126. Final
Parte III
En el primer día de marzo en el décimo año de Long An, Li Feng, el Emperador Long An, murió.
El pequeño Príncipe Heredero recibió susto de muerte en el caos de la batalla. Completamente perdido sobre qué hacer, solo pudo sostener con fuerza la mano de Chang Geng.
Cuando los dos ejércitos estaban confundidos, todos los oficiales civiles y militares huyeron, y el carruaje del Emperador yacía sobre el suelo en completo desorden. Pero cuando las personas se dispersaron, los objetivos se concentraron: los asesinos que habían agitado el agua deliberadamente se lanzaron hacia Chang Geng y el Príncipe Heredero en conjunto.
Antes de ir allí, el señor Fang los había instruido, “Yan Wang debe ser asesinado sin importar qué. Si tienen la oportunidad, tampoco dejen escapar al Príncipe Heredero.”
Los asesinos vieron que dos de sus objetivos estaban juntos en el mismo lugar, ¡les era especialmente conveniente!
Una flecha pasó rozando sobre la cabeza del Príncipe Heredero. El Príncipe Heredero fue cargado de aquí para allá por Chang Geng como un cachorrito. Ni siquiera podía gritar. Estaba tan asustado que solo podía sollozar en silencio.
De pronto, alguien alargó una mano y le limpió las lágrimas del rostro. El Príncipe Heredero vio a su Cuarto Tío secar sus lágrimas a través de sus ojos brumosos, su brazo alzado exhibía una muñequera de hierro negro. Un xiu zhong si salió disparado en un instante, rompiendo la muñeca de un asesino. Yan Wang arrebató la cuchilla del asesino, giró la empuñadura y fluidamente lanzó un tajo.
–Cuando tenía tu edad, fui asediado por un grupo de lobos hambrientos a las afueras de la Puerta Norte. –la voz de Chang Geng era muy estable. –En ese momento, no había personas por ninguna parte. Solo tenía conmigo un pequeño cuchillo, del tipo con el que juegan los niños del campo: no eran lobos comunes los que me perseguían, sino aquellos que los bárbaros criaron con sus propios métodos, usados especialmente para matar personas. Eran muy grandes, más altos que yo cuando estoy erguido.
Yan Wang siempre había sido famoso por su comportamiento excepcional. Ya fueran amigos o enemigos, todos tenían que admitir esto. A diferencia de la mayoría de los preciados hijos de oficiales de alto rango que crecieron en la capital, no era llamativo, sino diferente de los pobres hijos de Han Lin o los soldados con antecedentes militares. No era desfavorecido ni feroz. Lucía muy calmo, pero no con la clase de calma del Maestro Liao Ran. Semejaba a una estatua de piedra de un dios feroz situada en un templo: terroríficamente inspiradora e intimidante, solitaria y cubierta de cenizas. Muchas personas habían imitado en secreto el comportamiento tranquilo y elegante de Yan Wang. Era difícil para lo demás asociarlo con lobos hambrientos fuera del paso.
El pequeño Príncipe Heredero estaba conmocionado.
En ese momento, dos asesinos salieron disparados hacia adelante uno a uno, uno de ellos lanzó un corte contra el pequeño Príncipe Heredero en el brazo de Chang Geng, con la intención de obligarlo a retroceder, el otro bloqueaba su retirada por detrás.
Chang Geng dejó salir una risa burlona en voz baja.
¿Cómo podía un niño que creció jugando con espadas con las marionetas de hierro en la Mansión del Marqués retroceder frente a un oponente de este calibre?
Chang Geng levantó su cuchilla horizontalmente para bloquear la espada del asesino. En un momento de temor, el asesino fue incapaz de retirar su espada, el afilada arma en su mano salió volando. Se escudó descuidadamente con ambos brazos, pero fue “cortado en dos” por Yan Wang.
