101. Niebla Densa
El feng shui del Gran Consejo momentáneamente convocó confusión en los demás.
Chang Geng había ido a través de este periodo de tiempo demasiado bien. Primero, resolvió perfectamente el problema de Jiangbei, todos los objetivos establecidos fueron alcanzados. En el camino de vuelta, también fue acompañado por Gu Yun. A excepción de los días en el pueblo Yanhui, desde que la Gran Liang había estado sufriendo de escasez de tropas y continuo caos, Gu Yun rara vez tenía la oportunidad para estar con él por un tiempo tan largo. Permitía a una persona tener la ilusión de ser capaz de estar al lado del otro hasta que los cielos y la tierra envejecieran, completamente incapaz de sentir el silencio y el frío a comienzos del otoño y del invierno.
Chang Geng solía estar extremadamente intranquilo, cauteloso con respecto a todo a su alrededor, una pequeña pista podía alarmarlo. En ese momento, a pesar de que sus nervios estuvieron tensos durante todo el día, él en verdad fue meticuloso con sus cálculos y rara vez cometió errores. Actualmente, había estado atrapado en la dulzura durante muchos días. Después de una de las palabras de Gu Yun, se sorprendió por haberse sentido demasiado triunfante.
Chang Geng estabilizó su mente, por un momento recordó silenciosamente la escena en la cual Li Feng lo convocó al palacio, y la encontró bastante extraña: el actual gobernante encogido dentro de una habitación repleta con el embriagador aroma de la medicina, el masivo palacio y los asistentes silenciosos brindaban el aura de un sombrío marchitar, la esencia de la muerte estaba por todos lados, pero Li Feng aún se encontraba en su plenitud, ¿cómo podía estar senil? ¿qué sentiría por dentro?
Para algunas personas, cuando experimentan su propia incompetencia, se desalientan y retroceden voluntariamente, pero Li Feng nunca sería esa clase de persona. Si fuera tan fácil que él se diera por vencido, no hubiera salido con rabia de entre la multitud cuando ocurrió el levantamiento del Campamento del Norte, ni habría abordado el Cometa Rojo cuando los soldados rodearon la capital.
Gu Yun realmente se lo recordó. Chang Geng estaba sorprendido, un poco de sudor frío rezumó desde su nuca, y la expresión de deleite en su rostro se calmó.
Gu Yun supo que él había entendido. Esta persona era demasiado inteligente. Algunas veces, sólo una palabra era suficiente. Sin decir más, extendió su mano y palmeó la cabeza de Chang Geng.
Chang Geng agarró su mano y la bajó. Gu Yun esperó por su autorreflexión en el entretiempo. Pensó que, al final, escucharía palabras como “¿qué se supone que haga sin Zi Xi?”. Inesperadamente, Chang Geng sostuvo su mano por un rato, no sólo no se reevaluó a sí mismo, sino que también le hizo un reproche irrazonable: –Todo es tu culpa, haciéndome delirar.
Gu Yun: –…
Menos de medio día después de llegar a la capital, él había jugado el papel tanto de un “depravado” como de un “desastre”, en verdad estaba ocupado.
¿Cuán tímido e introvertido era Su Alteza Real Yan Wang cuando era joven? ¿Cómo podía ser que entre más crecía, más desvergonzado se volvía?
Gu Yun arrojó a un lado la mano de Chang Geng que se estaba propasando más y más. Recogió la jarra de vino que colgaba a un lado con su mano. Chang Geng se levantó repentinamente, bien entrenado y extendió su mano para sujetarlo, –¡En un día tan helado, no tienes permitido beber vino frío!
Gu Yun levantó su mano y lanzó la jarra de su mano izquierda a la derecha, atrapándola con ligereza. Simplemente ocurrió que la mano vacía agarró a Chang Geng y lo abrazó. Le levantó la barbilla y le dio un beso rápido. Antes de que Chang Geng pudiera responder, se dio la vuelta, vistió su capa y rio, –Voy a dar una vuelta al Campamento del Norte. Puedes dormir por tu cuenta esta noche. Lee las escrituras dos veces antes de irte a dormir, de manera que no empieces a delirar de nuevo.
