24. Monje Hechizante

Sus ojos eran claros y en su interior parecía haber un mar de estrellas serenas…

La flecha era como un meteoro, volando en línea recta a través del complejo sistema de cuerdas como telarañas bajo los veinte Cometas Rojos y penetró la parte posterior de la cabeza del tigre. No había forma de decir cuánta fuerza contenía la flecha, pero había perforado directamente el enorme y grueso cráneo de la bestia. Esta se balanceó, luego se estrelló contra el suelo, muerto antes de poder hacer algún ruido.

Las manos de Gu Yun no se detuvieron ahí, tensando la cuerda nuevamente con la segunda flecha, su espalda recargada contra el marco de la puerta, después viró en un ángulo. Casi sin apuntar, la flecha fue liberada. El blanco era aquel que lanzó las hojas de oro sobre la terraza de observación.

Se oyó un grito sobre la cubierta, la flecha pasó rozando por la cabeza de un extranjero, clavando su sombrero en la columna más cercana, la cola de la flecha continuaba vibrando con fuerza.

El hombre cayó de bruces en el piso desde su silla.

Gu Yun apartó el arco largo. Se volvió para hablar con el soldado de Armadura Negra sobre el mástil: –Planeando dañar a las personas, arréstenlo para interrogarlo.

Solo en ese momento, el hombre que fue inmovilizado por el tigre se recompuso lentamente, dejando salir pequeños sollozos. La gente alrededor estaba en el mismo estado aterrorizado y alguien se movió hacia adelante para ayudarlo a salir.

Bajo la Plataforma Ting Yuan, una discreta y delgada figura desapareció entre la muchedumbre, aprovechando la conmoción para subir a bordo de un bote que no estaba lejos de ahí.

Tan pronto como llegó, se desató el pañuelo que cubría su cabeza, revelando un hombre de cabello y ojos negros, su apariencia de alguna forma similar a la de la gente de los Planos Centrales. Rápidamente se le permitió ingresar a la habitación en el interior para encontrarse con aquel que había estado esperándolo.

Era un hombre de mediana edad, vestido con un atuendo blanco y una capa roja con un intrincado bordado. Un cetro de forma extraña y siniestra estaba colocado a un lado de él, su cabello castaño rizado estaba pulcramente peinado, dejándolo suelto sobre sus hombros, con un enorme anillo ceremonial en su dedo.

Era el emisario mandado por el Papa.

El extranjero de complexión pequeña y cabello negro se hincó respetuosamente sobre una rodilla: –Su Eminencia.

La parte superior del cuerpo del obispo se inclinó hacia adelante ligeramente, indicando que estaba escuchando.

–Me temo que el resultado es justo como lo ha predicho. –dijo el hombre de cabello negro. –En el corazón de estos orientales, Gu y su familia ostentan alguna clase de significado simbólico, mientras el “Cuervo Negro” vuele en el cielo nocturno, incluso de frente a una crisis mayor, esas personas ingenuas serán ciegamente estabilizadas como un rebaño de ovejas que ha encontrado a su perro pastor. Esta creencia irrazonable que tienen es difícil de comprender, incluso si, en mi opinión, muchos de ellos ni siquiera saben el nombre completo de Gu Yun.

El obispo meditó por un momento: –La “semilla” no causó ninguna baja.

–Difícilmente alguna, –el hombre de cabello oscuro inclinó su cabeza. –resultó que el Marqués del Orden también estaba en un Cometa Rojo, no sé si sus hombres se organizaron rápidamente para mezclarse entre la multitud, o si nuestra gente filtró trazos de su paradero, o si él mismo posee una habilidad excepcional para percibir situaciones críticas. Tan pronto como plantamos la semilla, los cuervos negros reaccionaron de inmediato. Gu asesinó a la semilla disparando una flecha desde el Cometa Rojo y ha arrestado al “sembrador” al mismo tiempo.

El obispo se reclinó en la silla tallada, sus dedos acariciando su barba: –Este no es el prestigio personal de Gu, sino la acumulación de tres generaciones unidas. La gente de los Planos Centrales depositó ciegamente su confianza en esos cuervos negros, casi desarrollando una clase de firmes creencias sobre la familia Gu.

El hombre de cabello negro: –La Iglesia ha discutido durante mucho tiempo porque, a pesar de que hay huecos frecuentes en la sociedad oriental, de alguna manera su gente ha sido capaz de mantener esta paz irregular. Pienso que estas creencias también son una de las razones.