Chang Geng continuó volando hacia adelante tres pasos, usando el impulso para darse la vuelta, se volvió hacia atrás y arrojó la cuchilla, asustando al perseguido para que retrocediera, clavándose en la punta de la lanza de un soldado del Ejército Imperial que corría hacia ahí.
El pequeño Príncipe Heredero ni siquiera había visto como se mataban las gallinas, ni que decir de asesinar personas. De inmediato, cerró sus ojos de miedo. Pero incluso entonces, continuó siendo golpeado por el nauseabundo aroma de la sangre, llamó débilmente: –Cuarto Tío…
–No hay nada que temer. –dijo débilmente Chang Geng. –Aquellos que son realmente hábiles o están en la línea del frente o ya están muertos. Aquellos que se quedaron atrás son solo cobardes. Sin la habilidad para combatir al enemigo, solo pueden asustar a los niños. ¿Todavía eres un niño?
El Príncipe Heredero pensó agraviado “soy un niño”.
Chang Geng parecía saber lo que él estaba pensando, sus labios se curvaron ligeramente hacia arriba. “Todavía un niño,” pensó. “pero eso cambiará pronto”.
En ese momento, el soldado del Ejército Imperial que se acercó con la lanza gritó: –¡Su Alteza! ¡Su Alteza el Príncipe Heredero! ¡Por aquí!
El Príncipe Heredero instintivamente quiso correr hacia él, y fue arrastrado hacia atrás por la vaina de Chang Geng.
Los pasos trastabillantes del Príncipe Heredero aún tenían que estabilizarse, pero su rostro ya había sido salpicado de sangre. El hombre que gritó fue dividido en dos y una Armadura Pesada salió de la nada…
En ese instante, Li Feng, quien estaba siendo fuertemente sostenido, finalmente descubrió que la dirección hacia la que se dirigían las personas que lo “escoltaban” no era rumbo al palacio, sino para huir a un sitio donde no había nadie. Su corazón dio un brinco, una idea increíble emergió en un cabeza, de inmediato se dio la vuelta y preguntó, –¿Qué está pasando? Súbdito Fang, ¿a dónde me llevas?
Fang Qin continuó caminando, sin arrodillarse ni hacer reverencia, dijo fuerte y claro, –Su Majestad, tengo algo que decir.
Li Feng no podía creerlo: –¿Qué estás diciendo? ¡Alto! ¡Te digo que pares!
Nadie le prestó atención. Dos guardias falsos, uno a la izquierda y otro a la derecha, tiraron del cuerpo de dragón del Emperador y lo obligaron a caminar.
–Yan Wang Li Min, el actual Qin Wang de la corte, es la persona a la que quiero acusar. –dijo Fang Qin, una palabra a la vez. –Él coludió con comerciantes sin escrúpulos, bajo el nombre de los billetes Feng Huo, vendió rangos oficiales al punto de no tener vergüenza. Este es su primer grave delito. Nació como su hijo, sin embargo, no tiene sentido de piedad filial hacia el primer Emperador, en su lugar, a menudo duerme en la Mansión del Marqués durante la noche con el fin de ganarse el corazón del ejército, continuó llamándolo “yifu” incluso después de recibir su título. Este es su segundo grave delito. Su corazón es el de un animal, sin colocar ni al gobernante ni a su propio padre en sus ojos…
Si Li Feng aun no podía comprender qué era lo que estaba ocurriendo incluso en ese momento, su cerebro debería haber recibido un golpe. Estaba sorprendido y asustado, inmediatamente gritó: –Fang Qin, ¿qué es lo que vas a hacer?
Fang Qin dijo: –Su Majestad, hemos preparado varias emboscadas, solo para esperar a que ese traidor sea asesinado. A pesar de que nosotros, los oficiales, somos incompetentes, estamos dispuestos a seguir el ejemplo de nuestros renombrados predecesores, si el traidor no puede ser controlado, ¡juramos usar nuestras propias vidas para eliminar del lado del monarca a los súbditos traidores!
