104. Conduciendo a la Batalla
Gu Yun giró su cabeza alrededor sin decir una palabra, como un Cortavientos del Campamento del Hierro Negro, su aguda intención asesina provocó que el Tío Imperial Wang se quedara pasmado en su lugar.
La sonrisa del emisario bárbaro estaba retorciéndose y transformándose constantemente en los ojos de Chang Geng, con un aura demoníaca indescriptible. Era la misma expresión de cuando Hu Ge Er lo estaba maldiciendo antes de morir. Esta tenía el resentimiento acumulado de las Dieciocho Tribus quienes pelearon contra el cielo y la tierra, contra la gente y lucharon por la supervivencia durante miles de años.
Chang Geng observó de cerca la copa plateada en manos del Tercer Príncipe. Todo su cuerpo parecía estar siendo encadenado por grilletes que pesaban media tonelada. Sin embargo, a los ojos de los demás, él permaneció en silencio solo por un momento.
No mucho después, Chang Geng levantó su mano frente a los ojos de la multitud. Sus delgados labios casi no tenían sangre, él, con gracia y tranquilidad, tomó el vaso de un sirviente cercano.
Cualquiera con ojos podía ver que Yan Wang acababa de salir de una enfermedad. A sus manos y mejillas les faltaba sangre. Los dedos sosteniendo la copa temblaron ligeramente. Él bajó sus ojos y tocó ligeramente la copa plateada del príncipe ligeramente, diciendo con frialdad, –Tercer Príncipe, disfrute por su cuenta. He tomado medicamento recientemente y no puedo beber alcohol. Cuando las Dieciocho Tribus traigan el tributo de este año, usted y yo tendremos la oportunidad de beber juntos.
El Tercer Príncipe lo observó a través de sus pupilas dobles. Chang Geng remojó sus labios con el vino en el vaso y dejó a un lado la copa plateada, pasando de largo al enviado bárbaro sin mirarlo de reojo.
A los ojos de otras personas, quizás Su Alteza Yan Wang solo era indiferente hacia el enviado del enemigo, pero Gu Yun discernió en su rostro fantasmalmente pálido la violenta impaciencia que estaba forzado a reprimir.
Después de todo, en verdad había algo anormal respecto a ese Tercer Príncipe. El corazón de Gu Yun se hundió y se volvió hacia Shen Yi para hacerle una señal. Este último entendió de inmediato y salió silenciosamente del salón. Gu Yun se puso de pie y empujó a un lado a las personas que le bloqueaban el camino. Mientras caminaba hacia Chang Geng, dijo en voz alta: –Su Alteza, por favor venga y tome un descanso.
Antes de que pudiera acercarse, su aguda nariz, que era diferente a la de una persona ordinaria, detectó un muy sutil aroma a sangre y su corazón estaba en un estado de confusión mientras recordaba la vaga frase de la señorita Chen sobre la sangre.
En ese momento, el emisario bárbaro aparentemente era incapaz de leer la situación y dio un paso adelante para decir, –Todavía recuerdo que ese año, cuando nuestra Diosa se alejó hacia el territorio extranjero, no me esperaba que algún día conseguiría ver a su descendencia, debe ser una bendición de Dios.
Xu Ling respondió fríamente, –Yan Wang es la verdadera realeza de nuestra Gran Liang. Sería inapropiado que usted lo mencione.
El emisario bárbaro observó en el interior de los ojos de Chang Geng intensamente, como si quisiera ver un ligero indicio en sus pupilas. Pero entre más lo contemplaba, más impactado se sentía.
La razón por la que era tan difícil refinar el Hueso de la Impureza era que, además de ser cruel, también requería que cada elemento estuviera alineado. El anfitrión debía tener un temperamento fuerte, así como dejar que pasara un largo tiempo de fermentación para la sangre del Dios del Mal. Él no debería perder el control demasiado pronto. De otra forma, el desarrollo mental del huésped permanecería al mismo nivel de un niño subnormal por el resto de su vida.