El obispo se incorporó y dio un par de pasos sobre el bote con sus manos en la espalda.

–Esta es nuestra oportunidad. –murmuró. –Y para nada un evento desafortunado: debo escribir al Papa, podemos poner el plan Lou Lan[1] en acción de inmediato.

 

 

En ese momento, la situación en la Torre Qi Yuan finalmente se había estabilizado. Los Guardias Reales arribaron rápidamente para asistirlos y Gu Yun reconoció que su trabajo ahí estaba hecho. Hizo un gesto a Shen Yi, señalándole que era momento de retirarse. Su visión ya estaba muy borrosa y su oído también estaba disminuyendo, el ruido circundante de la conmoción poco a poco se fue silenciando.

Gu Yun dijo al guardia Águila Negra: –Me adelantaré para encargarme de algo. Sigue a Su Alteza. Si ellos desean volver a casa, espera hasta que todo se haya calmado antes de hacerlo. Si quieren jugar un poco más en el Cometa Rojo, déjalos ser. No sé si seguirán con los espectáculos.

Chang Geng preguntó: –Yifu, ¿y qué hay de ti?

En este momento Gu Yun ya no podía escuchar lo que estaba diciendo. Solo palmeó el hombro del chico y se alejó con prisa.

El sonido retumbante que venía por debajo de sus pies se hizo más fuerte, el Cometa Rojo aterrizó lentamente sobre la Plataforma Ting Yuan. Gu Yun y Shen Yi salieron caminando lado a lado. El frio de la noche era pesado. Chang Geng aferró entre sus manos la capa que Gu Yun dejó atrás, tratando de alcanzarlos hasta que el soldado Águila Negra se lo impidió.

El soldado dijo: –Su Alteza Real, por favor no se moleste en seguirlos. El Gran Mariscal no usa ropa de invierno en la capital, la situación en el exterior sigue siendo caótica, por favor, no se aleje de su subordinado.

Una sospecha se alzó repentinamente en el corazón de Chang Geng: “¿Por qué no la usaría?” Con el cuerpo de Gu Yun, claramente no se debía a que no le temiera al frío”.

También estaban las palabras “tus ojos” que Shen Yi pronunció ansiosamente que también lo hacían sentir como si tuviera un hueso atorado en su garganta.

Chang Geng no pudo evitar recordar el “juego de hacerse el ciego y el sordo” de Shen Shiliu tiempo atrás en el pueblo de Yanhui. Por supuesto, los ojos y oídos de Shen Shiliu eran en parte una inconveniencia que usaba para actuar desvergonzadamente, pero Chang Geng había confirmado que hubo situaciones en las que él en verdad no podía ver. ¿Era eso simplemente para engañar a Xiu Niang y a esos bárbaros que tenían intenciones de infiltrarse en la Frontera Norte?

Entre más lo pensaba, era más probable que se sintiera ansioso. El corazón de Chang Geng se llenó de pronto de inquietud, incluso hasta que el soldado los escoltó diligentemente de regreso a la mansión del Marqués, el sentimiento no disminuyó.

Chang Geng regresó a su habitación, no fue capaz de caer dormido incluso después de dar vueltas en la cama. Después de despedir a Cao Niang Zi y Ge Pang Xiao, se puso su capa silenciosamente y corrió a la habitación de Gu Yun a esperar.

La recámara de Gu Yun estaba muy limpia, con la clase de pulcritud y limpieza que se veía en los hombres militares y sin decoración excesiva. Había unos cuantos libros sobre el escritorio, una lámpara a base de vapor usada y una caligrafía colgando en la pared, ahí se leía: “El mundo no puede ser evitado”; parecía ser la escritura propia de Gu Yun.

En adición a la nueva capa de piel de zorro que pendía sobre la cama, el dormitorio del Marqués era casi miserable.

Chang Geng esperó por un rato y sin darse cuenta cayó dormido sobre la pequeña mesa. Como su pecho estaba presionado, pronto soñó cosas desagradables.

En la bruma, Gu Yun parecía estar parado enfrente, con su espalda vuelta hacia él. El Chang Geng en el sueño no estaba restringido por los grilletes de los límites adecuados, su acción fue mucho más atrevida que en la realidad, tirando íntimamente de Gu Yun por detrás: –Yifu.

