15. Conversación Nocturna

Yifu estaba equivocado, ¿de acuerdo?

Era difícil para Chang Geng considerar a Shen Shiliu y a Gu Yun como la misma persona.

Shen Shiliu simplemente era un hombre impropio de un pueblo fronterizo, desperdiciando todos sus días deambulando sin nada que hacer, sin trabajar para ganarse la vida, pero también era un comedor quisquilloso, quien era inmensamente difícil complacer. Era genuino y verdadero, aunque repulsivo al mismo tiempo.

Pero Gu Yun no.

Para la mayor parte de las personas en este mundo, “Gu Yun” podría no ser un individuo. Era más similar a un símbolo: un ser increíble con tres cabezas y seis brazos, excepcionalmente hábil y talentoso.

En una gran nación que abarcaba miles de kilómetros, solo podía existir una persona como Gu Yun.

No solo para Chang Geng, sino para Ge Pang Xiao y Cao Niang Zi, cuando hablaban acerca de este tema, también sentían como si solo estuvieran soñando.

Era solo que Chang Geng era diferente de sus dos pequeños amigos. Después de todo, Shen Shiliu no era su yifu.

Chang Geng no estaba resentido con Gu Yun por engañarlo. Después de todo, él ya estaba rodeado de decepción desde el día que nació, añadir una más a la lista no hacía mucha diferencia.

Además, ¿qué podría obtener el Gran Marqués del Orden por engañar a un pobre niño huérfano como él?

Generalmente, podría decirse que fue debido a la bendición de Xiu Niang: quien le forjó esta falsa identidad, que tan bajo personaje como él pudiera tener la oportunidad de conocer al Marqués del Orden en su vida. El hombre incluso se rebajó a sí mismo para “engañarlo”, debería haber otras razones para eso.

Simplemente era que el del afecto de Chang Geng: dos partes fueron para su tierra natal, dos partes fueron otorgadas a Xu Baihu quien rara vez venía a casa. Todas las seis partes restantes eran para su pequeño yifu. Pero ahora que el Mariscal Gu había hecho desaparecer a su pequeño yifu, esas seis partes de afecto cayeron sobre el suelo en vano y se hicieron añicos, cavando un gran foso en su corazón, la hemorragia esparciéndose por todos lados en una vasta extensión.

Pero en ese momento, mientras Shen Yi llevaba la medicina a esas altas horas de la noche, Shen Shiliu y Gu Yun: dos figuras separadas que deberían estar en dos lados completamente opuestos; repentina e inesperadamente se traslaparon uno con otro.

Después de un rato, Shen Yi salió con un cuenco vacío. Chang Geng lo escuchó notificar a los soldados montando guardia fuera de la tienda del Mariscal: –Todos mantengan guardia aquí, no dejen a nadie entrar a molestarlo.

Chang Geng titubeó por un momento, pero procedió a dar un paso más cerca, como si hubiera sido empujado hacia delante por una fuerza invisible.

Después de varios de días viajando juntos, la guardia personal de Gu Yun ciertamente lo reconocía. Pero, debido a las instrucciones de Shen Yi, no tenían opción más que adelantarse y detenerlo: –Su Alteza Real, el Mariscal no se siente del todo bien el día de hoy, ya ha tomado su medicina y se ha ido a dormir. Si necesita algo, por favor ordene a su súbdito, podré ejecutarlo en su lugar.

El hombre que solía vivir al lado y al que podía encontrar fácilmente sin ni siquiera llamar a la puerta… ahora Chang Geng tenía que molestar a otros solo para darle un vistazo a su rostro.

Chang Geng bajó su cabeza, su voz parecía estar teñida de soledad: –Este hermano

El guardia inmediatamente se arrodilló: –No me atrevo.

–No, no, no me refiero a eso. –Chang Geng rápidamente agitó sus manos y sonrió con impotencia. Después de un momento, suspiró: –Es solo que antes, en el pueblo de Yanhui, yo solía llevarle medicina. Solo quisiera darle un vistazo rápido, si en verdad es un inconveniente, entonces…

No pudo hablar más. Chang Geng se hizo a la idea, decidiendo que, si era rechazado de nuevo esta vez, no se humillaría más a sí mismo.

