25. Preparado para Partir
«…Mariscal, ¡en verdad tienes grandes agallas!”
El Monje Principal Liao Chi guio a su extremadamente hermoso hermano menor hacia ahí, juntó sus manos para saludar a Gu Yun, luego sonrió brillantemente: –No le he visto en muchos años, el Marqués aun luce tan lleno de gracia como siempre, en verdad es una bendición para nosotros, la gente de la Gran Liang.
Gu Yun estaba sofocado por el espantoso rostro del anciano, pensó internamente: “¿No lo soy? Aún no me ha maldecido a muerte.”
Por supuesto, como el Marqués del Orden, no podía ser tan irrazonable como para buscar pelea basándose solo en sus emociones, al menos en la superficie, debería permanecer atento. Solo asintió casualmente: –Todo gracias a las bendiciones del Maestro.
El monje de rostro blanco también hizo una reverencia para presentar respeto, pero no dijo una sola palabra, solo sonrió suavemente, Gu Yun no pudo evitar mirarlo.
Liao Chi explicó: –Marqués, por favor no lo culpe, aunque mi hermano menor tiene un excelente entendimiento de las enseñanzas de Buda, desafortunadamente nació para seguir el camino de la meditación silenciosa.
Gu Yun estaba sorprendido, inesperadamente, esta persona, Liao Ran, era muda.
El monje dio un paso adelante y extendió sus manos hacia Gu Yun. Su rostro era muy blanco, haciendo que sus cejas lucieran incluso más negras que una pieza de madera sobre la nieve. Si no fuera un monje, habría tenido una larga cabellera negra, junto con un par de labios rojos y dientes blancos, era similar a una deidad hechizante elaborada en porcelana blanca.
Gu Yun frunció ligeramente el entrecejo, pensando “¿Qué está haciendo? ¿quiere iluminarme?”
El Monje Principal Liao Chi explicó: –El Marqués porta la paz y estabilidad de toda la Gran Liang sobre sus hombros, asumo que pronto tendrá que partir a la frontera en par de días. Mi hermano menor desea rezar por su seguridad.
Gu Yun esbozó una ligera sonrisa: –No se requiere molestar al Maestro, eso no es necesario: nunca he leído las enseñanzas antes y nunca he ofrecido ni siquiera un incienso, no molestaré a Buda.
Liao Chi: –Amitabha[1]NTE. El término Amitabha puede traducirse como “luz infinita”, y por ende se le denomina frecuentemente como el “Buda de la Luz Infinita”. Suele usarse cuando ocurre algo inusitado (como la expresión “¡Dios mío!” en español) y no sólo como una manifestación de asombro o temor; sino también una forma de saludo formal entre los creyentes del budismo. , la doctrina budista no tiene límites, iluminando a todos los seres, estas palabras del Marqués se equivocan.
Cuando Gu Yun escuchó la palabra “Amitabha”, ya estaba golpeado con la urgencia de pegarle a alguien, su paciencia había alcanzado su límite. Sin querer continuar hablando con ellos, respondió fríamente: –Su Majestad aún está esperando, no me atrevo a retrasarme más, haré una visita otro día, discúlpeme por no ser capaz de acompañarlos.
Después de que terminó, tiró a Chang Geng junto con él para seguir la guía de Zhu Pie Pequeño al interior del palacio. Chang Geng miró hacia atrás de manera inadvertida y vio que al monje no le afectaba en lo más mínimo la actitud de Gu Yun; permaneció tan devoto y sincero como cuando se arrodillaba frente a Buda. Su boca continuaba haciendo palabras silenciosas como si estuviera mandando fortuna hacia Gu Yun, quien se alejaba caminando, independientemente de si Gu Yun las quería o no.
Chang Geng estaba aturdido cuando una mano tiró repentinamente de él. Gu Yun habló en un tono de susurro mezclado con irritación: –¿Qué hay de bueno para ver en los monjes? Mirar durante mucho tiempo causa mareos.
Chang Geng sabía comportarse bien y retiró su mirada. Preguntó a Gu Yun: –Yifu, ese Maestro dijo que pronto tendrás que dejar la capital, ¿es cierto?
Gu Yun: –Mn.
Chang Geng preguntó; –¿Cuándo?
