2. Yifu

 Considerándolo todo, Shen Shiliu era un enfermizo sordo-ciego.

 

Chang Geng tomó el bien preparado cuenco de medicina y entró a la recámara de su joven padre.

La habitación de Shen Shiliu solo tenía una única lámpara de aceite tenuemente iluminada, su brillo del tamaño de un frijol, similar al de una luciérnaga.

Él estaba sentado junto a la ventana. La mayor parte de su rostro permanecía oculto bajo la sombra de la lámpara. Solo una porción de él era visible y parecía que había caído dormido. Shen Shiliu no usaba una corona, su cabello se desparramaba por todas partes. Dos pequeñas marcas de belleza de color del cinabrio descansaban bajo la esquina de su ojo y el lóbulo de su oreja, parecían haber sido creadas con una aguja.

La única mísera fuente de luz en la habitación fue completamente tomada por este par de hermosas marcas, casi demasiado deslumbrantes.

Contemplándolo bajo la luz, su encanto pareció haberse multiplicado tres veces más de lo normal.

Cualquiera apreciaría la belleza incluso si ya estaba acostumbrado a ella. La respiración de Chang Geng no pudo evitar detenerse; parpadeó con rapidez, como si de esa forma pudiera limpiar los resplandecientes puntos color rojo sangre de su vista.

Se aclaró la garganta y alzó su voz: −Shiliu, toma la medicina.

El adolescente estaba atravesando un periodo de cambio de voz. Era un poco difícil hablar con este medio sordo. Afortunadamente, en esta ocasión Shen Shiliu lo había escuchado y el sonido del xun que tenía la habilidad de incitar a la gente a orinar se había detenido.

Los ojos de Shen Shiliu se entrecerraron para mirar a Chang Geng, de pie en el umbral: −¿Dónde están tus modales? ¿Así es como te diriges a tus mayores?

En realidad, él era mayor que Chang Geng aproximadamente solo siete u ocho años y aún no estaba casado. Era completamente consciente de su naturaleza buena para nada y se había preparado por completo para vivir esta vida solo, incapaz de desposar una mujer. Pero repentinamente, obtuvo un hijo al que no había criado personalmente, no quería nada más que mantenerse firme con el chico. Sin nada más que hacer, solo podía hacer valer su rol como su “padre” para enfatizar el punto.

Chang Geng ignoró a Shiliu y puso cuidadosamente el tazón de medicina frente a él: −Bebe mientras aún está caliente, ya no es tan temprano, apresúrate y recuéstate después de que termines de tomarlo.

Shen Shiliu dejó a un lado el xun y tomó el cuenco de medicina: −¡Qué desagradecido! ¿No fue una buena vida ser mi hijo? He desperdiciado demasiado esfuerzo en tratarte tan bien.

Él bebió la medicina sin dificultad, acabándosela de una sola vez, inequívocamente acostumbrado a ello. Tomó dos tragos de agua pura que Chang Geng le pasó para enjuagarse y agitó su mano: −Hoy había un mercado en Changyang, traje a casa algo emocionante para ti. Ven aquí.

Entonces Shen Shiliu se inclinó para buscar alrededor del escritorio y, debido a su vista, parecía como si la punta de su nariz pudiera rozar su superficie. Chang Geng no tuvo opción más que responder: −¿Qué estás buscando? Déjame buscarlo por ti.

Después, él no pudo evitar quejarse: −Yo ya he crecido, ¿no tienes nada más que hacer aparte de seguir trayéndome juguetes de niños?

“Si tienes tanto tiempo libre en tus manos, ¿porqué no solo dejar de causarme problemas y me dejas estudiar cosas más útiles?” Chang Geng le dio vueltas a este pensamiento en su cabeza y, cuando las palabras estuvieron a punto de salir, lo sintió un poco hiriente y no lo dijo.

Durante todo el año, Xu Baihu raramente estaba en casa, era un hombre bueno y honesto, que era muy amable con Chang Geng a pesar de que no se comunicaba a menudo con su hijastro. Pensándolo, Chang Geng había pasado los años más importantes de su vida con este yifu impropio.

Shen Shiliu era un holgazán: pasar día a día perdiendo el tiempo era una cosa, ¡pero siempre debía arrastrar a Chang Geng junto con él! Si no era ir a la reunión del mercado, entonces era ir a cabalgar.

Inclusive en una ocasión encontró un “cachorrito” para que Chang Geng lo criara, provocando que el profesor Shen se tornara verde del susto. Este hombre ciego no podía diferenciar entre un lobo y un perro y terminó trayendo un pequeño lobezno.