Inesperadamente, en esta ocasión, otro guardia vino y susurró en sus oídos: –¿No dio instrucciones el Mariscal de que no había necesidad de informarle si era Su Alteza quien venía a visitarlo? No seas tan terco.

Chang Geng tenía ojos y oídos agudos, por supuesto, pudo escucharlo. Alzó su cabeza sorprendido, sin entender por un momento la emoción en su corazón. Y así de sencillo, se le permitió entrar.

El aroma de la medicina no se había evaporado, dejaron las cortinas de la cama abiertas, la figura de una persona yacía ahí en silencio.

Mientras se acercaba un poco más, Chang Geng descubrió que Gu Yun aún no se había dormido.

Tal vez debido al dolor de cabeza, los dedos de Gu Yun estaban presionados fuertemente contra sus sienes, un ceño profundamente fruncido entre sus cejas; no se dio cuenta de que alguien acababa de entrar.

Chang Geng aclaró su garganta a unos pasos de distancia, entonces lo llamó suavemente: –Mar…

Él solo emitió un sonido, pero Gu Yun, que estaba acostado en la cama, se levantó de inmediato, sacó un sable oculto entre sus sabanas y lo desenvainó cerca de diez centímetros. Chang Geng ni siquiera pudo pestañear cuando la afilada hoja de la espada ya se encontraba colocada contra su cuello, su frialdad trepando sobre él. La persona sosteniendo el sable parecía un feroz dragón que acababa de ser despertado.

Chang Geng estaba impactado por su aura asesina y fue obligado a dejar escapar:

–¡Shiliu!

Gu Yun ladeó su cabeza, después de un breve momento, entrecerró sus ojos y pareció reconocer a Chang Geng, dijo vagamente: –Lo siento.

Puso el sable de vuelta dentro de sus cobijas y frotó suavemente el cuello de Chang Geng: –¿Te lastimé?

Chang Geng estaba pasmado, justo mientras se recomponía, una sospecha comenzó a alzarse en su interior: “¿Realmente no puede ver?”

Pero hizo a un lado de inmediato ese pensamiento imposible: ¿cómo podría el Marqués del Orden ser un hombre ciego?

Gu Yun buscó una capa exterior y la envolvió descuidadamente alrededor de su cuerpo: –¿Por qué has venido aquí?

Pero cayó cuando intentó ponerse de pie debido a sus mareos, terminó medio sentado, medio cayendo en la cama, Gu Yun inhaló hondo y sostuvo su frente con una mano, la otra estaba presionada en el costado de la cama como soporte.

–No te muevas. –Chang Geng extendió sus brazos subconscientemente y lo atrapó.

Dudó por un momento, luego se inclinó y levantó las piernas de Gu Yun, las puso de vuelta sobre la cama, y lo arropó adecuadamente con la cobija. Mientras evitaba el desastre de largo cabello que se desparramaba alrededor, apoyó el hombro de Gu Yun para ayudarlo a recostarse. Después de terminar esta serie de acciones, Chang Geng se quedó parado tontamente por un momento, de pronto no podía encontrar ninguna palabra que decir, solo una tensa pregunta salió de sus labios: –¿Qué te pasó?

La medicina de Gu Yun estaba comenzando a surtir efecto, no esperaba que Chang Geng, quien estaba “haciendo un berrinche”, viniera a visitarlo de improvisto. Solo podía soportar de mala gana el dolor de cabeza y los sonidos resonando cerca y a lo lejos en sus oídos.

Al inicio, había tenido la intención de despachar a Chang Geng, rio casualmente: –Un pequeño mocoso desagradecido que no quiere reconocerme me hizo enojar… discúlpeme, Su Alteza, ¿podría traerme mi botella de vino?

De acuerdo a su experiencia, en una situación como esta, beber algo de vino podría hacerlo un poco más soportable.

Chang Geng frunció el entrecejo y lo miró con recelo.

A Gu Yun le dolía la cabeza como si se estuviera partiendo, mintió: –El vino medicinal de Shen Yi puede ayudar a curar la migraña.

Chang Geng fue fácilmente engañado, fue a tomar la botella que colgaba enseguida del traje de Armadura Ligera.

Gu Yun inclinó su cabeza y se bebió la mitad del vino de un solo trago. Cuando casi se terminaba toda la botella, Chang Geng rápidamente sujetó su muñeca y le rebató la botella por la fuerza: –Suficiente, no bebas demasiado incluso si es vino medicinal.