–Todavía no se ha decidido, –respondió Gu Yun. –aún tengo que evaluar la opinión del Emperador: si me voy, tú eres el más grande en la mansión, tienes la última palabra, si hay algo que no entiendas, puedes discutirlo con el tío Wang.
Gu Yun no necesitaba recordarle a Chang Geng que se concentrara en sus estudios o que fuera diligente con sus prácticas de artes marciales y otras cosas porque, en este aspecto, Chang Geng ya era suficientemente diligente como para hacer que un mayor como Gu Yun se sintiera avergonzado.
Chang Geng quedó estupefacto al oír esto, después de un rato, preguntó con angustia: –¿No me va a llevar yifu?
–¿Ah? –Gu Yun no entendió. –¿Para qué te llevaría conmigo?
Los pasos de Chang Geng se detuvieron.
Antes de ese día, Chang Geng nunca consideró esta situación.
Desde Yanhui hasta la capital, siempre habían estado juntos, Chang Geng no se percató de que, una vez que su pequeño yifu guiara a las tropas de regreso al Noroeste, serían separados el uno del otro por la mitad de los Planos Centrales.
En un parpadeo, el corazón de Chang Geng se sumergió en una espiral de pensamientos: a los ojos de su yifu, él era solo un niño que no estaba bien versado ni en lo literario ni en las artes marciales. Los soldados que iban a la frontera estaban equipados con armas y armaduras, ¿quién llevaría a un miembro de la familia como una carga junto con ellos?
En el futuro, cuando Gu Yun fuera a la Frontera Noroeste, si estaba seguro en ese lado; todavía sería capaz de regresar a la capital a reportar una vez al año. Pero si la situación era inestable, quién sabe cuánto tiempo tendría que estar estacionado ahí. Actualmente, él tenía oficialmente catorce años de edad, ¿cuántos años le quedaban antes de su ceremonia de mayoría de edad?
En ese momento, tendría que dejar el refugio y protección del Marqués del Orden y mudarse solo de la mansión. Lidiaría con una identidad falsa, viviendo en esta vasta y solitaria capital…
Yifu pronto tendría que casarse y tener hijos, y cuando ese tiempo llegara, ¿seguiría recordando a esta pequeña carga que solía criar como ganado en la mansión?
Ellos se referían el uno a otro como padre e hijo, pero su destino era como el de una lámpara rota, quemándose inmediatamente en un abrir y cerrar de ojos, solo él seguiría inmerso en este sueño delirante.
Mientras sus pensamientos alcanzaban este punto, todo el palacio parecía haberse convertido en una enorme caverna de hielo, congelándolo en el interior.
Cuando Gu Yun vio que Chang Geng detuvo sus pies súbitamente, se volvió y lo observó confundido.
Presa del pánico, Chang Geng soltó involuntariamente: –¡Quiero ir a la frontera contigo! ¡Puedo enlistarme en el ejército!
Gu Yun pensó “No des problemas, ya requirió mucho esfuerzo desenterrarte y sacarte por la puerta para una caminata, ¿qué es esta platica acerca de unirse a los rangos militares?”
No obstante, después de medio año de “experiencia de primera mano”, ya había descubierto el truco general para actuar como un mayor. No desgració directamente a Chang Geng cara a cara, solo sonrió con un “por encima de todo”, luciendo exageradamente alentador: –Muy bien, sé mi solado en el futuro, ¿de acuerdo, pequeño príncipe?
Chang Geng: –…
Por supuesto, lo que Gu Yun descubrió era un truco para tratar con un niño de cuatro años de edad, él estaba diez años lejos de acertar.
El afecto y desesperación de Chang Geng fueron ligeramente arrojados de vuelta por el otro hombre como si no valieran nada.
El chico cerró su boca silenciosamente, sin hacer más pugnas innecesarias. Contempló la ancha espalda de Gu Yun como si observara una puerta estrecha que nunca podría alcanzar por el resto de su vida.
El Emperador Long An, Li Feng, era el hermano en nombre de Chang Geng, pero solo por sus apariencias, uno no podía ver que ellos compartieran una relación sanguínea. Su Majestad lucía más parecido al Emperador anterior.