Antes de que sus palabras se terminaran, todos los miembros de su facción inmediatamente estuvieron de acuerdo al unísono, –¡Juramos eliminar de los súbditos traidores!
Li Feng estaba conmocionado y aturdido. Cuando dio un vistazo alrededor, todas partes estaban repletas de caras desconocidas, rodeado por el falso y feroz Ejército Imperial en armadura. Los rostros familiares en la corte en ese momento se estaban volviendo más y más extraños. Cada uno de ellos parecía ser un demonio con piel humana, listo para lanzarse hacia él en cualquier momento con sus colmillos.
Esos eran los súbditos del Emperador.
“¿Fue así cuando el Emperador Wu estaba en el poder?”
“¿Fue así cuando el anterior Emperador Yuan He estaba en el poder?”
Li Feng sabía que él no podía compararse con la vida del Emperador Wu, que pasó su vida expandiendo territorios, pero ¿ni siquiera podía compararse con su propio padre con quien siempre se había sentido secretamente insatisfecho?
En cualquier caso, él no podía aceptar esto.
No obstante, sin importar qué tan difícil le fuera aceptarlo, esta parecía ser la verdad, porque durante el reinado de Yuan He, no hubo enemigos extranjeros rodeando la capital ni oleadas de traidores intentando tirar de él para bajarlo del trono.
En ese momento, Li Feng no tenía tiempo para enfurecerse o asustarse demasiado. Solo sintió una bofetada sobre el rostro. Desde que ascendió al trono, habían transcurrido más de tres mil días y noches, no obstante, nunca tuvo una sola noche de sueño tranquilo, agotándose a sí mismo durante toda la noche. Ahora, parecía que todo eso fue en vano. En su lugar, ¿no hubiera sido mejor para él ser un cobarde que se pasa todo el día lamentándose entre los brazos de las mujeres?
Observó su autoestima agrietarse y marchitarse hasta convertirse en polvo frente a esos fríos rebeldes.
–Qué osados… –el cuerpo entero de Li Feng se estremeció, –todos ustedes son en verdad… ¡en verdad osados!
Fang Qin inclinó su cabeza y evitó mirarlo a los ojos. En este punto, Fang Qin sabía que ya no sería capaz de continuar pretendiendo ser un ministro bueno y leal: –Su Majestad, perdóneme. Ese Li Min está cubriendo el cielo con una mano, no mira las leyes, faltando el respeto a sus ancestros. Nosotros, oficiales, estamos preocupados por el país, no hay otra forma, solo podemos recurrir esta despreciable estrategia, nuestro crimen nos hace merecedores de morir mil veces. No obstante, en el presente, los traidores están desenfrenados, su facción y sus fuerzas están por todo el país, una vez que Yan Wang muera, su gente causará problemas. Su Majestad por favor tome una decisión temprana y elimínelos a todos.
Li Feng apretó sus dientes, –¿Todavía quieres amenazarme?
Fang Qin se puso de rodillas sobre el suelo sin cambiar su expresión y dijo: –No me atrevo. Sé que Su Majestad se encuentra actualmente aterrado e indeciso, por lo que he preparado el decreto con anticipación. Por favor, dele un vistazo.
Con eso, alguien llevó inmediatamente un edicto imperial con ambas manos. Como era de esperarse, estaba escrito a detalle y cubría todos los aspectos, lo único que le faltaba era que fuera estampado el sello de jade.
Li Feng se desasió de los dos hombres que lo estaban reteniendo. Dio un paso hacia adelante abruptamente, sujetó el cuello de la ropa del hombre que sostenía el edicto imperial con sus manos y le dio un buen empujón…
En su ira, Li Feng olvidó por completo su pierna coja, la cual nunca había sanado por completo. Sin poder pararse de manera firme, el hombre al que empujó continuaba de pie, pero él ya se había inclinado hacia un lado primero.