El Tercer Príncipe era un claro ejemplo de un fracaso. Este niño inocente tenía un hermano gemelo, ambos murieron juntos debido al odio de su padre. Fallando en sobrevivir al primer ataque del Hueso de la Impureza, él había sido destruido y solo podía servir como “sacrificio” para los Dioses del Mal. En contraste, Yan Wang frente a ellos era el producto perfecto. Aún ahora, él todavía mantenía la cordura, e inclusive en frente del sacrificio, no había revelado una apertura, ¿cuán poderosa podría ser su voluntad?
El espíritu maligno del Hueso de la Impureza tenía su origen en devorar. Cuando está cerca de otro Hueso de la Impureza débil e incompleto, eso despertaba su instinto y perdería su mente. Por consiguiente, el último también era llamado un “sacrificio”. En este momento, si alguien cerca lo guiaba adecuadamente, controlando su mente mientras el Hueso de la Impureza se encontraba distraído, luego lo complementaba con medicina, el Dios del Mal sería capaz de seguir sus órdenes hasta que él colapsara por completo.
Tal vez, ni siquiera la misma Xiu Niang se percató de que el Dios del Mal que abandonó a medio camino podría ser así de poderoso. Desafortunadamente, estos años, el Dios del Mal fue arrebatado por las personas de los Planos Centrales, no solo fallaron en desplegar el verdadero poder del Dios del Mal, sino que también se convirtió en un arma afilada contra las Dieciocho Tribus.
–En el pueblo de Yanhui, mi Rey vio una vez a Su Alteza, pero en ese momento, él pensó que Su Alteza era un niño sucio nacido de Hu Ge Er, él fue descortés con Su Alteza. Durante estas pláticas de paz, él me ordenó hacerle llegar sus disculpas. –los labios del enviado bárbaro se curvaron ligeramente hacia arriba y ocultó silenciosamente las palabras clave secretas que evocaban al Hueso de la Impureza en su pregunta: –¿Me pregunto si alguna vez le habló Hu Ge Er a Su Alteza sobre las Dieciocho Tribus?
“Hu Ge Er… habló”, esas cuatro palabras en una pregunta sin sentido desataron una tormenta en los oídos de Chang Geng de la que nadie se enteró. Ante sus ojos, el alto y robusto emisario bárbaro se fusionó con la hermosa y demoníaca Hu Ge Er. La maldición que extenuó a la mujer en su lecho de muerte explotó como un trueno en su oído, con una esencia peculiar e indescriptible que provenía del Tercer Príncipe y que se sumergió en sus pulmones: olía un poco a pescado y un poco amargo. No escatimó esfuerzos para tensar los nervios de Chang Geng y despertar un impulso sediento de sangre.
La puerta en su memoria, la cual había cerrado deliberadamente, de pronto fue abierta de golpe, y los recuerdos fragmentados lo inundaron violentamente.
El bello rostro como de pesadilla de Hu Ge Er, la colina llena de cadáveres de bandidos, el primer incendio en su memoria, el hedor de la sangre sobre su cara, el abuso y las golpizas interminables… las viejas cicatrices bajo su espléndido atuendo de la corte cobraron vida, las sanguijuelas chupasangre penetraron dentro de su piel y su carne, pero su cuerpo mortal parecía ser incapaz de soportar el enorme poder del Dios del Mal, el pecho y las extremidades de Chang Geng se sentían como si fueran cortados por un cuchillo. El dolor agudo era síntoma del ataque del Hueso de la Impureza.
Para empeorar las cosas, las palabras del emisario bárbaro causaban miles de olas con solo una piedra, las cuales parecían total y aparentemente “estar hablando desintencionalmente para un oyente intencionado[1]NTE. Del dicho: “Quien habla parece no tener intención, pero quien escucha tiene el corazón (intención)”. Significa algo así como: las palabras que se dicen casualmente pueden causar ofensa/ pueden ser tomadas seriamente/ pueden herir, según la interpretación que les dé quien las escucha.”.
