Tomo I: El Ave del Norte No Regresa

北雁不归

11. Atrapado en la Red

En ese momento, incluso si alguien lo apuñalaba con una espada, continuaría sin sentir ningún dolor.

Título original en chino: 收网. “Cerrar la red”. Capturar al enemigo en su red. Es un tipo de proverbio, se refiere a cerrar un cercado (policial, militar) para no dejar salir al enemigo..

Gu Yun, esta persona, naturalmente nació sin mucha modestia en él. Aunque algo de la frivolidad y arrogancia de su juventud había sido diluida por la arena de la Región Occidental, aun así, su esencia interna era esa de un perro que no puede dejar de comer mierda.

A través de los años, ya fueran halagos o insultos por parte de los demás, él nunca les prestó ninguna atención.

Sin embargo, previamente esa mañana, Gu Yun, portando el alias de Shen Shiliu, se encontraba bebiendo perezosamente en la cocina cuando escuchó de pronto a Shen Yi decir que Chang Geng estaba estudiando su caligrafía. En ese momento, las emociones hinchiéndose dentro de su corazón fueron en verdad indescifrables.

Por primera vez desde que nació, Gu Yun se sintió aterrorizado. Deseó poder reproducir unos pares más de orejas para poder oír cada palabra de Chang Geng, para escuchar si Chang Geng pensaba si su caligrafía era o no hermosa. Se preocupó en secreto de no ser lo suficientemente hábil y terminar guiando mal al niño.

¿Quizás esta era, por lo general, la emoción en el interior de cada padre cuando escuchaba en secreto a sus hijos decir: “yo quiero ser como mi padre en el futuro” por primera vez?

Shen Yi le preguntó una vez qué haría si Chang Geng terminaba detestándolo.

Él le había dado su respuesta orgullosamente en el momento, pero la realidad era que fue una total mentira.

El Gran Mariscal Gu se presentó tranquila y firmemente, intentando mantener la compostura mientras veía a su hijo adoptivo: ansioso por ver un pequeño rastro de sorpresa y alegría en su rostro: incluso si la “sorpresa” era mayor que la “alegría”; pero, inesperadamente, Chang Geng solo le brindó una expresión vacía, como si su corazón ya estuviera muerto.

Él puso una fachada de calma y compostura, pero en su interior, su corazón martilleó en secreto.

“Oh no, esta vez él en verdad está enojado.”

Existían cierta clase de personas, con benevolencia y afecto natos, que incluso después de pasar a través de muchos giros de eventos maliciosos, todavía serían capaces de mantener su buena voluntad sin importar que tan difícil pudiera ser. Esta clase de personas era muy rara, pero Chang Geng realmente tenía este potencial.

Su vida había cambiado en un abrir y cerrar de ojos. Ni siquiera tuvo tiempo para hacerse una idea de la identidad que estaba envuelta en sombras oscuras y aun así ya se encontraba involucrado en el caos de la invasión de los bárbaros.

Sin embargo, a pesar de todas sus incógnitas respecto a su camino para el futuro, a pesar de la impotencia y la ira que sintió con respecto a esta situación, e inclusive con las identidades de los hermanos de la familia Shen que continuaban ocultas entre capas de sospechas: él aun quiso salvar a Ge Pang Xiao, aun no podía reprimir la ansiedad que lo quemaba por dentro al no ser capaz de ver a “Shen Shiliu por ningún lado.

A lo largo del camino, Chang Geng pensó en incontables ocasiones: ahora que la ciudad estaba infestada con asesinos en masa bárbaros y el profesor Shen se encontraba ahí en ese momento, entonces ¿qué habría sido de su pequeño yifu al que tan solo subir el escalón de la puerta le tomaba medio día?

¿Quién lo protegería? ¿Quién lo ayudaría guiándolo fuera del pueblo?

Todas sus preocupaciones se dispersaron en cenizas en el momento en el que escuchó las dos palabras: “Gu Yun”.

De repente, Chang Geng ya no supo qué clase de expresión debería usar para encarar a Shiliu… Gu Yun.

“¡Qué risible! ¿Cómo podría el Gran Mariscal Gu, cuyo nombre era famoso a través del territorio, ser un hombre enfermizo que no puede ver con claridad ni escuchar bien? ¿Cómo podría necesitar que te preocupes por él?”

Además, ¿por qué aparecería Gu Yun en un lugar tan remoto y aislado como este? ¿No debería estar el Campamento del Hierro Negro defendiendo la Región Occidental muy lejos de aquí? ¿Cómo podrían reunirse tan rápido?

Al final, ¿fue este un ataque sorpresa del Príncipe Bárbaro? ¿O habían pisado el foso que otros cavaron para ellos?