El fuerte vino fluyó al interior de su estómago como fuego ardiente, toda la sangre de su cuerpo hirvió. Gu Yun dejó escapar un suspiro y sintió que su vista ya estaba más clara. Era solo que comenzó a sentirse un poco mareado por beber demasiado rápido. Por un momento, los dos no tuvieron nada que decir y, después de mirarse el uno al otro por un rato, Gu Yun no pudo mantenerlo. Se recostó en la cama y cerró sus ojos suavemente.

Su intención de despachar a Chang Geng era clara como el cristal, incluso Chang Geng comprendió que debía retirarse, pero sus pies parecían enraizados sobre su lugar.

Por un lado, Chang Geng se ridiculizó a sí mismo: “Incluso si te sientes preocupado, todo seguirá siendo irrelevante, solo sé razonable y vete ya.”

Pero al mismo tiempo, extendió la mano involuntariamente y presionó un punto de acupuntura en la cabeza de Gu Yun.

Mientras continuaba, sintió que era bajo y despreciable, pero aun así no pudo detenerse.

La frente de Gu Yun estaba fría y a excepción de lo fruncido en el comienzo de sus cejas, él no expresó ninguna otra opinión, simplemente dejó a Chang Geng hacer lo que quisiera.

Fue solo hasta que las manos de Chang Geng se sintieron un poco cansadas que susurró: –¿Te sientes mejor ahora?

Gu Yun abrió sus ojos y miró a Chang Geng en silencio.

El conocido “a veces, incluso los sabios pueden estar equivocados, e incluso los tontos pueden estar en lo correcto en ocasiones bajo la influencia del vino”: Gu Yun fue capaz de decir algo sensible por una vez. Mirando a Chang Geng por un momento, de pronto dijo:

–Incluso después de que lleguemos a la capital, yifu seguirá ahí para protegerte. No tengas miedo.

Chang Geng estaba completamente aturdido. Bajo la tenue iluminación, pareció estremecerse inmensamente.

Obligado a madurar tan pronto a su edad, cuando sabía perfectamente bien que no tenía ningún lugar ni nadie en quien apoyarse más que en sí mismo, solo pudo apretar sus dientes y forzarse a ser un tranquilo y contenido adulto.

Pero, de frente a la más ligera pizca de la calidez que siempre había añorado, el fuerte y valiente exterior se desmoronaba y revelaba al suave y frágil niño dentro.

Gu Yun alargó una mano hacia él: –Yifu estaba equivocado, ¿de acuerdo?

Él no sabía cómo había penetrado esta oración a través del roto corazón del chico; quizás no era del todo sincera, porque en su mayoría, Gu Yun nunca pensó que estaba equivocado. Incluso si su consciencia hablaba ocasionalmente, no significaba necesariamente que supiera exactamente que él estaba mal.

Su gentileza e indulgencia traídas por el vino habían dado a Chang Geng una salida.

Chang Geng sujetó su mano con fuerza, aferrándose a una paja salvavidas[1]. Los hombros que habían estado tensos durante muchos días se relajaron súbitamente, casi rompe en llanto.

En ese instante se dio cuenta de que lo que había estado esperando todo ese tiempo eran esas dos simples oraciones, mientras esa persona le dijera: “yifu estaba equivocado, yifu todavía te necesita”, era suficiente para que supiera que, incluso después de que la Xiu Niang que abusó de él dejara de existir, después de perder a Xu Baihu a quien ni siquiera tuvo oportunidad de ver por última vez, en este mundo aún existía esta pequeña pizca de calor restante para él… entonces podría perdonarle lo que sea a su pequeño yifu.

En el pasado, y para siempre.

Ya sea que se llamara Shen Shiliu o Gu Yun.

Gu Yun sintió que sus párpados se volvían más y más pesados. Se recostó en la cama, cerró sus ojos y luego dijo: –Chang Geng, muchas cosas cambiarán a partir de ahora. Nadie puede saber cuál será su destino final desde el comienzo, a veces no debes pensarlo demasiado.