Wang Guo inmediatamente añadió aceite al fuego y dijo, –¿No es inadecuado que mencione a Hu Ge Er aquí? A pesar de que Xiu Jun Zhu hizo un gran mérito al criar a Su Alteza Real Yan Wang, también es verdad que ella incitó la relación entre ustedes y nosotros en esa ocasión, lo que casi llevó a una guerra nueve años atrás.
Tan pronto como las palabras salieron, los cobardes siguiendo al Tío Imperial Wang que no sabían cuál era la situación y los oficiales civiles quienes simplemente odiaban a los bárbaros de inmediato saltaron para seguirle el juego.
Wang Guo sonrió y dijo desvergonzadamente, –Además, también escuché que no hay nada bueno sobre esa Xiu Jun Zhu, ella conspiró para dañar al Campamento del Hierro Negro. Después de que falló, persuadió a la Consorte Real, que estaba embarazada, para escapar. Sin saber con quién intimó, si este anciano lo recuerda correctamente, ese año, incluso un doctor difundió el rumor de que Xiu Jun Zhu estaba embarazada sin estar casada. Alguien así no es merecedor de ser la Jun Zhu de nuestra corte ni la Diosa de sus tribus.
Sin importar que tan tonto fuera uno, también habría podido escuchar fácilmente la implicación oculta en sus palabras. Viendo que Wang Guo era lo suficientemente valiente para apuntar su espada a Yan Wang, todas las personas que le siguieron el juego un momento atrás se silenciaron, esperando por la continuación.
Observando a Yan Wang, nadie podía decir si estaba enfermo o qué, el sudor frio descendía rodando desde su frente, parecía que no le quedaban fuerzas para mantenerse de pie.
Fang Qin frunció el ceño y se dio cuenta del problema en el momento: ¡antes de que lo supiera, Wang Guo había coludido con los bárbaros!
En ese momento, Fang Qin no tuvo tiempo para regodearse de la mala fortuna de Yan Wang, él se encontraba muy incómodo: las luchas internas eran luchas internas. Era normal para las personas en el mismo lado pelear por el poder y la influencia. Ya fuera que el ganador lo tomara todo o pelearan hasta su último aliento, todos esos eran asuntos internos. Pero en este momento, cuando la frontera no había sido recuperada y el país estaba perdido, ¿cómo podía arrastrar a extranjeros en esto?
Si esto era expuesto… no, no había ninguna necesidad de que esto saliera a la luz, incluso si Wang Guo tenía éxito en probar cómo el linaje real de sangre de Yan Wang era confuso, ¿qué pensarían los demás después? Nadie creería que la familia Fang fuera inocente. Él claramente había estado en el mismo bando que Wang Guo, pero el viejo doctor continuaba esperando para ser juzgado, el único que filtró el secreto era mantenido en la casa Fang, ¡no había forma de que él pudiera deshacerse de esta relación!
Fang Qin estalló en sudor frío. ¡Wang Guo no solo lo estaba usando, sino que también lo arrastró en esto para convertirse en un traidor nacional que conspiró con el enemigo!
Él pensaba que no era peor que nadie más en términos de inteligencia, pero mirando a Yan Wang, a pesar de que todavía era joven, ya tenía a Jiang Chong como una fuerte mano derecha, a Xu Ling, el defensor de la justicia, la mitad del Instituto Ling Shu, e incluso al Campamento del Norte, que había combatido lado a lado con él. Incluso las figuras importantes del ejército, como el Marqués del Orden y el Gobernador del Suroeste, todos compartían relaciones personales muy cercana con él, pero ¿qué había del mismísimo Fang Qin?
Todos alrededor de él eran de la misma calaña que Wang Guo y Lu Chang. Si no eran serpientes venenosas, entonces eran villanos. No suficientes éxitos, pero el fracaso era pleno.
Por un momento, Fang Qin sintió un frío agotamiento en su corazón. Él en verdad aprendió lo que era llamado “destino”.
¿Era imposible para el potencial humano resistirse al curso del destino?