Para un joven que estaba creciendo para convertirse en un adulto, ¿cuánta fuerza de voluntad se necesitaba para no ser arruinado por los malos hábitos de Shen Shiliu?

Chang Geng en verdad se sintió aterrado mientras recordaba.

Por naturaleza, no era del tipo que amaba andar jugueteando, todo tenía su propia planificación que él seguiría estrictamente. No le gustaba que los demás lo molestaran; el disturbio constante de Shen Shiliu era enormemente irritante.

Pero su irritabilidad no solía durar mucho para Shen Shiliu, quien en verdad lo quería como a un hijo y no se aprovechaba de él a pesar de cómo pudieran sonar sus palabras.

Ese año cuando Chang Geng fue infectado por una grave enfermedad, Xu Baihu no estaba en casa como era costumbre. Los médicos dijeron que estaba en peligro. Fue también su joven yifu quien lo llevó a casa y cuidó de él día y noche interminablemente durante tres días.

Cada vez que salía, no importaba si fuera cerca o lejos, sin importar qué asunto pudiera ser, él seguramente le traería como presente a Chang Geng algunos pequeños juguetes o bocadillos. Chang Geng no amaba esas cosas, pero no podía evitar amar el hecho de que Shiliu lo mantenía en sus pensamientos en cualquier lugar y en cualquier momento.

En resumen, cada día que Chang Geng veía a Shiliu su irascibilidad sería extremadamente fuerte, pero en el momento que no viera al hombre, la preocupación se alzaría en él.

Chang Geng a veces pensaba para sí mismo: a pesar de que Shen Shiliu no era un hombre de artes marciales ni un académico, ni tampoco alguien quien pudiera trabajar por sí mismo hasta el hueso, pero en el futuro, ¿habría alguien que pudiera ser embaucado por su buena apariencia?

En el futuro, su yifu eventualmente se casaría, tendría sus propios hijos; ¿seguiría recordando a su hijo adoptivo?

Cuando pensó acerca de este tema, una indescifrable sensación se removió en su interior. Encontró una caja cuadrada sobre la mesa de Shiliu. Sacudió brevemente el tren de pensamientos en su cabeza. La llevó a Shen Shiliu: −¿Es esto?

Shen Shiliu: −Es para ti, ábrelo.

Tal vez era una resortera, tal vez un paquete de queso, no obstante, no podía ser nada de valor. Chang Geng abrió la caja sin ninguna expectativa y lo reprendió: −Tienes que aprender a ahorrar dinero, incluso si tenemos algo de sobra, además, yo…

Al momento siguiente, vio el artículo en la caja y repentinamente cerró la boca, sus ojos abriéndose.

¡Había una muñequera de hierro en la caja!

La tan llamada “muñequera de cierre de hierro” en realidad era parte de las Armaduras Ligeras usadas por los militares. Era muy conveniente dado que solo era un circulo que se envolvía alrededor de la muñeca, por consiguiente, también solía desmontarse de la armadura para ser usada por separado.

La muñequera de hierro tenía alrededor de diez centímetros de ancho y podía contener tres o cuatro pequeñas cuchillas dentro. Las cuchillas estaban hechas con una manufactura exquisita, podían ser tan delgadas como las alas de una cigarra y también solían ser llamadas xiu zhong si [1].

Se decía que los mejores xiu zhong si, cuando se disparaban desde la muñequera de hierro, podían dividir un simple cabello por la mitad a unos pocos metros de distancia entre los dos en un parpadeo.

Chang Geng estaba sorprendido: −Esto… ¿dónde lo conseguiste?

Shen Shiliu: −Shh… No dejes que Shen Yi escuche, esto no es un juguete, él va a empezar a sermonearme de nuevo si lo ve… ¿sabes cómo usarlo?

El mismísimo profesor Shen estaba regando las flores en el patio. Sus oídos no eran deficientes, él podía hacerse claramente una idea de la conversación dentro de la casa. No sabía qué hacer con esta persona medio sorda que se usaba sí misma para medir a los demás.

Chang Geng había seguido a Shen Yi para aprender cómo desarmar armaduras de hierro, se puso habilidosamente la muñequera de cierre de hierro y solo entonces descubrió una característica especial de este objeto.

Los xiu zhong si no eran fáciles de elaborar, y había muy pocos rondando por ahí. La mayoría de las muñequeras de hierro en el mercado eran cosas viejas y objetos usados del ejército. El tamaño era, por supuesto, también para un hombre adulto. Aquella traída por Shen Shiliu era obviamente de menor tamaño, del tamaño perfecto para un adolescente.