Gu Yun se volvió lentamente hacia atrás, pero las cuencas de sus ojos estaban completamente vacías, dos líneas de sangre como lágrimas goteaban por sus mejillas: –¿Me llamabas?

Chang Geng gritó y se sentó, el viento frio soplaba a través de la entrada. Vio a la persona que venía desde exterior desorientado.

Gu Yun no esperaba que Chang Geng realmente estuviera en su habitación, rápidamente cerró la puerta y preguntó: –¿Por qué estás aquí?

Su voz era ronca y su cara tampoco parecía estar bien.

El aire frio suspendido en el pecho de Chang Geng finalmente fue capaz de salir cuando vio a Gu Yun. Por un momento, fue incapaz de distinguir entre los sueños y la realidad, casi sintió el éxtasis de ser capaz de encontrar algo de nuevo después de pensar que había desaparecido.

Gu Yun se quedó de pie en el umbral por un momento, soportó una ola de mareos e hizo un débil ademan a Chang Geng: –Ven y ayúdame… todavía tengo que llevarte al palacio mañana para saludar a Su Majestad por el Año Nuevo, cuidado de no poder levantarte a tiempo.

Chang Geng sujetó su codo y lo ayudó a ir al lado de la cama: –Yifu, ¿qué es lo que te ocurre?

–En el camino de regreso, ellos me arrastraron al Campamento Norte, he bebido demasiado. –Gu Yun no se molestó en quitarse los zapatos y cayó en la cama sobre su espalda. Acababa de tomar la medicina, su cabeza continuaba martilleando, dijo cansinamente. –Ve a descansar primero.

Las cejas de Chang Geng se arrugaron: el cuerpo de Gu Yun tenía el aroma del vino, pero no era fuerte, y sus palabras eran claras, no parecían para nada como si hubiera “bebido demasiado”.

No obstante, él no esperó a que preguntara de nuevo. Gu Yun se había quedado en silencio, cayendo dormido en el momento en que su cabeza tocó la almohada.

Chang Geng tuvo que quitarle los zapatos y calcetines por su cuenta y arroparlo con una manta. Siempre sintió que lo helado del cuerpo de Gu Yun nunca podría entrar en calor, encendió el brasero de vapor en la habitación una muesca más alto y descansó contra la columna de la cama, mirando el rostro durmiente de Gu Yun.

“No dejaré que mi imaginación se desborde”. Repitió las palabras tres veces en su interior y entonces, como un pequeño animal ansioso, se acercó ligeramente a Gu Yun, como si quisiera oler el aroma del cuerpo del otro, pero contuvo su aliento involuntariamente.

Al día siguiente, incluso cuando Chang Geng sintió que solo había cerrado sus ojos y sus pesadillas ni siquiera tuvieron tiempo para completarse, Gu Yun ya lo había despertado. Siguió dichosamente al Mariscal Gu al palacio para saludar a su hermano mayor en nombre: el Emperador Long An.

En el camino, Gu Yun dijo: –Independientemente de cómo te trate Su Majestad, no debes darle mucha importancia. Cuando la Gran Emperatriz[2] estaba viva, ella no se llevaba muy bien con la Consorte Real, pero este asunto pertenece a una generación mayor y no tiene nada que ver contigo… ¡Maldición, qué mala suerte!

Chang Geng estaba abstraído escuchando cuando lo oyó la maldecir bajo su aliento. Chang Geng alzó la vista para descubrir que Gu Yun estaba viendo a un carruaje con ceño fruncido.

Era un carruaje del Templo Hu Guo.

La familia real de la Gran Liang practicaba el budismo e incluso el resoluto abuelo de Gu Yun no fue una excepción. Especialmente el actual Emperador, en cada ocasión que tuviera algo de tiempo libre, amaría sentarse a discutir toda clase de cosas con el monje principal.

Pero al hablar de lo que Gu Yun odiaba más, no eran los extranjeros en los cuatro puntos cardinales, sino esos cabezas calvas.

En particular, el buitre del viejo abad del Templo Hu Guo que tenía una boca de cuervo, y desde una temprana edad, afirmó que Gu Yun soportaría una mala afinidad y contrarrestaría los destinos de todos sus familiares.

El Marqués del Orden había volcado toda su ira por no ser capaz de casarse contra los monjes del Templo de Hu Guo.