El emisario bárbaro escuchó a Wang Guo pescando en aguas turbulentas y rio con desdén. Vio que el color de las pupilas de Yan Wang se volvía más profundo. Supo que en poco tiempo se convertirían por completo en pupilas dobles. Entonces Yan Wang caería dentro de una ilusión. Él no escucharía ni una sola voz del mundo exterior. Solo las palabras especiales secretas y las oraciones clave podrían entrar por sus oídos: ese era el momento en el que él obtendría al verdadero Dios del Mal.
El emisario bárbaro extendió sus manos como si fuera a ayudar a Chang Geng: –¿Por qué, Su Alteza no se siente cóm…?
Antes de que la palabra “cómodo” pudiera ser pronunciada, alguien gritó: –¡Atrévete!
Las pupilas del emisario se encogieron y una fuerte corriente de viento pasó rozando sus orejas. El aire frio casi penetró hasta sus poros. En un momento, al emisario se le pusieron todos los pelos de punto, pero no pudo responder para nada. Su cuello sintió frío, una espada estaba ubicada en su garganta.
Gu Yun estaba sosteniendo una espada sacada de la cintura de un guardia, sosteniendo a Yang Wang entre su brazo con una mano a plena vista del público. Chang Geng gruñó y se apoyó en él como si hubiera colapsado. Sin embargo, las dobles pupilas que el emisario anticipó no aparecieron. La mente de Chang Geng estaba claramente lúcida. Él susurró junto con la voz de Gu Yun: –Bárbaros… brujería…
Xu Ling exclamó, –Yan Wang, ¿qué ocurre?
Una línea de sangre corrió bajando por la manga del atuendo de la corte de Chang Geng, solo tomó un momento para que su manga se empapara.
Todos los guardias de la corte desenvainaron sus espadas al unísono.
Wang Guo no previó esta situación, pero después de una breve sorpresa, todavía se negó a renunciar a todos sus esfuerzos: –Mariscal… nosotros… nosotros podemos hablarlo. ¿Para qué está sacando su arma…? ¿Qué le ocurrió a Su Alteza Real Yan Wang? Llamen a un doctor, ¿dónde está el doctor?
Gu Yun giró su cabeza alrededor sin decir una palabra, como un Cortavientos del Campamento del Hierro Negro, su aguda intención asesina provocó que el Tío Imperial Wang se quedara pasmado en su lugar, dejando salir un “ah” y luego cayendo en seco sobre el suelo.
Tan pronto como la palabra “doctor” fue mencionada, los ojos de Fang Qin se contrajeron violentamente, él no pudo permanecer más tiempo sentado. Sabía que debía limpiarse de su relación con Wang Guo al instante, buscando cada método posible para empujar toda la culpa sobre la cabeza de ese condenado anciano, de otra manera, él tendría que cargar con esta humillación por miles de generaciones.
Por un lado, Fang Qin ordenó a sus subordinados matar al viejo doctor quien fue comprado por Wang Guo a máxima velocidad. Por el otro, se incorporó con calma y gritó, –¡Las agallas de los bárbaros son tan grandes que se atreven a actuar salvajemente en esta corte! ¡Está claro que ocultan intenciones malvadas, captúrenlos!
Desafortunadamente… además de los guardias internos, la mayoría de los soldados eran miembros del Ejército Imperial y el Campamento del Norte. El recientemente formado Ejército Imperial y el Campamento del Norte no podían darse el lujo de seguir la orden de un oficial civil como él. Todos se quedaron quietos en su lugar, esperando por las órdenes de Gu Yun.
Fang Qin se atragantó por un momento, pero no había mucho tiempo para que recuperara su dignidad en ese momento. Rápidamente volvió en sí y dijo, –Mariscal Gu, creo que lo que ha ocurrido aquí el día de hoy es muy extraño. Usted ve, los sirvientes deberían saber que el Emperador ya se había ido, ¿por qué invitarían a Yan Wang al palacio esta vez? Incluso si él fue invitado, ellos deberían llevar a Su Alteza directamente a ver al Emperador, ¿por qué lo trajeron al banquete del palacio? Primero llevémonos a esta gentuza para que sean juzgados, reportémoslo al Emperador, y luego enviemos a alguien para investigar cuidadosamente. Aún no sabemos si puede haber un espía bárbaro mezclado en todo esto… ¿Qué opina? ¿Qué tal si primero lleva a Yan Wang a descansar, llama a un doctor…?