Chang Geng estaba sorprendido, Shen Shiliu sabía qué quería preguntar y dijo lentamente: −Escuché del comerciante que este es un artículo defectuoso. No hay nada malo con él, solo que el tamaño es un poco pequeño. Aun así, nadie quería comprarla, eventualmente me la vendió a bajo precio. Yo no podría usarla para nada, tu puedes jugar con ella. Solo sé cuidadoso, no vayas a lastimar a nadie.

Chang Geng rara vez permitía que su deleite se mostrara: −Gracias…

Shen Shiliu: −¿Gracias a quién?

Chang Geng chilló con rapidez: −¡Yifu!

−¡Quienquiera que te dé leche es tu madre[2], bastardo! –Shen Shiliu rio y puso su brazo alrededor de los hombros de Chang Geng, despidiéndolo: −Vete a casa, no vayas a quedarte fuera hasta muy tarde en el mes de los Espíritus Renegados [3].

Chang Geng lo escuchó por un rato y lo meditó, resultó que ese día era quince de julio.

Caminó de regreso a su casa a través de la puerta lateral, mientras entraba a través del umbral, repentinamente sintió que las notas que Shiliu estaba tocando en el xun le resultaban un poco familiares, a pesar de que se encontraban completamente fuera de tono, pero en verdad le recordó la melodía de Song Xi, una canción que solía usarse como un lamento fúnebre entre la gente.

“¿Es apropiado?” pensó silenciosamente Chang Geng.

Shen Shiliu mandó a Chang Geng a casa, inclinó su cabeza para buscar durante un buen rato alrededor, encontrándose eventualmente con el contorno de la puerta y se acercó cuidadosamente unos pasos para cerrarla.

El profesor Shen, que estaba esperando en el patio, le ofreció una mano de ayuda con una expresión en blanco y lo guio de regreso a su lugar.

Profesor Shen: −La muñequera de hierro fue hecha con la mejor clase de hierro, las tres cuchillas en su interior fueron creadas por el mismísimo Maestro Qiu Tian Lin. Después de que el Maestro falleció dejaron de producirla y venderla… ¿artículo defectuoso?

Shiliu no respondió.

Profesor Shen: −Ya, está bien, no te hagas el inocente conmigo, ¿en verdad quieres criarlo como a tu propio hijo?

−Por supuesto que sí, me gusta este niño: honesto y benevolente. –dijo Shiliu finalmente. –Esa persona probablemente también tenía esta idea en mente. Si realmente pudiera hacerlo mi heredero y pasarle mi nombre, esa persona se sentirá aliviada. Él también podría vivir una vida mucho mejor.

El profesor Shen permaneció en silencio por un rato, entonces susurró: −Primero tienes que hacer que no te deteste, ¿no estás preocupado en lo absoluto?

Shen Shiliu sonrió, levantando el dobladillo de su túnica y empujando la puerta hacia dentro de la casa.

Dijo, con una expresión desvergonzada: −Ya hay montones de personas que me detestan.

Esa noche, las luces flotaron sobre el rio, las almas regresaron a su hogar.

Chang Geng estaba agitado antes de que llegara el amanecer, su cuerpo en un estado febril, una delgada capa de sudor en su espalda, su calzoncillo húmedo.

Cada adolescente experimentaría tal terror y confusión al menos una vez: incluso si alguien ya le había explicado con anticipación.

Pero Chang Geng no entró en pánico, tampoco estaba confundido. Se encontraba indiferente. Se sentó en la cama por un momento, luego procedió a levantarse y lavarse de manera casual. Había un ligero e indetectable disgusto que permanecía en su rostro.

Salió a buscar un balde con agua fría, restregó su cuerpo aun en crecimiento de la cabeza a los pies, sacó la ropa prolijamente doblada además de las almohadas, bebió el té que había dejado ahí durante la noche y comenzó su sesión de estudio del día como de costumbre.

Chang Geng no sabía cómo eran los sueños de otras personas. Pero él mismo no tuvo en realidad ningún sueño primaveral [4].Solo soñó con una tormenta de nieve que podía congelar a la gente hasta morir.

Ese día el viento era como un pelaje blanco, soplando despiadadamente; la sangre de sus heridas ya se había condensado en un despojo de hielo antes de que pudiera fluir, el aullido de los lobos se encontraba lejos y cerca, ya no podía oler más el herrumbroso aroma de la sangre; cada respiración le traía más dolor y una esencia agridulce le cortaba profundo a través del hueso. Las extremidades de Chang Geng estaban tiesas, sus pulmones ardían. Creyó que esa nevada lo devoraría por completo.

