21. Víspera de Año Nuevo
Gu Yun bromeó: –Dime, ¿qué pasaría si algún día yo muriera de repente? ¿qué se supone que hagamos entonces?
Era imposible que el Marqués del Orden descansara en casa todos los días. El día de un oficial de la Gran Liang comenzaba con su asistencia entre las cinco y siete de la mañana. Para un pequeño número de oficiales sinecuristas[1]Sinecurista: Persona que tiene un cargo que no demanda esfuerzo, muy bien remunerado y altamente prestigioso, ellos podían irse a casa con sus familias después de que terminase la sesión de la corte entre las tres y las cinco de la tarde. Pero, por supuesto, Gu Yun no era un oficial con un puesto en el que hubiera muy poco trabajo.
Gu Yun rara vez volvía a la capital, por lo tanto, incluso después de que la sesión de la corte había terminado, si no era convocado por el Emperador, entonces era buscado por otros colegas; su agenda social estaba atestada sin dejarle espacio para respirar. En la muy rara ocasión que tenía un día libre, debía viajar al Campamento del Norte para hacer una ronda de inspección. El que fuera capaz de regresar a la mansión antes de que el sol cayera era extremadamente raro.
En resumen, vivía una peor vida que los perros y las gallinas.
Por consiguiente, si uno quería la guía personal del Mariscal Gu, debería encontrárselo muy temprano por la mañana, antes de que iniciara la sesión de la corte.
A partir de entonces, Chang Geng había estado levantándose antes del amanecer y regresando en medio de la noche. Cada día, mientras las gallinas continuaban durmiendo profundamente, él ya había llevado la marioneta de entrenamiento con espada para esperar en el patio de Gu Yun.
El adolescente estaba creciendo rápido, su figura alta y delgada. Lideraba el camino con su espada en mano, la marioneta de hierro siguiéndolo ruidosamente por detrás. Su par de brazos de hierro extendidos hacia adelante: del lado izquierdo colgaba una linterna a base de vapor, un contenedor de comida en el derecho; luciendo como un repartidor de comida.
Cuando arribaban con el Mariscal Gu, el viejo sirviente tomaría el contenedor, después encendería un pequeño fuego para mantener la comida caliente en la estufa. Y Gu Yun comenzaría la sesión de aprendizaje matutina de su hijo adoptivo.
El “repartidor de comida” sería apaleado por completo, trabajando como un buey y un caballo[2]NTE. Literalmente “ser como un buey y un caballo”. Ambos animales hacen referencia a trabajar de forma diligente; por lo que, para ser un buey, debes ser pragmático y trabajar duro; para ser un caballo, necesitas tener el conocimiento y la habilidad de observación de un veterano.: en verdad trágico.
Después de que la lección había terminado, su desayuno también estaba caliente. Los dos comerían juntos, después tomarían caminos diferentes para hacerse cargo de sus propios asuntos. Gu Yun tenía que irse, Chang Geng volvería para una sesión de lectura con su profesor y, en la tarde, aún tenía su práctica de artes marciales con los guardias familiares de la mansión.
La verdad era que Gu Yun no era un buen profesor. Así como Shen Yi, también tenía el hábito de divagar acerca de cualquier tema que le viniera a la mente. Muy a menudo, después de terminar de pelear con la marioneta de hierro, él ya le habría explicado cómo distribuir y crear formaciones de Armaduras Pesadas, cuál era la proporción correcta entre las unidades de Armadura Ligera y Pesada para distribuir de la forma más eficiente para ahorrar ziliujin; incluso las diferencias entre las razas de caballos de Región Occidental y los Planos Centrales; qué tipo de raciones eran las mejores para luchar contra el hambre y así sucesivamente.
Solo hasta que esas lecciones daban la vuelta alrededor de la Gran Liang era que Gu Yun finalmente se daba cuenta de esto y preguntaba a Chang Geng: –¿Me desvié del tema de nuevo? ¿De qué quería hablar al principio?
Chang Geng: –…
Los dos se sentaban en los enormes pies de metal de la marioneta, combinándose con el chasquido de los engranajes girando dentro del cuerpo del monstruo de hierro, e intentaban recordar el tema original que había escapado por miles de kilómetros.