El asistente personal del Emperador Long An, Li Feng, lentamente salió corriendo al ver a Gu Yun aproximarse.

El hombre era robusto y casi tan alto como el Mariscal Gu, pero tres veces más ancho. Naturalmente nacido con dos pequeños pies, cuando daba pasos cortos, parecía un árbol con grandes hojas balanceándose en el viento, muy gracioso.

El apellido de esta persona era Zhu, los demás lo llamaban Eunuco Zhu cara a cara, pero a sus espaldas la gente se refería a él como “Zhu Pie Pequeño”.

Zhu Pie Pequeño no tenía una muy buena reputación. Él crio a dos “hijos adoptivos” fuera del palacio. Ellos siempre se embarraban el rostro con polvo y maquillaje, nadie sabía para qué.

Debido a que la Gran Liang había expandido sus rutas marítimas recientemente, los hábitos de los plebeyos no eran de mente tan cerrada como en las dinastías anteriores. Había muchos secretos vergonzosos y temas impronunciables ocultos en cada noble y oficial, por lo que el asunto de Zhu Pie Pequeño no debería ser nada si este eunuco no condonara a sus hijos por tomar ventaja de su rango y nombre para sus beneficios personales.

Zhu Pie Pequeño llegó frente a Gu Yun y sonrió: –¿El Marqués y Su Alteza ya han llegado? Su Majestad está teniendo una conversación con el Maestro Liao Chi del Templo Hu Guo. Ellos han indicado que, si ambos están aquí, pueden ir directo al interior, el Monje Principal Liao Chi dijo que ha pasado tiempo desde la última vez que lo vio… oh, justo a tiempo, ¡los Maestros están saliendo!

Durante la conversación, los dos monjes salieron desde el interior.

Gu Yun conocía al que iba al frente: el hombre tenía un rostro arrugado, lleno de sufrimiento, como si nunca hubiera consumido una comida completa en su vida. Era el Monje Principal del Templo Hu Guo.

La mirada de Gu Yun no pudo evitar caer en el hombre detrás de él. También era un monje de cerca de veinte o treinta años de edad, vestido en una túnica blanca como la nieve. Su rostro era tan hermoso como si hubiera sido pintado. Pisando sobre el pequeño sendero del palacio con sus limpios y pulcros zapatos, parecía un ser divino que arribaba caminando sobre la nieve.

A pesar de que Gu Yun odiaba a los cabezas calvas, en ese momento, no pudo evitar recordar la leyenda del monje que había viajado a Tianzhu[3] de la dinastía pasada.

Como si el joven monje pudiera sentir algo, alzó sus ojos para encontrarse con la mirada de Gu Yun. Sus ojos eran claros y en su interior parecía haber un mar de estrellas serenas que podían hacer que la gente se sumergiera en ellos con tan solo una mirada.

El joven monje unió sus manos, saludando a Gu Yun desde la distancia.

Gu Yun pareció haber despertado de un sueño y desvió su mirada, pensó “¿Por qué estoy mirando a una cabeza calva?”

No prestó ninguna atención al otro, vio hacia otro lado groseramente y le preguntó a Zhu Pie Pequeño: –¿Quién es el carita blanca[4] con el burro calvo?

Zhu Pie Pequeño había visto crecer a Gu Yun desde que era un niño y había comprendido su personalidad, contestó rápidamente: –Ese es el hermano menor del Monje Principal, el Maestro Liao Ran[5], quien acaba de regresar de un viaje al extranjero.

Gu Yun pensó “¿Qué clase de nombre de mierda es ese? Me siento desafortunado solo por escucharlo.”

Quién iba a pensar que, entre más deseaba evitar a los otros, más insistían estos en acercarse a saludarlo cara a cara.

Referencias

Referencias
1 Luo Lan es un país ubicado a lo largo de la Ruta de la Seda.
2 贵妃 NTE. Aquí se refiere a la Concubina Imperial de mayor rango. Recordando también que la Consorte Real es la supuesta madre de Chang Geng.
3 Una referencia al monje San Zhang en el trabajo “Camino hacia el Oeste”, que viajó a Tianzou para obtener los libros de las enseñanzas de buda para sus compatriotas.
4 NTE. Este término se usa para describir a un hombre joven de buena apariencia.
5 NTE. El nombre de Liao Ran 了然 significa algo así como “Entender / ser claro”.

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