A plena luz del día, estaba rodeado por un grupo de ciudadanos de la Gran Liang, sin embargo, ni uno solo lo apoyó. Los nobles aristócratas y los falsos guardias imperiales, todos observaron como el Hijo del Cielo caía rabioso sobre el suelo con desdén e indiferencia.
En ese momento, un hombre con uniforme de guardia trotó todo el camino hacia ahí, él también debería ser falso. Miró primero a Li Feng, luego giró su cabeza al otro lado y dijo a Fang Qin, –Mi señor, ¡el traidor ha sido asesinado!
Las piernas de Li Feng estaban desprovistas de fuerza. Se sentó sobre el suelo y obligó a salir un par de palabras entre sus dientes, –¿Y el Príncipe Heredero?
El falso guardia miró primero a Fang Qin, con su permiso, dijo precavidamente a Li Feng, –El Príncipe Heredero… los asesinos ya… ah, Su Majestad, por favor soporte esta pérdida.
La mente de Li Feng explotó.
Su pecho estaba frio como el hielo. Cuando regresó en sí, ya había escupido una bocanada de sangre. Li Feng se sentó sobre el suelo y observó a la sangre negra y espesa fluir, bajando por la punta de sus dedos. Se preguntó “¿Cómo pude volverme así de miserable?”
En la cara de Fang Qin hubo un destello de vacilación. Extendió su mano subconscientemente, aparentemente queriendo ayudar a Li Feng, pero aun así no lo tocó. Su brazo se suspendió en el aire, luego fue retractado. Sus titubeos se desvanecieron como la marea. Dijo fríamente: –Su Majestad no solo tiene al Príncipe Heredero. Incluso si el Tercer Príncipe es joven, todavía queda el Primer Príncipe que es diligente, estudioso, inteligente y amable. ¡Por favor cuide de su cuerpo y priorice los asuntos importantes en este momento!
Con eso, tiró del “edicto imperial” de las manos de su subordinado y lo llevó a Li Feng: –¡Por favor dele un vistazo!
Li Feng apartó de un manotazo el falso edicto imperial de Fang Qin: –¡En tus sueños!
Fang Qin limpió silenciosamente la parte de su cabeza que fue golpeada por el falso edicto imperial, mantuvo la postura arrodillada, se inclinó ligeramente hacia adelante, suspiró suavemente y dijo con un tono muy gentil: –Su Majestad, su cuerpo de dragón está en nuestras manos, incluso si hay cientos afuera… Incluso si el Campamento del Norte viene, nadie se atreverá a hacer un movimiento. Hoy, este edicto imperial, debe firmarlo esté dispuesto o no. ¿Qué hay de malo con el Primer Príncipe? Escuché que es amable e introvertido, y tiene un comportamiento regio. Es diferente del niño bastardo Yan Wang, cuyo origen es desconocido. Eso es lo que la Familia Real de la Gran Liang debe tener, ¿no lo cree?
Li Feng sintió un dolor agudo en su pecho. Todo su cuerpo se sentía como si hubiera caído en una caverna de hielo. Su corazón y órganos le dolían. Tomó aliento un par de veces y dijo con tono de burla: –¿Y luego? Por supuesto, no esperaras a que salde esta deuda después, ¿qué van a hacer conmigo? ¿arresto domiciliario? ¿o simplemente me matarán? El cuerpo de la Emperatriz es delicado y es incapaz de manejar nada. A la familia de la madre del mayor de los príncipes se les confiscaron sus posesiones y fueron decapitados. Él posee todas las cualidades para convertirse en una excelente marioneta… ¡qué gran calculación!
Fang Qin sacudió su cabeza irrefutablemente: –Su Majestad, el Príncipe Heredero encontró su fin. Ese traidor Li Min también ha sido asesinado. Oh, por supuesto, si usted gusta, también puede publicar un edicto imperial para ceder el trono al Tercer Príncipe. Pero su Tercera Alteza todavía es demasiado pequeño para ir a la escuela, ¿no es esto burlarse de la nación de los ancestros?