Esta era solo la segunda vez que Chang Geng se encontraba con él. Comparado con la frenética situación de la última vez, pudo ver al hombre con mucha más claridad en ese momento. El nuevo Emperador recién alcanzó los treinta de edad: se decía que este periodo era el más hermoso en la vida de un hombre. Su rostro era agradable a la vista y lucía extremadamente refinado y educado. Incluso si no fuera el Emperador, solo juzgando en base a su apariencia, uno podía ya decir que él estaba destinado a tener éxito en la vida.
Chang Geng era muy perspicaz, especialmente después de llegar a la capital, se volvió incluso más afilado leyendo las expresiones faciales de los demás y sus discursos. Gu Yun raramente mencionaba nada, pero el profesor Shen no era tan cuidadoso acerca de este tema. Shen Yi albergaba bastante insatisfacción hacia el Emperador y solía quejarse en privado. Por lo tanto, era fácil para uno vincular a Su Majestad con la imagen de alguien que era de espíritu ruin y mezquino.
Pero en realidad, no era para nada como lo que uno pudiera imaginar.
Gu Yun ni siquiera había puesto un pie dentro, pero el Emperador Long An ya había ordenado a un sirviente traer un brasero: –Les he dicho antes que el Tío vendría temprano. De prisa, tráiganlo al interior para calentar, siento frío solo de verle.
El Emperador Long An lo llamaba “Tío”, pero en realidad, era bastante bueno para Gu Yun no tener el apellido Li después de todo. En el pasado, con amor y afecto, el anterior Emperador le asignó casualmente este rol, pero el actual Emperador aún mantenía este intimo habito de sus años de infancia.
Frente a Gu Yun, no usaba el pronombre zhan[2]Zhan es el pronombre que todos los Emperadores usaban para sí mismos en lugar de decir “Yo”. ni desplegaba su estatus, había una entusiasta intimidad en esta costumbre, para nada similar a cómo un gobernante trataría a un súbdito, sino más parecida a como uno trataría a un miembro de su familia.
–Xiao Chang Geng también vino aquí. –Li Feng miró a Chang Geng y suspiró. –Los jóvenes en verdad cambian mucho día con día, el chico no era así de alto la última vez que lo vi: recién heredé el trono, siempre he estado preocupándome y con mis manos llenas en estos últimos meses, por lo que no he podido ponerte más atención. Acércate más, deja que tu hermano mayor te dé un buen vistazo.
Chang Geng ya se había preparado para ser “repudiado”: pero el “repudio” del Emperador estaba tan bien oculto al punto que no podía sentirlo en lo absoluto.
En esta ciudad imperial, ya sea gratitud o enemistad, todo era cuidadosamente escondido. A primera vista, todos lucían felices y agradables.
Gu Yun y el Emperador conversaron casualmente y, de cuando en cuando, recordarían sus días de infancia. Después, el Emperador Long An sacó el “Dinero del Sobre Rojo”[3]NTE. O “Dinero de la Suerte” es dinero envuelto en papel rojo que los padres, abuelos y otros dan a los niños como regalos de Año Nuevo. Regalar un sobre rojo con dinero se puede entender como una forma de desearle a un ser querido buena suerte. que había preparado para Chang Geng.
Chang Geng, un niño que creció en el pueblo de Yanhui, nunca había experimentado el mundo. Solo sabía que “sin trabajo no hay recompensa”. Mientras escuchaba a Zhu Pie Pequeño enlistar todos los regalos uno a uno, casi se sintió incomodo, ¡sospechando que la razón por la que Gu Yun lo recogió temprano por la mañana para venir al palacio era simplemente para encontrar al Emperador y recoger los bienes!
El Emperador Long An preguntó alegremente acerca del progreso de las prácticas de artes marciales y lecturas de Chang Geng. Dijo: –Eres un descendiente de nosotros, la familia Li. Debes ser diligente, crecer para ser un individuo talentoso con una fuerte voluntad y ayudar a compartir algunas cargas de trabajo con este hermano, ¿qué quiere hacer Chang Geng en el futuro?
Chang Geng miró a Gu Yun y dijo: –Deseo convertirme en un soldado bajo el mando del Mariscal en el futuro, servir a su lado y ayudarle a expandir el territorio para Su Majestad.