Chang Geng: –…
¿Qué hay del asunto que él le había prometido en el camino?
¿Se tragaría el Marqués del Orden sus palabras de esta forma?
Gu Yun estaba jugando con él, pero, en efecto, había asuntos que atender. Él debió haberse quedado directamente en el Campamento de Norte, pero al no sentirse tranquilo respecto a Chang Geng, regresó a la mansión y esperó primero a que regresara para comer. Actualmente, como se había enterado más sobre la situación en el palacio, se fue de casa rápidamente y se apresuró al Campamento del Norte. El Campamento del Norte no sólo comandaba la defensa fuera de la capital, sino que también era la estación central para transmitir todas las situaciones militares de emergencia en la capital.
Con el emisario de Man arribando repentinamente, Gu Yun no se sentía tranquilo. Podía decirse que él comenzaría a preocuparse de los asuntos de Estado después de que terminara de preocuparse por los asuntos familiares.
Eran finales de otoño en la capital y, tan pronto como salió, el irreprimible sabor del invierno emergió y se vertió sobre su rostro sombríamente. El viento de la noche se estaba volviendo más frío, pero Gu Yun todavía conservaba el hábito de muchos años de vestir una sola capa de ropa.
Únicamente en este día, Gu Yun acababa de subirse a su caballo, pero todavía no dejaba la casa cuando, de pronto, sintió que el viento en las afueras era un poco penetrante. Suspiró en secreto y se dio la vuelta, colgó la jarra de vino frío en los establos y le dijo a Huo Dan que le trajera una capa para ponerse encima y luego se alejó aprisa.
Durante este periodo, Gu Yun había tenido que precipitarse ida y vuelta entre el levantamiento de los refugiados y los rebeldes forzando al Emperador a abdicar, pero la comunicación de Gu Yun con Cai Fen en la Frontera Norte no fue interrumpida. Si Jiangnan ya se encontraba en la trágica situación de “los que quedaron atrás lloran hasta que se secan sus lágrimas, dentro del polvo del enemigo”[1]Ref. al capítulo 87 donde Gu Yun lee un frangmento de este poema, él no necesitaba pensar cuidadosamente sobre lo que estaba ocurriendo en la Frontera Norte.
La enemistad heredada en la sangre entre los bárbaros y los Planos Centrales quizá duraría hasta cien años más adelante, sólo cuando los miembros de estas dos generaciones murieran podría ser ligeramente aliviada.
Pero ahora ellos venían por una tregua, ¿qué podría significar posiblemente?
Gu Yun acababa de arribar al Campamento del Norte, pero antes de que pudiera tener tiempo siquiera para beber agua, llegó la carta de Cai Fen.
El contenido de la carta era simple, pero había mucha información en sólo unas pocas oraciones: con los dos ejércitos confrontándose el uno al otro durante tanto tiempo, cada uno tenía sus exploradores y espías plantados dentro del enemigo. La gente espiando en la línea enemiga reportó que, en la primavera, Jia Lai cayó gravemente enfermo en una ocasión, desde entonces, no lo habían visto aparecer de nuevo.
Lo que era incluso más extraño era que su hijo mayor, en el nombre de la piedad filial, no había sido visto en todo el día, todos sus deberes quedaron temporalmente a cargo del segundo hijo.
Jia Lai tenía tres hijos, todos nacidos de la misma mujer. Ellos imitaban el sistema Han y eso convertía al hijo mayor en su Príncipe Heredero. Con el padre postrado en cama, no era inusual que los hijos compitieran unos con otros para mostrar su piedad filial. Pero no al punto en el que el Primer Príncipe ya no pusiera ninguna atención a los asuntos, dejando que su hermano menor se encargara de todo, ¿era eso apropiado?
Según esta descripción, lo que ocurrió en las tribus bárbaras parecía haber salido a la luz: el talentoso Segundo Príncipe estaba indispuesto a vivir bajo la sombra de su hermano simplemente porque nació un par de años demasiado tarde. De alguna manera, había puesto a Jia Lai y al Príncipe Heredero bajo arresto domiciliario y había usurpado el trono.
