19. Secretos
Sepultó su cara en la cobija y gritó. Estaba completamente disgustado consigo mismo, demasiado avergonzado para ver a alguien de nuevo. No deseaba nada más que golpear su cabeza contra el poste de la cama y terminar su vida en ese momento.
Después de la medianoche, Gu Yun estaba totalmente exhausto. Inicialmente quería irse a descansar, pero al final, afectado por las palabras de Shen Yi, sus pasos se volvieron inconscientemente derecho a las habitaciones del fondo.
A esa hora, ya no quedaban muchas luces encendidas en la capital. Chang Geng hacia mucho que había caído dormido. Gu Yun no molestó a los viejos sirvientes afuera. Caminó al interior de la habitación ligeramente, la luz que se reflejaba en la nieve fuera de la ventana le servía de guía mientras extendía la mano y tiraba de la cobija para arropar a Chang Geng. Pero, de pronto, descubrió que el niño no parecía estar durmiendo bien, como si estuviera siendo aterrorizado por pesadillas.
“¿No se ha acostumbrado a vivir en la mansión?” pensó Gu Yun, sus dedos fríos como el hielo sujetaron la muñeca de Chang Geng.
Chang Geng se sobresaltó, respiró hondo y se despertó con una sacudida, su mirada todavía aturdida por el miedo y la duda, observando a la persona al lado de su cama, absorto.
Gu Yun sacudió gentilmente su muñeca y suavizó su voz para preguntar: –¿Tuviste una pesadilla? ¿Qué soñaste?
Chang Geng no dijo una palabra por un rato, su mirada dispersa gradualmente encontró su enfoque de nuevo. Miró a los ojos de Gu Yun que parecían dos llamas ardientes en medio de la noche oscura y de improvisto abrazó su cintura.
Gu Yun aún estaba usando sus protectores de hombros hechos de hierro negro, trayendo al interior de la habitación el frio aire de principios de invierno. El hierro helado estaba fuertemente pegado a la frente de Chang Geng. Repentinamente, en la bruma del susto, Chang Geng parecía haber regresado a la noche nevada fuera de la puerta de la ciudad de ese año, con la frialdad penetrando sus huesos. Se estremeció intensamente, solo entonces fue liberándose paulatinamente del agarre de las pesadillas, pensando para sí mismo “todavía sigo vivo”.
Los engranajes del reloj de la casa crujían mientras giraban, y el brasero a base de carbón también había entrado en calor. Era como una caldera, colocado en medio de la recámara, con el delgado humo blanco emergiendo por debajo que era mandado fuera de inmediato por las tuberías. Solo la temperatura cálida circulaba confortablemente por la habitación.
Siendo abrazado tan súbitamente por Chang Geng, Gu Yun se quedó pasmado por un rato. Un sentimiento extraño inundó su corazón: por primera vez, alguien se apoyaba en él con toda su fuerza, casi dando la sensación de una dependencia mutua.
Su frívola apariencia de “yo soy invencible en este mundo” mostrada a diario era, por supuesto, solo un fraude. Estaba muy al tanto de su propia fuerza y sus límites. Si el Marqués del Orden no era auto-consciente, entonces, después de aventurarse a unos cuantos viajes a los campos de batalla, el pasto sobre su tumba probablemente ya habría crecido tan alto como una persona.
No obstante, en ese momento, el corazón de Gu Yun repentinamente creó ilusión de “no hay nada en este mundo que yo no pueda hacer”.
La estructura ósea de Chang Geng había crecido, pero aun poseía la finura de un joven niño. Solo por extenderse y apretar su abrazo uno podía tocar los huesos bajo sus costillas a través de las ligeras prendas.
Esta delgada carne se presionaba con fuerza sobre él, Gu Yun pensó que debía cuidar de este niño para que creciera como fue el deseo del Emperador, protegerlo y cuidarlo, para que viviera sano y salvo hasta que tuviera cien años de edad.
Finalmente, podía compensar la incompetencia y desesperación que sintió hacia la situación de A Yan en ese año.
Gu Yun se quitó los protectores de hierro de sus hombros, los colgó a un lado y se metió en la cama de Chang Geng aun con toda su ropa puesta. Le preguntó: –¿Extrañas a tu madre?… Ah, quiero decir, a tu tía.
Chang Geng negó con la cabeza.