Estos pensamientos estallaron súbitamente en la mente de Chang Geng como fuegos artificiales, pero justo también como meteoros que pasaban silenciosamente. Estaba demasiado fatigado para pensar más allá, simplemente era que le dolía el corazón: porque después de tener preocupaciones tan tontas durante tanto tiempo, parecía que se había sobrestimado.

Pronto, Chang Geng conoció el sabor del “terror” y la “decepción”, también había sentido la desesperación y el estar cerca de la muerte. Tan solo era que nunca supo que incluso la palabra “vergüenza” en realidad podía hacer a uno sentir un dolor como si sus entrañas hubieran sido cortadas en pedazos.

Viendo que Chang Geng no respondió y que los bordes de sus ojos estaban rojos, Gu Yun finalmente se las arregló para encontrar una punzada de culpa en su ya corrompida consciencia. Suspiró, luego, bajo los ojos de muchos soldados enemigos, se agachó apoyándose sobre una rodilla y removió con cuidado el protector de acero de la pierna herida de Chang Geng. La mano que estaba cubierta por una capa de armadura presionó suavemente un par de veces: –El tobillo está dislocado, no es un problema grave, ¿duele?

Chang Geng no dijo nada.

A pesar de que este niño normalmente haría un berrinche y se enfadaría con él durante la semana, todos los pensamientos de Chang Geng siempre estaban dirigidos hacia él. Pero actualmente, en ese momento, Chang Geng repentinamente lo miró con unos ojos tan extraños y distantes. Gu Yun instantáneamente sintió una pizca de arrepentimiento.

Pero su arrepentimiento solo duró un breve momento.

El Marqués del Orden de corazón de piedra rápidamente pensó para sí: “Ya que todo ha llegado a esto, ¿qué bien hace arrepentirse ahora?”

Así, manteniendo su expresión oculta, se inclinó y alzó la pierna herida de Chang Geng con una mirada indiferente, sin decir ni una sola palabra mientras reacomodaba la articulación de Chang Geng.

Chang Geng se estremeció violentamente, pero no gritó de dolor.

En ese momento, incluso si alguien lo apuñalaba con una espada, continuaría sin sentir ningún dolor.

Gu Yun cargó a Chang Geng y lo subió a su caballo. Percatándose de que no podía manejar a su hijo adoptivo, se dio la vuelta y molestó a los bárbaros en su lugar.

Desde que desmontó, viniendo cara a cara y reacomodando la articulación, a lo largo de esta serie de acciones, él ni siquiera alzó su cabeza, como si las fuerzas enemigas armadas rodeándolo no existieran. Pero, por un momento, no hubo nadie que atreviera a actuar precipitadamente: quizás solo la palabra “Gu” en si misma sobre la bandera de batalla era suficiente para darles un susto de muerte a esos lobos de los pastizales.

La mirada del Príncipe Bárbaro lucía como la de un rey lobo contemplando al cazador que había asesinado a su raza. Un resentimiento tan profundo como el mar y extremadamente alerta al mismo tiempo. Catorce años atrás, el propio padre de Gu Yun había asesinado a todos los comandantes en jefe de las Dieciocho Tribus. El Rey Lobo, y el padre del Príncipe Bárbaro, ahora tenía que caminar con dos horribles piernas protésicas. Todo esto fue gracias a la “bendición” del Viejo Marqués Gu.

El Príncipe no era insensato. Algo que incluso Chang Geng, un niño cuyo corazón era un desastre, podía entender levemente, por supuesto, él también había comprendido perfectamente que, en el momento en el que vio a Gu Yun, había perdido su ventaja.

Como para conceder sus deseos, se escuchó un chillido que taladraba los oídos a la distancia y la pálida señal de la torre se lanzó en el aire como un cohete, iluminando el cielo como si fuera de día.

Justo después, siete u ocho sombras de Águilas Negras semejando relámpagos de color oscuro aterrizaron en el Cometa Gigante una tras otra.

El Águila Negra era el más grande némesis del Cometa Gigante. Esos bárbaros de alguna manera habían obtenido un montón de Armaduras de Hierro, pero sus habilidades eran las de un principiante. A pesar de que evocaban una imagen terrorífica, nunca podrían ser rivales para la elite del Campamento del Hierro Negro.

Gu Yun retrajo sus ojos siempre tan tranquilos y habló en su tono especialmente instigador y provocativo: –¿Cómo le está yendo a ese Rey Lobo caído Ge Tu? ¿Continúan sus huesos firmes y fuertes?

Shen Yi, inclusive en una confrontación frente a frente, siempre permaneció sensible y culto, ostentando el comportamiento de la nación más grande. El Príncipe de los bárbaros aún no había sido capaz de adaptarse a los discursos del Gran Mariscal Gu y casi vomitó sangre de pura rabia: –Tú…

Gu Yun: –Escuché algún tiempo atrás que el Príncipe de las Dieciocho Tribus tenía ambiciones muy grandes, incluso creó el plan de la “Erosión de Oro[1]”. Le digo, Su Alteza, ¿quiere engullir a la Gran Liang con su nivel? ¡Tenga cuidado o pronto hará explotar su propio estomago!