Una persona puede tener decenas de miles de restricciones éticas. Parecían estar firmemente arraigadas, pero en realidad, no eran tan fuertes. Mientras uno tirara abajo una vez su integridad, podía ser tan desvergonzado como quisiera en el futuro, sin ninguna reserva.
Al menos, el mismo Fang Qin no esperaba que un día él fuera a decir tales palabras con su expresión inmutable.
Justo cuando se distrajo un poco, el suelo vibró repentinamente, todas las personas presentes se tensaron momentáneamente: una marcha tan pulcra solo podía provenir de un equipo bien entrenado y, a juzgar por el temblor, ¡al menos debería tener una Armadura Pesada!
¿Era el Campamento del Norte?
El corazón de Fang Qin dio un vuelco. Esto no era parte de su plan. ¡Parecía que algo había ocurrido! Inmediatamente agitó su mano, un par de subordinados se apresuraron a capturar a Li Feng: –Molestando a su Majestad para que por favor nos acompañe por un momento.
Un grupo de guardias falsos rodeó a Li Feng por todos lados y lo llevó hacia otra dirección. Inesperadamente, justo después de dar vuelta en la esquina, la persona que lideraba el camino se detuvo de repente: ¡enfrente había un equipo de Guardias Imperiales que había estado esperándolos por un tiempo!
“¿Cómo demonios se las arreglaron para escapar?”
No… salir de la conmoción no era nada. A pesar de que fue un poco más rápido de lo planeado, una vez que se enteraron de lo que estaba ocurriendo en el palacio, los Guardias instantáneamente movilizaron todas sus fuerzas, sería muy fácil contener la situación.
“La pregunta es, ¿cómo encontraron este lugar?”
Fang Qin se quedó confundido por un momento. Miró hacia atrás y vio que el espía que había llegado para reportar que “Yan Wang y el Príncipe Heredero estaban muertos” había desaparecido.
“¡Había traidores!”
Los pasos detrás de él se estaban acercando gradualmente. Después de mirar de nuevo, ¡las Armaduras Pesadas que les causaron pánico eran solo un puñado de marionetas de hierro sacadas de la casa de alguien!
Fang Qin rompió en un sudor frio y súbitamente regresó en sí, sabiendo que habían sido atrapados por alguien.
No obstante, ya era demasiado tarde para que lo pensara profundamente. Sujetó a Li Feng, sostuvo su espada contra el frágil cuello del Emperador y gritó, –¿Quién se atreve a moverse?
El Emperador era un objeto valioso; nadie quería cargar con la reputación de un regicidio indirecto. Los pasos de los guardias se detuvieron por un momento.
Fang Qin nunca soñó que haría algo así de rebelde e inmoral. Por un momento, se llevó un susto de muerte. Su garganta estaba seca, jadeando por unas bocanadas de aire. Su cerebro semejaba una masa de pegamento y era incapaz de pensar en una solución. El desordenado Ejército Imperial finalmente arribó. Al mismo tiempo, se escuchó el sonido de un Águila en el exterior de las puertas: eran las Águilas del Campamento del Norte solicitando permiso para cruzar por la red antiaérea.
Se escuchó un sonido enseguida de ellos, inesperadamente uno de sus subordinados cayó de rodillas del susto.
Fang Qin rechinó sus dientes con fuerza y dijo al Emperador Long An, –Su Majestad, por favor ordéneles retirarse.
Li Feng se encontraba en un estado muy miserable, sin embargo, aun así, se mofó: –En tus sueños.
En ese momento, una flecha llegó repentinamente por detrás y pasó rozando por encima del hombro de Fang Qin. A pesar de que no causó ningún daño sustancial, el dolor ardiente en el momento cuando la piel se desgarró y cortó su carne rompió la cuerda en el cerebro de Fang Qin.
El delicado equilibrio se había roto.