Al inicio, al escuchar que el Mariscal Gu estaba transmitiendo su conocimiento personalmente, tanto Ge Pang Xiao como Cao Niang Zi estaban extremadamente excitados. Después de superar muchas dificultades y reprimir muchos bostezos, se las arreglaron para acercarse a escuchar sus enseñanzas. Pero inesperadamente, desde el principio hasta el final, solo pudieron sentir una cosa: “¿Qué es esto?”.
Ge Pang Xiao comentó en secreto: –Siento que sería mejor escuchar los canticos del profesor Shen.
–Es el General Shen, ¿cómo es que sigues olvidándolo? –lo corrigió Cao Niang Zi con irritación. Meditó por un momento, debatiéndose por elegir entre “hombre hermoso” y “consciencia”. Al final, su consciencia ganó y agregó: –Siento lo mismo.
Solo Chang Geng no tenía opinión en lo absoluto. Si podía permanecer al lado de Gu Yun, aunque fuera un poco cada día, entonces sería feliz incluso montando guardia en la puerta durante toda la noche. Después de todo, sus noches de sueño no eran nada más que pesadillas que se repetían, nada que estuviera reacio a dejar ir.
De manera similar a como él creía fuertemente que podía restringir el Hueso de la Impureza, creía que podía convertirse en una cuchilla afilada, limpiando todos los excesos innecesarios cada día, incluyendo sus propios pensamientos extraños respecto a su yifu.
Lo que era más, las lecciones de Gu Yun simplemente eran desorganizadas: si uno escuchaba con cuidado, descubriría que los asuntos de los que hablaba eran válidos y confiables.
Gu Yun fue llevado al campo de batalla por sus padres tiempo atrás, cuando aún era muy joven. Los pocos años que vivió una vida cómoda en el palacio no duraron mucho. A los quince años de edad, comenzó a seguir a un viejo general veterano, marchando hacia el sur para suprimir bandidos. Desde entonces, había continuado dando vueltas con la milicia hasta este día.
Las siete facciones militares principales, a excepción de los Jiaos de hierro usados para viajar por el mar con los cuales no estaba muy familiarizado, se había enfrentado a todas los demás. Había tenido victorias, pero también había sufrido muchas derrotas; por ende, sus fortalezas y debilidades: las conocía como la palma de su mano.
Chang Geng lo escuchaba todo como si estuviera famélico. Gu Yun era como una montaña para él: para que alzara la mirada hacia él cada día y encontrara su dirección hacia adelante y, con cada paso, intentara suprimir los pensamientos inapropiados que albergaba en su corazón.
No obstante, Gu Yun no consideraba que esto fuera una enseñanza.
Él había invitado especialmente a un profesor y a un instructor de artes marciales para educar a Chang Geng. Cada mañana, ya fuera para darle recomendaciones a Chang Geng para pelear contra la marioneta de hierro, o hablar de cualquier tema de su conocimiento: en la opinión de Gu Yun, era solo hacerse algo de tiempo libre para ir a jugar con Chang Geng.
Después de un largo periodo de observación, Gu Yun no pensó que Chang Geng fuera adecuado para caminar el mismo sendero que él. Chang Geng siempre lucía un comportamiento amable y contenido frente a él. A pesar de que podía ser algo terco en ocasiones, en conjunto, seguía siendo una persona sensible.
Gu Yun pensó que cuando el chico creciera, debería ser un personaje noble y virtuoso, no un general asesino al que ambos, demonios y dioses, no se atrevieran a acercar.
Justo así, llegó el fin de año.
En el primer año que el nuevo Emperador ascendió al trono, el Emperador cambió su título a Long An, y anunció que habría amnistía para toda la nación.
La nación, por supuesto, también incluía al príncipe bárbaro Jia Lai Ying Huo, quien actualmente era prisionero en la capital.
El Emperador había suprimido pacientemente este asunto durante más de dos meses y finalmente usó este método indirecto para expresar su opinión. La condición del viejo Rey Lobo de incrementar en diez por ciento el tributo anual simplemente era demasiado tentadora, pero al mismo tiempo no quería faltarle el respeto a Gu Yun directamente; por lo que este tema era dejado de lado en cada discusión. Las cartas para ambos, el Ministro de Hacienda como el Marqués del Orden, fueron retrasadas hasta el “Festival para Complacer a los Cielos”: ahora finalmente podían ver el resultado de este largo y prolongado debate.