El actual comandante del Campamento del Norte dijo, –Mariscal, en adición a las trece condiciones, las Dieciocho Tribus también accedieron a enviar aquí al hijo más joven de Jia Lai como rehén, dándonos una píldora tranquilizante para la siguiente etapa de las pláticas de paz. El General Cai acaba de informar que el carruaje del chiquillo de Man entrará a la frontera pronto. Ellos han enviado sus pases a la corte esperando su aprobación. Estaba a punto de mandar a alguien a la mansión del Marqués, pero usted llegó justo a tiempo.
Con eso, él le tendió a Gu Yun otro cuadernillo de documentos.
El asunto de los bárbaros del norte involucró asuntos militares de la frontera. Antes de enviarlo al Gran Consejo, el comandante a cargo del Emblema del Tigre Negro podía examinarlo primero. El cuadernillo otorgado por los barbaros era muy sincero. Describía cuidadosamente cómo eran el Tercer Príncipe y sus seguidores.
El Tercer Príncipe solo tenía quince años de edad, se decía que estaba enfermo y frágil. Era acompañado por un embajador-traductor, diez jóvenes esclavos hombres y mujeres, y doce guardias escoltándolos. El nombre y los antecedentes de cada quien estaban claramente descritos, incluso la edad de los esclavos y las funciones de supervisión estaban enlistados en detalle. Ellos siguieron estrictamente las regulaciones del cruce de frontera de la Gran Liang. Gu Yun lo leyó tres veces de principio a fin, pero no vio nada fuera de lugar.
Shen Yi dijo al lado con sus brazos cruzados, –Parece que es verdad, el ambicioso Segundo Príncipe aprisionó a su padre y su hermano, incluso echó lejos a su hermano menor para ser un rehén, haciendo más sencillo que él se apoderara de las Dieciocho Tribus.
–¿Cuál es la ventaja de dominar las Dieciocho Tribus? –Gu Yun arrojó a un lado el documento. Se sentó enseguida de la cálida estufa de la tienda del campamento durante un largo tiempo, pero fue incapaz de calentarse. En ese momento, él todavía, intencionalmente o no, puso sus manos cerca de la fuente de calor y las frotó suavemente. –Si fueran derrotados esta vez, los bárbaros no serán capaces de contraatacar. Cada año, toda la cantidad de ziliujin que excaven tendrá que ser enviada como tributo, ni siquiera la diosa y la hija del Rey Lobo podrán ser protegidas.
La enemistad heredada entre los bárbaros y la gente Han en los Planos Centrales no era algo de tan solo un día o dos, desde tan pronto como varias dinastías atrás, las personas nómadas en el norte tenían la costumbre de irrumpir en el sur para robar cuando la cosecha de ese año no era buena.
El norte tenía la ferocidad de su gente fuerte, el sur tenía a sus numerosos generales famosos. Ambos lados habían estado en un punto muerto, ninguno fue capaz de conquistar al otro durante cien años: hasta que la Gran Liang tomó la delantera en desarrollar la tecnología de vapor.
Las personas solo podían conseguir dar un vistazo del escenario de esos años por medio de los registros históricos. Fue la era dorada de los mecánicos. La tierra fértil de los Planos Centrales era como un monstruo gigante que despierta de su letargo, sus brazos de acero retoñando como brotes de bambú después de la lluvia: Armadura Ligera, Armadura Pesada, Cometa Gigante, Águila voladora y así consecutivamente. El espeso vapor se elevaba como una marea, las marionetas de hierro se extendían a través de la capital, el rango de la artillería de corto y largo alcance cambiaba con cada día que pasaba.
Al comienzo, cuando la Gran Liang aún no abría sus rutas marítimas, concentrando su mano de obra y recursos en el desarrollo de armaduras de acero y poder de fuego, llegó a ser despreciada alguna vez por los bárbaros incivilizados como “los sureños que desperdician sus recursos en lujos y herejías”. El Rey Lobo del Norte tenía demasiada confianza en sus garras, perdió arrogantemente la oportunidad para sentarse sobre las nubes de ziliujin y elevarse en el cielo, y más tarde fue suprimido por los Planos Centrales durante décadas, incapaz de ir contra la marea. Fue obligado a ofrecer el ziliujin en su territorio como un tributo, incapaz de darles alcance con su propia tecnología en armaduras de acero, incluso ahora, su equipamiento todavía tenía que depender del apoyo de los occidentales.