Li Feng vio la oportunidad, empujándolo con fuerza, con la intención de salir corriendo de inmediato.
Sin embargo, la pierna renga una vez más lo retuvo. Li Feng estaba a punto de dar un paso, pero sus piernas se suavizaron, trastrabilló incontrolablemente. Al mismo tiempo, Fang Qin levantó su espada y lo persiguió, empujando instintivamente su espada hacia adelante…
Li Feng se convulsionó violentamente, como un pez agonizante dando su última batalla. El rostro de Fang Qin palideció. Inconscientemente liberó la mano que sostenía la espada y retrocedió tres pasos, observando a la espada incrustada en la espalda de Li Feng con sus ojos muy abiertos como si estuviera viendo a un demonio.
Los Guardias Imperiales se acercaron en un instante.
De repente, Li Feng escuchó la voz sollozante de un niño penetrando en sus oídos a través del tumulto de innumerables súbditos y traidores. Levantó su cabeza con dificultad y vio que el pequeño Príncipe Heredero corría hacia él a la vez que llamaba “Padre Real”. No muy lejos por detrás de él, Yan Wang, su Cuarto Hermano, estaba de pie ahí indemne. Al encontrarse con su mirada, Yan Wang detuvo sus pasos, colocando ambas manos detrás de su espalda, con su clase especial de ojos calmos, mirando hacia abajo desde arriba al increíblemente miserable Emperador.
Los Guardias Imperiales y el Ejército Imperial se precipitaron en un frenesí, y pronto eliminaron a los aturdidos y desordenados oficiales y ladrones. Li Feng fue cargado fuera. El líder de los Guardias Imperiales se apresuró a buscar a un doctor imperial, pero ya sabían en sus corazones que era inútil.
El Pequeño Príncipe cayó sobre él y sollozó desamparadamente.
Li Feng tenía muchas ganas de tocar a su delicado hijo, pero antes de que pudiera reunir su fuerza, una mano cayó sobre el hombro del Príncipe Heredero. Yan Wang permaneció silenciosamente al lado y acarició suavemente el hombro y el cuello del príncipe como si fuera un gesto de consuelo. Todos pensarían que este era un cálido y triste par de tío y sobrino. Solo Li Feng sintió que entendía la amenaza implícita en el gesto de Yan Wang.
Li Feng observó a los apacibles ojos de Yan Wang, recordó las palabras amargas y llenas de desprecio de su madre antes de que muriera muchos años atrás: “todas esas mujeres bárbaras son malvadas, y las pequeñas semillas salvajes que nacen de ellas también son cosas ominosas que dañaran al país y su gente”.
La “cosa ominosa” que era Yan Wang se hincó sobre una rodilla, pero su mano permanecía detenida entre el hombro y el cuello del Príncipe Heredero, y preguntó a Li Feng en voz baja, –¿Hay algo más que mi Hermano Real desee ordenar?
Li Feng: –Tú… tú…
Yan Wang bajó aún más el volumen de su voz, y dijo en su oído, –Por favor, descansa tranquilo, tu hermano cuidará bien del Príncipe Heredero.
Los labios de Li Feng temblaron violentamente, parecía haber fuego en sus ojos, luego se fue lentamente con el pasaje de su vida. Extendió su mano temblorosa, Yan Wang la sostuvo en medio del aire.
… resultaba que una mano tan fría como el hielo también podía crear un respeto y afecto así de falsos entre hermanos.
En ese momento, los ministros que acaban de ser dispersados por la armada rebelde se acercaron presurosos en sucesión, cargando como ovejas y bueyes. En un ángulo en el que nadie podía ver, Chang Geng sonrió ligeramente a Li Feng, su tono de voz sonaba muy triste y sincero: –Hermano Real, ¿qué desea decir?
El Pequeño Príncipe lloraba tanto que no podía ponerse de pie. Li Feng lo observó y luego cerró sus ojos suavemente.