Las fuerzas de seguridad de la capital se alinearon a ambos lados, Shen Yi encaminó su caballo y fue directo al lado de Gu Yun, quien vestía un traje de Armadura Ligera, luego se detuvo.
Gu Yun lo miró y después giró su caballo lentamente para cabalgar de regreso, Shen Yi lo siguió rápidamente y susurró: –Gran Mariscal, veo que en esta ocasión Su Majestad ha decidido firmemente “liberar el tigre de vuelta a la montaña”. ¿Qué deberíamos hacer?
–El Hijo del Cielo[3]En la China antigua, esta era otra forma de llamar al Emperador. desea demostrar su compromiso con Dios, son palabras prestigiosas de un supremo gobernante, ¿Cómo podría haber espacio para que yo irrumpiera? –dijo Gu Yun con una expresión en blanco. –Y con el fin de tenerme tranquilo, Su Majestad ha prometido abastecer al Campamento del Hierro Negro con treinta carros de guerra y cuatrocientas Armaduras de Hierro, su decreto también ha sido transmitido al Instituto Ling Shu. Su Majestad ha hecho su mayor esfuerzo de esta manera, ¿cómo podría ser tan desvergonzado para continuar molestándolo con un asunto tan trivial?
El nuevo Emperador apenas pasaba los treinta años de edad, comparado con su padre, era de voluntad mucho más firme.
A Gu Yun no se preocupaba por el poder, si el nuevo Emperador era duro o no, no le importaba, pero el problema era que su política en la materia de la frontera era menos previsora que la de su padre.
Los dos hombres caminaron lado a lado en silencio por un rato, luego Gu Yun dijo: –Pero también es un hecho que el tesoro está vacío. Su Majestad acaba de heredar el trono, no puede evitarse que esté un poco apresurado: tu no lo sabes, ayer, el hombre occidental del “gran sombrero” envió a un mensajero, ellos hablaron muchísimo durante toda la tarde y mis orejas aún continúan zumbando.
–…–Le tomó un momento a Shen Yi para reaccionar. –¿Te refieres a Papa de occidente?
En el corazón de la mayoría de la gente de la Gran Liang, los occidentales tenían comportamientos bastante inaceptables: el “Papa” nunca quería permanecer quieto en su templo, él y su gran sombrero aparecían por todos lados, metiendo sus narices en todo. Al mismo tiempo, las palabras de su rey casi no tenían valor: ¿no era esto lo mismo que ser un rebelde?
Gu Yun asintió: –Ellos expresaron que deseaban comerciar. Escuché durante un rato ayer. Quieren extender la Ruta de la Seda a lo largo del territorio de occidente para convertirla en una gran ruta comercial, ambos bandos proveerán tropas para hacer guardia y asegurar que los intercambios se ejecuten sin problemas. Sus floridas palabras caían estaban por todos lados, incluso ya tenían dibujado un mapa físico de ello, pintando de forma irrealista enormes ganancias con el fin de tentar a Su Majestad.
Shen Yi sonrió: –El comercio es algo muy bueno, ¿de qué estás hablando?
–No digo que el comercio sea algo malo: es solo que a pesar de que no soy muy versado sobre hacer negocios, –dijo Gu Yun. –sigo pensando que, si los extranjeros fueran a comerciar con nuestro país, no podría ser muy benéfico para su lado.
“–Si no hay beneficio, ¿por qué deben viajar todo el camino hasta aquí? Casi pareciese como si albergaran motivos ocultos.
Esta era la verdad.
Los bienes de occidente comenzaron a fluir dentro de la Gran Liang desde el reinado del Emperador Wu. Eran pequeñas baratijas cuidadosamente elaboradas y juguetes como lámparas de vidrio y cristales. Desafortunadamente, no eran nada perdurables, solo permanecían frescos y nuevos por unos pocos años. Debido al ingreso de artefactos occidentales, a pesar de que eran muy refinados, muchos de ellos requerían ziliujin para funcionar. En el momento en el que desembarcaron en los Planos Centrales, habían avivado indirectamente los desenfrenados mercados negros de ziliujin.