Esta lección del pasado empapada de sangre no podía ser ignorada por las Dieciocho Tribus. Les era imposible observar a la Gran Liang con sus fábricas brotando, levantando la prohibición, a punto de establecer el periodo cúspide del desarrollo del motor de fuego y la tecnología de armaduras de acero por segunda vez: si el impulso actual continuaba desarrollándose, si ellos permitían a la Gran Liang sobrevivir al frío invierno y recuperarse lentamente, quizás a los bárbaros en verdad no les quedaría espacio para la supervivencia.
–No me atrevo a comentar sobre cómo es el Segundo Príncipe, –dijo Gu Yun, –pero entiendo a Jia Lai Ying Huo. El vejestorio preferiría morir antes que sentarse sin hacer nada y esperar a ser exprimido, ni qué decir de que envíe a un hijo, incluso si envía a su padre, aún tenemos que permanecer en guardia… tráiganme mi sello.
Esta noche, aproximadamente diez Órdenes Feng Huo fueron despachadas desde el Campamento del Norte, su nivel era el mismo que cuando los soldados extranjeros llegaron al Puerto Da Gu. Las estaciones de mensajería desde el noroeste hasta la capital estaban todas equipadas con tropas adicionales para enfrentar a un gran enemigo. El Instituto Ling Shu envió una tanda de personas a la guarnición de las Fuerzas Defensivas del Norte para inspeccionar la situación de las armaduras y prepararse para ir a la batalla en cualquier momento.
La Gran Liang entró al invierno en medio de la tormenta que se avecinaba, y pronto llegó un nuevo año. No obstante, la corte estaba extrañamente tranquila.
Yan Wang sostenía al Gran Consejo, en el centro del remolino, su regreso provocó que todo el país le pusiera atención de cerca, pero Yan Wang estaba más allá de las expectativas de todos: él no volvió y comenzó de inmediato las reformas consecuentes dramáticamente como Fang Qin imaginó. En lugar de eso, él comenzó a “cocinar al pequeño pez”[2]Refiriéndose a la cita de Lao Tzu sobre cómo gobernar: “Gobernar una gran nación es como cocinar un pez pequeño: si se le manipula demasiado se arruinará”..
Después de que retornó a la capital, Yan Wang cambió por completo de su ocupado estado anterior. Primero, él permaneció en casa por medio mes, luego apareció silenciosamente en el Gran Consejo. En las reuniones de la corte tampoco hablaba mucho, como si hubiera regresado para ser el joven invisible de antes de la guerra.
En días normales, él se encargaba de algunos asuntos diarios en el Gran Consejo. Si necesitaba escribir un resumen, lo escribía; si necesitaban ser enviados al palacio, los mandaba; completando todo dentro de sus deberes completamente. Sin dejar espacio para que las personas lo vituperaran, no podía ser descrito como ser perezoso o pasivo, pero él ya no se extenuaba a sí mismo por ningún asunto adicional.
En cuanto a la cantidad y la calidad de documentos que Li Feng recibió en el palacio, si Yan Wang regresó o no tenía poco efecto.
Entre las personas que se quedaban hasta tarde en la noche en el Gran Consejo ya no estaba más la figura de Yan Wang. Él paseaba por ahí durante el día y se iba en al anochecer, descansando en tiempo cuando la corte era despedida. Si no había asuntos, no vería a ningún visitante.
Él también hizo un pequeño jardín en los suburbios de la capital. Cuando Gu Yun se quedaba en el Campamento del Norte sin regresar a casa, pasearía por ahí para plantar flores y jugar con las aves. Le tomó menos de medio mes cultivar al bastardo pájaro recepcionista de la familia Shen para que tuviera un pico recubierto de miel, halagando a cualquiera que viera… pero su cola ahora estaba pelona. Chang Geng reunió todas sus plumas y pidió que hicieran con ellas un Jiangzi[3]NTE. En lo que al objeto respecta sería una versión más primitiva de el “gallito” o volante que se usa en el bádminton. Jianzi 毽子en sí, es un juego tradicional asiático en el que los jugadores mantienen este objeto en el aire con los pies u otras partes del cuerpo (pero no las manos). para que jugara el pequeño príncipe.