Él nunca había cedido ante nadie en su vida, y siempre había sido un cabeza dura hasta el final. Quién iba a saber que el último trayecto caía en esta situación desesperada, los traidores se encontraban por todas partes, con capas de esquemas, no obstante, su joven hijo sin experiencia todavía no tenía un lugar al cual ser encomendado después de su muerte.
–Yo… fui mediocre durante toda mi vida. –murmuró con una voz inaudible. Los académicos de las dos cámaras y los que atendían su vida diaria sabían qué era lo que iba a decir, por un momento, no tuvieron cabeza para llorar ni gimotear. Todos se acercaron para escuchar con atención mientras contenían su aliento, por temor a perder una sola palabra del Emperador.
Los ojos de Li Feng parecían estar refulgiendo con lágrimas, él continuó: –Estoy encarando a los cielos apenado, avergonzado con la gente. Por más de diez años, mi corazón… se ha encontrado en un estado de desasosiego. Después de que perezca… el Príncipe Heredero… aún es muy joven, le será difícil soportar esta pesada tarea…
Chang Geng giró su cara suavemente y miró a las marionetas de hierro que estaban lejos de la muchedumbre. Uno de los monstruos de hierro desprovistos de vida lo estaba observando tiernamente. Él practico una vez el manejo de la espada con él, cargó refrigerios por él, y lo siguió para llamar a la puerta de ese hombre incontables ocasiones.
En ese momento, sus ojos titilaron ligeramente con una luz purpurea, como si hubiera una persona muy lejos al frente, observándolo silenciosamente a través de esa enorme marioneta sin vida.
–…cediendo la posición a Yan Wang, para herede el trono después de mí. No decepciones a nuestros ancestros.
En el primer día de marzo en el décimo año de Long An, Li Feng, el Emperador Long An, murió, falleciendo en las manos de oficiales rebeldes y traidores. En su último momento, él mismo había saltado al Príncipe Heredero y cedido el trono a Yan Wang. Era, efectivamente, bastante extraño.
Yan Wang eliminó decisivamente a la familia rebelde y desenraizó a varios nobles en la capital que estaban involucrados.
Limpiando legítimamente la corte imperial con sangre. El Gran Consejo impulsó tres leyes y decretos durante la noche, estabilizando fuertemente la situación en la capital.
Pero antes de que Jiang Chong y los demás terminaran de realizar tres negativas y tres solicitudes, Yan Wang, el que iba a ser Emperador, dejó la capital sin advertencia.
De no ser por sus hombres de confianza en el Gran Consejo, que habían experimentado toda clase de caos y eran capaces de cargar el cielo incluso si colapsaba, las cosas se hubieran tornado caóticas de nuevo.
Chang Geng convocó a Jiang Chong y lo instruyó en un montón de cosas a detalle, poniendo en una caja todas las ordenes y decretos escritos por él con anticipación. Parecía estar muy ansioso por partir, deseando poder salir volando de inmediato. Jiang Chong solo pensó que era debido a la situación de la guerra en Liangjiang, por la que él podría tener que ir en el futuro cercano, pero aun así no esperaba ser tomado con la guardia tan baja por su partida, estaba impactado al escuchar las noticias al día siguiente.
Chang Geng tomó prestado un equipo de guardias de Armadura Águila del Campamento del Norte durante la noche, con la intención de volar directamente hacia el sur.
Tenía la certeza de que las líneas del frente de Liangjiang no podían estar en paz: ya fueran los dos espías de Lin Yuan en el grupo de asuntos exteriores, Cao Chun Hua al que mandó al lado de Gu Yun o incluso el mismo Gu Yun; todas sus cartas parecían declarar que el frente de batalla se encontraba bien y el día en el que pudieran recuperar miles de kilómetros de territorio estaba cerca. Esto no era normal.