El Emperador Long An rio, parecía muy complacido, elogiando constantemente a Chang Geng por tener ambición.
Gu Yun tomó una taza de té de la mesa y bebió un sorbo. No interfirió y solo rio, sus ojos se convirtieron en delgadas líneas debido a la risa, muy cálidos.
“¿Quién está sirviendo a quién?” Pensó con impotencia.
A pesar de su impotencia, no pudo evitar el sentir que esas palabras eran increíblemente agradables, fluyendo desde sus oídos hasta su corazón. Incluso la mala suerte por haberse encontrado con los monjes un momento atrás fue completamente eliminada.
El Emperador Long An dijo en broma: –Este es el plan, pero los soldados en las fronteras deben soportar condiciones de vida muy duras, ¿cómo podría tu yifu estar dispuesto a llevarte ahí a sufrir?
Gu Yun sabía que el Emperador estaba usando esta forma indirecta para advertirle, agudamente consciente de la situación, respondió astutamente: –Si su súbdito se atreviera a llevar al pequeño príncipe al campo de batalla, como su hermano mayor, Su Majestad será el primero en reprenderme.
El Emperador Long An estaba satisfecho con esta respuesta, le hizo un gesto a Zhu Pie Pequeño para que se acercase: –El emisario del Papa occidental nos obsequió un enorme reloj la última vez, su tamaño es incluso mayor que las rocas en el Jardín Imperial, parece casi un edificio pequeño, y cada media hora hay marionetas que salen para interpretar canciones y bailes, muy alegre. Puedes llevar a Chang Geng a verlo, quisiera hablar un poco con mi Tío.
Chang Geng sabía que ellos tenían asuntos importantes por discutir, siguió de inmediato a Zhu Pie Pequeño hacia afuera.
Zhu Pie Pequeño era muy diligente tratando a este increíblemente bien portado Cuarto Príncipe y lo guio hacia el pabellón.
El “Pabellón Cálido” era un jardín semi-cerrado con coloridos azulejos esmaltados en el exterior. Los espacios al aire libre estaban equipados con braseros de vapor. Dentro, era primavera durante todo el año, con incontables flores florecían.
El enorme reloj del que el Emperador Long An habló estaba situado en medio con un dispositivo occidental para ver imágenes, en el escenario detrás de él aparecía un paisaje montañoso.
Chang Geng se sintió muy impresionado por la exquisita artesanía de los extranjeros, pero, como la mayoría de la gente de los Planos Centrales, no podía apreciar los colores tan brillantes de las imágenes en el dispositivo. Después de un asombro momentáneo, pronto perdió el interés. Sus ojos cayeron sobre la esquina del pabellón. Había dos personas ahí: uno era el monje con el que se encontraron anteriormente en el camino.
Liao Ran no podía hablar, suavemente hizo unos cuantos gestos con sus manos. El pequeño abad a su lado se acercó de inmediato a saludar: –Su Alteza, Eunuco Zhu, gracias a la gracia de Su Majestad, mi tío y yo fuimos capaces de permanecer en el Jardín Real para contemplarlo. Nos encontramos con Wei Wang en el camino. El Maestro se ha ido para hablar con Wei Wang. En este momento estamos esperándolo aquí, espero que no hayamos molestado a Su Alteza Real.
Chang Geng contestó con cortesía: –Soy yo el que ha molestado al Maestro.
Después de hacer unos cuantos gestos más, poseía una especie de aura de sin importar que hiciera, sería fluido y natural; y para nada haría sentir a la gente incomoda cuando se encontraba frente al monje mudo. El pequeño abad explicó a continuación: –Mi tío dice que sintió que era el destino cuando vio por primera vez a Su Alteza. En el futuro, si cuenta con algo de tiempo, por favor venga al Templo Hu Guo, tenga por seguro que le servirá la mejor clase de té.
Chang Geng dijo: –Por supuesto.
Liao Ran extendió su mano hacia Chang Geng, como Chang Geng no comprendió, él titubeó un poco antes de tomar su mano.
El monje escribió en su palma: “¿Cree Su Alteza en Buda?”
Chang Geng no odiaba a los monjes como Gu Yun, la silenciosa y pacífica aura de esos monjes le causaron una muy buena impresión a primera vista.