Las piernas de Li Feng casi podían usarse de nuevo. Cada día, después de revisar los reportes, podía caminar alrededor de la habitación con la ayuda de un asistente. Ese día, sucedió que recordó ir al estudio del príncipe. El príncipe era muy obediente, nunca hacía trampa mientras estudiaba. Li Feng no lo molestó, solo se apoyó en el asistente y permaneció en la salida de atrás por un rato. Sus ojos fueron entonces atraídos por una pequeña chuchería en el escritorio del príncipe.
No era un ornamento de arcilla ordinario, sino una estructura de metal con una delgada cola de vapor. Sobre los rieles paralelos de metal había un carruaje exquisito. La carrocería era un reloj occidental, que corría dando vueltas y vueltas a la pista, rodeando a una pequeña maceta en medio. La maceta continuaba vacía, y los agujeros especiales para ventilación podían verse en el fondo. Quizás, el príncipe aún no había decidido qué plantar dentro.
Li Feng se acercó caminando lentamente para darle un vistazo más de cerca, sorprendiendo al príncipe, este se incorporó rápidamente para presentar la cortesía adecuada, mirando en secreto a su padre, temeroso de ser reprendido por estar “muy envuelto en el juego y perdiendo su determinación”.
Li Feng probablemente estaba de buen humor. No pareció estar enojado, solo preguntó, –El Ministerio de Hacienda ha recortado los gastos, ¿No tenían ellos prohibido traer esos juguetes lujosos durante estos años? ¿de dónde salió esto?
El príncipe no se atrevía a respirar, respondiendo cuidadosamente: –Padre Real, esto no fue comprado por el Ministerio de Hacienda, me fue obsequiado por el Cuarto Tío.
Li Feng frunció el ceño ligeramente. –No he visto a A Min en un tiempo, ¿resultó ser que él estaba ocupado con estas cosas?
El sirviente se adelantó y dijo, –Su Majestad, ¿no le solicitó Su Alteza Yan Wang un jardín la última vez? Recientemente, cuando no estaba ocupado con sus deberes oficiales, construyó un invernadero en el jardín, cultivó muchas flores y plantas raras, también estudió varios tipos de macetas con una variedad de formas con Ge Ling Shu. Ahora que ya casi es año nuevo, todas las familias quieren flores para exhibir. El bonsái fresco de Su Alteza es difícil de encontrar. Usted ve, el carruaje tiene agua en su interior, y cada día lo regará automáticamente. Si la luz es buena, después de que dar varias vueltas, puede haber un pequeño arcoíris en el agua.
El príncipe murmuró enseguida de él. –El tío dijo que lo que él compró fueron solo flores y plantas ordinarias del campo, una moneda por un gran racimo. Se las llevó y las puso en una maceta, las podó para darles forma, engañando muy bien a la gente rica que se cuelga de los labios de los hombres de letras.[4]NTE. Refrán. “Mezclarse con hombres de letras y posar como amantes de la cultura” Se refiere a las personas [generalmente comerciantes o gente adinerada] que no son muy cultas pero que les gusta mezclarse con académicos, poetas, etc. y participar en actividades culturales para pretender ser gente estudiada.
Li Feng: –¡Tonterías! ¡Qué absurdo! La última vez le dije que apoyara más al príncipe, ¿fue para permitirle enseñarte a jugar con flores, pasear pájaros y engañar a la gente?
Tan pronto como su rostro se hundió, el príncipe estaba aterrorizado, quedándose de pie a un lado en silencio.
Li Feng bajó el florero pesadamente y preguntó con una cara seria: –Quiero que sigas a Yan Wang para aprender cómo gobernar el país. ¿Qué te enseñó? Cuéntame.