Chang Geng no tenía ningún afecto profundo por el Emperador, parecía que solo había llamado al anciano Emperador “padre” por respeto a Gu Yun. Este preguntó de nuevo: –¿Extrañas al hermano Xu?
En esta ocasión, Chang Geng no lo negó.
En todos esos años, Xu Baihu fue la primera persona amable que había conocido. A pesar de que no era un hombre excepcionalmente talentoso, era amable y generoso. Su padrastro se usó a sí mismo para marcar el ejemplo; por primera vez hizo a Chang Geng entender que se puede ir por la vida con tal tranquilidad.
Era solo que Xu Baihu siempre tenía sus manos llenas con asuntos militares y casi nunca volvía a casa, lo que creó una oportunidad para que Gu Yun viniera a llenar el espacio vacío en el corazón de Chang Geng.
Viendo que el chico había confirmado esto silenciosamente, Gu Yun alzó su cabeza y observó con la mirada perdida a la cortina en lo alto de la cama, repentinamente incapaz de detener la sensación desagradable que tenía dentro. Preguntó involuntariamente: –¿El hermano Xu te trató mejor que yo?
Chang Geng le dirigió una mirada sorprendida, sin entender por qué Gu Yun haría una pregunta con una respuesta tan evidente.
Esta vez, Gu Yun había entendido milagrosamente su mirada, sintiendo de repente como si un viento helado hubiera arrasado a través de su corazón. Dijo secamente: –Bien, no hay otra opción, una orden del Emperador es difícil de violar, solo puedes hacerlo.
Chang Geng: –…
Gu Yun estalló en risas, Chang Geng pudo sentir la ligera vibración de su pecho mientras lo hacía y fue golpeado repentinamente por una extraña sensación. La mitad izquierda de su corazón sintió que la distancia entre ellos en ese momento era de alguna manera innatural y quiso alejarse más de él.
Pero la mitad derecha estaba deseando convertirse en una delgada pieza de papel y estar pegado cerca de él sin la más mínima separación.
Esas dos ideas contendiendo indefinidamente en su interior parecían querer partirlo por la mitad.
Y justo cuando la batalla decisiva se estaba llevando a cabo, el mal hábito de Gu Yun comenzó a golpear de nuevo.
El cabello de Chang Geng estaba disperso detrás de él y desafortunadamente cayó en la mano de Gu Yun. Él comenzó a jugar inconscientemente con su cabello, jalado hacia adelante y atrás. No usó fuerza, pero tiró suavemente de su cuero cabelludo.
Chang Geng se sorprendió de inmediato, un escalofrío lo recorrió por completo. La sangre en todo su cuerpo pasó de fluir naturalmente a acelerarse como loca, como si pudiera escucharla susurrar mientras corría por sus arterias. Una fuente desconocida de calor se abrió paso a través de todas sus extremidades y casi lo quema desde el interior.
Chang Geng rápidamente se incorporó y tomó su cabello de regreso. Dijo instintiva y embarazosamente: –¡No estés jugando!
Gu Yun solía enfermarse cuando era más joven y también tardó en dar su estirón, incluso a los doce, trece años de edad, continuaba llevando la apariencia de un niño. Era por esto que tampoco reconocía a Chang Geng como un adulto y era el menos consiente de la naturaleza inapropiada de esta situación.
Retiró sus garras con desgano, poniendo ambas manos detrás de su cabeza y dijo a Chang Geng: –Aún no me he casado y, por supuesto, no tengo hijos, ni siquiera tengo hermanos o hermanas; es inevitable que no sea completamente capaz de cuidar de ti.
“–Hay varias cosas que, si no me dices, será muy difícil que yo las note. Así que, si albergas cualquier queja o irritación, no lo escondas en tu corazón, ¿de acuerdo?
El tono de su voz era profundo y agradable al oído, probablemente debido a su agotamiento, con una pequeña e imperceptible ambigüedad. Conducido directo al pido de Chang Geng, provocando que a Chang Geng se pusieran todos los pelos de punta, una delgada capa de sudor cubrió su espalda.
Chang Geng pensó nerviosamente “Él solo estaba haciendo una conversación casual, ¿por qué siento como si me estuviera adentrando en un campo de batalla?”
–Su Alteza también debe perdonarme. –dijo Gu Yun con una sonrisa palmeando el espacio enseguida de él. –Ven, recuéstate, cuéntame más acerca del sueño que acabas de tener.