El Emperador Wu sintió que, si se continuaba de esa manera, el país caería pronto. Con el fin de controlar estrictamente el uso privado de ziliujin de los plebeyos, preparó tanto estrategias suaves como duras. Emitió cuatro decretos en un día e investigó el uso privado de ziliujin: todos los transgresores fueron asesinados al ser arrestados, todos serían tratados al igual que si fueran culpables de rebelión, no habría tolerancia. Primero, tenían que aplicar enfoques de alta presión para preservar el tiempo de vida de este país.
Más tarde, el Instituto Ling Shu tomó el liderato y reunió a un gran número de mecánicos de la gente común, asignándoles trabajar rápido y tiempo extra para imitar los montones de bienes occidentales con funciones similares pero que trabajasen a base de carbón y mecanismos de cuerda.
La daga dura había restringido las salidas de ziliujin y la suave cortó directamente el mercado de bienes occidentales. Incluso si uno poseía ziliujin, ¿quién no estaba dispuesto a emplear un combustible más barato como alternativa? En adición, los diseños de esos productos occidentales eran vulgares, y a los ojos de la gente de los Planos Centrales, estos estaban lejos de ser de su gusto.
Los bienes occidentales originales fueron rápidamente reemplazados por imitaciones y los comerciantes de estos productos no fueron capaces de vender en los Planos Centrales.
En su lugar, bienes delicadamente elaborados como la seda eran muy favorecidos en los países occidentales.
Gu Yun dijo: –Quizás he pensado demasiado.
Shen Yi permaneció en silencio por un momento: –¿Cómo reaccionó Su Majestad a esto?
Los labios de Gu Yun se curvaron para revelar una sonrisa amarga. Él dijo: –Su Majestad no tiene miedo en lo absoluto. Siente que mientras el Campamento del Hierro Negro mantenga guardia en el noroeste, la Gran Liang será invulnerable. Ni siquiera yo estaba al tanto de que tenía tan grandes habilidades, ¿cómo puede no dolerme la cabeza respecto a esto?
Shen Yi preguntó: –¿Su Majestad dijo eso frente a ti?
Gu Yun sonrió con dolor: –No solo lo dijo, incluso me obsequió un abrigo de piel de zorro.
El Mariscal Gu tenía el mal hábito de solo vestir una simple capa de ropa durante todo el año, esto era bien conocido incluso entre los oficiales de la corte imperial. Solo cuando se enfrentaba con ventiscas mientras estaba estacionado en la frontera añadiría más capas. En ese momento, el Emperador le regaló ropa adecuada para el invierno, sería difícil no ver la intención oculta detrás de sus palabras.
Shen Yi se quedó en silencio.
Gu Yun: –Probablemente regresaré al noroeste después de celebrar el Año Nuevo. Mientras el Campamento del Hierro Negro continúe estacionado aquí, Su Majestad no podrá tener una buena noche sueño.
Miles de kilómetros de montañas y ríos se habían fusionado en una sola línea en las palabras del nuevo Emperador, cargándose pesadamente en los hombros del Marqués del Orden.
Ellos sentían que mientras mantuviera las tres facciones de Campamento del Hierro Negro en sus manos, permanecería invencible, triunfante en cada batalla, no había nada que no pudiera hacer.
Dependían de él, pero aun así le temían, les causaba miedo.
Gu Yun bromeó: –Dime, ¿qué pasaría si algún día yo muriera de repente? ¿qué se supone que hagamos entonces?
La expresión de Shen Yi cambió, le reprendió: –¡Termina con la plática desafortunada!
Gu Yun dijo descuidadamente: –No hay necesidad de evitar este tema, la vida y la muerte, la riqueza y la pobreza, todo está en manos del destino. Nosotros, los apellidados Gu, no tenemos a una sola persona que pueda vivir por mucho tiempo.