Gu Yun, quien solo hablaba de lo bueno y no de lo malo era una cosa, pero la razón por la que Lin Yuan portaba este nombre era porque ellos deberían poseer claridad y cautela cuando “se enfrentaba al abismo, caminando sobre hielo delgado”. Incluso si la línea del frente en verdad había obtenido una victoria sobrecogedora, ellos averiguarían todos los posibles riesgos involucrados, y se los recordarían a ambos, Gu Yun y al propietario del emblema de madera de Lin Yuan en la ciudad capital respectivamente.
Pero no, ellos no mencionaron ni una palabra. Eso no estaba bien.
Chang Geng llevó a cabo lentamente su plan en la capital, todo pareció ser fácil, pero en realidad, pronto se había encontrado en un estado de intranquilidad.
Pero no podía visitar a Gu Yun en esa situación de vida o muerte. Había demasiadas variables en la capital. Hasta el último momento, él no supo si podría conseguir su meta fácilmente o no: una vez que ocurriera un pequeño accidente, él podría haber tenido que tomar la espada por sí mismo y portar la reputación de “súbditos rebeldes y traidores” y “asesino de un hermano y un sobrino”, ese era por qué él no podía involucrarse en lo más mínimo con Gu Yun durante todo este proceso.
Él solo podía mantener al hombre en el frente de batalla, en un lugar donde no lo pudiera ver.
Era imposible para el Águila volar de norte a sur sin descansar. Justo cuando Chang Geng estaba esperando ansiosamente a que la Armadura Águila fuera surtida de combustible en una estación militar de mensajería, un reporte de etiqueta roja que se apresuraba a ser enviado fue detenido por el Comandante del Campamento del Norte y enviado a Chang Geng.
Las tropas occidentales del Mar de Dong Ying se movilizaron, lanzando un contraataque.
El autor tiene algo que decir:
No es el último capítulo, agárrense fuerte =w=
A ver, Fang Qin es el que mató al Emperador…
Chang Geng es de otro planeta… Qué mate!!
Ok , que Chang Geng matará a Li Feng ya lo había pensado hace muchísimos caos atrás , se veía venir , pero lo que realmente me dejó sorprendida fué que también planeaba asesinar al príncipe … Supongo que lo subestime en cuanto a su inumana determinación , idk igual lo amo y le lameria las patas después de decirle mi rey si lo tuviera al frente .
Muchísimas gracias por tu traducción de verdad ❤️❤️?? realmente es un trabajo hermoso , gracias por haberte tomado de tu tiempo para traducirnos esta increíble novela , pocas veces se puede encontrar una tan minuciosamente bien hecha como la tuya ?❤️✨
A mi también me dejó sorprendida que se hubiera planteado acabar con su sobrino.
Me da gusto que disfrutaras la traducción.
Estoy en modo: procesar….
¡Yo sabía que Chang Geng iba a matar al emperador! Lo presentí desde el capítulo en que Gu Yun piensa que trama algo y Shen Yi lo interroga y le pregunta de qué lado se pondría Gu Yun, si del imperio o de Chang Geng. Pero jamás me imaginé que sería de esta manera tan implícitamente. ❤❤❤
¡Definitivamente no lo esperé y me asombró!
¡Que manera de llevar las cosas, esta es la primera novela que leo de Priest pero que narración y que forma de mantener la trama!
D.Omio… quej ejtooo… ¿Qué sucedió ayer?!?
Demonios ! Pero q fué todo esto ? Siempre fué Yan Wang quien tuvo planeando todo este desenlace ?
Creí q había dejado de pensar en la muerte de Li Feng ? Aunque no lo mató personalmente , todo se dió para q jugara en contra del emperador , creo q Gu Yun no estará contento con todo esto . Personalmente me dejá con los ojos cuadrados .
Ya me tienen harta los occidentales, no tienen dignidad aaaaaaaaah
Li Ming es demasiado listo para mi cerebro mortal
Chang Geng esta a otro nivel
DIOS LA TENSIÓN LA TENSIÓN AAAH
? gracias por el capítulo ?
?