Pero tampoco tenía fe, porque sin concepto, si no entiendes algo, no puedes decir si crees en eso o no.
Pero Chang Geng no quería provocar que Liao Ran quedara mal ahí, solo sonrió casualmente.
Inmediatamente, Liao Ran entendió. No estaba para nada enojado. Al contrario, mostró una pequeña sonrisa, entonces escribió en la palma de Chang Geng: “Aquel que no conoce el sufrimiento, no creería en Buda*, qué afortunado debe ser”.
Chang Geng estaba completamente atónito. El joven adolescente miró dentro de los ojos del monje mudo que parecía abarcar todo en este mundo en su interior, sintiendo repentinamente que la larga depresión en su corazón había sido completamente vista por el otro. En ese momento, el Hueso de la Impureza, Xiu Niang, su origen incomprensible y su dificultad para hablar de sus pensamientos impropios: todo se deslizó a través de su corazón como el agua, penetrado por las palabras “Aquel que no conoce el sufrimiento, no creería en Buda”.
Liao Ran junto sus manos para presentar respeto, listo para seguir su camino.
Chang Geng lo detuvo de repente: –Maestro, iré al Templo Hu Guo en el futuro.
Liao Ran sonrió, luego guio casualmente al pequeño abad lejos con él.
Justo en ese momento, el sonido del gran reloj en el pabellón se escuchó, la música ligera sonó en el aire. Chang Geng se dio la vuelta y vio las doce pequeñas puertas del reloj abrirse. Doce pequeñas marionetas salieron: una con un arpa, otra estaba bailando, y había una cantando una canción aguda; después de terminar su canción alegre y animada, se inclinaron y regresaron al interior.
Toda la animosidad se apaciguó.
Después de este día, Gu Yun vivió una vida de despertar aún más temprano y regresar todavía más tarde. El Emperador Long An deseaba mandarlo a representar a la Gran Liang y firmar un tratado de comercio con el mensajero del Papa de occidente. La frontera de la Región Occidental abrió un mercado y, si las cosas fluían tranquilamente como se planeó, ellos lo extenderían a gran escala.
Como esta situación era requerida, tenía que prepararse para partir de inmediato. Gu Yun hizo unos cuantos viajes redondos desde a capital al Campamento del Norte. Antes de partir, todavía necesitaba encargarse del asunto con el Ministro de Hacienda y mantener un ojo sobre la cantidad de ziliujin que se distribuiría en el ejército. Estaba ocupado desde comenzaba el día hasta la noche.
En el día dieciséis del primer mes del calendario lunar, Gu Yun y Shen Yi regresaron tarde como era costumbre, y ya habían decidido partir al día siguiente. Como todavía tenían cosas que discutir, regresaron juntos a la mansión del Marqués.
Shen Yi: –¿Cómo es que el Emperador nos encargó a nosotros escoltar a Jia Lai? ¿No teme que matemos en secreto al bárbaro en medio del camino?
Gu Yun sonrió con tristeza y dijo: –El Emperador ha rechazado mi solicitud para incrementar la distribución de ziliujin este año. Se dice que el Instituto Ling Shu ha puesto sus manos en un nuevo diseño de marioneta de los extranjeros occidentales, puede ser usado para trabajar cultivando en lugar de las personas, bastante sorprendente. Este año, planean promover este producto primero en Jiangnan, el ziliujin también tendrá un nuevo lugar al cual ser distribuido. ¿Qué más puedo decir? ¿Por qué el Campamento del Hierro Negro intentaría competir contra la gente?
“–El Emperador dijo que el Campamento del Hierro Negro es el arma de la nación. Pueden prescindir de cualquiera, pero no de nosotros; también tendremos una parte del tributo del viejo. ¿Piensas que aún me atreveré a tocar a ese bárbaro?
Lo que el Emperador Long An quiso decir estaba muy claro: “Si el príncipe Jia Lai pierde incluso un cabello, los monstruos de hierro del Campamento del Hierro Negro ya no necesitarían quemar ziliujin, Gu Yun, tu puedes ir a empujarlos por tu cuenta.”
Shen Yi lo meditó y encontró que no había nada que pudiera decir, solo podía reírse debido a la frustración.