A la mención del sueño, el fuego salvaje sin nombre de Chang Geng se las arregló para calmarse. Contempló a Gu Yun por un rato, obligándose a contener el deseo de revelarle todo acerca del Hueso de la Impureza. Primero probó las aguas:
–Shiliu, en este mundo, ¿existe algún tipo de veneno que pueda hacer que uno se vuelva loco?
Gu Yun alzó sus cejas con insatisfacción: –¿A quién estas llamando Shiliu?
Solo reprendió en apariencia, pero en realidad no le tomó mucha importancia. Procedió a hablar después de una pausa: –Debería existir, este mundo es grande, especialmente en las áreas de los países extranjeros, ahí crecen muchas hierbas y plantas que no existen en los Planos Centrales, por no mencionar todos sus dioses y seres divinos que han pasado de generación en generación. Hay muchos secretos y artificios suyos que nosotros no podemos explicar.
El corazón de Chang Geng se hundió, las yemas de sus dedos se aferraron a la ruinosa cuchilla sobre su pecho.
Gu Yun sintió esto bastante extraño, le preguntó de nuevo en respuesta: –¿Por qué me preguntas acerca de este asunto?
Las yemas de los dedos de Chang Geng estaban frías, el conflicto en su cabeza había cesado abruptamente, su voz cubierta en tristeza: –No es nada. Soñé que un día me convertía en un demente y terminaba matando a mucha gente.
Después de eso, sin esperar a que Gu Yun respondiera, Chang Geng lo cortó primero: –Los sueños son todo lo opuesto a la realidad, lo sé.
Finalmente decidió sellar a cal y canto el secreto del Hueso de la Impureza, con su juvenil determinación y fuerza de voluntad, Chang Geng se negó a admitir la posibilidad de perder. Debía combatir y resistir al Hueso de la Impureza para permanecer sano hasta el día de su muerte.
Sin embargo, incluso con tanto valor en su pecho, no se atrevió a preguntarse sobre qué pensaría Gu Yun si se enteraba de lo que ocurriría.
Chang Geng pensó, incluso si estuviera infectado con grotescas ulceras por todos lados, aun así, su pequeño yifu no lo abandonaría. Pero, ¿y si se enteraba de que Chang Geng eventualmente se convertiría en un loco histérico?
Evitó de forma instintiva hablar de eso. No quiso ahondar más profundo y preguntó en su lugar: –¿Tú también has tenido pesadillas?
Gu Yun soltó una mentira: –¿Cómo es eso posible?
Pero después de que las palabras salieran, Gu Yun recordó rápidamente las palabras de Shen Yi diciéndole que debía tratar a Chang Geng de manera genuina y sincera. Solo entonces sintió que su mentira era un tanto exagerada, la cubrió con un carraspeo y dijo de nuevo: –No… ah, bueno, en ocasiones, cuando la posición para dormir no es correcta, puede causar algunos sueños problemáticos.
Chang Geng: –¿Qué sueñas?
Gu Yun no era dado a hablar acerca de sus sentimientos, porque todo este proceso era inmensamente vergonzoso, como correr desnudo en la calle en frente de la gente. Respondió descuidadamente solo por hacerlo: –Solo un lío incomprensible, lo olvido todo tan pronto como despierto… Apresúrate y ve a dormir, el cielo se iluminará pronto.
Chang Geng no hizo ni un sonido.
No obstante, luego de un rato, mientras Gu Yun le daba un vistazo, notó que los ojos de Chang Geng estaban muy abiertos, observándolo. Finalmente, no pudo evitar sentir que le dolía la cabeza.
–De acuerdo. –Gu Yun suspiró y trató de navegar entre sus recuerdos, luego habló en un tono que invitaba a los niños a dormir:
–Cuando era un niño, una vez soñé que estaba atrapado en un lugar donde no podía ver mis dedos. Lo único que sabía era que había un montón de bestias rodeándome, así que continuaba corriendo. Podría ser porque mis piernas no estaban estiradas. Las personas dicen que si tus piernas no están extendidas correctamente no serás capaz de correr rápido dentro de tus sueños. Yo corrí hasta el final, pero sentía como si mis piernas estuvieran hechas de algodón: entre más intentaba ir hacia adelante menos podía moverme.
Chang Geng preguntó: –¿Y qué pasó después?
“Entonces, por supuesto, me desperté aterrorizado, ¿qué más puede ser?”