“–Y no solo tenemos una corta esperanza de vida, sino que la nueva generación también ha decaído respecto a las anteriores. Tiempo atrás, siempre que el Viejo Marqués me veía, no podía evitar dejar salir un profundo suspiro, y ahora eso viene a mi generación. Yo… no tengo a nadie de mi estirpe.
Shen Yi: –¿No tienes todavía a Su Cuarta Alteza?
Gu Yun negó con la cabeza: –Ese niño no está destinado a vivir bañado en la niebla y comiendo arena. Tch, en tan buena víspera de Año Nuevo, ¿por qué estamos hablando de estos temas sombríos? Ve y ordéname un Cometa Rojo. Iré a casa a recoger a mi hijo.
Cargó hacia adelante en su caballo después de que terminó de hablar, dejando a Shen Yi detrás.
Shen Yi gruñó enojado: –¿Por qué no me lo dijiste antes? Solo hay veinte Cometas Rojos en toda la capital, ¿cómo se supone que voy a conseguir uno cuando me lo acabas de decir hoy?
Gu Yun: –Intenta manejarlo…
La sílaba “-lo” flotó a lo lejos, arrebujándose en el viento del noroeste, para después golpear a Shen Yi en la cara. El Marqués del Orden ya hacía tiempo que desapareció del camino.
Chang Geng había estado leyendo su libro en casa en una forma muy concentrada y diligente, cuando repentinamente la entrada se abrió de golpe desde el exterior. El viento frio y los copos de nieve ingresaron, deslizándose a través de la pila de papeles en el escritorio, causando que se dispersaran por todo el piso.
Esta clase de molestia problemática no podía ser otra que Gu Yun, Chang Geng se volvió reluctantemente: –Yifu.
Ge Pang Xiao y Cao Niang Zi saltando junto a Gu Yun, uno a la izquierda y el otro a la derecha, agitaron sus manos haciendo un ademán en conjunto: –¡Hermano mayor, hermano mayor! ¡El Marqués dice que nos llevará a bordo de un Cometa Rojo!
Chang Geng: –…
Naturalmente a Chang Geng no le gustaba salir, prefiriendo la paz antes que la animosidad, sintiéndose incomodo al tener montones de personas pululando alrededor. Anteriormente, la razón por la que iba a la Colina del General cada día para entrenar con su espada era porque su patio no era lo suficientemente grande. Desde que llegó a la Mansión del Marqués, no había tenido intención de salir a dar un paseo.
En su opinión, mientras el año llegaba a su fin, para celebrar el Año Nuevo, ¿no sería mucho mejor para todos reunirse alrededor de una pequeña estufa en casa, calentando dos jarras de vino mientras hablaban y charlaban?
¿Por qué debía uno salir a beber el aire helado mientras se ve a una multitud de personas?
Pero Gu Yun ya había tomado la iniciativa y tomó su capa exterior: –De prisa, no arrastres tus pies, el tío Wang dijo que no has dado un paso fuera de la puerta desde que te mudaste a la mansión, ¿estás plantando setas aquí?
Con solo imaginar el mar de un sinnúmero de personas ahí afuera, Chang Geng ya tenía escalofríos por todo su cuerpo. No podía encontrar alegría ni siquiera yendo junto con Gu Yun, por lo que se quedó parado, intentando inventar una excusa: –Yifu, debemos ser conscientes de la celebración de Año Nuevo, alguien debería quedarse para cuidar la casa, yo… ¡Ah!
Gu Yun no le permitió ni un momento para hablar, de inmediato envolvió la capa alrededor del Chang Geng, después lo trató como a una columna de la casa que sabía gritar y lo cargó directamente fuera la mansión sobre su hombro: –Este niño, aun joven pero ya siendo muy “consciente”.
Referencias[+]
⇧1 | Sinecurista: Persona que tiene un cargo que no demanda esfuerzo, muy bien remunerado y altamente prestigioso |
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⇧2 | NTE. Literalmente “ser como un buey y un caballo”. Ambos animales hacen referencia a trabajar de forma diligente; por lo que, para ser un buey, debes ser pragmático y trabajar duro; para ser un caballo, necesitas tener el conocimiento y la habilidad de observación de un veterano. |
⇧3 | En la China antigua, esta era otra forma de llamar al Emperador. |
Este nuevo emperador… are U stupid?!