas inclinarse para examinarse claramente a sí mismas.

–La razón por la que estoy en esta posición no es porque sea mejor que nadie, sino porque mi apellido es Gu. –dijo Gu Yun, mirando a Chang Geng. –A veces, tu origen determina lo que debes hacer y lo que no.

Esta era la primera vez que Gu Yun le explicaba a Chang Geng la razón por la que no podía llevarlo al noroeste, a pesar de que era bastante difícil de comprender.

Chang Geng lo observó atentamente.

Gu Yun lo consideró por un rato y luego dijo de nuevo; –Pero si has pensado claramente acerca de qué tipo de camino quieres tomar, no tienes que preocuparte demasiado. Mientras yo esté con vida, siempre tendré la fuerza para acabar con cualquier obstáculo en tu camino.

Chang Geng pensó que después de todo ese tiempo siguiendo al Maestro Liao Ran, ya se había entrenado a sí mismo para ser capaz de entablar una conversación con la mayoría de las personas con facilidad. Pero solo en ese momento se dio cuenta de que “la mayoría de las personas” seguía excluyendo a Gu Yun justo como antes. En el momento que estaba de frente al hombre, se volvería extrañamente torpe en sus discursos.

Siempre pensó que él era una carga que el viejo Emperador arrojó sobre Gu Yun, que era un ser ambicioso que ansiaba un mundo que no le pertenecía, pero este no era el caso.

Chang Geng pensó que nadie más en este mundo podía tratarlo como lo hizo Gu Yun.

Justo entonces, se vislumbró una figura al otro lado de la puerta. –Mariscal.

Gu Yun se recompuso y agitó su mano hacia Chang Geng: –Ve a descansar temprano, siguiendo a ese monje, no podrías haber comido ni dormido bien… Ah, ¿o quieres quedarte aquí y dormir conmigo?

Chang Geng: –…

Fuegos artificiales explotaron en su mente, poniéndose rojo de inmediato todo el camino hasta la punta de las orejas.

Gu Yun sonrió y dijo: –Ahora también aprendiste cómo sentir vergüenza. Antes, cuando solías asustarte hasta las lágrimas por las pesadillas, ¿no era yo quien te convencía de volver a dormir?

Chang Geng no sabía cómo manejar esta clase de burla cara a cara: ¡el punto principal era cómo Gu Yun lo dijo directamente como su hubiera sido así en realidad!

El chico se quedó de pronto con la cabeza vacía y huyó rápidamente fuera de la habitación de Gu Yun como si se deslizara ente las nubes.

Después de que Chang Geng se fue, Gu Yun hizo un gesto con su mano a la figura fuera de la puerta. –Adelante.

Un soldado vestido en una armadura de Águila Negra entró de inmediato.

El soldado dijo: –Como se le ordenó a su subordinado cazar al monje…

Liao Ran engañó en secreto al Cuatro Príncipe para dejar la capital. Aunque este asunto era en verdad intolerable, el chico ya había sido encontrado. Gu Yun no podía continuar ofendiendo al Templo Hu Guo demasiado, por no mencionar que el mismo Chang Geng pidió perdón en nombre del monje.

Gu Yun: –Olvídalo, dile a Chong Ze que retire la orden de búsqueda, que solo fue un malentendido. Le invitaré al Maestro Liao Ran una comida más adelante.

“Chong Ze” era el nombre del fiscal Yao Zhen. A pesar de que dijo eso, mientras Liao Ran aun tuviera su astucia con él, no se atrevería a asistir al banquete. Gu Yun estaba seguro de que mientras el otro hombre viera su rostro, no podría siquiera beber una gota de agua.

El soldado Águila Negra susurró: –Su subordinado es incompetente, todavía no he encontrado ningún rastro de ese monje. Pero hacia la noche, alcancé a verle abordando un pequeño bote, procedí a mandar hombres para que lo inspeccionaran y hemos descubierto algo.

Lo dijo mientras sacaba una pequeña bolsa y extraía una pequeña tira de tela con puntos de polvo dorado en ella.

Gu Yun le dio un vistazo y de inmediato frunció el ceño.

Esto era algo con lo que estaba muy familiarizado. Su nombre era Sui Xi: un mineral que venía con el ziliujin. Después de ser molido hasta convertirse en polvo, podía ser agregado en cierta proporción al ziliujin para prevenir explosiones accidentales durante los transportes a larga distancia. Un proceso especial era usado para filtrarlo del ziliujin más tarde, muy conveniente.

Sin embargo, por lo general, cuando la corte transportaba ziliujin, si no era por aire en el Cometa Gigante era usando el camino oficial escoltado por las tropas de la guarnición local, ¿cómo podía haberse mezclado algo así por azar en el pequeño bote de un monje?

Gu Yun: –¿Recordaste no revelar nada de esto?

Soldado Águila Negra: –El Mariscal puede estar tranquilo.

Gu Yun se puso de pie y dio dos pasos sobre el mismo lugar: –Si es así, entonces la orden de búsqueda no puede ser retirada, debemos atrapar a ese monje. Pide a los hermanos que rastreen ese bote por mí, encuentra de dónde viene, cuál es su destino…

Cuando Gu Yun dijo esto, su voz se detuvo de repente, y repentinamente descubrió que su visión comenzaba a tornarse borrosa, la figura del soldado no muy lejos de él se difuminó.

“Esto es malo,” pensó silenciosamente Gu Yun, “partiendo con tanta prisa, olvidé traer la medicina.”