En esta ocasión, la expresión en la cara del Príncipe Bárbaro realmente cambió.

El plan “Erosión de Oro” era el más alto secreto de la secta del Lobo Celestial. También era un plan que el Príncipe Ying Huo ideó personalmente después de asumir el liderazgo.

Las Armaduras de Hierro y la tecnología de vapor de la Gran Liang estaban avanzando a pasos agigantados. La secta del Lobo Celestial había perdido su oportunidad en este aspecto. En más de diez años habían sido golpeados al punto de que no les quedaba espacio para respirar.

Incluso si era un guerrero sin igual con la fuerza para levantar una montaña, enfrente de la recientemente reformada y perfeccionada Armadura Pesada y el Águila de Hierro, era como arrojar un huevo contra una roca.

El Príncipe estaba muy consciente en este aspecto, querer tomar venganza confiando meramente en el combate directo no era nada más que un sueño completamente idiota.

A menos que la Gran Liang se corrompiera por dentro y por fuera.

A pesar de que la Gran Liang era extensa en territorio y rica en recursos, no había una mina de ziliujin en gran escala. El ziliujin era el alma del país. No deberían existir errores en lo absoluto. Por lo tanto, la corte imperial prohibió explícitamente la reventa privada. Los transgresores eran tratados igual que aquellos que traman una rebelión. Si los atraparan, una sentencia ordenando la ejecución de nueve generaciones no sería algo nuevo.

Toda clase de máquinas usadas por los civiles que requirieran potencia de fuego, debían estar acompañadas por una carta de garantía de un Académico o funcionario de gobierno cargo de la región local y similares, mientras que los individuos altamente respetados dentro de su área podrían adquirir ziliujin en un menor grado en las tiendas de la corte imperial.

No obstante, el ziliujin era inmensamente lucrativo, no podía ser detenido inclusive después de prohibir repetidamente los mercados negros. Existía un dicho “los seres humanos morirán por riquezas, justo como las aves lo hacen por alimento[2]”. La cantidad de personas desesperadas que estaban dispuestas a intercambiar sus vidas para hacer dinero había sido numerosa desde tiempos antiguos. Pero aun si estaban deseosos, si no hubiera fuentes para proveer, continuaría siendo inútil.

Todos los primeros “Comerciantes de Oro” del mercado negro fueron a las praderas a probar su suerte. Pero ni siquiera uno entre mil tuvo un solo golpe de suerte, la mayoría de ellos ya habían muerto a mitad del camino.

La secta del Lobo Celestial apuntaba a los mercados negros de la Gran Liang, ellos no vacilarían en matar a la gallina para tomar los huevos. Cada año, una gran cantidad de ziliujin era extraída. Después de pagar sus tributos, el ziliujin extra era empleado para sobornar a los soldados y funcionarios en las áreas fronterizas, haciéndolos caer uno a uno. Este era el plan de “Erosión de Oro”.

Este plan comenzó a ponerse lentamente en acción cerca de siete u ocho años atrás. Más tarde, los bárbaros entraron en contacto con Hu Ge Er, que en ese momento se encontraba viviendo en el pequeño pueblo de Yanhui. Ambos lados se asistieron el uno al otro. Después de varios años de ir abriendo el camino, el Príncipe Bárbaro estaba bastante confiado: en este poblado crucial en la Frontera Norte, no había ni una sola esquina que su mano no pudiera alcanzar ni que sus ojos no pudieran ver.

Pero incluso si el Cielo y la Tierra sabían de esto, el culpable mismo estaba al tanto, entonces, ¿cómo lo supo Gu Yun?

¿En verdad poseía ojos que podían verlo todo?

Tan solo en la duración de unas pocas oraciones, la pelea por el Cometa Gigante en el aire se había resuelto sin retrasos.

El perverso Gu Yun, con ambas manos detrás de su espalda, aun no estaba satisfecho y procedió a apuñalarlos una vez más:

–Su Alteza, para serle honesto, este Gu lo ha estado esperando por un largo tiempo en este sitio olvidado por Dios, cada día tenía pesadillas en las que no venía: si no viene, ¿qué excusa usaré para eliminar a esos insectos comiendo de los salarios reales sin hacer nada? ¡En verdad se lo agradezco!

El Príncipe Bárbaro lucía como si quisiera hacerlo pedazos. Gu Yun vio que casi se había vuelto loco de furia. La irritación por su impotencia para ser capaz de tratar con Chang Geng un momento atrás, finalmente remitió; entonces reveló una sonrisa.