Los dos hombres pasaron frente a las marionetas que custodiaban la entrada a la mansión. Shen Yi preguntó: –Es cierto, acerca de tu partida de la capital mañana, ¿ya le has dicho a Su Alteza?
Gu Yun se frotó la nariz.
Shen Yi: –¿Qué?
Gu Yun bajó la voz y habló en sus oídos: –Le dije que acompañaría a Su Majestad a Xiangshan y no sería capaz de volver mañana por la noche. Si lo ves después, recuerda no arruinármelo.
Shen Yi se quedó callado por un momento, luego dijo: –… Mariscal, ¡en verdad tienes grandes agallas!
Gu Yun también estaba angustiado. Desde que reveló inadvertidamente que podría volver a la frontera, Chang Geng se volvió completamente diferente. Anteriormente siempre había sido diligente con su práctica de artes marciales, pero ahora comenzó a arriesgar su vida en ello. Se acababa de lastimar la muñeca el otro día, se hinchó como un bollo hervido. En la tarde, insistió en salir para practicar arquería sin importarle su herida, haciendo que su instructor de artes marciales se asustara tanto que cada día tenía que ir a buscar a Gu Yun para disculparse.
Gu Yun sentía que Chang Geng estaba muy apegado a él, ¿también eran los padres e hijos de otras familias así de nauseabundos?
La capa de algodón[4]La gente suele usar el término “capa de algodón” para comparar a sus hijas: cálidas y cuidando de sus parientes. era muy cálida, haciéndolo sudar: en verdad era una agradable y dulce carga que llevar.
Los dos caminaron al interior de la mansión lado a lado, y cuando entraron por la puerta, encontraron que el interior todavía estaba iluminado y que nadie se había ido a la cama aún.
Una pequeña niña, tan bonita como una flor, se precipitó desde el interior y gritó: –¡Hermano mayor, el Marqués ha vuelto!
Gu Yun pensó: “¿Desde cuándo hay una niña en la mansión? ¿Será que el gran sauce en la puerta ha cobrado vida?”
Viéndola de nuevo, la “pequeña niña” en realidad era Cao Niang Zi. Se había vestido a sí mismo como una pequeña dama, o más bien una damita que estaba lista para celebrar el año nuevo.
Gu Yun estaba confundido: –¿Qué están haciendo todos ustedes?
–El hermano mayor Chang Geng dijo que hoy es el cumpleaños del Marqués, ha dicho a todo el mundo que esperara a que volviera. –dijo Cao Niang Zi. –El General Shen también ha venido, justo a tiempo, todos podemos comer fideos juntos.
Shen Yi aceptó de inmediato: –Muy bien, ¡es mejor llegar a tiempo que llegar temprano!
Después de eso, le dirigió una mirada significativa a Gu Yun y trasmitió sutilmente lo que quería decir con sus ojos: “Tú, mentiroso, ¿ya te estás sintiendo culpable?”
*Nota complementaria sobre lo que Liao Ran dice a Chang Geng en este capítulo:
*未知苦处,不信神佛
“Sin conocer el sufrimiento, uno no creería en Buda”.
Puede referirse a que solamente cuando una persona se enfrente a la verdadera desesperación, solo creyendo en los dioses/Buda es que puede darse algo de apoyo y esperanza para perseverar. Las creencias religiosas siempre están enraizadas al sufrimiento humano.
Referencias[+]
⇧1 | NTE. El término Amitabha puede traducirse como “luz infinita”, y por ende se le denomina frecuentemente como el “Buda de la Luz Infinita”. Suele usarse cuando ocurre algo inusitado (como la expresión “¡Dios mío!” en español) y no sólo como una manifestación de asombro o temor; sino también una forma de saludo formal entre los creyentes del budismo. |
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⇧2 | Zhan es el pronombre que todos los Emperadores usaban para sí mismos en lugar de decir “Yo”. |
⇧3 | NTE. O “Dinero de la Suerte” es dinero envuelto en papel rojo que los padres, abuelos y otros dan a los niños como regalos de Año Nuevo. Regalar un sobre rojo con dinero se puede entender como una forma de desearle a un ser querido buena suerte. |
⇧4 | La gente suele usar el término “capa de algodón” para comparar a sus hijas: cálidas y cuidando de sus parientes. |