No era de extrañar que tuviera la sensación de que había olvidado algo, Shen Yi, ese bueno para nada, ni siquiera se lo recordó.

Soldado Águila Negra: –¿Gran Mariscal?

Gu Yun continuó casualmente: –De ser posible, es mejor averiguar quién es el propietario del bote, pongan especial atención a con quienes trata de manera regular.

El soldado no sospechó en lo absoluto. –Entendido.

–Espera, también, –Gu Yun lo llamó. –si encuentran al monje, tráiganlo conmigo.

El soldado Águila Negra se fue de inmediato tras recibir sus órdenes.

Después de despacharlo, Gu Yun encendió la lámpara de vapor en la mesa y se sentó.

Jiangnan no producía ziliujin. Si esos botes en verdad tenían problemas, solo había dos circunstancias posibles. O Jiangnan tenía oficiales que estaban vendiéndolo en privado, o provenía del extranjero.

Si era lo primero, entonces esto era bastante fácil de explicar. Jiangnan era rico y estaba lejos de la capital, esas personas tan solo estaban tomando ventaja de las marionetas de cultivo que estaban siendo exportadas actualmente para tomar de manera furtiva algo de ziliujin para ellos mismos. Este asunto podía ser manejado por los inspectores locales, no estaba en su jurisdicción.

Pero si se trataba de lo último, entonces se temía que esto sería complicado.

Las siete principales facciones militares de la Gran Liang no eran débiles, las “Armaduras” y las “Águilas” eran las más poderosas en especial. Eso era la acumulación de tres generaciones del Instituto Ling Shu, vertiendo toda su alma y su corazón en construirlas. En este aspecto, no eran inferiores a las elaboradas por los occidentales.

Solo los Jiaos eran diferentes.

A pesar de que los Jiaos de la Gran Liang fueron elaborados para una batalla naval, generalmente solo se usaban para la defensa costera y montar guardia, rara vez salían al mar. No eran similares a las gigantescas naves de los occidentales que podían desafiar al viento y montar sobre las olas.

Este siempre había sido el caso: cuando se conectaron las rutas de comercio marítimo con el este, oeste, norte y sur, todos los puertos de la línea costera estaban repletos de barcos occidentales. Ese año, bajo la regencia del Emperador Wu, la Gran Liang era rica y opulenta y no le importaban los intercambios diarios con los occidentales. Eran más los extranjeros que venían aquí para buscar oro.

En esa época, el denominado “intercambio comercial” era simplemente el otro lado que traía sus productos al puerto, ellos solo tenían que abrir la puerta, se quedaban con algunos bienes y los compensaban con dinero en el bolsillo.

En cuanto al Emperador actual y su padre antes de él, a pesar de que habían reconocido los beneficios del comercio del transporte marítimo y albergaban gran entusiasmo en cuanto a ello, desafortunadamente, debido a que la frontera noroeste siempre estaba inestable, el plan de defensa marítima de los Jiaos Gigantes fue dejado atrás. Si no era debido a la falta de fondos, entonces era por la falta de ziliujin.

Si el bote en verdad estaba envuelto en la venta privada de ziliujin, muy probablemente amenazaría la defensa costera del Mar del Este.

También estaba ese monje Liao Ran, quien los había guiado al bote, ¿lo hizo sin intención? ¿o fue su plan todo el tiempo?

En un breve instante, la visión de Gu Yun ya se había vuelto más y más difusa. Encontró el monóculo en su pecho y lo colocó temporalmente sobre su nariz. Al menos de esta forma, un ojo podía ver con claridad.

Gu Yun sonrió con tristeza y pensó para sí mismo: “¿qué debería hacer ahora?”  

Chang Geng había huido de vuelta a su habitación, los latidos de su corazón aún no se estabilizaban. Cuando abrió la puerta y vio un monje, su corazón se tensó instantáneamente de nuevo. Cerró rápidamente la puerta y bajó su voz: –Maestro, ¿cómo es que está aquí?

Luego, Liao Ran juntó sus manos y sonrió: «Amitabha, no hay lugar al que este monje no pueda entrar.»

Este monje debió haber sido entrenado para ir y venir en cualquier momento sin dejar rastro, la mansión del fiscal no era diferente. En verdad parecía un dios.

El monje hizo señas a Chang Geng: «Quizás el Marqués del Orden me ha perdonado esta vez, Su Alteza no tiene que preocuparse.»

Chang Geng no estaba preocupado por él. Su mente era clara, imaginándoselo con tan solo un pensamiento: –¿Me usó deliberadamente para atraerlo aquí? ¿Qué hay para ver en la residencia Ying Tian?

Liao Ran lo contempló con gran aprecio, extendió sus manos lentamente para señalar: «El demonio del Mar del Este se está transformando en un dragón, este monje vino con el propósito de traer castigo divino sobre él.»

¿Qué estaba insinuando? ¿Iba a rebelarse Wei Wang?

¿O se trataba de algo más?

Al instante, varios pensamientos pasaron volando en el corazón de Chang Geng. Había estado al tanto desde hacía tiempo que ese monje estaba inmerso en el mundo mortal. No esperaba que estuviera sumergido tan profundamente, no pudo evitar que una capa de sospecha y precaución se alzó en sus ojos.

Sin embargo, antes de que pudiera hacer más preguntas, Liao Ran hizo un gesto a Chang Geng para que fuera con él y saltó por la ventana hacia afuera. Chang Geng titubeó, luego tomó su espada y lo siguió.

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