Gu Yun interrumpió fríamente su cháchara autoconsciente –No necesita molestarse.
Fang Qin nunca había tocado un clavo tan duro desde que fue salió del vientre de su madre. Por un momento, olvidó sus palabras.
En este momento, un guardia vestido con el uniforme del Campamento del Norte ingresó apresuradamente: –Mariscal, hemos rodeado la estación de mensajería y mantenemos a los enviados bárbaros bajo control.
Fang Qin estaba muy asustado. ¿Iba a declarar la guerra Gu Yun?
–Rápido, repórtenlo al Emperador. –ordenó Gu Yun. –Además, los doctores de palacio no sabrán entender las artimañas de los bárbaros. Inviten a la doctora Chen.
Con Gu Yun hacienda guardia, incluso si el cielo se cae, ellos solo se ocuparían, pero no perderían el orden. Chen Qing Xu y el Emperador Long An fueron notificados y llegaron corriendo a máxima velocidad. Li Feng rápidamente echó un vistazo a la situación de Chang Geng. Sin esperar las ordenes de Gu Yun, Fang Qin inmediatamente fue al frente y explicó todo de principio hasta el final junto con sus propias especulaciones.
El Emperador Long An estaba furioso, todos los sirvientes del palacio fueron detenidos en un instante, solo a Chen Qing Xu se le permitió entrar a ver a Yan Wang, su discípulo de medicina fue mantenido atrás para identificar al sirviente.
Con la interrogación ocurriendo por ese lado, Gu Yun era demasiado perezoso para verlos morderse entre sí por más tiempo, permaneciendo al lado de Chang Geng todo el tiempo. Justo en ese momento, su mano estaba completamente manchada de sangre. Incluso el brazalete de cuentas que le dio el Emperador estaba teñido de rojo, su rostro era incluso peor que el del herido.
–Está bien. Esta vez fui yo mismo quien provocó el sangrado. –Chang Geng lo miró y dijo. –Conozco mis límites…
–¡Una mierda con tus límites! –le gritó Gu Yun en voz baja. –Realmente tenías que venir y ver cómo lucen los bárbaros, ¿no? Yo realmente…
Chen Qing Xu preparó agua con sal para Chang Geng sin la ayuda de nadie y dijo, –El Mariscal Gu puede estar tranquilo, el cuerpo de Wu Er Gu es diferente al de las personas normales. Esta pequeña herida no será capaz de afectarlo. ¿Con qué se encontró Su Alteza que debía sangrar de esta forma?
Chang Geng cerró sus ojos ligeramente por un momento. Su mirada parecía más clara de lo normal. De no ser por la sangre en la mano de Gu Yun no había sido limpiada, él habría pensado que solo estaba pretendiendo.
–Fue engañado para entrar en el palacio. –con el fin de prevenir que escucharan a escondidas, Chang Geng usó el lenguaje de señas, «A pesar de que las Dieciocho Tribus podría no tener buenas intenciones, creo que ya sea que ellos realmente quieren hablar de paz o si suspendieron falsamente a sus tropas, en el momento actual, cuando nuestro ejército está en espera y completamente preparado, no es una buena oportunidad para que usen trucos. No esperaba que los enviados bárbaros se atrevieran a hacer un movimiento sobre mi osada y abiertamente… además, con la personalidad precavida de Fang Qin, él generalmente no querría cargar fácilmente con el crimen de aliarse con el enemigo.»
Gu Yun dijo con rabia: –¿Generalmente?
Chen Qing Xu rápidamente evadió la ira de Gu Yun y preguntó, –Su Alteza, ¿puede decirnos más al respecto?