El príncipe le dirigió una rápida mirada. Estaba aterrado, pero no se atrevía a ser descuidado con su boca. Regresó con una voz suave, –Padre Real… el Cuarto Tío me enseñó que gobernar un gran país no es pasarse toda la noche en vela y agotarse con cada esfuerzo. Lo más importante es hacer el mejor uso de los recursos y las personas. Las leyes y los sistemas son las bases para la persona al mando. Mientras un sistema perfecto sea establecido, todos los oficiales civiles y militares pueden ejecutar sus deberes, la fuente del tesoro nacional se volverá estable, um…
Las cejas de Li Feng se suavizaron ligeramente. Escuchando a su hijo trastrabillar, no pudo evitar presionar, –¿Entonces?
El príncipe hizo su mejor esfuerzo y dijo audazmente, –…tu puedes permanecer ocioso lejos de la corte de una vez por todas y comer tranquilamente del salario imperial.
Li Feng: –…
El pequeño príncipe contuvo su lengua por miedo a que su padre fuera a estallar enfurecido por esas insensatas palabras que iban contra cada lección moral. Sin embargo, después de esperar por un largo tiempo, el esperado regaño y el castigo no cayeron sobre él. Levantó su cabeza con temor y miró a Li Feng. Encontró que el unívoco rostro del Emperador estaba en calma, como si estuviera perdido en sus pensamientos, después de un rato, estuvo de acuerdo, –Él tiene razón. A Min puede ver a través de eso mejor que yo.
El príncipe lo miró confundido, siempre sintiendo que su padre estaba de muy buen humor ese día.
En la corte, algunas personas ciegas pensaron que Yan Wang permanecería en silencio de ahora en adelante debido a la rebelión de Yang Rong Gui que provocó que perdiera el favor del monarca, por lo que él no se atrevía a hacer ningún movimiento. Ellos llevaron reportes resueltamente acusando a Yan Wang en secreto, enlistando muchos crímenes. El Emperador Long An, que rara vez aparecía en las reuniones de la corte, hizo un ataque exhaustivo en la corte y expresó su clara intención de proteger a Yan Wang.
No solo eso, al día siguiente, el tacaño Emperador aprobó inesperadamente un gasto excesivo del Ministerio de Hacienda. Pagó un alto precio por un montón de exquisitas macetas de metal con formas extrañas y bonsáis del jardín de Yan Wang y las envió a los palacios. Podía decirse que Li Feng usó el dinero de su propio bolsillo para apoyar a su hermano pequeño.
El feng shui del Gran Consejo momentáneamente convocó confusión en los demás.
Los documentos con acusaciones que Fang Qin y los otros prepararon fueron escritos y reescritos, todo el camino hasta el Año Nuevo, pero aún no tenían la oportunidad para entregarlos. Fang Qin no podía evitar preguntarse: ¿era posible que hubiera personas en este mundo quienes superaran las responsabilidades en tiempos críticos, luego las devolvieran y partieran sin ninguna gran ambición?
Esta pacífica vida duró hasta el vigesimotercer día de diciembre, cuando el rehén de Man arribó a la capital.
Referencias[+]
⇧1 | Ref. al capítulo 87 donde Gu Yun lee un frangmento de este poema |
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⇧2 | Refiriéndose a la cita de Lao Tzu sobre cómo gobernar: “Gobernar una gran nación es como cocinar un pez pequeño: si se le manipula demasiado se arruinará”. |
⇧3 | NTE. En lo que al objeto respecta sería una versión más primitiva de el “gallito” o volante que se usa en el bádminton. Jianzi 毽子en sí, es un juego tradicional asiático en el que los jugadores mantienen este objeto en el aire con los pies u otras partes del cuerpo (pero no las manos). |
⇧4 | NTE. Refrán. “Mezclarse con hombres de letras y posar como amantes de la cultura” Se refiere a las personas [generalmente comerciantes o gente adinerada] que no son muy cultas pero que les gusta mezclarse con académicos, poetas, etc. y participar en actividades culturales para pretender ser gente estudiada. |
Priest, te amo por volarme la cabeza con semejantes capítulos
confirmo