–“Erosión de Oro”, jajá, en verdad brillante… dejemos de hablar de tonterías, ¡atrápenlos! –después de eso, Gu Yun tomó la rienda. –Su Alteza ha sido asustado, permita a su súbdito conducir el caballo por Su Alteza.

Chang Geng intentó con todas sus fuerzas no observar al hombre, pero no importaba si su mirada contenía espadas y lanzas en ella, Gu Yun permanecía completamente indestructible… de manera similar a cómo siempre era incapaz de oír cuando el profesor Shen le decía que lavara los platos.

Chang Geng bajó el volumen de su voz: –El Marqués no trajo ni siquiera un sirviente, vino todo el camino hasta aquí, a esta aislada y remota área. ¡Esta estrategia debe ser en verdad agotadora!

Momentos atrás, incluso cuando era consumido por la rabia, no tuvo el corazón para decir una sola palabra hiriente a Shiliu. Justo en ese momento, mientras esta frase de burla salía de su garganta, ya estaba atormentando a Chang Geng hasta la muerte, la mano que sujetaba las riendas se tornó azul.

“Enojado hasta el punto de no reconocerme más.” Pensó para sí mismo Gu Yun con algo de preocupación. “¿Qué debería hacer?”

Él siempre había sido un experto en comenzar un incendio, sacaría de sus casillas a quién fuera que tocaba, pero no era bien versado en cómo apagar el fuego. Cada vez que intentaba reconciliarse, nadie sabía por qué, los otros siempre se enfurecían más.

Gu Yun suavizó su voz pacientemente y explicó: –Por razones militares, he fallado en revelarle mi identidad a Su Alteza, lo he ofendido. Y por tomar ventaja antes del pequeño Príncipe en numerosas ocasiones… espero que después de nuestro retorno, no le diga al Emperador…

Él todavía no terminaba de hablar cuando Ge Pang Xiao sobre el muro gritó de repente: –¡Cuidado!

Nadie supo cuándo, el bárbaro que estaba oculto entre las ruinas y los escombros, repentinamente accionó la propulsión de sus protectores de piernas al extremo y se lanzó detrás de la espalda de Gu Yun en un parpadeo, rugiendo de ira mientras blandía una espada hacia abajo.

Chang Geng, quien estaba a lomos del caballo alcanzó a ver esto. Todos sus dolores y agravios desvanecieron al instante. En su desesperación, se precipitó hacia adelante instintivamente y extendió sus brazos, tratando de bloquear la enorme espada para Gu Yun.

–¡Yifu!

De los pies de Gu Yun brotó una línea de vapor blanco. La Armadura Ligera y la Armadura Pesada no eran lo mismo. Inclusive un pequeño movimiento podía hacer a las personas sentirse tan ligeras como un pájaro. Montó sobre el caballo en un destello. Chang Geng solo sintió una fuerza apretando alrededor de su cintura, su espalda chocó contra la delgada capa de armadura en el pecho de Gu Yun, luego una sombra oscura centelló a través de visión.

Las cuchillas dentro del Cortavientos en la mano de Gu Yun aún no habían sido liberadas, todavía tenía la forma de un bastón de hierro negro y liso, pero la punta afilada ya había sido insertada en el hombro de la Armadura Pesada con una precisión incomparable. El mecanismo en el hombro de la Armadura Pesada fue cortado súbitamente. El brazo de hierro del bárbaro emitió un sonido penetrante y luego se bloqueó: la larga espada que venía cortando hacia abajo quedó suspendida en el aire.

En este momento, la distancia entre la hoja y la frente de Gu Yun era de menos de diez centímetros. Y él ni siquiera parpadeó.

Gu Yun espoleó el vientre del caballo de guerra con sus talones. Este dejó salir un fuerte relincho y saltó. La mano que estaba abrazando la cintura de Chang Geng se movió lentamente cubriendo los ojos del chico. Las cuchillas del Cortavientos emergieron mientras el caballo cargaba hacia adelante. El vapor borboteó con violencia, creando el pequeño sonido de una explosión, y la cuchilla giratoria de un metro de largo se desenvainó, cortando al bárbaro en piezas desde arriba del hombro.

Un húmedo y cálido vapor fue rociado sobre el cuello de Chang Geng. Se quedó desconcertado por un breve instante hasta que olió la sangre.

La amarga esencia de la medicina que parecía ser absorbida por el cuerpo de Gu Yun estaba enterrada profundamente en el interior del traje de acero. Incapaz de detectarla, Chang Geng sintió como si el hombre sentado detrás de él en ese momento fuera un extraño.

Su pequeño yifu parecía nunca haber existido.

Referencias

Referencias
1 El “Oro” al que se refiere aquí es el ziliujin: “fluido de oro color púrpura”.
2 NTE. Literalmente: un hombre hará todo lo posible por volverse rico.

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