Chang Geng observó con cautela a Gu Yun y describió las anormalidades del Tercer Príncipe y el aroma especial que fue capaz de percibir. Chen Qing Xu detuvo el sangrado por él rápidamente mientras prestaba atención a sus gestos, sus cejas se arrugaron lentamente.
–No fue necesariamente Fang Qin quien me trajo aquí, –dijo Chang Geng. –él no va a ser tan tonto como para permitirse el ser explotado por los bárbaros. Es muy probable que el propósito de su afán de hace un momento era probar que no tenía nada que ver con esto… pero los motivos del emisario de las Dieciocho Tribus merecen una mayor investigación.
Gu Yun se sentía incómodo cuando fuera que lo veía. Simplemente giró su cabeza hacia la ventana: ojos que no ven, corazón que no siente; una mano se deslizó inadvertidamente sobre la vaina que colgaba de su cintura, la feroz expresión en su rostro aún no se había desvanecido.
Él ya había pensado en esto incluso sin que Chang Geng dijera más. Aquel que había sobornado a los sirvientes era muy probablemente Wang Guo, quien saltó arriba y abajo un momento atrás. Siempre había considerado a Wang Guo como el perro del Emperador anterior y no se molestó con un perro. ¡Ahora parecía que algunas personas en verdad pensaron que tenía un buen temperamento!
Chang Geng extendió una mano fría y sostuvo el dorso de su mano, diciendo lastimosamente, –Zi Xi, me siento terrible. Mírame.
… esta vez, Chen Qing Xu fue quien no parecía tener paz mental.
El corazón de Gu Yun se contraía de dolor, incapaz de desahogarse, deseaba poder ponerse la armadura de inmediato y partir para decapitar a Jia Lai Ying Huo. Después de un largo silencio, suprimió su enojo reluctantemente y dijo, –Quizás ellos querían asesinar al Emperador al inicio. Cuando arribaron a la capital, descubrieron que la capital era más estricta de lo que habían imaginado, por lo que quisieron hacer su movimiento sobre ti. De otra forma, vinieron especialmente por el propósito del Hueso de la Impureza. Los bárbaros deben tener métodos para controlar el Hueso de la Impureza. Cuando el Hueso de la Impureza es liberado, el poder humano es infinito y puede exceder tus límites. Los guardias del palacio titubearían para atacarte. Si te usaran como escudo, los guardias podrían ser incapaces de detenerlos. Solo hay una razón en la que puedo pensar por la que desperdiciarían tantos esfuerzos, esa es, el emisario está provocando una guerra.
–Si Jia Lai quería luchar, él simplemente pude movilizar a su ejército. No era necesario que se tomaran las molestias para una provocación. –dijo Chang Geng. –Las noticias del General Cai podrían no ser completamente infundadas. Debe haber algo mal con los asuntos internos de las Dieciocho Tribus después de todo.
–Lo que le pasó a las Dieciocho Tribus no es de interés en este momento, –lo interrumpió Gu Yun. –Tú también escuchaste las palabras que dijo Wang Guo. Él está usando su último recurso, no hay forma de decir qué hará a continuación. Bien podrías pensar en cómo lidiar con eso primero.
Referencias[+]
⇧1 | NTE. Del dicho: “Quien habla parece no tener intención, pero quien escucha tiene el corazón (intención)”. Significa algo así como: las palabras que se dicen casualmente pueden causar ofensa/ pueden ser tomadas seriamente/ pueden herir, según la interpretación que les dé quien las escucha. |
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*Recuerdos de Vietnam* ??
No sé q demonios esperan para matar a ese par de viejos miserables ????. Hasta mi corazon se hizo un colocho de dolor , pobrecillo Chang Geng ???. Más el dolor de Gu Yun de ver a su bb hecho un desastre????????.
Yo no me habria aguantado y habría sacado a CG del palacio apenas note que algo andaba mal. Ni siquiera habría dejado hablar a los tipos y no me habria importado que me vieran raro. Estuvieron tentando a que despertara el Hueso ;-;
«Zi XI, me siento terrible. Mírame» me recuerda bastante a «Shizun, préstame atención».
Ya lo estaba superando :’3