Pero no.

Cuando Chang Geng despertó de nuevo, descubrió que alguien había usado su capa exterior para envolverlo, cargándolo y llevándoselo de ahí. Él recordaba que el hombre iba vestido con una túnica blanca, el olor amargo de la medicina adherido a su cuerpo. Cuando vio que Chang Geng estaba despierto, no dijo ni una palabra, solo tomó una jarra de vino y le dio un trago.

Chang Geng no supo qué clase de vino era, nunca había tenido la oportunidad de probarlo de nuevo. Solo recordó que incluso el Shao Dao-zi [5] que se vendía a las afueras del pueblo no era tan fuerte. Era como fuego descendiendo por su garganta: quemando toda la sangre en su cuerpo con tan solo un sorbo.

Esa persona era Shiliu.

Era inmensamente vívido. La sensación de las manos de Shiliu cargándolo en sus sueños todavía permanecía sobre su cuerpo. Chang Geng aún no podía comprenderlo, ¿no era esa persona un hombre enfermizo? En medio de tan temible ventisca, ¿cómo podían existir unas manos tan firmes y poderosas?

Chang Geng bajó la mirada hacia la muñequera de hierro envuelta alrededor de su muñeca. No sabía de qué clase de material estaba hecha, incluso después de presionarla contra su cuerpo durante una noche, no se calentó en lo más mínimo. Con la frialdad del hierro helado, Chang Geng esperó tranquilamente para que su corazón y sangre hirviente se enfriaran, se rio con desdén y se burló del ridículo pensamiento de “ver a tu yifu en un sueño húmedo”. Luego, encendió la lámpara y comenzó su lectura como era habitual…

De pronto, se oyó un retumbar en la distancia, el suelo y los pequeños cuartos estaban temblando y vibrando. Fue solo un momento después que recordó que, contando los días, debería ser tiempo de que el Cometa Gigante de la unidad de la patrulla del norte regresara.

El Cometa Gigante era una enorme nave con una longitud de más de mil quinientos metros. La nave tenía dos alas y estaba compuesta por miles de “aletas llameantes”. Cuando el Cometa Gigante iba a despegar, brotaba un vapor blanco de todas las aletas llameantes al mismo tiempo, creando una imagen de ensueño. Cada aleta llameante quemaba una cantidad de ziliujin [6] del tamaño de un tazón en su interior, destellando con un brillo ligeramente rojo y violeta entre la gran expansión de humo. Lucían como un millón de luces.

Desde catorce años atrás, los bárbaros del norte se inclinaron para pagar su tributo. Cada año, en el día quince del primer mes, habría docenas de Cometas Gigantes partiendo de las áreas fronterizas. Cada uno de ellos tomaría una ruta establecida, su poder desplegado por miles de kilómetros. Ellos también podían observar cada uno de los movimientos de los bárbaros.

En adición al efecto disuasorio e inspecciones, el Cometa Gigante también era responsable de mandar los tributos de las diferentes tribus norteñas de vuelta a la capital, principalmente el ziliujin.

El Cometa Gigante estaba cargado con cerca de unos quinientos mil kilogramos de ziliujin, sus pasos de regreso eran un tanto más pesados que cuando despegaba. Se podía escuchar el furioso resoplido de las aletas llameantes a treinta o cuarenta kilómetros.

La unidad de la patrulla del norte despegaría en el primer mes del año y solo regresaría seis meses después de partir.

Referencias

Referencias
1 Literalmente “Un hilo oculto dentro de la manga”
2 有奶就是娘 You nai jiu shi niang. Es un dicho chino, traducido carácter por carácter “tener-leche-solo-es-madre”, su significado sería algo así como “vender la lealtad propia al mejor postor.”
3 NTE. En el folklor chino, el séptimo mes del calendario lunar es el Mes Fantasma. Se dice que cada año en el primer día del séptimo mes del calendario lunar la puerta al infierno se abrirá por completo y los fantasmas saldrán hasta que la puerta se cierra el día treinta del mes. Hay muchos tabúes con respecto a esto, por ejemplo: no vestir ropas con tu nombre, no palmear el hombro de otra persona, no silbar, los niños y los ancianos no deberían salir fuera en la noche.
4 春梦 chūn mèng. Equivalente a un sueño húmedo o erótico.
5 Un tipo de vino.
6 紫流金. Ziliujin. Literalmente “fluido de oro púrpura” es el tipo de aceite que da energía a cada artefacto en este universo, abarcando desde los engranajes militares hasta los artículos de uso doméstico y más, crucial y muy importante. Este término será empleado ampliamente a través de la historia.

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