Sin embargo, la boca de Gu Yun se rehusaba a admitir que despertó por miedo, hizo un alarde sonando tan animado como si fuera real: –Al final, se me acabó la paciencia. No se cómo fui capaz de sacar una enorme espada con líneas doradas talladas, con un corte terminé con todas las bestias que me perseguían y desperté satisfecho.
Chang Geng: –…
Él en verdad quería escuchar unas cuantas palabras serias de la boca de este Gu, pero parecía que era pedir demasiado.
Nadie se esperaba que Gu Yun colocara una pregunta sería después: –¿Sabes qué hacer si tienes pesadillas?
Chang Geng titubeó, una vez más creyéndole con facilidad. Negó con su cabeza, curioso, esperando expectante la respuesta de Gu Yun.
Gu Yun continuó: –La razón por la que tienes una pesadilla es porque hay pequeños demonios paseando por la casa para gastarte bromas. Esos pequeños demonios temen a la inmundicia, así que, de ahora en adelante, cuando sea que tengas pesadillas, recuerda poner el orinal en la entrada de tu habitación, te garantizo que hará correr del susto a esas cosas.
Chang Geng: –…
Chang Geng era particularmente rápido en creer las mentiras hechas por otras personas con seriedad, Gu Yun de inmediato encontró diversión en molestar y jugar con el chico, riendo enérgicamente en medio de la noche.
Chang Geng llegó a creer ingenuamente que su pequeño yifu lo visitaba por preocupación. ¡Ahora sabía que este hombre venía meramente para entretenerse a costa de burlarse de él!
Se dio la vuelta enfadado, con su espalda de frente a Gu Yun. Las dos grandes sílabas “fue-ra” estaban claramente escritas en ella.
Gu Yun no se fue en el momento; se quedó hasta que la respiración de Chang Geng se estabilizó completamente de nuevo, arropándolo con gentileza, luego se incorporó para retirarse.
Antes de irse, Gu Yun fue a recoger los protectores de los hombros que se acababa de quitar. Pero justo cuando extendía sus brazos, recordó esos proverbios que decían que la razón por la que los niños eran turbados en medio de la noche estaba relacionada con la debilidad y falta de energía yang, causando así la atracción de espíritus impuros. Era mejor colocar un objeto hecho de hierro a la cabecera de la cama.
Gu Yun nunca había creído esas supersticiones sin sentido de la gente común, pero en esta ocasión sintió que quizás hubiese algo de verdad en ellas, ¿o de qué otra forma podrían haber estado circulando por tantos años?
Decidió dejar el par de protectores de hombros y salió caminando del dormitorio de Chang Geng solo con su atuendo.
El Mariscal Gu podría haber sido el némesis natural de los fantasmas y espíritus malignos. Chang Geng no fue molestado en lo absoluto por esos demonios y durmió profundamente hasta la mañana.
Es una lástima que después de que Chang Geng despertó, su expresión facial era incluso peor que si no hubiera dormido.
Se sentó en la cama por un momento, su rostro de color verde, y cuando alzó la cobija para dar un rápido vistazo, no pudo si no dejar salir un profundo suspiro, el sonido de alguna manera similar a un sollozo. Chang Geng dio vueltas y abrazó su cabeza.
Esta era la segunda vez.
Chang Geng no podía continuar engañándose. Porque en esta ocasión su sueño fue claro y directo…
En este sueño, él clara y verdaderamente hizo cosas irrespetuosas a su pequeño yifu.
Sepultó su cara en la cobija y gritó. Estaba completamente disgustado consigo mismo, demasiado avergonzado para ver a alguien de nuevo. No deseaba nada más que golpear su cabeza contra el poste de la cama y terminar su vida en ese momento.
Esta vez, ni siquiera la arruinada cuchilla pudo tranquilizarlo.
Justo cuando el chico estaba en un estado de confusión y sufrimiento, el sonido de alguien llamando a su puerta casi lo saca de su piel del susto.
Su primera reacción fue enrollar las sabanas de la cama en un ovillo presa del pánico. Apretó los dientes, forzando su mente a estabilizarse, luego arrastró sus pies para abrir la puerta.
Inesperadamente, cuando la abrió, fue golpeado por una segunda ola de sorpresa.
Es difícil dejarse llevar en este caso, Gu Yun es tu Yifu. Pero… vamos, déjate llevar pequeño hermano~ hoho~