Chang Geng observó a Gu Yun sin parpadear. Sus ojos, inadvertidamente, cargaban trazos de una codicia cuidadosamente oculta. Admitió con sufrimiento que Gu Yun tenía razón: muchas cosas cambiarían, la gente que vive tiene que morir, los buenos tiempos se disiparían, amigos y conocidos se separarían al final, afecciones tan profundas como el océano y tan altas como el cielo eventualmente parecerían una corriente de agua fluyendo hacia los confines de la tierra…

Solo su propio destino final estaba ya establecido de forma permanente: enloquecería.

Gu Yun se movió más adentro de la cama, después palmeó el espacio vacío junto a él: –Ven aquí, nos tendremos que darnos prisa para estar en movimiento mañana también, duerme aquí conmigo esta noche.

Después de medianoche, Chang Geng cayó dormido en la tienda del Mariscal Gu Yun. Como de costumbre, el Hueso de la Impureza se negó a dejarlo ir, pesadillas interminables llegaron una tras otra. Pero siempre pudo sentir un ligero aroma medicinal alrededor de él. Sabía muy bien que estaba a salvo, incluso entendiendo vagamente que solo estaba soñando, parecía haber una capa separándolo de esos miedos y resentimientos.

Para Chang Geng, esa fue una rara noche de sueño tranquilo.

Por supuesto, lo hubiera sido si no hubiera despertado encontrando que usó uno de los brazos del Marqués del Orden como almohada durante toda la noche provocando que se entumeciera, y no solo eso: incluso se había acurrucado muy profundo en el pecho del hombre.

Especialmente Gu Yun, ese bastardo sin vergüenza jamás entendería el corazón sensible y emocional del joven aun en crecimiento. Entre más auto-consciente se volvía el otro, más aceite echaría al fuego. El Mariscal Gu creía que, dado que ya habían compartido la cama durante la noche, Chang Geng ya se había reconciliado con él, por lo que continuó con sus malos hábitos. Masajeó su brazo entumecido y jugó con el niño a manera de entretenimiento matutino, incluso parecía que iba a sacar este tema de nuevo para estárselo recordando siempre en el futuro.

¿Fue la imagen débil y enferma de esta persona la noche anterior tan solo un acto de nuevo?

Temprano por la mañana, Shen Yi vio a Chang Geng saliendo con fuertes pisadas de enojo de la tienda del Mariscal Gu Yun, ruborizado. Por el resto de ese día, se volvería hacia otro lado tan pronto como viera a Gu Yun.

En el camino, Shen Yi acercó su caballo, contempló el rostro de Gu Yun y preguntó: –¿Está todo bien ahora?

Gu Yun, como un viejo lobo, dijo orgullosa y despreocupadamente: –Solo un niño pequeño, asuntos tan triviales. No había nada desde un principio.

Shen Yi, que había presenciado a Gu Yun dando vueltas con preocupación y ansiedad los dos días anteriores, se quedó completamente sin palabras y solo pudo burlarse.

Gu Yun, como era habitual, pretendió que no podía oír, viendo la espalda de Chang Geng desde la distancia, dijo repentinamente: –Dime… ¿puedo dejar el Campamento del Hierro Negro en sus manos en el futuro?

Shen Yi replicó secamente: –¿Quieres que encuentre una muerte trágica?

Gu Yun emitió un sonido irritado, como si Shen Yi acabara de matar su estado de ánimo.

–¿Realmente crees que el Campamento del Hierro Negro es algo bueno? Estoy hablando honestamente, Zi Xi, perdóname por decir esas palabras que son difíciles de escuchar. –dijo Shen Yi. –El Campamento del Hierro Negro en las manos del Viejo Marqués era una “arma para el país”. Pero cuando fue dejado a tu cargo, se convierte en un “arma contra el país”. El arma para el país es radiante, favorecida por muchos, no puede decirse lo mismo del arma contra el país.

Escuchando el significado detrás de sus palabras, la sonrisa perezosa de Gu Yun desapareció.

Referencias

Referencias
1 NTE. Original 救命稻草 Figurativo, significa: “Aferrándose a su última esperanza”. Este proverbio se origina de una historia que va más o menos así: un sobreviviente a un naufragio flotaba en el mar y vio una hebra de paja flotando en el océano, creyendo que se trataba de una pieza de madera a lo lejos, se aferró a la esperanza de alcanzarla, no es sino hasta que perece ahogándose en el mar que se da cuenta de que se trataba de una pieza de paja.

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